Mons. Schneider concedió una larga entrevista al
periódico Présent este sábado 10 de
diciembre de 2016. Esto es lo que dijo respecto a la FSSPX y su regularización:
El soberano pontífice ha
prorrogado la posibilidad de confesar para los sacerdotes de la FSSPX más allá
del Año de la Misericordia. ¿Le parece una decisión importante?
Sí, por supuesto, y estoy muy feliz por ello. He aquí un gesto muy pastoral, muy misericordioso, para mí uno de los gestos más importantes del pontificado del papa Francisco, que ayuda al proceso de integración canónica de esta realidad eclesial que existe desde hace 50 años y que trae frutos espirituales evidentes. Muchas jóvenes familias, agrupadas en torno a la FSSPX, aman la Iglesia, oran por el papa, como lo hacían sus ancestros antes que ellos. La Iglesia contiene diversas casas, diversas espiritualidades. Solamente los eclesiásticos hostiles a la Fraternidad le presentan exigencias exageradas. Juan XXIII como Paulo VI siempre insistieron sobre el carácter pastoral del concilio. Si la Fraternidad tiene dificultades para aceptar ciertos documentos del Vaticano II, hay que situar esto en el contexto del objetivo pastoral del concilio. El dogma no ha cambiado. Tenemos la misma fe. Por lo tanto no hay problema para una integración canónica de la FSSPX.
Usted fue uno de los hombres de Iglesia enviados por el Vaticano para visitar los seminarios y prioratos de la Fraternidad. ¿Qué solución cree usted posible a su posición controversial ?
Sí, por supuesto, y estoy muy feliz por ello. He aquí un gesto muy pastoral, muy misericordioso, para mí uno de los gestos más importantes del pontificado del papa Francisco, que ayuda al proceso de integración canónica de esta realidad eclesial que existe desde hace 50 años y que trae frutos espirituales evidentes. Muchas jóvenes familias, agrupadas en torno a la FSSPX, aman la Iglesia, oran por el papa, como lo hacían sus ancestros antes que ellos. La Iglesia contiene diversas casas, diversas espiritualidades. Solamente los eclesiásticos hostiles a la Fraternidad le presentan exigencias exageradas. Juan XXIII como Paulo VI siempre insistieron sobre el carácter pastoral del concilio. Si la Fraternidad tiene dificultades para aceptar ciertos documentos del Vaticano II, hay que situar esto en el contexto del objetivo pastoral del concilio. El dogma no ha cambiado. Tenemos la misma fe. Por lo tanto no hay problema para una integración canónica de la FSSPX.
Usted fue uno de los hombres de Iglesia enviados por el Vaticano para visitar los seminarios y prioratos de la Fraternidad. ¿Qué solución cree usted posible a su posición controversial ?
La prelatura personal es una posición muy adaptada a
la realidad de la FSSPX y a su misión. Estoy convencido que Mons. Lefebvre
hubiera aceptado de buen grado y con gratitud esta estructura eclesial oficial,
reconociendo la Iglesia el apostolado que lleva a cabo. Esto no sería
más que hacer justicia, muy tarde, a la injusta supresión de la Fraternidad en
1975 por parte de la Santa Sede. En ese momento, Mons. Lefebvre presentó un
recurso. La erección de una prelatura sería, de alguna manera, aceptar el
recurso canónico de Mons. Lefebvre con un retardo de 40 años. Por otra parte,
la Fraternidad no debe exigir garantías de 100%, lo que es irreal: ¡estamos en
la tierra, no en el Cielo! Este sería un gesto que delataría una cierta falta
de confianza en la Providencia.
Breve comentario de NP:
Parece que es Monseñor Fellay el que habla, ¿cierto?
Es que, después de todo, entre liberales se entienden... "Yo considero a su Superior General, Su Excelencia Mons. Fellay, como obispo católico ejemplar y verdadero" (Mons. Schneider dixit).