miércoles, 29 de enero de 2025

HA FALLECIDO MONSEÑOR RICHARD WILLIAMSON


Monseñor Richard Nelson Williamson Nació en Inglaterra el 8 de marzo de 1940.

En 1971 de convirtió del anglicanismo al catolicismo y al año siguiente entró al seminario de Ecône (FSSPX).

En 1976 fue ordenado sacerdote por Monseñor Lefebvre, el prelado suscitado por Dios para orientarnos en la horrorosa crisis de la Iglesia que se inició con el concilio Vaticano II.

En 1988 fue consagrado obispo por Monseñor Lefebvre.

El año 2012 fue expulsado de la FSSPX porque se opuso resueltamente al intento de la cúpula de la congregación por hacer un acuerdo práctico con Roma liberal y apóstata.

Confirió el episcopado a Mons. Faure (2015), Mons. Tomás de Aquino (2016) y Mons. Zendejas (2017); asegurando, por medio de estas consagraciones, la conservación del legado de Mons. Lefebvre, esto es, la continuidad de la guerra santa en contra del liberalismo y del modernismo imperantes en la Iglesia desde el fatídico concilio. 

Movido por su gran amor a la Iglesia, defendió valerosamente, hasta su muerte, los sagrados derechos de Cristo. 

 "He peleado el buen combate, he terminado la carrera, he guardado la fe." (2Tim 4,7. Este pasaje está en la epístola de misa hoy, que corresponde a la fiesta de San Francisco de Sales)


V. Ne recordéris peccáta mea, Dómine.

R. Dum véneris iudicáre sæculum per ignem.

V. Dírige, Dómine, Deus meus, in conspéctu tuo viam meam.

R. Dum véneris iudicáre sæculum per ignem.

V. Réquiem ætérnam dona ei, Dómine, et lux perpétua lúceat ei.

R. Dum véneris iudicáre sæculum per ignem.

Kyrie, eléison, Christe, eléison. Kyrie, eléison.

Pater noster...

V. A porta ínferi.

R. Erue, Dómine, ánimam eius.

V. Requiescat in pace.

R. Amen.

V. Dómine, exáudi oratiónem meam.

R. Et clámor meus ad te véniat.

V. Dóminus vobíscum.

R. Et cum spíritu túo.

Orémus: Absólve, quæsumus, Dómine, ánimam fámuli tui Richard ab omni vínculo delictórum: ut, in resurrectiónis glória, ínter Sanctos et eléctos tuos resuscitata respíret. Per Chrístum Dóminum nostrum.

R. Amen.

V. Réquiem ætémam dona ei, Dómine.

R. Et lux perpétua lúceat ei.

V. Requiescat in pace.

R. Amen.

V. Anima eius et ánimæ ómnium fidélium defunctórum per misericórdiam Dei requiéscant in pace.

R. Amen.

sábado, 25 de enero de 2025

PEDIDO DE ORACIONES POR MONS. WILLIAMSON




Ayer, Mons. Williamson ha sufrido un derrame cerebral y una hemorragia cerebral. 
Está hospitalizado y ha recibido, gracias a Dios, la extremaunción.

Actualización 26-ene-25: Monseñor sigue muy grave e inconsciente. 
Actualización 27-ene-25: Pasó una noche tranquila, siempre rodeado por fieles que rezan el santo rosario. 
Actualización 28-ene-25: Mons. Zendejas ha llegado ayer al hospital. Nos dice que Mons. Williamson respira por sí mismo, que da signos intermitentes de comunicación y que declina paulatinamente.
20:25 hrs: Nos informan que Monseñor Williamson ha entrado en agonía.
Actualización 29-ene-25: a las 23:23 hrs. de hoy, ha fallecido Monseñor Williamson. Requiescat in pace.

domingo, 19 de enero de 2025

MONS. TOMÁS DE AQUINO OSB: SOBRE UNA DECLARACIÓN DEL SUPERIOR DEL DISTRITO ALEMÁN DE LA FSSPX



Un artículo publicado en Info Católica sobre la declaración del padre Stefan Pfluger refleja la dirección que Mons. Fellay dio a la Fraternidad San Pío X durante sus veinticuatro años al frente de la Fraternidad.

El Padre Stefan Pfluger es el superior del Distrito de Alemania. Aunque su declaración no tiene el mismo peso que una declaración del Superior general, nos permite tener un cierto conocimiento de lo que piensa la Fraternidad, pensamiento que refleja, al menos en parte, las posiciones adoptadas anteriormente por Mons. Fellay.

