PÁGINAS

domingo, 30 de septiembre de 2018

ALESSANDRO GNOCCHI: IGLESIA INVERTIDA, IGLESIA DEL DEMONIO


FUENTE

IGLESIA INVERTIDA, IGLESIA DEL DEMONIO (NOVELA INFERNAL)
Sería interesante saber si, en la topografía pastoral bergogliana, deben también considerarse como periferias existenciales aquellas curias y seminarios poblados de sacerdotes de todas órdenes y grados que corrompen menores, codician a jóvenes sacerdotes, a los gallardos secretarios para llevarlos a sus alcobas. Si deben considerarse también como periferias existenciales aquellas diócesis y parroquias donde los altos jerarcas, los jerarcas y guardias de la santa iglesia romana violan a niñas, jovencitas, mujeres adultas y las obligan abortar en el caso de desafortunados embarazos. Si también deben considerarse periferias existenciales aquellas sagradas congregaciones y cursos de ejercicios espirituales frecuentados por hombres de Dios que se celebran sobre rosarios de rastros de coca pura y que, en lugar de recitar el breviario, maitines, laudes y completas, hojean la revista "Vogue", edición "USA", por supuesto.
Si también éstas fueran periferias, habría que reconocer que allí reina una sorprendente organización racional. Calles limpias y bien cuidadas, sin atracos, ni siquiera un vagabundo orinando en las vallas recién pintadas, por no hablar de un perro salvaje que gruña contra el Orden Constituido. Periferias modelo, en fin, que no incluyen el escándalo y están dotadas de comprobados protocolos para el encubrimiento inmediato de los casos escabrosos. Periferias tan poco periféricas, que se conectan por largos y veloces pasillos preferenciales con el Centro de los Centros en que los escándalos son cubiertos y se disuelven, siempre que se esté en gracia con el Vicario. Vicario de sí mismo, parece entender los más recientes raudales del Magisterio Ordinario.
En un paisaje urbano tan perfecto, diseñado por un arquitecto tan hábil, construido por albañiles tan hábiles y poblado por hermanos tan adiestrados, no hay ningún pedrusco lanzado en la plaza que haga temblar a los Sacros Palacios. Este también será el caso, me temo, para las revelaciones de Monseñor Viganò sobre Theodor Edgar McCarrik, entonces cardenal, arzobispo y depredador en serie de jóvenes en las periferias existenciales de Washington. Este será el caso, me temo, porque el mecanismo de perversión clerical y sus encubrimientos que han pasado al primer plano del público en general en las últimas semanas no es un invento que sólo pueda ser atribuido por comodidad y pereza mental a Bergoglio y a su camarilla.
Hay podredumbre en Roma, donde el vicio y el silencio han bailado juntos desde tiempos inmemoriales, intra y extra muros, durante mucho tiempo en un ballet obsceno.
Es necesario vivir con ello y tener el valor de mantener los ojos abiertos. Es comprensible que los que se enteran de que su madre practica un trabajo malo estén desconcertados, pero la obstinación estúpida de los que piensan que sólo empezó a hacerlo en la vejez no es justificable. Hay podredumbre en Roma, hay demasiada, durante demasiado tiempo y ahora se manifiesta sin más vergüenza en sucesos dramáticos de importancia planetaria que requieren encontrar las causas verdaderas y profundas. Si alguna vez hubo un tiempo en el que estaba permitido, este ya no es el momento de sorprenderse. Es patético esconderse detrás de la sombra silenciosa de Benedicto XVI, que todavía no ha explicado al pueblo ignorante pero siempre de Dios, las verdaderas razones por las que dimitió.
Y tal vez es aún más patético refugiarse en los últimos momentos antes del Concilio Vaticano II, como en una versión reducida de la Valtelina en la versión clerical reaccionaria. Ha llegado el momento de mostrar un poco de valentía y lucidez, al menos para aquellos que ejercen una profesión casi tan antigua como la de la mamá.
Comencé a trabajar en estas consideraciones en el momento del asesinato de Alfie Evans, perpetrado con el consentimiento flagrante de una buena mitad de la Iglesia Católica y con el falso repudio de otra buena mitad. El sacrificio ritual del niño de Liverpool marcó un punto de no retorno que no puede caer en el olvido de un mundo católico formado a imagen y semejanza de los medios de comunicación y ya dispuesto a devorar otros acontecimientos.
Cavé, hice preguntas y luego armé las piezas que gradualmente fueron saliendo a la luz. Hilo tras hilo, carta tras carta, contacto tras contacto, razonamiento tras razonamiento, el trabajo me ha conducido justo dónde tuvo que conducirme: al corazón de una iglesia invertida, delante de ese mecanismo que ha permitido, tolerado y cubierto durante años y años las docenas de casos McCarrick de los que todos sabían todo o casi todo.
Las fuentes se citan con letra cursiva que no coinciden con los nombres reales y se describen de tal manera que resultan irreconocibles. Han dicho mucho más de lo que voy a decirles ahora y no puedo jugarme, si es necesario, la posibilidad de una segunda vuelta que descienda a un nivel inferior en la reconstrucción de esta Novela Infernal.
EL RÍO DEL FUEGO BAJO NUESTROS PIES 

