"La experiencia del Himalaya de falsedades que hemos vivido debería enseñarnos a desconfiar axiomáticamente del contubernio político-mediático-farmacéutico, de las “autoridades” políticas o sanitarias, pues son la misma cosa, y de la enorme corrupción que engloba a la industria farmacéutica y el amplio campo de voluntades que puede comprar.
De modo más profundo, lo que hemos vivido es un colosal fracaso del cientificismo que propugna la omnipotencia del hombre y “La Ciencia”, el mismo que despreciaba nuestro maravilloso sistema inmunológico natural mientras ponía su fe en una chapuza de “vacunas”, y cuyas ínfulas no son más que un despliegue de soberbia.
Pero lo más importante que debemos aprender es que quienes han aprovechado un accidente de laboratorio para poner en marcha un experimento totalitario creen haber creado un precedente y aspiran a lograr el atajo hacia un gobierno global mediante una dictadura sanitaria global. Ésta es la función del Tratado de Pandemias que la OMS (cofinanciada por la Fundación Gates) quiere aprobar antes de que el senil Darth Biden abandone el poder.
Este tratado otorgaría potestad absoluta a la OMS en caso de emergencia sanitaria e incentivaría estados de pandemia permanente. No olviden que la OMS modificó la definición de pandemia para que incluyera cualquier enfermedad contagiosa, aunque fuera un virus conocido y estadísticamente leve, que aprovechó la insignificante viruela “del mono”, que ya nadie recuerda, para declarar una “emergencia sanitaria internacional” y que tres años después aún mantiene vigente la declaración de pandemia con el covid. Ésta es una amenaza real para nuestra salud y libertad. Tómenla en serio."