¿“Resistencia”
Fracasando?
Algunos lectores de
estos “Comentarios” sin duda objetaron la referencia hecha la semana pasada (CE
370) a que la “Resistencia” está actualmente “haciendo su camino con tanta
aparente lentitud”. Ellos habrían tal vez preferido un valiente llamado a las
armas. Pero, debemos permanecer reales. Por ejemplo, cuando la diócesis
Tradicional de Campos en Brasil se echó en los brazos de la Neo-Roma en el
2002, ¿no dijimos varios de nosotros que de los 25 sacerdotes formados en la
escuela de Monseñor de Castro Mayer, al menos unos pocos romperían filas? No
obstante ni uno de ellos se volvió independiente desde entonces para continuar
con la verdadera defensa de la Tradición que era la del buen Obispo, y así
todos ellos están más o menos en el deslizadero neo-modernista. Sin embargo,
hay algo que decir y hacer.
Primero de todo, Dios
es Dios y El está conduciendo esta crisis a Su manera y no a la nuestra. “Mis
pensamientos no son vuestros pensamientos, y vuestros caminos no son mis
caminos, dice Yahvé” (Is. LV, 8). Nosotros soñamos con los lúcidos sacerdotes y
laicos agrupados codo con codo para hacer frente a sus enemigos, pero Dios no
precisa la “Resistencia” de nadie para cuidar Sus ovejas o salvar Su Iglesia.
Cuarenta años atrás cuando Monseñor Lefebvre tenía la esperanza de, y buscaba
a, un puñado de compañeros obispos para hacer frente al lado de él en público,
y lanzar una real barricada en el camino de la aplanadora Conciliar, en
principio podía haberlos encontrado, pero nunca los encontró. De hecho, cuando
Dios intervenga para salvar la situación, como ciertamente lo hará, será obvio
que el rescate fue Su obra a través de Su Madre.
Segundo, más de cinco
siglos de desenfrenado humanismo han hecho al hombre tan ign orante de Dios, el
Señor Dios de los Ejércitos, que a la humanidad debe dársele una lección que
solamente aprenderá por la vía dura. La novena de las 14 Reglas de San Ignacio
para el Discernimiento de los Espíritus (primer semana) da tres razones
principales para la desolación espiritual de un alma, las cuales pueden
aplicarse a la desolación actual de la Iglesia:—
1. Dios nos castiga por
nuestra tibieza y negligencia espirituales. Sólo Dios conoce hoy en día cual
castigo mundial es el merecido por nuestra apostasía mundial y nuestra
zambullida en el materialismo y hedonismo.
2. Dios nos pone a prueba
para demostrarnos lo que realmente está dentro nuestro, y cuanto dependemos de
El. ¿No es que el hombre moderno seriamente piensa que él sabe mejor que Dios
Todopoderoso como dirigir el universo? Y ¿puede ser que todos los propios
pequeños esfuerzos de los hombres tienen qu e fracasar para que la verdad de
Dios sea en fin comprendida?
3. Dios nos humilla con
desolación para truncar nuestro orgullo y vanagloria. Proviniendo de los
principales ministros de la única verdadera religión del único verdadero Dios,
¿no fue el Vaticano II una explosión sin precedente de vanagloria humana,
prefiriendo el mundo moderno del hombre a la Iglesia inmutable de Dios? Y la
pequeña Fraternidad San Pío X, ¿pensó que podía salvar a la Iglesia? A menos
que la “Resistencia” permanezca debidamente modesta en sus pretensiones y
ambiciones, está condenada de antemano.
Entonces, ¿cuales
deberían ser esas ambiciones? Primero y principal, mantener la Fe sin la cual
es imposible agradar a Dios (Hebr. XI, 6) y la cual está expresada en doctrina,
en el Credo católico. Segundo, ser testigo de esa Fe, especialmente con el
ejemplo, de ser necesario hasta el martirio (“mártir” es la palabra griega para
“testigo”). Así comoquiera que la “Resistencia” esté o no organizada, debe
dedicar sus recursos, tan magros como lo sean, a lo que sea ayudará a las almas
a mantener la Fe. Entonces, debido a que su posición por la Verdad será
necesariamente reconocible como tal, simplemente por existir no estará
fracasando porque estará dando testimonio.
Kyrie eleison.