Todo comienza en una ermita más allá de la frontera italiana el sábado 21 de abril, siete días antes de la muerte de Alfie. Es tarde y está anocheciendo. Después de bendecirme con aceite de nardo, el Padre A. me pide que me siente por otro momento, antes de regresar al valle. "Cuando vine aquí", dice, "mi padre espiritual me advirtió contra una de las pruebas más duras a las que se enfrenta un ermitaño, especialmente en estos tiempos: aunque pensemos que estamos solos, bajo cada ermita fluye un río que lleva consigo todo lo que hay en la iglesia, todo el bien y todo el mal”. Instintivamente miro el suelo bajo mis pies, un gesto que nunca he hecho dentro de una ermita, donde es normal mirar hacia arriba, y me estremezco. "Estos son tiempos en los que el río es impetuoso e infernal", continúa el Padre A. "está en pleno apogeo y sigue subiendo, nunca se detiene. En las ermitas se sufre el mal que esta sofocando a la iglesia. Si quieres saber por qué esta sucediendo todo esto, tienes que encontrar un exorcista. Hay pocos buenos, pero todavía hay algunos. Él puede decirte mejor que yo lo que significa sentir la agonía de la iglesia en su propia piel. El exorcista es el que más se encuentra en el río de fuego tratando de ir en contra de la corriente.
Hablamos toda la tarde, y quién sabe cuántas veces más a lo largo de los años, sobre la agonía de la iglesia y las razones por las que nos enfrentamos a esta prueba. No sé si ahora el Padre A. percibe algo terriblemente inédito, pero la confianza en el río infernal que fluye por debajo de cada ermita y la invitación a pedir información a un exorcista no me deja tranquilo.
Normalmente, cuando llego a casa después de estar en este lugar, las luces de la calle y de la ciudad me molestan. Ahora, de alguna manera, me consuelan y esto no me gusta. Señor Jesucristo Hijo de Dios ten misericordia de mí pecador, Señor Jesucristo Hijo de Dios ten misericordia de mí pecador...
SIN FE, SIN EXORCISMOS 

