"Obrando de esta manera, Bergoglio se presenta como candidato a pontífice de una nueva religión con nuevos mandamientos, nueva moral y nueva liturgia. Se distancia de la religión católica y de Cristo, y en consecuencia de la Jerarquía y de los fieles, desautorizándolos y abandonándolos a la merced de la dictadura mundialista. Quien no se adecue a este nuevo código se verá excluido de la sociedad y de esta nueva iglesia como un cuerpo extraño."