miércoles, 4 de junio de 2025
martes, 27 de mayo de 2025
SERMÓN DE MONS. TOMÁS DE AQUINO EN LA ORDENACIÓN DEL P. RENOULT SAJM
LA FUERZA DE LA RESISTENCIA NO CONSISTE EN EL NÚMERO NI EN OTRA COSA VISIBLE, SINO EN ESTAR CON LA VERDAD
(Extracto)
Otra ordenación, y cada vez que hablamos de una ordenación, es imposible no pensar en Monseñor Lefebvre. ¡Qué maravillosas eran aquellas ceremonias en las que no sólo nos transmitía el sacerdocio –por tanto, la Misa–, sino también toda la doctrina que acompaña a la Misa, y el combate que acompaña a esa doctrina! Estas tres cosas estaban siempre presentes.
Todos los que conocieron a Monseñor Lefebvre sabían que estaba permanentemente en estado de cruzado. Toda su vida fue una cruzada, especialmente al final, después del Concilio Vaticano II, cuando tuvo que dirigir admirablemente esta lucha, fundando la Fraternidad San Pío X. Permaneció fiel a la gracia de Dios en cada etapa de esta lucha y nos transmitió esta misma llama, esta misma disposición ardiente a proteger y garantizar la continuidad de la Iglesia.
No era su Fraternidad lo que buscaba proteger a toda costa: fue más que eso. Una vez me dijo: «Si Roma fuera capaz de formar sacerdotes católicos, no tendría motivos para consagrar obispos. Pero Roma ya no es capaz».
Monseñor fue, pues, un hombre providencial, como lo fue San Atanasio en el tiempo del arrianismo. Mons. Lefebvre fue el hombre providencial de nuestro tiempo. Su trabajo con Dom de Castro Mayer fue inmenso. Y, de hecho, la obra de Mons. Lefebvre fue aún mayor, pues abordó más aspectos, más frentes de combate.
Hoy lo que queda es una pequeña Resistencia, muy pequeña, frágil, marcada por debilidades y defectos (*). Pero esta Resistencia tiene una fuerza: la fuerza de estar con la verdad. Y está con la verdad porque pretende seguir a Monseñor Lefebvre. Aunque a veces pueda fracasar, su objetivo es claro: continuar esta lucha, la lucha de Monseñor Lefebvre, que algunos llevaron adelante hasta cierto punto —hasta 2012— pero terminaron abandonando. Otros se dieron cuenta de que no podían caminar junto a aquellos que, de una forma u otra, habían adoptado una actitud imprudente hacia Roma. Monseñor Lefebvre nos instruyó muy bien. Nos advirtió claramente: “Si nos acercamos a Roma, nos contaminaremos”. Y eso es verdad. Es mejor ser pequeño pero fiel al legado de Monseñor Lefebvre que ser más grande y hacer ciertos compromisos. Algunos fueron demasiado lejos, como sabemos.
Recuerdo que, una vez, los fieles de las parroquias rurales de Campos, simples campesinos, vinieron a nuestro monasterio para pedirnos que construyéramos un puente entre ellos y la Fraternidad. Estaban bien organizados. Luego vino un sacerdote de la Fraternidad a hablar. Comenzó explicando que había ciertas dificultades, ciertos aspectos a ajustar en el trabajo pastoral que solicitaban. Al fin y al cabo, querían que la Fraternidad fuese a sus parroquias, y nuestro monasterio ya los había visitado algunas veces al comienzo de la resistencia.
Cuando el sacerdote terminó de hablar, un anciano campesino se levantó y dijo muy claramente: “Padre, lo que queremos es doctrina”. Ellos ya tenían Misa, porque Dom Rifan y sus sacerdotes celebraban Misa. Pero... no tenían la doctrina.
