Sesion Sobre Dickens
La Sesión sobre Dickens
que tuvo lugar hace dos semanas en la Casa Reina de los Mártires en
Broadstairs, Inglaterra, anduvo muy bien, dentro de sus modestos límites. El
sábado hubo solamente una pequeña lluvia, el domingo fue todo asoleado, y cerca
de 30 participantes en su mayoría de Inglaterra pero también de Dinamarca, Francia
y Estados Unidos, mucho disfrutaron de la casa, de la compañía de Católicos
entre sí y de las tres conferencias del Dr. David White sobre tres novelas de
Charles Dickens (1812–1870), el escritor más amado de Inglaterra después de
William Shakespeare.
“Dentro de sus modestos
límites”, porque aparte de las Misas devotamente asistidas del sábado y del
domingo, hubo aparentemente poco de sobrenatural en el tema de las
conferencias. Digamos que fue una sesión de cosas sanas más que de cosas
santas, pero observamos inmediatamente que, al menos en inglés, la palabra
“sana” conforma tres cuartos de la palabra “santa”. La gracia se construye
sobre la naturaleza y muy difícilmente puede construirse sobre la locura y la
corrupción de la naturaleza con las cuales el mundo alrededor nuestro se llena,
día tras día. Todo lo que es sano es por consiguiente más importante que nunca
aún para propósitos sobrenaturales. Si la “Resistencia” está actualmente
haciendo su camino con tanta aparente lentitud, ¿no es porque simplemente no
hay suficientes elementos sanos que queden alrededor nuestro como para
reconocer y echar fuera la pudrición del espíritu y la pudrición de lo que es
la verdadera obediencia y santidad?
En su primer
conferencia el Dr. White nos habló sobre David Copperfield, la novela favorita
del propio Dickens de entre sus muchas, y que está especialmente ligada a
Broadstairs. Esto es as&# 237; porque durante sus muchas visitas por
trabajo o vacaciones a su amada villa costera, Dickens vino a conocer una
excéntrica anciana que vivía en una pequeña casa que aún existe al borde del
mar. Ella lo impresionó tanto que él la desarrolló en su David Copperfield como
Betsy Trotwood, la excéntrica anciana que acoge al huérfano héroe de la novela
y lo protege hasta que él halla su camino en la vida. Dickens pone en boca de
la anciana su propio odio al puritanismo y al calvinismo, nos dijo el Dr.
White. Al menos una vez en su vida, Dickens escuchó que el Catolicismo es la
única verdadera religión, pero nunca devino un Católico. Sin embargo, él tenía
un respeto supremo por el Evangelio de Cristo y en las páginas de sus novelas
los caracteres con corazón verdaderamente bueno se apilan uno tras otro.
El sábado a la tarde
siguió una visita a la casa de “Betsy Trotwood” al borde del mar, ahora un
Museo Dickens, lleno de objetos recordatorios Dickensianos y con un conservador
Dickensiano. Luego la segunda conferencia fue sobre Casa Desolada, la primer
novela del segundo período de Dickens cuando Inglaterra se ensombrecía más y
más. Casa Desolada ataca a los abogados y a la ley en particular, pero en
general, nos dijo el Dr. White, ataca a un Sistema que está más y más en
control de la sociedad, desmoralizando y aplastando a las inocentes ovejas. La
política está deviniendo insignificante y la aristocracia está perdiendo
contacto con la realidad, pero este Sistema inhumano avanza siempre hasta que
finalmente colapsará bajo su propia falsedad, a la manera del Vaticano II, agregó
el Dr. White.
La tercer conferencia
el domingo a la mañana trató sobre Tiempos Difíciles, otra de las novelas más
sombrías, acerca de la total carencia de educación real, y ¡hace 150 años!
Dickens sabía que sin la educación del corazón, los seres humanos serán fríos e
inhumanos. El Dr. White se apoyó en sus décadas de enseñanza en la Academia
Naval de Estados Unidos para respaldar el retrato que hace Dickens de la enorme
estupidez de los robots sociales fabricados por una “educación” que desprecia
la historia, las artes, la música, la literatura y, especialmente, la poesía.
El resultado, dijo él, es el ilimitado aburrimiento de los jóvenes hoy en día,
un reflejo de nihilismo puro.
Sin embargo, los
participantes de las conferencias volvieron a casa sintiéndose ni aburridos ni
nihilistas, pero por el contrario muy refrescados. Deo Gratias.
Kyrie eleison.