Conozco a dos exorcistas en los que confío. De hecho, son dos ex exorcistas porque ambos han sido destituidos de su cargo, lo cual es una garantía. El más fácil de localizar es un sacerdote diocesano, Don B. Fácil de localizar sólo a distancia, porque sólo contesta el teléfono cuando está seguro de la identidad de los que lo llaman y, una vez establecido el contacto, es necesario ponerse en fila con los fieles que piden bendiciones especiales y oraciones de sanación.
Nos vemos el martes 2 de mayo. Alfie Evans murió cuatro días antes bajo la atención mundial mientras que Don B. no hizo nada más que orar. "Sería un error decir que la persona que ora lo hace inútilmente. La oración nunca es inútil, pero ese niño fue sacrificado de todos modos. Tenemos que preguntarnos qué significa todo esto. ¿Cuánta fe tenemos?"
¿Cuánta fe tenemos si el Señor no nos escucha? Esta, en definitiva, es la cuestión para la que estoy aquí, aunque sea más detallada y articulada. El Padre A. dice que sólo un exorcista puede dar una idea de lo terrible que es lo que está sucediendo porque lo siente en su piel… "La piel del alma, la piel del espíritu y también la del cuerpo", dice Don B., que sabe a lo que se refería el ermitaño.
"Hoy los exorcismos tienen muy poco efecto; la mayoría de ellos no tienen ninguno, porque la iglesia ya no tiene fe. Me refiero a la fe verdadera, en el Dios Uno y Trino revelado por Jesucristo, porque se puede tener fe en cualquier cosa. No me refiero a miembros individuales, sino al cuerpo como un todo. No me hagas hablar de Cuerpo Místico, porque iríamos demasiado lejos. Lo que quiero decir es que por ahora el tumor ha puesto metástasis en todas partes y las pocas células aún sanas están aisladas unas de otras. Confórmese. Esto es lo que el Padre A. quería que les dijera y no hay nadie que pueda decirlo con el mismo dolor consciente de un exorcista que lucha sin armas contra Satanás. Cambiaron el ritual y fue un golpe tremendo para el trabajo de los exorcistas. Pero aún más letal es la sistemática incredulidad en la existencia del diablo que sólo puede depender de la falta de fe en el Dios Trino, y esto concierne a toda la iglesia. Sin la fe de la iglesia, nadie puede liberar a una criatura del diablo, se libra una batalla en la que se sucumbe ante el enemigo. Esto es lo que siente en su propia piel un exorcista que quiere cumplir con su deber. Dolor físico y espiritual que prueba en sí mismo y por la impotencia ante el sufrimiento espiritual y físico de los poseídos por el diablo. El exorcismo es un sacramental y es eficaz en virtud de la santidad del sacerdote, de la fe de la persona para quien se realiza, y de la fe de toda la Iglesia. Iglesia débil y sin fe, exorcismo débil y sin eficacia. ¿Te basta?”
Me basta y no me basta. Quiero hechos y fechas. No es que sean secretos guardados en un cofre secreto, pero he venido aquí para que Don B. los repita una vez más. A Don B. le gusta preguntar: "¿Cuál es el texto de la Sagrada Escritura con el exorcismo más poderoso? El prólogo del Evangelio de San Juan. ¿Qué pasaje en particular?” “In propria venit, et sui eum non receperunt. Quotquot autem receperunt eum, dedit eis potestatem filios Dei fieri; his qui credunt in nomine eius, qui non ex sanguinibus, neque ex voluntate carnis, neque ex voluntate viri, sed ex Deo nati sunt”. ¿Cuándo fue promulgado el primer rito de exorcismo por la Iglesia Universal?” No lo sé. “En 1614. ¿Y qué me dices del Prólogo de San Juan?" Que siempre se ha utilizado. "No es casualidad que León XIII, cuando introdujo el exorcismo en la Misa, y no fuera de ella como dicen muchos, lo colocara justo después del Prólogo. El decreto del Papa entró en vigor en 1886, después de que dos años antes hubiera tenido una visión de la obra de Satanás en la iglesia.
En este punto Don B. se detiene porque va a decir algo pero, por un deber de hospitalidad, me permite tener el placer de hacerlo yo: entonces todo fue barrido el 26 de septiembre de 1964, en pleno Concilio Vaticano II, con la institución Inter oecumenici.
Pero, como ya he dicho, sería demasiado fácil sacar la conclusión de que todo en la iglesia funcionó perfectamente hasta la medianoche del 25 de septiembre de 1964 o hasta un minuto antes de la apertura del Vaticano II. Don B. lo aprueba, aunque a regañadientes. Es menos radical que yo, pero reconoce que unos son los movimientos de los afectos y otras las exigencias de la razón. Sin embargo, esta es una cuestión que trataremos en el futuro. Antes de bendecirme, me pregunta si alguna vez he leído los libros de Malachi Martin, en particular La Casa Azotada por el viento. "¿Lo tienes?" ¡Pillado! Como dicen los niños jugando.