Cuando Mons. Fellay intentó llegar a un acuerdo con Roma en 2012, hubo una viva reacción de varios sacerdotes y de tres obispos de la Fraternidad. Aunque estos acuerdos no se implementaron, todavía se pueden notar, hasta el día de hoy, algunos restos de las ideas de Mons. Fellay en la forma de pensar del padre Stefan Pfluger, entre otros.

El Padre Stefan Pfluger dice: “No queremos separarnos de Roma y pertenecemos a la Iglesia”. Mons. Lefebvre también, y más que nadie. Pero Mons. Lefebvre dijo lo que el Padre Pfluger no dice. Dijo que se adhería a la Roma eterna y que se nagaba a seguir a Roma de tendencia neomodernista y neoprotestante, que se manifestó claramente en el Concilio Vaticano II y en las reformas que surgieron de él.

El padre Pfluger tiene razón al subrayar que no hay que separarse de Roma, pero ¿de qué Roma está hablando? Hace bien en afirmar que pertenece a la Iglesia. Pero la crisis actual nos obliga a preguntar: “¿qué Iglesia?”

Mons. Fellay forjó el término Iglesia concreta. Esta parece una forma de evitar el problema. Si esta distinción entre la Iglesia católica y la Iglesia conciliar es falsa, ¿por qué la utilizaba Mons. Lefebvre? ¿Por qué, entonces, decía: “Es, por tanto, un estricto deber, para todo sacerdote que quiera seguir siendo católico, separarse de esta Iglesia Conciliar, mientras no redescubra la tradición del Magisterio de la Iglesia y del Fe católica”. (La Vida Espiritual, página 31 – Editora Permanência).

Que esto es un misterio, no hay duda. ¿Cómo puede haber dos Iglesias? ¿Cómo puede la Iglesia católica estar ocupada por sus enemigos? No sé. Lo que sí sé es que está ocupada. Es un hecho. Está ocupada y es deber estricto de todo sacerdote que quiera seguir siendo católico separarse de esta Iglesia Conciliar, hasta que redescubra la tradición del Magisterio de la Iglesia y la fe católica. Es más fácil exponer un hecho que explicarlo, pero es una temeridad rechazar las conclusiones de Mons. Lefebvre. Hablar de Iglesia concreta es ya intentar acercarse a los enemigos que ocupan la Iglesia.

El padre Pfluger sugiere que la Fraternidad hará todo lo posible para obtener el consentimiento de Roma para nuevas consagraciones episcopales. En sí misma, esta petición, incluso hecha a la Roma ocupada por un Papa modernista, no implica esencialmente una falta, ya que, aun cuando esté ocupada, la Iglesia no trasladó su sede a ningún otro lugar. Sin embargo, el ejemplo de Mons. Lefebvre nos muestra que él no creía que esta petición fuera esencial. Anunció, en 1987, que consagraría obispos, probablemente, en la fiesta de Cristo Rey de ese año. Había, si no me equivoco, más de una fecha prevista. Roma se apresuró entonces a ofrecer a Mons. Lefebvre la posibilidad de un acuerdo y la concesión de obispos. En lugar de que Mons. Lefebvre preguntara, fue Roma quien ofreció. La secuencia de los acontecimientos es conocida y está en el libro de Mons. Tissier de Mallerais.

Mons. Lefebvre me dijo, en los años 1984-1985, que era muy reacio a consagrar obispos sin el permiso de Roma, pero que se preguntaba si Nuestro Señor no le diría, después de su muerte: “Tú podrías hacerlo. ¿Por qué no lo hiciste?

El tema del permiso es muy importante, pero no es imprescindible en el estado de necesidad en el que nos encontramos. Mons. Licinio fue consagrado en 1991 en São Fidelis, Estado de Río de Janeiro, por Mons. Tissier de Mallerais, asistido por Mons. Williamson y Mons. de Galarreta. Nunca he oído que se haya pedido permiso a Roma para esto.

Algunos sacerdotes de la Fraternidad parecen tener poca conciencia de la crisis actual. No todos. Algunos son fieles a Mons. Lefebvre. Algunos, tal vez, piensen que la Resistencia es sedevacantista. No. Resistencia es discípula de Mons. Lefebvre, que no era ni modernista, evidentemente, ni sedevacantista, ni acordista. Mons. Lefebvre es el santo Atanasio de la crisis del Vaticano II. Las soluciones que dio a la crisis actual, sus palabras y sus actitudes son una luz para todos los católicos que quieren permanecer fieles a las promesas de su bautismo.

Que Nuestra Señora nos obtenga la gracia de ser fieles a sus enseñanzas, que no son otras que las enseñanzas de la Iglesia Católica, consagradas en su Tradición bimilenaria. Son las enseñanzas de Nuestro Señor, confiadas a los santos apóstoles.


 

+ Tomás de Aquino OSB
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