Fuente (extracto)
El Vaticano se encuentra actualmente en
medio de una turbulenta cumbre de cuatro días sobre el abuso sexual.
Ayer, 21 de febrero, el “Papa” Francisco abrió la conferencia con
una lista de 21 puntos para la “reflexión”. Todas las presentaciones, incluidos los 21 puntos de reflexión de
Francisco, tenían una cosa en común: omitieron de manera visible la mención de
un elemento bastante importante: la homosexualidad.
Oigamos a Sandro Magister , conocido periodista conservador
del Vaticano. Durante la conferencia de prensa pública al final del primer
día, le preguntó a Scicluna a quemarropa si la omisión de la palabra
“homosexualidad” en las presentaciones del primer día fue accidental o
deliberada, señalando que en la gran mayoría de los casos de abuso, la víctima
y el perpetrador son del mismo sexo (como admitió el propio Scicluna en
una entrevista reciente ). La respuesta de Scicluna se muestra en el
video de la entrevista (ver al final). El sitio conservador del Novus Ordo, Life Site, informa
del incidente de la siguiente manera:
“¿Fue la ausencia de la palabra ‘homosexualidad’ una
ausencia inadvertida y casual o fue una ausencia deliberada?”, preguntó Magister a Scicluna. El arzobispo, que es muy respetado por sus investigaciones del abuso
sexual clerical y desempeña un papel clave en el comité organizador de la
cumbre, respondió diciendo que “generalizar
acerca de las categorías de personas nunca es legítimo. Tenemos casos
individuales, no tenemos categorías de personas. Usted habla de una categoría
humana, pero también se podría hablar sobre la heterosexualidad. Son
condiciones humanas que reconocemos que existen. Pero no son algo que realmente
predisponga al pecado. La concupiscencia obra según la inclinación personal del
criminal o del acusado. Pero nunca me atrevería a señalar una categoría
como si tuviera en sí misma propensión al pecado. Todos tenemos la misma
propensión”.
Señoras y señores, aquí se puede ver una
de las razones fundamentales por las que el Vaticano se ha vuelto tan corrupto:
creen que la homosexualidad es en sí misma neutra desde el punto
de vista moral, no es diferente en esencia de la heterosexualidad,
simplemente es una “orientación” diferente, tal como a algunas personas les
gusta el helado de fresa y otras prefieren el de vainilla.
No se necesita mucho para ver cuán absurda es la idea de
Scicluna. El mismo Catecismo Novus Ordo dice que la inclinación homosexual es “objetivamente
desordenada” (n° 2358), pero incluso una simple
mirada a la Sagrada Escritura es suficiente para entender cómo la atracción del
mismo sexo es mala.
Por eso Dios
los entregó a los deseos de su corazón, a la inmundicia, para deshonrar
sus cuerpos entre sí. Los cuales cambiaron la verdad de Dios por la
mentira y adoraron y sirvieron a la criatura en lugar de al Creador, que
sea bendito para siempre. Amén. Por esta causa, Dios los entregó
a pasiones vergonzosas. Pues sus mujeres cambiaron el uso natural por
un uso que es contra la naturaleza. Y, de la misma manera, también
los hombres dejando el uso natural de las mujeres, se han consumido en sus
concupiscencias entre sí, hombres con hombres, haciendo cosas inmundas, y
recibiendo en sí mismos la sanción de su pecado. (Romanos 1: 24-27)