"NUESTRAS RELACIONES [CON ROMA]: YO PUEDO DECIR QUE ESTÁN SIENDO MEJORES Y PARECE QUE ELLOS ACEPTAN CADA VEZ MÁS Y MÁS LO QUE NOSOTROS PROPONEMOS"
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En la entrevista de hoy vamos a conversar con el superior general de la FSSPX, el obispo Bernard Fellay.
-Su excelencia, cuéntenos sobre la fraternidad, la cual cumple 45 años este mes.
-Sí, la FSSPX, fundada en 1970 por el Arzobispo Lefebvre, en la diócesis de Friburgo, Suiza y ahora se puede decir que estamos por todo el mundo. Nosotros seremos, apenas este año que viene, más de 600 sacerdotes por todos los continentes e intentamos mantener para la iglesia el sacerdocio, como siempre fue en la Iglesia Católica. Es en realidad nuestro propósito, es decir nuestro principal propósito es la formación de sacerdotes, de sacerdotes para la Iglesia católica.
- ¿Cuál es la relación entre el Vaticano y la fraternidad, actualmente?
-Actualmente la relación con Roma, la Santa Sede y la FSSPX, tenemos discusiones, nosotros continuamos… podemos decir que desde el 2000 el Vaticano quiso iniciar un proceso para regularizar la situación. Algunos pasos ya han sido dados, por ejemplo, el Papa Benedicto XVI dijo claramente y garantiza para todo católico y para todo Sacerdote católico la posibilidad de usar la liturgia tradicional, no solamente en la misa, sino que también en todas las bendiciones, los sacramentos, rituales, breviarios y el pontifical del obispo. Fue entonces que fue muy claro que frente al desastre de la liturgia moderna, la cual Benedicto XVI la describe como un desastre e incluso la causa, la principal causa de crisis en la iglesia, él dijo que quería que los católicos regresaran a esta liturgia y en esa perspectiva podemos pensar que el mismo papa Francisco, que es más cercano a la liturgia moderna y a pesar de eso, quiere continuar este pasado, lo cual es muy interesante. Es por eso que podemos decir que nuestras relaciones están siendo mejores y parece que ellos aceptan cada vez más y más o que nosotros proponemos... puede ser o, algunos dicen, debería ser la manera de salir de esta terrible crisis, la cual no sólo es litúrgica, sino también en varios otros aspectos, las herejías, la disciplina y un montón de cosas que son realmente malas hoy en día.
-Perfecto ¿usted piensa que en este mundo moderno hay lugar a una Iglesia tradicional o conceptos tradicionales?
-Absolutamente. Vea usted, al hablar de lo moderno, hablamos del mundo moderno, es algo puramente superficial. ¿Por qué decimos eso? Porque todo hombre en el fondo de su humanidad (y me refiero tanto a hombres como mujeres), no hay problema allí, ellos permanecen exactamente igual. A lo que me refiero es que el corazón del hombre sigue siendo el mismo, ya que lo que era bueno hace dos mil años, continúa siéndolo hoy y lo que era malo sigue siendo malo, una mentira sigue siendo una mentira, las buenas acciones son buenas acciones. Es por eso que podemos decir: lo moderno es solamente algo a nivel muy muy superficial, por ejemplo, tenemos carros, aviones, computadoras, televisores, cosas que no se usaban antes, pero esto son solamente medios, nuevos medios. Más la verdadera alma del hombre, lo que es verdad, lo que no, lo que es cierto y bueno, sigue siendo lo mismo.
Dios continúa siendo el mismo y las obligaciones de los hombres son las mismas, es así que los diez mandamientos siguen siendo exactamente los mismos hoy como en otros tiempos. Es por eso [que hay que] recordar al hombre moderno hoy en día esta necesaria actitud tradicional, ya que sigue permaneciendo igual. Nosotros no podemos decir que lo que era malo, lo que era realmente malo en el pasado, es bueno el día de hoy, y vemos los resultados, hay muchas cosas que van mal hoy en día porque precisamente queremos hacer esas cosas... pues así no funciona.
-Muy bien ¿Y para las familias? La base de la estructura social, ¿qué consejo les daría a ellas para transformar el mundo en un mejor lugar para vivir?
-Sí, me gustaría decir que es muy claro que el tiempo en el que vivimos actualmente es extremadamente arduo, son tiempos difíciles y como la Iglesia siempre dijo, el hombre no puede permanecer en el bien por sí mismo, sino que necesita la ayuda de Dios. Mi primer consejo para las familias sería rezar, y rezar juntos para pedir a Dios y a su Santa Madre la Virgen María que los ayude para mantenerse juntas, ser fieles, a dar la palabra, esa es la base de la familia para que permanezcan juntas, ya que en cualquier momento pueden haber tiempos difíciles, por con ayuda de la Gracia de Dios ellas pueden y permanecerán juntas. Así el amor verdadero surgirá entre ellas y serán capaces de cargar la cruz y harán el bien a los otros y al mundo entero.
-Su excelencia, muchísimas gracias por la entrevista y mucha suerte en su misión.
-Muchas gracias, Dios te Bendiga.