Celebrando el X aniversario del Motu Proprio Summorum Pontificum, el
prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los
Sacramentos ha pronunciado su conferencia sobre "El Silencio y el primado de
Dios en la liturgia" en la Universidad Pontificia Santo Tomás de Aquino de Roma.
"Me gustaría dirigir una palabra paterna a todos aquellos que están vinculados a
la forma más antigua del Rito Romano. Se trata de esto: algunas personas, no
muchas, os llaman “tradicionalistas”. Hay veces en que también vosotros
utilizáis esta expresión para referiros a vosotros mismos, llamándoos
“católicos tradicionalistas”, o, análogamente, ponéis un guión entre los dos
términos. Por favor, no lo volváis a hacer. No estáis encerrados en una caja
situada en un estante de una librería o en un museo de curiosidades. No sois
tradicionalistas: sois católicos del Rito Romano como yo y como el Santo Padre.
No sois de segunda clase o, de alguna manera, miembros particulares de la
Iglesia Católica en razón de vuestro culto y vuestras prácticas espirituales,
que han sido las de innumerables santos. Habéis sido llamados por Dios, como todos
los bautizados, a ocupar vuestro lugar en la vida y la misión de la Iglesia en
el mundo de hoy, no para permanecer recluidos –o, peor, retirados– en un gueto
en el que reinan una actitud defensiva y de introspección que ahogan el
testimonio y la misión cristiana hacia el mundo, a los que vosotros también
habéis sido invitados.
Si
diez años después de su promulgación, el Motu proprio Summorum
Pontificum significa algo, es precisamente esto. Si aún no habéis
abandonado las cadenas del “gueto tradicionalista”, por favor, hacedlo hoy.
Dios Omnipotente os llama a hacerlo. Nadie os robará el usus antiquior del
Rito Romano, pero muchos se beneficiarán, en esta vida y en la futura, por
vuestro fiel testimonio cristiano que tendrá mucho que ofrecer, considerando la
profunda formación en la fe que os han dado los antiguos ritos y el ambiente
espiritual y doctrinal a ellos vinculados. Como el Señor nos enseña en el
discurso de las Bienaventuranzas: «Tampoco se enciende una lámpara para
meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a
todos los de la casa» (Mt 5, 15). Ésta es, queridos amigos,
vuestra verdadera vocación. Ésta es la misión a la que os ha llamado, y os
llama, la divina Providencia al suscitar, en el tiempo oportuno, el Motu proprio Summorum
Pontificum."
Respuesta de Monseñor Lefebvre: "Es un deber estricto, para todo sacerdote que quiera permanecer católico, el separarse de esta iglesia conciliar, en tanto que ella no regrese a la Tradición del Magisterio de la Iglesia y de la fe católica” ("Itinerario Espiritual", 1990).
Respuesta de Monseñor Lefebvre: "Es un deber estricto, para todo sacerdote que quiera permanecer católico, el separarse de esta iglesia conciliar, en tanto que ella no regrese a la Tradición del Magisterio de la Iglesia y de la fe católica” ("Itinerario Espiritual", 1990).