sábado, 30 de marzo de 2019

COMENTARIO ELEISON Número DCXI (611), 30 de marzo de 2019

Eleison Comments by His Excellency Bishop Richard Williamson

Monseñor Huonder

Estimado Monseñor H, no se puede servir a dos señores –
Los compromisos en la Iglesia generan desastres.
Era bien sabido que Mons. Huonder, obispo de la diócesis oficial de Chur, Suiza, cuando se jubile, en abril, a la edad de 77 años, debía tomar residencia oficial durante sus años de otoño en una escuela de varones de la Fraternidad San Pío X en Wangs, Suiza. Incluso circulaba también el rumor, por parte de un colaborador cercano de dos anteriores Superiores Generales de la FSSPX, de que este mismo obispo conciliar iba a ser el principal consagrante de dos sacerdotes de la Fraternidad para dar, con plena aprobación del Papa Francisco, dos nuevos obispos a la FSSPX tal vez después de la Pascua. Una fecha tan cercana para un evento tan significativo parece ahora imposible, pero su lógica era inexorable, dada la política de 20 años de la Neo-Fraternidad de mezclarse con la Neo-Iglesia.
La misma lógica estaba detrás de la decisión de MH de jubilarse en la escuela para niños de la Fraternidad en Wangs. Incluso como obispo oficial de una de las diócesis más grandes de la Neo-Iglesia en Suiza, se dice que ya había hecho varias visitas a la escuela, y que se había vuelto popular entre los sacerdotes de la Neo-Fraternidad y los muchachos que viven allí. Pero no estaba ahí para cortar todo contacto con la Neo-Iglesia de Roma. Por el contrario, su actual portavoz diocesano anunció, en enero, que la jubilación del obispo a Wangs en abril “está ligada a una misión que le ha sido confiada por la Congregación para la Doctrina de la Fe, para mantener el contacto con la FSSPX”. Claramente MH, reputado como amigo personal del Papa Francisco, estaba planeando actuar como un enlace entre la Neo-Iglesia y la Neo-Fraternidad, con la esperanza de acercarlas.
Esa esperanza tampoco era necesariamente deshonesta. Muchos neo-clérigos no pueden ver (o no verán) el abismo que separa la religión católica de Dios de la religión conciliar del hombre. En ambos lados existe el deseo de pretender que no existe tal abismo. Por un lado, los católicos tienen dificultades para soportar estar fuera de la estructura de la autoridad visible de la Iglesia, mientras que por otro lado, los seguidores del Vaticano II necesitan tener la seguridad de que no han roto con la Tradición inmutable de la verdadera Iglesia. Podía ser mérito de MH, el querer establecerse en un ambiente más católico que el de la diócesis oficial, donde probablemente no tiene otra alternativa que dar la Comunión a mujeres jóvenes mal vestidas, y ninguna otra alternativa que la de retirar comentarios totalmente justificados contra la homosexualidad. Pero “Un hecho es más fuerte que el Señor Alcalde”, dice el proverbio inglés.
El hecho es que el Vaticano II fue la mayor ruptura con la Tradición Católica en toda la historia de la Iglesia. Tomemos por ejemplo la neo-Misa, que es para el Concilio como la práctica es para la teoría. ¿Se habría pedido a MH que nunca la celebrara en la escuela? ¿Podía aceptar no celebrarla nunca? E incluso si podía, ¿podía admitir que la teoría y la práctica de su sacerdocio y episcopado han estado inmersas en la entrega conciliar de la verdadera Iglesia de Dios al mundo moderno sin Dios? ¿Podía despojarse de las convicciones de todas sus décadas de inmersión en la Iglesia Conciliar? Ordenado sacerdote en 1971 y consagrado obispo en 2007 con los ritos del revolucionario Pablo VI, ¿podía admitir que, para eliminar toda duda sobre la validez de los Neo-ritos, necesita ser reordenado y reconsagrado condicionalmente? ¿O la Neo-Fraternidad no habría exigido ni lo uno ni lo otro? Eso parece lo más probable, dada su práctica reciente, pero ¿cómo habrían respondido los tradicionalistas suizos a eso? En apariencia, Mons. Vitus Huonder puede ser un hombre honesto y bien intencionado, pero su honestidad es conciliar, lo que significa que es leal a una corrupción totalmente deshonesta de la fe y de la Iglesia Católica.
Desgraciadamente, en todo el mundo, los tradicionalistas de la Fraternidad parecen acostumbrarse a la sustitución de la Fraternidad de Mons. Lefebvre por la Neo-Fraternidad. Mons. Fellay quería establecer la FSSPX dentro de los muros de la Roma oficial para que actuara como caballo de Troya para convertir la Roma Conciliar. ¿Pero no estaba MH, incluso concediéndole toda la buena voluntad del mundo, siendo colocado para actuar como un caballo de Troya dentro de los muros de la Fraternidad? Se podía esperar que la escuela de Wangs le abría permitido ver el abismo entre la Tradición y el Concilio, pero eso era mucho pedir. Alicia estaba en el Wonderland [País de las Maravillas]. La Nueva Fraternidad quiere colocarse en Huonderland.
Kyrie eleison.