sábado, 29 de septiembre de 2018

COMENTARIO ELEISON Número DLXXXV (585) - 29 de septiembre de 2018



Previsión Sueca

La previsión no tiene que ser costosa, si se hace hoy,
Pues si se hace mañana, podría ser oneroso.
“Si llega la crisis o la guerra” es el título de un folleto de 19 páginas dirigido a todos los hogares suecos en mayo de este año por el Estado de Suecia, “para ayudarnos a prepararnos mejor para cualquier cosa, desde accidentes graves, condiciones meteorológicas extremas o ataques de tecnología de la información, hasta conflictos militares… Mucha gente puede sentir ansiedad cuando se enfrenta a un mundo incierto…” Una página útil del folleto enumera de forma sensata las cuatro necesidades naturales más importantes de cualquier hogar en una emergencia nacional: agua, alimentos, calor e información.
Obviamente, el Estado de Suecia no es el único que observa un alto grado de tensión en el mundo que nos rodea. Todo Estado está formado únicamente por seres humanos, cada uno de los cuales viene de Dios y ha recibido la vida para hacer un uso correcto de ella y poder ir a Dios en el momento de la muerte. Sin embargo, la masa de la humanidad vive hoy en día en un estado de indiferencia hacia Dios, o en una rebelión positiva contra Él. Muchos hombres pueden no ser ateos, pueden creer todavía que Él existe, pero apenas lo toman en serio, porque la ciencia y la tecnología parecen haber tomado Su lugar, y es en adelante la política y la economía modernas las que garantizan para nosotros la buena vida. La vejez se traslada convenientemente a una residencia de ancianos y la muerte a un hospital. Sin embargo, Dios existe por supuesto tanto como siempre, Le importa más que nunca ver más almas que nunca arrojándose por el pecado al Infierno, y aquí está la razón por la cual nuestro mundo está en un estado de tensión sin precedentes: está viviendo voluntariamente en contraposición con su Creador. Una gran crisis debe estar por venir.
Puesto que el problema es radicalmente religioso, entonces no hace falta decir que la mejor solución es también religiosa. Ese hogar está contratando la mejor póliza de seguro para protegerse a sí mismo donde el Rosario es rezado regularmente por toda la familia reunida. ¡Cómo debe odiar el Diablo el Rosario! Pero mientras tanto, las sugerencias prácticas de Suecia son un buen comienzo para cualquier hogar que todavía no haya pensado en medidas naturales para prepararse para los problemas. Aquí hay algunas de ellas (para todas, ver en el Internet dinsäkerhet.se) –
AGUA – El agua potable limpia es vital. Se debe tener en cuenta un mínimo de tres litros por adulto y día. Prevea un medio para hervirla si es necesario. Tenga botellas, cubos con tapas, botellas de plástico para congelar el agua y bidones, idealmente con un grifo, para recolectar el agua.
ALIMENTOS – Tenga alimentos adicionales en casa que le proporcionen suficientes calorías. Utilice alimentos no perecederos que puedan prepararse rápidamente, que requieran poca agua o que puedan consumirse sin preparación: por ejemplo, pan con una larga vida útil, untables en envases, leche en polvo, aceite para cocinar, pastas, lentejas, latas de sardinas, ravioles, carne hervida, sopa, miel, nueces, semillas(estas son sólo algunas de las sugerencias del folleto).
CALOR – En una casa que se enfría sin electricidad, reúnanse en una habitación, cuelguen mantas sobre las ventanas, cubran el piso con alfombras y construyan una guarida debajo de una mesa para mantenerse calientes. Apague todas las velas y quemadores de aceite antes de dormirse. Airee la habitación regularmente para dejar pasar el oxígeno. Tener ropa de lana, colchonetas y sacos de dormir, encendedores, fuentes de calor alternativas, etc.
COMUNICACIONES – En una crisis habrá que poder recibir noticias nacionales, contactar con amigos y familiares, contactar con los servicios de emergencia. Por ello tenga un radio alimentado por baterías o celdas solares o de bobinas: un radio de coche y un cargador de teléfono móvil que funcione en un coche, baterías de repuesto, etc.
Y el folleto menciona algunos extras diversos como dinero en efectivo, un botiquín, combustible en el tanque. Muchas de estas cosas cuestan relativamente poco ahora, pero dejen que se avecine una crisis peligrosa, y se exponen de repente a volverse mucho más escasas y costosas, si es que se pueden tener en absoluto. “Confía en Dios”, dice el proverbio, “pero sigue remando hasta la orilla”.

Kyrie eleison.

SERMÓN EN LA FIESTA DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL - P. TRINCADO (republicación)





En 1918, poco después de terminada la Primera Guerra Mundial, el Cardenal Mercier dijo: “En nombre del Evangelio y a la luz de las Encíclicas de los cuatro últimos Papas, Gregorio XVI, Pío IX, León XIII y Pío X, yo no vacilo en afirmar que esta indiferencia hacia las religiones, que coloca en el mismo nivel la religión de origen divino y las religiones inventadas por los hombres a fin de incluirlas en el mismo escepticismo, es la blasfemia que atrae el castigo sobre la sociedad, mucho más que los pecados de los individuos y de las familias.” Lo que no sabía el Cardenal era que, antes de cincuenta años, la blasfemia masónica de la libertad religiosa sería bautizada por un concilio que envolvería a toda la Iglesia Católica en un estado de desorientación diabólica. Desde entonces la blasfema libertad religiosa, junto con muchas otras herejías, es coreada conjuntamente por los enemigos de la Iglesia y por la Jerarquía de la Iglesia, cosa nunca vista en la historia. Muchas ideas que antes fueron inconcebibles o se juzgaron sacrílegas, heréticas y blasfemas, hoy son predicadas desde los púlpitos bajo el rótulo de “magisterio eclesial”. Desorientación diabólica. Los Padres conciliares hicieron lo que nuestro Señor dijo que nunca hacen los padres naturales con sus hijos: ¿qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da la serpiente? Y los Padres conciliares nos dieron las serpientes de las palabras poco rectas, calculada y astutamente ambiguas. ¿O, si le pide un huevo, le da el escorpión? Y los Padres conciliares nos dieron esos textos que envenenan las almas con muchos errores. ¿O, si le pide pan le da una piedra? Y los Padres conciliares nos dieron, en lugar del pan de la verdad, las piedras pesadas de las herejías que hunden a las almas en el infierno.

Nada podrían los enemigos de Cristo, si entre los hombres de Iglesia no abundaran los cobardes y los traidores. Los hijos del diablo hacen grandes avances por causa de la complicidad, la ceguera y la cobardía de muchísimos católicos que deberían estar dispuestos a dar la vida en defensa de la Verdad, como dignos hijos de Dios. Acabamos de ver una prueba de ello en esa reunión del martes en el Vaticano, en ese encuentro “cordial” entre las autoridades modernistas y el supuesto líder de lo que queda de enteramente católico en la Iglesia. Dios nos libre de ser cordiales con los destructores de la Iglesia, con esos ministros del diablo. Pero no sólo se dio esa cordialidad entre dos prelados de “sensibilidades” opuestas pero liberales al fin y al cabo, sino que ambos acordaron -lo que es mucho más grave todavía y que prueba que la desorientación diabólica ha entrado en la FSSPX desde la cabeza“superar gradualmente las dificultades y llegar a la reconciliación plena”. Dicho más claramente: se acordó que la Fraternidad hará gradualmente las concesiones necesarias para ser aprobada por Roma. ¡Pero ser aprobados por Roma apóstata equivale a ser reprobados por Dios! Porque nos advierte San Pablo: No os unáis en yugo desigual con los infieles, pues ¿qué tienen de común la justicia y la iniquidad? ¿O qué sociedad puede existir entre la luz y las tinieblas? ¿O qué acuerdo puede haber ente Cristo y Belial? (2 Cor 6 14-15). Por tanto, la reunión del pasado martes en el Vaticano fue un gran paso en la auto demolición de la obra de Mons. Lefebvre, y la actitud de las autoridades de la Fraternidad tiene un solo calificativo: traición.

Estas defecciones, cobardías y rendiciones de los católicos son la principal causa de la progresiva extensión del reinado del demonio sobre el mundo. Satanás se va haciendo rey de los individuos, de las familias y de los Estados en la misma medida que Cristo va siendo expulsado del trono que le pertenece en todos los corazones, en todos los hogares y en todas las sociedades.

¿Cómo se ha podido llegar a este increíble estado de cosas? La respuesta se relaciona con la esta fiesta de San Miguel arcángel. El 13 de octubre de 1884, el Papa León XIII, después de haber celebrado la misa, asistió a una segunda misa, según acostumbraba. Hacia el final, se le vio levantar la cabeza de repente y mirar fijamente hacia el altar, encima del tabernáculo. El Papa palideció y se le vio tenso. Acabada la misa, se levantó y, todavía conmocionado, se dirigió hacia su despacho y se encerró en él. Luego hizo llamar a un secretario, a quien dio una hoja que debía ser impresa y enviada a los obispos de todo el mundo. La hoja contenía el exorcismo del arcángel San Miguel, compuesto por el mismo Pontífice; el mismo que recitamos después de cada misa rezada. León XIII relataría más tarde que durante la segunda misa había visto una nube de demonios que se lanzaban contra Roma para atacarla. «Vi demonios y oí sus crujidos, sus blasfemias, sus burlas. Oí la espeluznante voz de Satanás desafiando a Dios, diciendo que él podía destruir la Iglesia y llevar a todo el mundo al infierno si se le daba suficiente tiempo y poder. Satanás le pidió permiso a Dios de tener 100 años para influir en el mundo como nunca antes había podido hacerlo». Pero el Papa pudo ver también aparecer a San Miguel, que lanzaba a Satanás con sus legiones al abismo del infierno. De ahí su decisión de recurrir a San Miguel Arcángel y a las milicias del cielo para defender a la Iglesia contra los ejércitos diabólicos en esta gran ofensiva.

Todo indica que estamos dentro de esos 100 espantosos y terribles años y, sin embargo, en la misa nueva no se reza la oración a San Miguel. Fue suprimida por los ministros del demonio en la destructora “reforma litúrgica” iniciada en su concilio, el Vaticano II, el mismo que se negó -por las maquinaciones del clero servidor del infierno, masón, liberal, modernista y filo marxista- a hacer definiciones acerca de la S.V. María, el mismo que oficializó la herejía ecumenista, el mismo que enseñó que el hombre tiene derecho a no creer en Jesucristo, el mismo que destronó a Cristo y dio inicio a la entronización de diablo en el lugar santo.

¡San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla!
¡Ave María Purísima!

jueves, 27 de septiembre de 2018

URGENTE: EL ARZOBISPO VIGANÒ HABLA DE NUEVO





Explica por qué cree que era su deber hablar pese al juramento de secreto, ya que el propósito del secreto es proteger a la Iglesia de sus enemigos, no amparar y convertirse en cómplice de crímenes de sus miembros.

Se confirma en su acusación principal: que explicó con detalle a Francisco lo perverso y vil que era McCarrick y que el Papa, en lugar de tomar medidas, lo rehabilitó y le encomendó misiones en EEUU, en la Curia, e incluso en China.

Señala la contradicción del Papa de no decir una sola palabra y dedicar luego varias homilías a presentarse como Cristo en su silencio y a presentarle a él, Viganò, como Satán, el Gran Acusador.

Apunta a las revelaciones de que Francisco participó en el encubrimiento de casos o bloqueo de investigaciones sobre abusos (Grassi, Inzoli, Cormac Murphy-O’Connor)

Recuerda a Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos, que fue él quien le habló de la sanción de Benedicto contra McCarrick, y le anima a hablar y a mostrar los documentos pertinentes.
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Texto íntegro del Arzobispo Viganò (traducción de Non Possumus):


Arzobispo titular de Ulpiana
Nuncio apostólico
Scio Cui credidi
(2 Tim 1:12)


Antes de empezar a escribir, me gustaría ante todo dar gracias y gloria a Dios Padre por cada situación y prueba que ha preparado y que preparará para mí durante mi vida. Como sacerdote y obispo de la Santa Iglesia, esposa de Cristo, estoy llamado, como todo bautizado, a dar testimonio de la verdad. Por el don del Espíritu que me sostiene con alegría en el camino que estoy llamado a recorrer, pretendo hacerlo hasta el final de mis días. Nuestro único Señor me ha dirigido también la invitación: "Sígueme", y tengo la intención de seguirle con la ayuda de su gracia hasta el final de mis días.

A Yahvé cantaré mientras viva;
Tañeré salmos a mi Dios
Mientras yo tenga el ser;
Yo en Yahvé me gozaré.
 (Psalm 103:33-34)

*****

Hace un mes que presenté mi testimonio, únicamente por el bien de la Iglesia, sobre lo que ocurrió en la audiencia con el Papa Francisco el 23 de junio de 2013 y sobre ciertos asuntos que me fueron confiados en las misiones que se me encomendaron en la Secretaría de Estado y en Washington, en relación con aquellos que tienen la responsabilidad de encubrir los crímenes cometidos por el ex arzobispo de esa capital.

Mi decisión de revelar esos hechos graves fue para mí la decisión más dolorosa y seria que he tomado en mi vida. Lo hice después de una larga reflexión y oración, durante meses de profundo sufrimiento y angustia, durante un crescendo de continuas noticias de terribles acontecimientos, con miles de víctimas inocentes destruidas y las vocaciones y vidas de jóvenes sacerdotes y religiosos perturbadas. El silencio de los pastores que podrían haber proporcionado un remedio y evitado nuevas víctimas se hizo cada vez más indefendible, un crimen devastador para la Iglesia. Bien consciente de las enormes consecuencias que podría tener mi testimonio, porque lo que estaba a punto de revelar involucraba al mismo sucesor de Pedro, decidí, sin embargo, hablar para proteger a la Iglesia, y declaro con la conciencia tranquila ante Dios que mi testimonio es verdadero. Cristo murió por la Iglesia, y Pedro, Servus servorum Dei, es el primero llamado a servir a la esposa de Cristo.

Ciertamente, algunos de los hechos que iba a revelar estaban cubiertos por el secreto pontificio que había prometido observar y que había observado fielmente desde el principio de mi servicio a la Santa Sede. Pero el propósito de cualquier secreto, incluido el secreto pontificio, es proteger a la Iglesia de sus enemigos, no encubrir y hacerse cómplice de los crímenes cometidos por algunos de sus miembros. Fui testigo, no por mi elección, de hechos espantosos y, como dice el Catecismo de la Iglesia Católica (par. 2491), el sello del secreto no es vinculante cuando un daño muy grave sólo puede evitarse mediante la divulgación de la verdad. Sólo el secreto de confesión podría haber justificado mi silencio.

Ni el Papa, ni ninguno de los cardenales de Roma han negado los hechos que afirmé en mi testimonio. El "Qui tacet consentit" seguramente se aplica aquí, porque si niegan mi testimonio, sólo tienen que decirlo, y proporcionar documentación que apoye esa negación. ¿Cómo se puede evitar concluir que la razón por la que no proporcionan la documentación es porque saben que confirma mi testimonio?

El centro de mi testimonio fue que desde al menos el 23 de junio de 2013, el Papa supo por mí cuán perverso y malvado era McCarrick en sus intenciones y acciones, y en lugar de tomar las medidas que todo buen pastor habría tomado, el Papa hizo de McCarrick uno de sus principales agentes en el gobierno de la Iglesia, en lo que respecta a los Estados Unidos, la Curia, e incluso China, como estamos viendo estos días con gran preocupación y ansiedad por esa Iglesia mártir.

Ahora, la respuesta del Papa a mi testimonio fue: "¡No diré una palabra!" Pero luego, contradiciéndose a sí mismo, ha comparado su silencio con el de Jesús en Nazaret y ante Pilato, y me ha comparado con el gran acusador, Satanás, que siembra escándalo y división en la Iglesia, aunque sin pronunciar nunca mi nombre. Si él hubiera dicho: "Viganò mintió", habría desafiado mi credibilidad mientras intentaba afirmar la suya. Al hacerlo, habría intensificado la demanda del pueblo de Dios y del mundo de la documentación necesaria para determinar quién ha dicho la verdad. En vez de eso, puso en marcha una sutil calumnia contra mí - la calumnia es una ofensa que a menudo ha comparado con la gravedad del asesinato. De hecho, lo hizo repetidamente, en el contexto de la celebración del Santísimo Sacramento, la Eucaristía, donde no corre el riesgo de ser desafiado por los periodistas. Cuando habló con los periodistas, les pidió que ejercieran su madurez profesional y sacaran sus propias conclusiones. Pero, ¿cómo pueden los periodistas descubrir y conocer la verdad si las personas directamente involucradas en un asunto se niegan a responder a cualquier pregunta o a revelar cualquier documento? La falta de voluntad del Papa para responder a mis acusaciones y su sordera a los llamamientos de los fieles a la rendición de cuentas son difícilmente consistentes con sus llamamientos a la transparencia y a la construcción de puentes.

Además, el encubrimiento de McCarrick por parte del Papa no fue un error aislado. Muchos más casos han sido documentados recientemente en la prensa, mostrando que el Papa Francisco ha defendido a clérigos homosexuales que cometieron graves abusos sexuales contra menores o adultos. Estos incluyen su papel en el caso del P. Julio Grassi en Buenos Aires, la reinstalación del P. Mauro Inzoli después de que el Papa Benedicto lo hubiera removido del ministerio (hasta que fue a la cárcel, momento en el cual el Papa Francisco lo laicizó), y el cese de la investigación de las acusaciones de abuso sexual en contra del cardenal Cormac Murphy O'Connor.

Mientras tanto, una delegación de la USCCB, encabezada por su presidente el Cardenal DiNardo, fue a Roma para pedir una investigación del Vaticano sobre McCarrick. El Cardenal DiNardo y los demás prelados deberían decir a la Iglesia en América y en el mundo: ¿se negó el Papa a llevar a cabo una investigación del Vaticano sobre los crímenes de McCarrick y sobre los responsables de encubrirlos? Los fieles merecen saberlo.

