Domingo 26 de octubre, 2025 (Saint Gallen, Suiza)
SERMÓN EN LA FESTIVIDAD DE CRISTO REY
Mis Queridos Fieles,
Desde el inicio del Antiguo Testamento y a través del Nuevo, Nuestro Señor Jesucristo ha sido proclamado como la piedra angular de toda la Historia. Es por eso que todo lo hecho en la Creación y en la Redención ha sido ordenado hacia SU PERSONA DIVINA, desde la era de Antes de Cristo (A.C.) hasta el año vigente de la era Después de Cristo (D.C.), porque la Historia tiene como única finalidad que “EL DEBE REINAR!” [1]. Cuando Jesucristo ha en la vida temporal reinado, entonces el verdadero progreso y la prosperidad moral han gobernado en todos los dominios del bienestar espiritual así como también del material. Si por acaso Jesucristo no reinase, entonces la decadencia haría caer todo lo creado en una corrupción natural y moral hasta llegar a la esclavitud de cualquier modo que sería gobernado por el Maligno, lo cual no es otra cosa que la ausencia de la Verdad, del Bien, y de la Belleza. Como el Profeta Isaías ha dicho: “La nación y el reino que no rinda honor hacia TI Señor, perecerán; aquellas naciones serán completamente destruidas.” [2] Permítanme exponer dos consideraciones en la ceremonia de hoy con motivo de la Festividad de Cristo Rey: 1.- Cuáles son algunos de nuestros deberes como miembros de la Iglesia Militante, y cuál es la gracia sacramental de la Confirmación para un soldado de Cristo que es un miembro activo.
1.- Nuestro deberes como miembros de la Iglesia Militante son el de proclamar el Reinado Social de Cristo Rey en todos los dominios tanto públicos como privados.
Nuestra doctrina Católica profesa que la Historia tiene un sólo eje de acción diariamente en los eventos humanos realizados en el mundo, ya sea en las circunstancias políticas y religiosas, o ya sea en las discrepancias sociales y económicas, porque todas cosas se han centrado en la Encarnación del Hijo de Dios, Nuestro Señor Jesucristo, con todos sus misterios y consecuencias.
Todo el orden temporal de las asociaciones terrenales prestan sumisión completa en la obra Redentora del Salvador del mundo. Es por ese propósito que todos los rangos de aquellos que se incorporan a la Iglesia Militante tienen la obligación de enseñar y dirigir los deberes del orden temporal dentro de las sociedades y en todas las naciones, de tal manera que aquellos que creen en el Cuerpo Místico de Jesucristo deban conducir a todos los miembros hacia el eterno reino de la Iglesia Triunfante en el cielo. Verdaderamente, el Recapitular todas las cosas en Cristo [3] tiene su tiempo puesto por Dios, que se logrará a la consumación final del mundo, cuando el número de los elegidos se haya completado, después del divino Castigo debido a la Gran Apostasía de las naciones y de las personas. Por lo tanto la Iglesia Militante está animada por un espíritu misionero como la fuerza motriz para el Reino de Dios así en la tierra como en el cielo.
Por qué? Porque NO HAY ETERNA SALVACION de Ninguna otra manera sino en Jesucristo. Qué clase de obra Redentora habría sido posible de realizar por aquellos Católicos misioneros a través de la Historia del mundo de la Era Antes de Cristo? Cómo hubieran podido los Apóstoles obedecido el mandato del Nuestro Señor? “Id por lo tanto y haced discípulos en todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, enseñándoles observar todo aquello que Yo les he encomendado. Y mirad, que Yo estaré siempre con vosotros hasta el fin del mundo.” [4]
Más que nunca, nosotros tenemos que aprender como trabajar por el Reino Social de la Realeza de Jesucristo Nuestro Señor sin sofocar ni debilitar a los miembros de la Iglesia Militante, que en nuestros días guardan una mente sana dentro de la variedad del la familias Católicas, en el medio de los ataques impíos contra el fundamento natural de la Familia, de la Sociedad Civil, y de la constitución divina de la Iglesia Católica. Nosotros debemos construir mientras otros quieren destruir! Estas familias and naciones deben resistir como Fortalezas de la Fé. No es en vano decir que Dios nos dará abundantemente la gracia santificante por medio de los sacramentos y del Santo Sacrificio del Calvario, la Misa Tradicional en Latin, para dar testimonio de la vitalidad de la Iglesia Militante.
