Todavía
Deslizándose – I
“Hemos
borrado a Lefebvre. Morimos contentos”.
Tales líderes no son del Cielo, sino del Infierno.
Tales líderes no son del Cielo, sino del Infierno.
Ha
habido señales para dar esperanzas de que la Fraternidad oficial San Pío X ya
no se desliza bajo el poder y control de los eclesiásticos conciliares en Roma,
pero tales señales están abrumadas por la evidencia de lo contrario. Por
ejemplo, el 12 de septiembre, el nuevo Superior General (SG) que fue elegido
para sustituir a Mons. Fellay en julio del año pasado, el P. Davide Pagliarani,
hizo pública una entrevista en la que dijo muchas cosas buenas, suficientes
para que al menos uno de los lectores de estos “Comentarios” se alegrara de que
el deslizamiento de la Congregación fuera en reversa. Desgraciadamente, un
informe reciente de la sede de la Fraternidad en Suiza nos hace temer que al P.
Pagliarani se le ordene decir cosas tan conservadoras para engañar a todos los
Tradicionalistas que no observan sus acciones. Aquí están los antecedentes y el
informe.–
La
Tradición Católica tiene casas en Francia de tres Órdenes excepcionales de
monjes y frailes del pasado de la Iglesia: los Benedictinos en Bellaigue, los
Dominicos en Avrillé, los Franciscanos en Morgon. Los tres fueron alentados y
ayudados a comenzar en su día por Mons. Lefebvre, pero nunca reclamó autoridad
sobre ninguno de ellos, de hecho se negó positivamente a hacerlo, porque no
veía que la Fraternidad tuviera la misión de monopolizar la Tradición o de
controlar todas las iniciativas Tradicionales. Desde su fundación, las tres
casas independientes han florecido, relativamente hablando, y en 2019, como es
normal para monjes y frailes, las tres ejercen una influencia especial sobre
los Tradicionalistas de todo el mundo, se podría decir.
Sin
embargo, con el gran cambio de dirección de la Fraternidad que se hizo público
en 2012, las relaciones de estas casas con la Fraternidad se han vuelto
problemáticas, porque sus líderes naturalmente han querido que estos religiosos
influyentes también cambien de dirección. Hace algunos años, la FSSPX rompió
las relaciones con los Dominicos de Avrillé, considerados demasiado
independientes, mientras que los Franciscanos han necesitado durante el mismo
período de tiempo adoptar una política cuidadosamente equilibrada entre
cooperación e independencia. Y en cuanto a los Benedictinos, su joven Superior
de Brasil, Dom Placide, fue objeto de una especial presión el pasado mes de
agosto por parte de la Fraternidad.
Llamado
a Menzingen por el P. Pagliarani, fue reprendido por su falta de cooperación
con la Fraternidad, y se le presentó un papel por el cual ¡debía ceder a la
Fraternidad todo el control sobre el Monasterio Benedictino! Cuando, para
expresarlo cortésmente, rechazó la oferta, se le amenazó con que se le diría a
todo el mundo que la FSSPX estaba cortando todas las relaciones con el
Monasterio. Dom Placide respondió que correspondía al SG hacer lo que él
consideraba mejor, después de lo cual la amenaza cambió. Ahora la amenaza era
que a todos los prioratos de la Fraternidad se les ordenaría que no enviaran
más vocaciones a Bellaigue. Y esta amenaza se ha cumplido. Dom Placide rechazó
la oferta de quedarse a almorzar en Menzingen.
Tenemos
derecho a especular sobre tal conversación. Si queremos mantener nuestras
esperanzas en el P. Pagliarani en lo personal, podemos especular que él mismo
fue dirigido a usar tales tácticas intimidatorias contra el relativamente joven
jefe de los Benedictinos. Pero no puede eludir la responsabilidad de al menos
consentir en actuar el papel del acosador. Más grave aún, las tácticas
intimidatorias sugieren que Roma y Menzingen están conspirando conjuntamente
para barrer juntos bajo la Fraternidad todas las agrupaciones Tradicionales
actualmente independientes, y luego reestructurar la Fraternidad y reemplazarla
por una Prelatura Personal bajo el control total de la Roma Conciliar. Esto
tendría dos ventajas para la guerra de Roma contra la Tradición: en primer
lugar, la independencia y las últimas huellas de Mons. Lefebvre en la
estructura de la Fraternidad que él diseñó desaparecerían, y en segundo lugar,
Roma podría entonces estrangular suavemente, junto con la Fraternidad, a todas
las agrupaciones e iniciativas Tradicionales de un solo golpe. Tampoco los
dirigentes actuales de la Fraternidad desaprobarían la caída en picado, al
contrario, porque cuando mueran por el estrangulamiento, al menos tendrían el
reconocimiento oficial por el que han luchado durante tanto tiempo.
Así
actúan los embaucadores de la Fraternidad. Pero ¿qué hay de sus seguidores,
sacerdotes y laicos?
Kyrie
eleison.