Cita: "Rogamos humilde, pero decididamente, al Santo Padre que revise al menos el capítulo 8 de Amoris laetitia. Como en los textos del Concilio Vaticano II, lo que es ambiguo debe ser interpretado de manera clara, y lo que está en contradicción con la doctrina y la práctica constante de la Iglesia debe ser retirado, para gloria de Dios, por el bien de toda la Iglesia, por la salvación de las almas, especialmente de aquellas que están en peligro de dejarse engañar por la apariencia de una falsa misericordia."
En lugar de condenar categóricamente la pavorosa exhortación Amoris laetitiae, Ménzingen suplica al demoledor Francisco que revise al menos la peor parte de ese desastroso documento. Acto seguido, la FSSPX hace unas distinciones que no vienen al caso: un pastel envenenado debe ser lanzado entero a la basura; esto es lo que exigen el bien de la Iglesia y la salvación de las almas.
¿A quién suplica Ménzingen? A un terrible destructor de la Iglesia, a un verdadero demoledor de la fe. Vean este video que informa que el Arzobispo Forte delató la táctica usada por Francisco para dar la comunión a los pecadores públicos. Según Forte, el Papa le dijo que tenía la intención de permitir recibir la comunión a los adúlteros, pero quería proceder en eso de modo muy discreto a fin de evitar una oposición ruidosa: