El Cardenal Raymond Leo Burke, quien es, actualmente, miembro de la
Secretaría de Estado de la Santa Sede, y pertenece además a la Congregación
para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, a la Congregación para
los Obispos, y al Pontificio Consejo para los Textos Legislativos.
FUENTE (esta entrada reproduce sólo la parte de la entrevista que dice relación con la FSSPX. Énfasis añadido por nosotros)
El Papa ha confirmado que desde ahora, las bodas celebradas por los sacerdotes de la FSSPX van a ser reconocidas.
Card. Burke - No lo he leído todavía,
esa es una decisión muy significativa del Santo Padre y también indica que
de alguna manera debe haber una reconciliación con la FSSPX. Básicamente
lo que el Papa está diciendo es que los sacerdotes de esta sociedad, cuando
celebran estos matrimonios, están ejerciendo la jurisdicción de la Iglesia
Católica romana, por lo que es muy interesante.
¿Cree que
la prelatura personal es una buena vía para la reconciliación?
Card. Burke - Creo que podría
ser una manera muy eficaz para la reconciliación.
¿Sería
una buena noticia?
Card. Burke - Sí. Rezo por ello y
espero que ocurra. Pero la
reconciliación, por supuesto, tiene que basarse en un entendimiento común, porque no podemos hacerlo sin más [es
decir, "a cambio de nada"], ya que de lo contrario podrían
darse todo tipo de conflictos y dificultades. Deben asegurarse de que hay
un entendimiento común con respecto a todas las dudas que en el pasado la FSPPX ha tenido sobre
la Iglesia, la Santa Sede y la dirección de la Iglesia Católica. [El entendimiento común del que habla el
cardenal es sinónimo de acuerdo doctrinal mínimo, y para que éste
se produzca hay dos alternativas: o Roma cede ante las
ideas católicas de la FSSPX, o la FSSPX cede ante las ideas heréticas de Roma. ¡Adivinen qué va
a suceder! ¡Sí, acertaron!: la FSSPX firmará una "profesión de fe"
bastante ambigua y con concesiones inaceptables. ¿Y por qué estamos tan seguros
de que sucederá eso? Por los precedentes: el Protocolo de 1988, retractado,
gracias a Dios, por Mons. Lefebvre, y la Declaración Doctrinal de Mons. Fellay
de 2012 (nunca retractada). Y esto sin hablar de las concesiones inherentes a la transformación en prelatura personal, como la aceptación en
bloque del código de derecho canónico modernista de 1983, etc., etc.].