Aquel hombre sencillo continuó: «Padre, lo que queremos es la doctrina». El modo de trabajar de la Fraternidad no era exactamente el mismo que el de los sacerdotes de Campos, y el sacerdote pensó que esto podía ser una dificultad: después de todo, las modalidades pastorales eran diferentes. Pero aquel campesino respondió con admirable sabiduría. Después, el sacerdote me confesó: «No me esperaba esto. Me llenó de alegría». ¡Y con razón! Porque no basta la Misa; La doctrina también es necesaria. Y la doctrina sola no basta: hay que defenderla. El combate es necesario.
Esto es lo que tanto admirábamos en Monseñor Lefebvre: esta armonía perfecta. Todo en el catolicismo es un bloque, una unidad coherente. Así como la revolución también es un bloque, el catolicismo es un bloque infinitamente más armonioso, más coherente, donde todas las partes confluyen.
Esto es lo que nos enseñó Monseñor Lefebvre: defender, conocer y amar esta integridad de la fe. La Resistencia, aunque débil, y siempre seremos débiles —todo lo que es humano es débil—, al menos quiere seguir a Monseñor Lefebvre.
Él es el modelo. Pero desgraciadamente la Fraternidad tomó otro camino. Ella empezó a seguir otro camino, empezó a creer en otras cosas. Monseñor Lefebvre quiso advertirles. Y si viviera, ¡qué tristeza sentiría al ver estas iniciativas, estas desviaciones!
Él mismo dijo: “Fui demasiado lejos”. Y hoy, sin embargo, otros van aún más lejos. ¡Qué triste estaría! No hay duda de ello.
El que va a ser ordenado podrá entonces celebrar la Misa, la Misa que está por encima de todo. Ella es más sublime que la sangre de los mártires, más alta que todas las alabanzas de los ángeles. Porque todas estas son cosas finitas. Pero la Misa... ¡la Misa es Nuestro Señor Jesucristo mismo! Es Él quien se ofrece, quien se da, quien derrama su sangre y renueva sacramentalmente el sacrificio del Calvario.
Es por la fe que Nuestro Señor reina y reinará. Por tanto, no basta que el sacerdote se limite a celebrar la Misa. Debe también predicar. Predicad a Cristo Rey, que reina por la cruz, que reina porque es Dios y porque es Redentor. Como Redentor, derramó su sangre. Y esto es lo que nos da toda nuestra fuerza: la Misa, con la doctrina de la Misa y la doctrina de los Papas que condenaron los errores modernos. Protegieron toda la integridad de los sacramentos, de la Misa, de todo el depósito de la fe.
Pero existe un peligro: incluso con la Misa podemos debilitarnos. Si no tenemos la doctrina, la Misa conserva su valor infinito —éste nunca se pierde— pero su eficacia para las almas puede no dar los frutos que debiera. Para comulgar bien, para asistir bien a Misa, se necesita una fe íntegra, una fe que no se vea disminuida por las concepciones modernas y los errores actuales.
No es normal que nosotros los sacerdotes ofrezcamos la Santa Víctima, Nuestro Señor, y quedemos fuera de este sacrificio. El verdadero sacerdote es el que ofrece... y se ofrece a sí mismo.
Pidamos pues a nuestra Santísima Madre que nos preserve de las ilusiones. La ilusión es algo terrible, porque quien vive en la ilusión hace el mal pensando que hace el bien. Nuestra Señora nunca se hizo ilusiones. Ella vio las cosas claramente. Ella sabía, por la Sagrada Escritura, que su Hijo sería sacrificado en la cruz. Y nunca se hizo ilusiones.
Que también nosotros, como hijos de la Santísima Virgen, seamos preservados de las ilusiones. Que Ella nos guíe al combate... y del combate a la vida eterna.
__________________________
(*): Ver la lista de los miembros de la diminuta SAJM, acá.
"Lejos de mí gloriarme sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo" (Gal 6, 14-17)
lunes, 26 de mayo de 2025
¡UN NUEVO SACERDOTE Y DOS NUEVOS DIÁCONOS PARA LA SAJM!
