La agencia de noticias Associated Press (AP) ha
dicho ayer: "A statement from the schismatic Society of St Pius X
suggested that a new attempt at reconciliation with Rome had stalled, or that the
society itself was divided over next steps and decided at least to take a hard
line against Francis." Traducción: Un
comunicado de la Sociedad cismática de San Pío X sugirió que un nuevo intento
de reconciliación con Roma se había estancado, o que la propia sociedad estaba
dividida sobre los próximos pasos y decidió al menos tomar una línea dura
contra Francisco (leer artículo completo en The Guardian).
AP da en el clavo cuando dice que "la propia sociedad estaba dividida sobre los próximos
pasos". Muchos que no dan en el clavo, están perplejos
con el comunicado. Muy variadas y hasta opuestas son las interpretaciones que se
están haciendo de él, y muchos se equivocan por hacerse preguntas cómo
estas: ¿qué le pasó a Mons. Fellay? ¿Por qué Mons. Fellay habla así
ahora? ¿Por qué este cambio en la FSSPX?
Sabemos que hay diferencias
relevantes entre los tres Obispos de la FSSPX, en lo que respecta a
una posible normalización de la congregación por parte de Roma. Esta
disparidad de pareceres explica suficientemente el comunicado de ayer. Hay
que comprender que los Obispos pesan muchísimo más en una reunión de superiores
como la finalizada ayer, que en un capítulo general de la Fraternidad. En el
capítulo, Mons. Tissier y Mons. de Galarreta tienen derecho a un voto cada uno.
Dos votos entre una mayoría aplastante de fellecistas-acuerdistas. No hay que
perder de vista que Mons. Fellay es el superior de congregación que más tiempo
ha permanecido en el cargo en todo el mundo, y que por eso casi todos los
capitulares son tales por haber sido nombrados en sus cargos por el mismo Mons.
Fellay. El capítulo está, pues, en el puño del Superior General.
Si el comunicado de ayer (seguramente lleno de cortes y de
agregados) representa un cierto paso atrás de la FSSPX en el actual
proceso de regularización de la congregación por parte del Vaticano, ello se
debe a que ese texto, aunque ha sido firmado sólo por Mons. Fellay, es, en
realidad, la obra conjunta de tres redactores no concordes en diversos puntos:
los tres Obispos de la Fraternidad. Se trata de un texto consensuado y
de mínimos comunes. De ahí también el hecho de que el comunicado, en general,
resulte opuesto a la política de silencio del Superior General ante
los constantes y gravísimos escándalos de Francisco; estrategia ordenada,
evidentemente, al mismo objetivo: la regularización de la FSSPX.
¿Y AHORA QUÉ?
Desde Argentina nos dicen lo siguiente: (Francisco) "sabe
que para ahogar del todo a la Fraternidad los tiene que tener al alcance de la
mano, o sea, adentro. Como Don Corleone, les hará "una oferta que
no puedan rechazar". Es decir, el reconocimiento unilateral de un plumazo
para que se acaben las idas y vueltas interminables de Felé. Y una vez adentro
los aplastará. En Argentina lo conocemos bien a Bergoglio."
Otro que da en el clavo. El Papa Francisco puede
terminar en cualquier momento con el actual estancamiento de las tratativas
entre la FSSPX y Roma, mediante un golpe de mano como el del
reconocimiento del Estado argentino a la Fraternidad (abril de 2015) o el de la
concesión de jurisdicción ordinaria a los Sacerdotes de la FSSPX (septiembre de
2015). Hay, entonces, precedentes. Y ese nuevo y definitivo golpe
de mano consistiría en decretar el reconocimiento unilateral de la FSSPX.
Ante eso, Mons. Fellay diría ¿Acaso podemos rechazar un reconocimiento
que nos regulariza sin pedirnos nada a cambio? "Si el Papa expresa una
voluntad legítima respecto a nosotros que es buena, que no da una orden en
contra de los mandamientos de Dios ¿tenemos el derecho de desatenderlo, de dar
un manotazo a esta voluntad?" (carta del
Consejo General, 14-4-12). ¿Y qué sucedería luego de la aceptación del reconocimiento? Una minoría de Sacerdotes descontentos que "ven
los peligros, los complots, las dificultades, pero no ven la asistencia de la
Gracia y del Espíritu Santo" (ibid.), saldrían de la FSSPX,
con lo cual Francisco y Mons. Fellay se desharían de una buena vez de esos elementos
"problemáticos"... Camino despejado, traición consumada, caso
cerrado.