viernes, 23 de noviembre de 2018

COMUNICADO DE MÉNZINGEN SOBRE LA REUNIÓN DEL P. PAGLIARANI CON EL CARD. LADARIA

Reunión entre el cardenal Ladaria y el padre Pagliarani, 22 de noviembre de 2018.

23 DE NOVIEMBRE DE 2018 - POR FSSPX.NEWS (Traducción de NP)

Comunicado de la Casa general de la Fraternidad de San Pío X  sobre el encuentro entre el cardenal Ladaria y el padre Pagliarani, 22 de noviembre de 2018.

El jueves 22 de noviembre de 2018, el Padre Davide Pagliarani, Superior General de la Fraternidad de San Pío X, viajó a Roma por invitación del Cardenal Luis Ladaria Ferrer, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Fue acompañado por el padre Emmanuel du Chalard. El cardenal Ladaria fue asistido por Mons. Guido Pozzo, secretario de la Comisión Pontificia "Ecclesia Dei".

La entrevista se llevó a cabo en las oficinas de la Congregación para la Doctrina de la Fe de LAS 16:30 a las 18:30. Su objeto fue permitir que el Cardenal Ladaria y el Padre Pagliarani se reunieran por primera vez y hacer un balance de las relaciones entre la Santa Sede y la Sociedad de San Pío X, después de la elección de su nuevo Superior General en julio pasado.

Durante la reunión con las autoridades romanas, él recordó que el problema básico es ciertamente doctrinal, y que ni la Fraternidad ni Roma pueden eludirlo. Debido a esta irreductible divergencia doctrinal, cualquier intento de desarrollar un borrador de una declaración doctrinal aceptable para ambas partes no ha tenido éxito durante siete años. Por eso la cuestión doctrinal sigue siendo absolutamente primordial.

La Santa Sede no dice algo distinto cuando afirma solemnemente que el establecimiento de un estatus jurídico para la Fraternidad podrá hacerse sólo después de la firma de un documento de carácter doctrinal.

Todo lleva a la fraternidad a reanudar la discusión teológica, consciente de que el buen Dios no necesariamente le pide que convenza a sus interlocutores, sino que presente a la Iglesia el testimonio incondicional de fe.

El futuro de la fraternidad está en manos de la Providencia y la Santísima Virgen María, como lo demuestra toda su historia, desde su fundación hasta nuestros días.

Los miembros de la Sociedad no quieren nada más que servir a la Iglesia y colaborar eficazmente a su regeneración, hasta el punto de dar su vida por su triunfo, si es necesario. Pero no pueden elegir el modo, los términos o el tiempo de algo que pertenece sólo a Dios.

Menzingen, 23 de noviembre de 2018