El espíritu liberal se
combate con el Rosario
«¿Sabes, querido
Domingo, de qué arma se ha servido la Santísima Trinidad para reformar el
mundo?». «Señora, Tú lo sabes mejor que yo –respondió él–,
porque, después de Jesucristo, Tú fuiste el principal instrumento de nuestra
salvación». «Pues la principal pieza de combate ha sido el salterio
angélico, que es el fundamento del Nuevo Testamento. Por ello, si quieres ganar
para Dios esos corazones endurecidos, predica mi Salterio».
Por esto,
para ayudar a Monseñor Williamson, para ayudar a los sacerdotes, debemos rezar
todos los días los quince misterios!
A los
sacerdotes una súplica: insista con sus fieles en todos sus sermones para que
tomen el Rosario, por lo menos al final de sermón.