El sábado 24 de mayo, fiesta de María Auxiliadora, Su Excelencia Dom Tomás de Aquino OSB confirió el sacerdocio al Padre Paul Renoult, de Francia, así como el diaconado a dos de nuestros seminaristas, uno francés y otro español.
DEO GRATIAS !
viernes, 23 de mayo de 2025
CLÉRIGOS EN EL SEMINARIO DE LA SAJM
jueves, 22 de mayo de 2025
AHORA LA NEO-FSSPX NO QUIERE DAR CONFIRMACIONES BAJO CONDICIÓN
Monseñor Lefebvre siempre dio la Confirmación bajo condición a los fieles que habían recibido este sacramento según el nuevo rito de Pablo VI, por ser este de dudosa validez. Y los cuatro obispos por él consagrados siempre hicieron lo mismo.
Pero ahora la FSSPX (sitio web oficial del distrito británico) ha publicado un artículo sobre la Confirmación condicional, que dice lo siguiente en su conclusión:
"El propósito de este artículo ... es considerar si está justificado o no solicitar la repetición condicional de la Confirmación según el rito antiguo. En respuesta a la pregunta planteada, podemos contestar: no, a menos que tenga motivos fundados para dudar de que su Confirmación específica fuera inválida cuando se realizó. De lo contrario, quédese tranquilo y acepte que hay muchas cosas que Dios no espera que sepa con certeza dogmática en esta vida. Seguir el camino más seguro es seguir el que indican los principios objetivos establecidos por la Iglesia hace mucho tiempo" (leer artículo completo acá).
Citas de Monseñor Lefebvre:
..."el sacramento de la Confirmación. Ahora bien, la fórmula corriente es: “Yo te signo con la cruz y recibe el Espíritu Santo”. Deben especificar cuál es la gracia especial del Sacramento por la cual se da el Espíritu Santo. Si no decimos estas palabras: “Ego te confirmo in nomine Patris…” ¡no hay Sacramento! También se lo dije a los Cardenales, porque me dijeron: ¡Ustedes están dando la Confirmación donde no tienen derecho a hacerlo!”. Lo hago porque los fieles temen que sus hijos no tengan la gracia de la Confirmación, porque tienen dudas sobre la validez del Sacramento que ahora se administra en las iglesias. Entonces, para tener al menos esta seguridad de tener realmente la gracia, se me pide que dé la Confirmación. Hago esto porque me parece que no puedo rechazar a quienes me piden una Confirmación válida aun que ilícita, porque estamos en un tiempo en que la ley divina natural y sobrenatural prima sobre la ley eclesiástica positiva cuando ésta se opone a aquélla en lugar de ser su canal. Estamos en una crisis extraordinaria" ("De la Misa evangélica de Lutero al Novus Ordo Missae", 1975).
... "no dudo en confirmar condicionalmente cuando me lo piden. El sacramento es demasiado importante, especialmente hoy, como para descuidarlo" (Carta de Mons. Lefebvre de 25 de abril de 1988. Documento completo abajo).
¿Así que "la Fraternidad no podía desviarse ni un ápice"? ¿Semper idem?
________________________
+ Ecône, 25 de abril de 1988
Estimado Padre Pivert:
De hecho, el sacramento de la Confirmación es quizás el que plantea hoy más problemas en cuanto a su validez.
En Roma nos critican las confirmaciones condicionales, a lo que respondemos que entendemos las dudas de los padres (se refiere a los padres de familia. Nota de NP):
1° por la dudosa validez de la traducción de la nueva forma latina que es “accipe signaculum Spiritus Sancti”. Lo que importa es “signaculum”.
¿Cómo se traduce? (...) “Recibe la marca” sería más claro que “sé marcado”. Pero a veces se dice simplemente: “recibe el Espíritu Santo”, lo cual ciertamente no es válido.
Si se traduce correctamente "signaculum" no habría ninguna duda sobre la forma. De lo contrario, existen dudas.
Ahora también existe la intención. Monseñor Bontemps afirmaba en su Semana Religiosa de Chambéry: «la Confirmación no da el Espíritu Santo, sino que hace tomar conciencia del Espíritu Santo recibido en el bautismo. »
Sus confirmaciones no son válidas.
¿Son muchos los que ahora piensan así?
2° La materia también es un tema de preocupación. La tradición del aceite de oliva es tal que realmente se puede dudar de la validez de cualquier otro aceite vegetal.
Veinte siglos de uso, las reprimendas de Roma contra los otros aceites, las oraciones de consagración todas escritas para el aceite de oliva, el consenso general de los moralistas, el Catecismo del Concilio de Trento; nos obligan a pensar que esta materia es de intención divina y que forma parte de la sustancia del sacramento.
Es posible, pero no seguro, que muchos obispos utilicen aceite de oliva, especialmente en los países donde crece el olivo.
Son muchos los puntos que suscitan dudas y son difíciles de controlar, salvo escribiendo a los obispados para preguntar cuál es la forma y cuál es la materia del sacramento de la confirmación.
Es por eso que no dudo en confirmar condicionalmente cuando me lo piden. El sacramento es demasiado importante, especialmente hoy, como para descuidarlo.
Eventualmente, correspondería a los padres (de familia. Nota de NP) escribir a los obispados.
Espero haberle respondido suficientemente.
Suyo en Cristo y María,
+ Marcel Lefebvre.
jueves, 15 de mayo de 2025
miércoles, 14 de mayo de 2025
martes, 13 de mayo de 2025
lunes, 28 de abril de 2025
miércoles, 16 de abril de 2025
AUDIOS "HISTORIA DE LA SAGRADA PASIÓN" POR EL P. LUIS DE LA PALMA
Ecce Homo, por Antonio Ciseri, 1871
El Padre Luis de la Palma (Toledo 1560 - Madrid 1641) fue un jesuita español y uno de los grandes maestros espirituales del Siglo de oro a la altura de San Ignacio de Loyola, San Juan de Ávila, Fray Luis de Granada, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús.
Fue provincial de Toledo y predicador en el Colegio Imperial de Madrid, donde escribió la Historia de la Sagrada Pasión, publicada por indicación del prepósito general de la Compañía en 1624.
Esta obra, no superada en su género, se basa en las narraciones evangélicas y tiene forma de meditaciones. Al poco tiempo de su publicación fue traducida a diferentes idiomas.
Su censor, Cristóbal de Zamora, afirmó sobre él: «Si como compuso sola la Pasión de Cristo, hubiere compuesto toda su vida, nos quitara el trabajo de estudiar en otros libros, porque el suyo sólo bastaría para tener la noticia entera y puntual de todo lo que Cristo obró y dijo, con tanta propiedad y tan elegante estilo que ninguno le hace ventaja y él la hace a muchos de los más aplaudidos que han escrito».
viernes, 11 de abril de 2025
jueves, 27 de marzo de 2025
Bajo la Cruz más grande del mundo, la mayor traición del Vaticano
En lo alto de Cuelgamuros se alza la Cruz más grande del mundo. Una cruz de 150 metros que no solo atraviesa las nubes, sino que ha sido durante décadas el testimonio de una fe que no se avergüenza de su historia, de sus muertos ni de su Redentor.
Esa cruz, símbolo de reconciliación, sacrificio y perdón, es hoy el blanco de una operación cuidadosamente diseñada para vaciarla de sentido. Y lo más doloroso: con la complicidad directa del Vaticano.
El 25 de febrero de 2025, mientras el Papa Francisco agonizaba ingresado con broncoespasmos en el hospital Gemelli, su secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, se reunía en Roma con el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. ¿El motivo? Pactar la “resignificación” del Valle de los Caídos —ahora oficialmente llamado por el Gobierno Cuelgamuros— y desbloquear la salida del prior Santiago Cantera, incómodo por no doblegarse ante el relato oficial.
Días después, con el Papa aún convaleciente, se formalizó el acuerdo entre el Gobierno, la Santa Sede y el cardenal José Cobo. El resultado: un concurso internacional para intervenir artísticamente la nave, el atrio, la cúpula y el vestíbulo de la basílica, es decir, todo menos el altar. Se mantendrá formalmente el culto, sí, pero rodeado de propaganda museística al gusto de la izquierda. La fórmula no es nueva. Stalin ya la ensayó con éxito: convertir los templos en museos del ateísmo. Ahora, con un matiz escalofriante: es la propia Iglesia la que lo acepta.
Esta rendición ante el poder no es una excepción: es la norma de una diplomacia vaticana que lleva años vendiendo a sus hijos. Lo hizo en China, pactando con el Partido Comunista la entrega de la Iglesia clandestina a cambio de promesas vacías. Lo hace en Estados Unidos, promocionando a McElroy, cardenal de lo políticamente correcto, mientras castiga a obispos fieles como Strickland. Y ahora lo hace en España, entregando a la izquierda el corazón espiritual de nuestra memoria colectiva.
Que se permita a un Gobierno abiertamente anticristiano intervenir un templo en uso, con la bendición del Vaticano, es una claudicación histórica de dimensiones bíblicas. Se ha negociado la profanación política de un santuario, disfrazándola de diálogo, cultura y reconciliación. Pero no se puede reconciliar nada arrancando raíces, manipulando símbolos ni silenciando a quienes han resistido durante décadas en oración y fidelidad.
José Cobo, fabricado a medida por los nuevos tiempos, habla de paz, diálogo y cultura del encuentro. Palabras vacías cuando se trata de ceder la casa de Dios a los que desprecian su nombre. Parolin, artífice del acuerdo, actúa como si la Iglesia fuera una cancillería más, ajena al sufrimiento de los fieles perseguidos o humillados. Y Francisco, enfermo, ausente, probablemente sin plena conciencia de lo que se cocinaba en su nombre, queda como testigo involuntario de una traición monumental.
El Valle de los Caídos, con su Cruz inquebrantable, fue construido como signo de reconciliación cristiana. Hoy lo quieren convertir en una atracción turística con barniz ideológico. Pero que no se engañen: mientras un solo católico rece allí, mientras un alma se arrodille bajo esa Cruz, el Valle seguirá siendo un lugar sagrado.
La historia juzgará con dureza a los que pactaron con los perseguidores de la fe. Y los fieles no olvidarán.
Fuente: Infovaticana
jueves, 20 de marzo de 2025
miércoles, 19 de marzo de 2025
NUEVO ARTÍCULO SOBRE LAS MENTIRAS DEL COVID por Fernando del Pino Calvo-Sotelo
Hoy ninguna fuente seria cuestiona que la pandemia fue con toda probabilidad causada por un escape de un laboratorio biológico en Wuhan que las autoridades chinas y los EEUU ocultaron con la ayuda de la corrupta OMS mientras China exportaba el virus al resto del mundo. El interés de EEUU era doble: los científicos y las instituciones norteamericanas que habían financiado la investigación del coronavirus en Wuhan querían borrar sus huellas, y el Deep State quería debilitar la posibilidad de reelección de Trump, que defendía la teoría del escape biológico.
La verdad ―que fue censurada― era conocida o al menos sospechada desde 2020, pero fue ocultada al gran público. Los servicios de inteligencia alemanes otorgaron desde un principio una probabilidad de hasta el 95% de que el virus proviniera del laboratorio chino, pero la excanciller Merkel decidió mantener el informe en secreto[4]. Del mismo modo, el exdirector del Mi6 presentó al gobierno británico un informe clasificado en el que declaraba que «no existe ninguna duda razonable de que el covid-19 ha sido diseñado en el Instituto de Virología de Wuhan», pero el establishment lo enterró[5].
Las controladísimas revistas médicas contribuyeron a tal ocultación, con una excepción. En 2021 el British Medical Journal publicó que «la supresión de la teoría de la fuga de laboratorio no se basa en ninguna evaluación clara de la ciencia», y que se había producido «a pesar de que no existen pruebas de la explicación alternativa, esto es, de la propagación natural de los animales a los seres humanos». El BMJ terminaba criticando que no se investigara el «verosímil» escape de laboratorio como origen del covid[6].
En 2022 el Senado norteamericano publicó un profuso informe científico llegando a las mismas conclusiones, que fueron corroboradas meses después por el director del FBI cuando reconoció que «muy probablemente» el origen del covid era artificial[7]. Finalmente, en noviembre de 2024 el Congreso de EEUU llegó a la misma conclusión con un relevante informe que cuestionó casi todas las medidas tomadas para combatir la pandemia[8].
viernes, 14 de marzo de 2025
miércoles, 5 de marzo de 2025
AYUNO Y ABSTINENCIA DURANTE LA CUARESMA: LA SAJM HA ABANDONADO LA OBSERVANCIA CUARESMAL MODERNISTA
Velázquez, Cristo Crucificado, detalle.
“La observancia de la Cuaresma es el lazo de nuestra milicia; por ella nos diferenciamos de los enemigos de la Cruz de Jesucristo; por ella esquivamos los azotes de la cólera divina; por ella, amparados con la ayuda celestial durante el día, nos fortalecemos contra los príncipes de las tinieblas. Si esta observancia se relaja, cede en desdoro de la gloria de de Dios, deshonra de la religión católica y peligro de las almas cristianas; y no hay duda que este descuido sea fuente de desgracias para los pueblos, desastres en los negocios públicos e infortunios para los individuos.” (Benedicto XIV, Breve Non Ambigimus, 30-05-1741).
PabloVI, mediante la Constitución Apostólica Pӕnitemini, de 17 de febrero de 1966, destruyó la observancia cuaresmal tradicional del ayuno y la abstinencia.
- Ayuno obligatorio todos los días de la Cuaresma (excepto los Domingos), los días de las Témporas y en muchas vigilias;
- Abstinencia todos los Viernes del año, los Sábados de Cuaresma y, en numerosas diócesis, todos los Sábados del año.
martes, 4 de marzo de 2025
jueves, 27 de febrero de 2025
sábado, 22 de febrero de 2025
viernes, 21 de febrero de 2025
martes, 18 de febrero de 2025
miércoles, 12 de febrero de 2025
"Mons. Williamson: un amigo, un compañero, un padre" - por Mons. Jean Michel Faure
domingo, 9 de febrero de 2025
domingo, 2 de febrero de 2025
miércoles, 29 de enero de 2025
HA FALLECIDO MONSEÑOR RICHARD WILLIAMSON
En 1971 de convirtió del anglicanismo al catolicismo y al año siguiente entró al seminario de Ecône (FSSPX).
En 1976 fue ordenado sacerdote por Monseñor Lefebvre, el prelado suscitado por Dios para orientarnos en la horrorosa crisis de la Iglesia que se inició con el concilio Vaticano II.
En 1988 fue consagrado obispo por Monseñor Lefebvre.
El año 2012 fue expulsado de la FSSPX porque se opuso resueltamente al intento de la cúpula de la congregación por hacer un acuerdo práctico con Roma liberal y apóstata.
Confirió el episcopado a Mons. Faure (2015), Mons. Tomás de Aquino (2016) y Mons. Zendejas (2017); asegurando, por medio de estas consagraciones, la conservación del legado de Mons. Lefebvre, esto es, la continuidad de la guerra santa en contra del liberalismo y del modernismo imperantes en la Iglesia desde el fatídico concilio.
Movido por su gran amor a la Iglesia, defendió valerosamente, hasta su muerte, los sagrados derechos de Cristo.
"He peleado el buen combate, he terminado la carrera, he guardado la fe." (2Tim 4,7. Este pasaje está en la epístola de misa hoy, que corresponde a la fiesta de San Francisco de Sales)
V. Ne recordéris peccáta mea, Dómine.
R. Dum véneris iudicáre sæculum per ignem.
V. Dírige, Dómine, Deus meus, in conspéctu tuo viam meam.
R. Dum véneris iudicáre sæculum per ignem.
V. Réquiem ætérnam dona ei, Dómine, et lux perpétua lúceat ei.
R. Dum véneris iudicáre sæculum per ignem.
Kyrie, eléison, Christe, eléison. Kyrie, eléison.
Pater noster...
V. A porta ínferi.
R. Erue, Dómine, ánimam eius.
V. Requiescat in pace.
R. Amen.
V. Dómine, exáudi oratiónem meam.
R. Et clámor meus ad te véniat.
V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spíritu túo.
Orémus: Absólve, quæsumus, Dómine, ánimam fámuli tui Richard ab omni vínculo delictórum: ut, in resurrectiónis glória, ínter Sanctos et eléctos tuos resuscitata respíret. Per Chrístum Dóminum nostrum.
R. Amen.
V. Réquiem ætémam dona ei, Dómine.
R. Et lux perpétua lúceat ei.
V. Requiescat in pace.
R. Amen.
V. Anima eius et ánimæ ómnium fidélium defunctórum per misericórdiam Dei requiéscant in pace.
R. Amen.
lunes, 27 de enero de 2025
domingo, 26 de enero de 2025
sábado, 25 de enero de 2025
PEDIDO DE ORACIONES POR MONS. WILLIAMSON
jueves, 23 de enero de 2025
miércoles, 22 de enero de 2025
martes, 21 de enero de 2025
lunes, 20 de enero de 2025
domingo, 19 de enero de 2025
MONS. TOMÁS DE AQUINO OSB: SOBRE UNA DECLARACIÓN DEL SUPERIOR DEL DISTRITO ALEMÁN DE LA FSSPX
Un artículo publicado en Info Católica sobre la declaración del padre Stefan Pfluger refleja la dirección que Mons. Fellay dio a la Fraternidad San Pío X durante sus veinticuatro años al frente de la Fraternidad.
El Padre Stefan Pfluger es el superior del Distrito de Alemania. Aunque su declaración no tiene el mismo peso que una declaración del Superior general, nos permite tener un cierto conocimiento de lo que piensa la Fraternidad, pensamiento que refleja, al menos en parte, las posiciones adoptadas anteriormente por Mons. Fellay.
Cuando Mons. Fellay intentó llegar a un acuerdo con Roma en 2012, hubo una viva reacción de varios sacerdotes y de tres obispos de la Fraternidad. Aunque estos acuerdos no se implementaron, todavía se pueden notar, hasta el día de hoy, algunos restos de las ideas de Mons. Fellay en la forma de pensar del padre Stefan Pfluger, entre otros.
El Padre Stefan Pfluger dice: “No queremos separarnos de Roma y pertenecemos a la Iglesia”. Mons. Lefebvre también, y más que nadie. Pero Mons. Lefebvre dijo lo que el Padre Pfluger no dice. Dijo que se adhería a la Roma eterna y que se nagaba a seguir a Roma de tendencia neomodernista y neoprotestante, que se manifestó claramente en el Concilio Vaticano II y en las reformas que surgieron de él.
El padre Pfluger tiene razón al subrayar que no hay que separarse de Roma, pero ¿de qué Roma está hablando? Hace bien en afirmar que pertenece a la Iglesia. Pero la crisis actual nos obliga a preguntar: “¿qué Iglesia?”
