Ilusiones
de “Normalización”
Entre
la Fraternidad y Roma un gran abismo se extiende
En el cual toda reconciliación muere.
En el cual toda reconciliación muere.
Que
todos los Superiores de la FSSPX que participen en la próxima reunión para
considerar la última oferta de Roma hacia la reconciliación, ponderen bien los
comentarios del Padre Girouard sobre la reciente declaración del Padre
Schmidberger (ver CE 457):—
A)
En el párrafo IV, el Padre Schmidberger dice que Monseñor Lefebvre estaba
buscando reconocimiento aún después de las consagraciones de 1988. No menciona
que Monseñor estableció condiciones: un retorno total de Roma a los documentos
anti-liberales y anti-modernistas de los Papas Tradicionales. El mismo párrafo
declara que la FSSPX no buscó un acercamiento a Roma. Que Roma lo empezó en el
2000. El P. S. no menciona que las reuniones del GREC, buscando “normalizar” la
Fraternidad, empezaron en 1997, con la bendición de Monseñor Fellay.
B)
En el párrafo V, la carta declara que Roma ha reducido en gran medida sus
condiciones para una normalización, y que por consiguiente este es el momento
correcto para que nosotros aceptemos. El P. S. no entiende que la reducción de
los requerimientos por parte de Roma se debe a: 1-La FSSPX ya ha sufrido el
cambio de imagen de marca y por consiguiente es más agradable a Roma; 2-Roma
sabe que más liberalización de la FSSPX ocurrirá naturalmente después de la
normalización.
C)
En el párrafo VI (Respuestas a objeciones) # 3, el P. S. dice que la FSSPX no
guardará silencio luego de la normalización. Pero, de hecho, ¡ellos ya lo están
haciendo! ¡Y lo han estado haciendo por años! Las reacciones de la FSSPX a Asís
3, a las Jornadas Mundiales de la Juventud, a las
“canonizaciones/beatificaciones” de los Papas J.XXIII, JPII y Pablo VI, a los
Sínodos de la Familia y a la última encíclica del Papa Francisco (Amoris
Laetitiae), y otros escándalos, no han sido más que sumisas y suaves
“palmaditas en la mano”. Así que será peor luego de la normalización, ya que la
FSSPX temerá perder lo que con tantas penas le habrá costado adquirir.
D)
En el párr. VI, # 4, el P. S. dice que tenemos que hacernos tan útiles a la
Iglesia como sea posible, lo que significa que la FSSPX necesita ser
normalizada para mejorar a la Iglesia desde adentro. Mi respuesta a esto es la
misma de arriba en B y C: Una vez absorbidos dentro de la estructura modernista
oficial, la FSSPX, que ya ha perdido su “salinidad”, estará abrumada por malas
influencias y su mensaje y acciones tendrán constantemente cada día más, menos
efecto.
E)
En el párr. VI, # 5, el P. S. dice que el punto crucial de la situación es:
“¿Quién convertirá a quién?” Y que tenemos que ser fuertes y que seremos
nosotros los que convirtamos a los modernistas una vez que estemos adentro.
¡Este es el mismo tipo de razonamiento que el de alguien que alquilaría una
habitación en un burdel con el fin de convertir a las prostitutas y a sus
clientes! Es un pecado de presunción.
F)
En el párr. VI, # 6, el P. S. dice que no estamos enfrentando los mismos
problemas y tentaciones que las otras comunidades Tradicionales que se han
incorporado a Roma, y luego traicionaron el combate, porque estas comunidades a
menudo empezaron el proceso con culpa mientras que en el caso de la FSSPX es
Roma la quien lo inició en el 2000. Mi respuesta a esto es como en A: el GREC empezó
el proceso en 1997, con la bendición de Monseñor Fellay.
G)
En el párr. VII (Conclusión), el P. S. dice que no debemos temer miedo porque
la Fraternidad ha sido consagrada a la BVM y Ella nos protegerá. ¡Él no
menciona tantas Congregaciones y personas consagradas a Ella que han perecido
desde el Vaticano II! ¡Basta pensar en las Oblatas de María Inmaculada, los
Servitas de María y etcétera, etcétera! ¡La BVM nunca va a ayudar a aquellos
que voluntariamente se ponen en ocasión de pecado y destrucción! ¡Creer lo
contrario es burlarse de Ella y burlarse de Dios! ¡Una vez más, un pecado de
presunción! ¡Esta no es la mejor manera, por no decir más, de trabajar en la
conversión de Roma y en la re-construcción de la Iglesia!
Todo
lo que quedará por decir, una vez que la Fraternidad sea “normalizada”, es:
¡RIP FSSPX, y que Dios tenga misericordia de nosotros!