Por un lado, el Hombre necesita percibir signos visibles para adherirse y comunicar realidades espirituales. Dentro de varias razones, Nuestro Señor ha querido unir gracias invisibles a signos visibles para nosotros, porque El ha considerado nuestra naturaleza humana. Todas las cosas que nosotros aprendemos, las conocemos a través de los cinco sentidos físicos. De ahí que un sacramento es un signo visible instituido por El Mismo Jesucristo para dar gracia por los méritos de Su muerte en la Cruz. [5]
Por otro lado, los sacramentos son símbolos pero NO solamente símbolos: los sacramentos realizan en el alma aquello que muestran por los signos exteriores; ellos significan aquellos que operan. La Iglesia Católica en el curso de los siglos nunca ha substituido los sacramentos, ni ella hubiera podido hacerlos, pues el Concilio de Trento nos enseña: “los siete sacramentos de la Nueva Alianza fueron instituidos por Jesucristo, y la Iglesias no tiene el poder sobre ‘la esencia de los Sacramentos,’ es decir sobre aquellas cosas que, como prueba las fuentes de la divine Revelation, El Mismo Jesucristo ha establecido para ser guardado como signos sacramentales.” [6]
Aunque la Iglesia Católica no puede cambiar la parte esencial de los sacramentos, ella podría modificar la parte accidental del Ritual de las ceremonias. Aquellas eventuales modificaciones empero deben hacerse con el propósito de expresar con mayor claridad la esencia de los sacramentos, ya sea para facilitar una digna recepción por aquellos que los reciban, ya sea por la veneración de los sacramentos de acuerdo a la variedad de los lugares, ocasiones, y otras circunstancias.
Sin embargo, nosotros estamos sufriendo ciertas revolucionarias decepciones impuestas por el Segundo Concilio Vaticano. Desde las innovaciones teológicas de la Iglesia Conciliar, una crisis grave concerniente en la Fe y las costumbres morales ha emergido dentro de la Iglesia Católica. Esas modificaciones han transmitido un virus inocular de Modernismo y Liberalismo dentro de la doctrina Católica, en particular el aspecto esencial del Santo Sacrificio de la Misa y la administración de los sacramentos. De hecho, la formación sacerdotal después del Concilio para los años preparatorios de estudio, ha sido deliberadamente cambiada en la doctrina, de tal manera que algunos sacerdotes han concebido ciertos errores en la administración de los sacramentos, los cuales se transpiran en la celebración del Nuevo Ordinario de la Misa, que ha sido inspirado por una mentalidad protestante.
Además, debido a una fascinación hacia los fenómenos inmanentes, otros sacerdotes han considerado los sacramentos como efectos mágicos o trucos que vienen de sentimientos paganos. Por eso, la mentalidad de la mayoría de los sacerdotes del Novus Ordo, así como también de unos obispos, han sido impregnados de una tendencia sin medida ni razón que los ha preparado para predicar el movimiento verde ecológico y del cambio del clima, instalando así una modalidad para una inculturación entre otras religiones. Como ejemplo, el Papa Francisco públicamente realizó una manera de adorar a la imagen de Pachamama - una diosa Andeana que representaba “La Tierra Madre, con ocasión del Sínodo del Amazonas en el año 2019 [7]; así como también el Papa León XIV hizo la bendición de un bloque de hielo como parte de un acto litúrgico para la inculturación dentro del delirio de su Iglesia Sinodal. [8]
Como resultado de estas actitudes naturalistas, otros sacerdotes del Novus Ordo muy conscientemente se rehusan a realizar un signo que da gracia, más bien ellos desean presidir una ceremonia parada un servicio humanitario. Para ellos, los sacramentos son ceremonias comunitarias para favorecer la unión que proviene-del-hombre-para-terminar-en-el hombre, como el pósito para hacer vivir. Por ejemplo, ellos dirán que el efecto principal del Bautismo es la recepción de una ”persona bautizada” en una congregación para una celebración social uniendo una a otra persona, manifestando así el gozo de la fé ofreciendo los frutos de la tierra producidos por el trabajo de las manos del HOMBRE. Todas estas manifestaciones externas son algunas consecuencias que provienen de una ceremonia de recepción, pero ellas no hacen parte de la gracia Bautismal que una persona realmente bautizada une su alma a Dios todopoderoso en adopción, ni expresan la remisión del Pecado Original, para que así nos habilite como Católicos el ser hijos de Dios y herederos del cielo.
Por eso, lejos de hacer una acción sacramental más apta de ser entendida o para facilitar una recepción digna, el Nuevo Rito de los sacramentos hace todo lo contrario, porque relativiza las verdades de la Fé reduciendo los sagrados efectos de las gracias sacramentales. En esta perspectiva, quizás los sacramentos que se administran con el Nuevo Rito “podrían ser en principio válidos,” a condición de que LA MATERIA, LA FORMA,Y LA INTENCION sean aplicadas por un ministro sagrado válidamente ordenado. El hecho de menospreciar uno de estos elementos esenciales podría consecuentemente generar un duda en la recepción de ellos. Ciertamente, esta no debe ser considerada como una duda sistemática, pero que debe ser considerada grave e importante como una duda positiva por ambos, de parte de los laicos que reciben sacramentos así como también de parte de los sacerdotes que de una manera lícita los administran conscientemente para su validez.
Finalmente, la Iglesia Militante debe considerar con una rectitud mental y un entendimiento honesto cómo proteger el Depósito de la Fé Católica en la cual centra a Nuestro Señor Jesucristo para el Reino de Dios en la tierra. De otra manera, se viviría una vez más la traición que Judas Iscariote hizo contra Nuestro Señor. En verdad, el innovar una religión en la que se centra al HOMBRE para promover un sincretismo de todas las religiones, significaría que Jesucristo no es el único nombre por el cual los hombres pueden salvarse, sino que EL sería un medio más de salvación como cualquier otro. Por lo tanto, nosotros debemos recordar que existe un dogma dentro nuestra Fé Católica que dice que NO hay salvación alguna fuera de la Iglesia Católica.
Es por estos principios que Monseñor Lefebvre expresó la necesidad de cooperar con la gracia de Dios, cuando habló respecto a su gracia episcopal: “Aún si al momento actual Nuestro Señor se encuentra en silencio, uno u otro de estos obispos recibirán del Espíritu Santo el valor y fuerza para levantarse a su momento debido. Si mi obra es de Dios, El la preservará y la utilizará por el bien de la Iglesia. Nuestro Señor nos ha prometido que las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Es por eso que Yo persisto. Y si ustedes quieren saber la razón real de mi persistencia, es esta: A la hora de mi muerte, cuando Nuestro Señor me pregunte, Qué tú has hecho de tu gracia sacerdotal y episcopal? Yo no quisiera escuchar de Sus labios estas Terribles palabras, ‘Tú también has cooperado en destruir mi Iglesia junto con todos los demás.” [9]
Recordemos que cada uno de nosotros un día nos encontraremos con Nuestro Señor Jesucristo en el Juicio Particular, cuando El nos hará una pregunta semejante: Qué es lo que tía has hecho de la gracia sacramental de la Confirmación en el momento que aceptaste el ser un soldado activo en la Iglesia Militante?
2.- Cuál es la gracia sacramental de la Confirmación para un soldado de Cristo que es un miembro activo.
El Concilio de Trento nos enseña que el sacramento de la Confirmación es un verdadero y propio sacramento que nos da el Espíritu Santo para darnos fuerza como bautizados, a fin de hacernos soldados de Jesucristo y hacernos perfectos Cristianos, imprimiendo en nuestra alma una marca espiritual indeleble. No se debería repetir la administración de este sacramento, cuando se lo hecho correctamente con todos los elementos esenciales. Sin embargo, debe ser administrado nuevamente bajo condición cuando existiese una duda positiva, después de una madura consideración.
Monseñor Lefebvre, siguiendo la Tradición de la Iglesia Católica, ha considerado que existe una duda positiva, para la validez del sacramento, al usar el Rito Nuevo del Sacramento de la Confirmación y el de la Extrema Unción, cuando ellos han sido administrados faltando la propia Materia del ACEITE DE OLIVA
Desde “semper ubique et ab ómnibus,” desde siempre donde quiera y por todos, la palabra ÓLEO tiene un propio sentido, el líquido que se obtiene al exprimir OLIVAS. Del Evangelio [10], hemos conocido que la institución de los sacramentos de las Ordenes Sagradas y de la Sagrada Eucaristía la noche anterior de la crucifixión, Nuestro Señor Jesucristo fue a rezar en excruciante agonía a Su Padre Celestial en el Huerto de Getsemaní, en el Huerto de Olivos. Por Su divina presencia, EL ha santificado la materia del óleo - exprimiendo olivas - para significar aquellas gracias generadas por la unción de nuestro cuerpo cuando recibimos específicos sacramentos, en particular el de la Confirmación y el de la Extrema Unción. En otras palabras, así como el agua es la materia para la validez del Bautismo porque Nuestro Señor la santificó cuando Su Sagrado Cuerpo tocó el agua del río Jordán al ser bautizado por San Juan Bautista, similarmente El lo hizo en el Huerto de Getsemaní para santificar el aceite de olivas, como la materia válida para el sacramento de la Confirmación, así como también para la Extrema Unción. [11] Esto es exactamente lo que Tradición dentro de la Iglesia Católica ha siempre y en cualquier lugar creído y practicado, así como Monseñor Lefebvre lo predicó durante su sermon para la consagración de los Santos Oleos: Santo Crisma, Oleo de los Catecúmenos, y el Oleo de los Enfermos. [12]
Qué ha sucedido después de las innovaciones concernientes al sacramento de la Confirmación? 
En primer lugar, la Congregación para el Culto Divino y de los Sacramentos publicó un decreto el día 3 de diciembre de 1970, autorizando el uso de otras clases de aceite extraídos de cualquier otro vegetal, como una nueva MATERIA para la administración del sacramento de la Confirmación, y otros como la Extrema Unción. Además, en el Código de Derecho Canónico de 1983, en el Canon 847, se lee: “al administrar los Sacramentos en los cuales los Santos Oleos deben usarse, el ministro debe usar el óleo extraído de olivas, O DE OTRAS PLANTAS…. y consagrado o bendecido recientemente por un Obispo.” Estas nuevas reglamentaciones se impusieron sin ninguna razón que justificase el hecho, lo cual siempre se había considerado muy probablemente la invalidez del sacramento al usar otro aceite ajeno al de olivas, pero ahora súbitamente habría sido posible el uso de otro aceite, ilícitamente imponiéndolo como obligatorio.  Considerando lo que concierna a esta doctrina, no hubo nada que decir acerca de la misma insensata decisión. El único decreto que invocó una razón práctica fue la que el Papa Paulo VI adoptó dos años más tarde en la Constitución Apostólica [13] : “Por otra parte, el aceite de oliva, prescrito hasta el presente para la validez del sacramento, falta totalmente en algunas regiones o es difícil conseguir, hemos establecido, a petición de numerosos Obispos, que en adelante, pueda ser utilizado también, según las circunstancias, otro tipo de aceite, con tal manera que sea obtenido de otras plantas, por parecerse más al aceite de oliva (as it resembles the matter indicated in Holy Scripture)”
En segundo lugar, existen muchas malas traducciones o innovaciones de las palabras sacramentales (LA FORMA) que podrían también producir dudas concerniente a la validez de los sacramentos. Así, en el sacramento de la Confirmación las palabras: “Yo te signo con la señal de la santa Cruz, y te confirmo con el Crisma de salvación en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo,” fueron cambiadas por otras palabras que algunos obispos dicen: “Yo ten envío en misión.” (dando inmediatamente después un apretón de manos) o “Recibe por esta señal el Don del Espíritu Santo.” Por lo tanto, existe una duda grave en la recepción del sacramento de la Confirmación al recibirlo con esa nueva manera de expresión, en contraste con las palabras correctas que exige el sacramento.
En tercer lugar, en la administración de los sacramentos, la presencia de la Materia propia y de las palabras correctas de la Forma, no son suficientes para la administración válida del sacramento. El ministro debe también tener la INTENCION de acuerdo a la intención de la Iglesia Católica, así como ella siempre la ha tenido para dar un sacramento - in eodem senso - con el mismo sentido.
El problema entonces no radica en la Fé del ministro sino en SU intención. Un sacerdote que ha perdido la Fé podría todavía administrar válidamente los sacramentos, si él quiere ser, al menos en ese sentido, un ministro de la Iglesia, es decir que si tiene la intención virtual de hacer lo que la Iglesia ha siempre hecho. De otra manera, si él con conocimiento de causa rehusase ser un instrumento de Cristo y de la Iglesia, entonces el sacramento NO es válido. 
Muchísimos son los sacerdotes quienes, durante los años preparatorios de estudios, fueron deliberadamente mal formados en doctrina, de tal manera que ellos podrían tener un concepto mal formado para administrar los sacramentos, particularmente en la intención. En verdad, el punto de vista Modernista en considerar los sacramentos como efectos y trucos mágicos, esta imbuido en la mente tanto de los laicos como en algunos sacerdotes actuales como punto importante de la Fé que practican. Aún más, no se puede excluir que en la administración de los sacramentos, otros sacerdotes del Novus Ordo plenamente conscientes rehusan aplicar un signo (materia, como el agua) para dar la gracia, deseando simplemente el presidir un servicio de la Comunidad o el realizar una función social.
Conclusión:
Tengamos el valor para conservar las enseñanzas en la administración de los sacramentos de acuerdo a lo que profesa la Santa Tradición en la Iglesia Católica, las cuales implican la MATERIA propia que ha sido instituida por el Mismo Jesucristo Señor Nuestro, y la FORMA correcta de las palabras que se necesitan para el mismo propósito, y la honesta INTENCION para hacer lo que la Iglesia Católica ha siempre hecho y continuará haciendo hasta el fin del mundo, para la mayor Gloria de Dios y la eterna salvación del mayor número de almas. Este es el deber de los miembros de la Iglesia Militante, de proteger los tres poderes del sacerdocio Católico: el de enseñar, el de gobernar, y el de santificar. Por la tanto, al recibir el Sacramento de la Confirmación el día de hoy, ustedes serán admitidos en este combate con la finalidad de preservar los sacramentos Católicos.
Además, nosotros debemos también nutrir los matrimonios Católicos que desean tener una family numerosa, Dios Mediante, tanto en cantidad como la calidad, no solamente teniendo hijos sino también educándolos hacia una vida Cristiana militante para que ellos gocen una alegría en la vida eterna en el Reino de los Cielos. De los motivos y razones de ser de estas familias Católicas, ellas nutrirán hombres y mujeres, convencidos todos para vivir y practicar la Doctrina Social de Cristo Rey, por la creencia firme en el Credo de los Apóstoles, por la recepción de los sacramentos seguramente válidos, y por rezar el Padre Nuestro durante el Santo Sacrificio de la Misa: Venga a nos Tú Reino, así en la tierra como en el cielo!
De esta manera, los líderes católicos podrán aplicar la Ley Pública de Nuestro Señor Jesucristo. Esto es exactamente el sentido y la idea completa de la vida social Cristiana como testimonio expreso de parte de los individuos, las familias y las naciones a través de las costumbres Cristianas, que se reflejan en una actitud moral cotidiana que tienen en su mente el concepto de la vida eterna.
Finalmente, el restaurar todas las cosas en Cristo ciertamente vendrá al tiempo y en la medida acordada por la redentora y divina Providencia en el plan de Dios Padre Todopoderoso. Estas palabras, nosotros las conocemos! Estas verdades, nosotros las creamos: El debe reinar! Ahora en el presente, y no solamente al fin del mundo… Mientras la gente Anti-Católica está destruyendo en todos los dominios, Nosotros debemos comprometer en la tarea asidua de reconstruir la CRISTIANDAD, la sociedad Católica. Encomendemos nuestra gran alegría en aquellas sacerdotes que quieren participar con celo en la increíble tarea de trabajar por la Mayor Gloria de Dios y la eterna salvación de las almas.
Por lo tanto, no debemos olvidad que EN LA APOSTASIA DE UN GRAN NUMERO DE PERSONAS, SE MANIFIESTA LA HEROICA FIDELIDAD A NUESTRO SENOR JESUCRISTO DE UN PEQUENO NUMERO DE HOMBRES BAUTIZADOS Y CONFIRMADOS QUE QUIEEREN SER FIELES. 
Nuestra lucha no es contra la carne y la sangre sino contra los espíritus malignos como San Pablo dice en sus Epístolas. [14] Una situación similar hubo en al tiempo del profeta Elías en Israel, cuando Dios preservó solamente siete mil hombres que no se arrodillaron a Baal [3 Reyes 19,18]. De nuestra parte, asegurémonos de no doblar nuestras rodillas al ídolo del “Culto del Hombre.” [Rom. 11, 4]
Como la Historia de la Iglesia da testimonio, cada Era en su transcurso de tiempo prepara una edad de Fé para resucitar una generación fiel de creyentes de acuerdo a la Tradición. En breve, depende de nosotros el contribuir al Reinado Social de Jesucristo recibiendo humildemente lo que la Iglesia Católica ha siempre transmitido a nosotros a través de las palabras de los sucesores de San Pedro hasta la vigilia del Segundo Concilio Vaticano. Es esta la firme y constante Fé que nosotros recibimos sin ninguna restricción mental.
Este es el mismo combate por la Fé por la cual los Cristeros fueron ejecutados por defenderla durante la persecución religiosa en México del año 1926 al 1929. Por ejemplo, José Sánchez Del Río, de 14 años de edad, sufrió burlas e injuriosa contra él por el amor a Jesucristo Sacramentado, después de muchos tormentos crueles, él finalmente fue apuñalado por la espalda, en frente de su papá y su mamá antes de la media noche en el cementerio: El lentamente trazó la señal de la cruz en el la tierra con su dedo, y la llenó con la sangre que salía de su boca, cuando todos los testigos presentes escucharon el susurro de su voz agonizante: VIVA CRISTO REY!
Queridos Fieles, pidamos a Jesucristo Señor Nuestro la gracias de ser un MARTIR, por el amor de la cruz del Calvario para que podamos ser fieles al Depósito de loa Fé transmitida por la Iglesia Católica todavía hasta el siglo XXI, así como Monseñor Lefebvre - el prelado del siglo XX - nos ha transmitido lo que siempre, y en todo lugar, y por todos los Católicos se ha creído y practicado en sus vidas hasta el último suspiro. Encomendémonos a la Santísima Virgen María quien resistió contra toda incredulidad humana al pie de la Cruz, con la inmolación de su Inmaculado y Doloroso Corazón. Ciertamente, San Antonio María Claret confió en ella como Mediadora de Todas las Gracias, así mismo él ha animado a todos los Católicos para que confiemos en ella, diciendo estas palabras: Dios, lo quiere! Ella, lo merece! Y nosotros, lo necesitamos!
Oh María concebida sin pecado, ruega por nosotros que recurrimos a vos!
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo… Amén.
+ Gerardo Zendejas
[1]. (1 Cor 15,25).
[2] (Isai. 60,12)
[3] (Eph. 1, 10)
[4] (Mat. 28.19)
[5] Cat. Council of Trent pp 143
[6] Council of Trent 4th session
[7] Amazon Synod, October 4, 2019 at the Vatican gardens
[8] Laudato Si’Movement, Castelgandolfo, October 3, 2025
[9] Arch. Lefebvre, Open Letter, last words
[10] Matt. 26, 36
[11] De Sacramentis, S. T.
[11] Arch Lefebvre, Chrismale Mass sermon, Ecône, April 16, 1981
[12] + February 10, 1928 in Sahuayo, Michoacan, Mexico
[13] Apostolic Constitution Sacram Unctionem Infirmorum, November 30, 1972
[14] Ephesians. 6, 12
 

 