Mons. Fellay forjó el término Iglesia concreta. Esta parece una forma de evitar el problema. Si esta distinción entre la Iglesia católica y la Iglesia conciliar es falsa, ¿por qué la utilizaba Mons. Lefebvre? ¿Por qué, entonces, decía: “Es, por tanto, un estricto deber, para todo sacerdote que quiera seguir siendo católico, separarse de esta Iglesia Conciliar, mientras no redescubra la tradición del Magisterio de la Iglesia y del Fe católica”. (La Vida Espiritual, página 31 – Editora Permanência).
Que esto es un misterio, no hay duda. ¿Cómo puede haber dos Iglesias? ¿Cómo puede la Iglesia católica estar ocupada por sus enemigos? No sé. Lo que sí sé es que está ocupada. Es un hecho. Está ocupada y es deber estricto de todo sacerdote que quiera seguir siendo católico separarse de esta Iglesia Conciliar, hasta que redescubra la tradición del Magisterio de la Iglesia y la fe católica. Es más fácil exponer un hecho que explicarlo, pero es una temeridad rechazar las conclusiones de Mons. Lefebvre. Hablar de Iglesia concreta es ya intentar acercarse a los enemigos que ocupan la Iglesia.
El padre Pfluger sugiere que la Fraternidad hará todo lo posible para obtener el consentimiento de Roma para nuevas consagraciones episcopales. En sí misma, esta petición, incluso hecha a la Roma ocupada por un Papa modernista, no implica esencialmente una falta, ya que, aun cuando esté ocupada, la Iglesia no trasladó su sede a ningún otro lugar. Sin embargo, el ejemplo de Mons. Lefebvre nos muestra que él no creía que esta petición fuera esencial. Anunció, en 1987, que consagraría obispos, probablemente, en la fiesta de Cristo Rey de ese año. Había, si no me equivoco, más de una fecha prevista. Roma se apresuró entonces a ofrecer a Mons. Lefebvre la posibilidad de un acuerdo y la concesión de obispos. En lugar de que Mons. Lefebvre preguntara, fue Roma quien ofreció. La secuencia de los acontecimientos es conocida y está en el libro de Mons. Tissier de Mallerais.
Mons. Lefebvre me dijo, en los años 1984-1985, que era muy reacio a consagrar obispos sin el permiso de Roma, pero que se preguntaba si Nuestro Señor no le diría, después de su muerte: “Tú podrías hacerlo. ¿Por qué no lo hiciste?
El tema del permiso es muy importante, pero no es imprescindible en el estado de necesidad en el que nos encontramos. Mons. Licinio fue consagrado en 1991 en São Fidelis, Estado de Río de Janeiro, por Mons. Tissier de Mallerais, asistido por Mons. Williamson y Mons. de Galarreta. Nunca he oído que se haya pedido permiso a Roma para esto.
Algunos sacerdotes de la Fraternidad parecen tener poca conciencia de la crisis actual. No todos. Algunos son fieles a Mons. Lefebvre. Algunos, tal vez, piensen que la Resistencia es sedevacantista. No. Resistencia es discípula de Mons. Lefebvre, que no era ni modernista, evidentemente, ni sedevacantista, ni acordista. Mons. Lefebvre es el santo Atanasio de la crisis del Vaticano II. Las soluciones que dio a la crisis actual, sus palabras y sus actitudes son una luz para todos los católicos que quieren permanecer fieles a las promesas de su bautismo.
Que Nuestra Señora nos obtenga la gracia de ser fieles a sus enseñanzas, que no son otras que las enseñanzas de la Iglesia Católica, consagradas en su Tradición bimilenaria. Son las enseñanzas de Nuestro Señor, confiadas a los santos apóstoles.
+ Tomás de Aquino OSB
Fuente