Quisiera hacer un llamamiento especial al Cardenal Ouellet, porque como nuncio siempre he trabajado en gran armonía con él, y siempre he tenido una gran estima y afecto hacia él. El recordará cuando, al final de mi misión en Washington, me recibió en su apartamento de Roma por la noche para una larga conversación. Al principio del pontificado del Papa Francisco, él había mantenido su dignidad, como lo demostró con valentía cuando era Arzobispo de Quebec. Más tarde, sin embargo, cuando su trabajo como prefecto de la Congregación para los Obispos fue socavado porque las recomendaciones para los nombramientos episcopales fueron pasadas directamente al Papa Francisco por dos "amigos" homosexuales de su dicasterio, pasando por alto al Cardenal, se dio por vencido. Su largo artículo en L'Osservatore Romano, en el que se pronunció a favor de los aspectos más controvertidos de Amoris Laetitia, representa su rendición. Su Eminencia, antes de irme a Washington, fue usted quien me habló de las sanciones del Papa Benedicto sobre McCarrick. Tiene a su completa disposición documentos clave que incriminan a McCarrick y a muchos en la curia por sus encubrimientos. Su Eminencia, le insto a que dé testimonio de la verdad.

*****
Por último, quiero animaros, queridos fieles, hermanos y hermanas en Cristo: ¡no os desalentéis nunca! Haced vuestro propio acto de fe y plena confianza en Cristo Jesús, nuestro Salvador, de San Pablo en su segunda Carta a Timoteo, Scio cui credidi, que yo elegí como mi lema episcopal. Este es un tiempo de arrepentimiento, de conversión, de oración, de gracia, para preparar a la Iglesia, la esposa del Cordero, dispuesta a luchar y ganar con María la batalla contra el viejo dragón.

 Scio Cui credidi” (2 Tim 1:12)

En ti, Jesús, mi único Señor, pongo toda mi confianza.

“Diligentibus Deum omnia cooperantur in bonum” (Rom 8:28)



Para conmemorar mi ordenación episcopal del 26 de abril de 1992, conferida por San Juan Pablo II, elegí esta imagen tomada de un mosaico de la Basílica de San Marcos de Venecia. Representa el milagro de la calma de la tormenta. Me sorprendió el hecho de que en la barca de Pedro, sacudida por el agua, la figura de Jesús es representada dos veces. Jesús está profundamente dormido en la proa, mientras que Pedro trata de despertarlo: "Maestro, ¿no te importa que estemos a punto de morir?" Mientras tanto, los apóstoles, aterrorizados, miran cada uno en una dirección diferente y no se dan cuenta de que Jesús está detrás de ellos, bendiciéndolos y con seguridad al mando de la barca: "Se despertó, reprendió al viento y dijo al mar:'¡Silencio! ¡Calmaos!Y él les dijo: "¿Por qué tenéis miedo? "¿Todavía no tenéis fe?" (Mc 4,38-40).

La escena es muy oportuna para retratar la tremenda tormenta por la que está pasando la Iglesia en este momento, pero con una diferencia sustancial: el sucesor de Pedro no sólo no ve al Señor en pleno control de la barca, sino que parece que ni siquiera tiene la intención de despertar a Jesús dormido en la proa.

¿Acaso Cristo se ha hecho invisible para su vicario? ¿Quizás él está siendo tentado a intentar actuar como un sustituto de nuestro único Maestro y Señor?

¡El Señor está en pleno control de la barca!

¡Que Cristo, la Verdad, sea siempre la luz en nuestro camino!

Carlo Maria Viganò
Arzobispo titular de Ulpiana
Nuncio Apostólico
29 de septiembre de 2018
Fiesta de San Miguel Arcángel
_________________________

[ADDENDUM 28-SEP: HOY, EL NUEVO SITIO OFICIAL DE LA FSSPX HA PUBLICADO LA VERSIÓN EN ESPAÑOL DE SU ARTÍCULO BLANDENGUE SOBRE EL ASUNTO VIGANÒ, TEXTO AL QUE NOS HABÍAMOS REFERIDO EN ESTA ENTRADA]

miércoles, 26 de septiembre de 2018

FRANCISCO HABLA SOBRE EL ACUERDO TRAIDOR CON CHINA COMUNISTA



Vatican Insider (Extracto. Subrayado de NP. Nuestros comentarios en color rojo)

ANDREA TORNIELLI
ENVIADO DESDE EL VUELO TALLIN-ROMA

Hace tres días se firmó un acuerdo entre el Vaticano y China. ¿Puede darnos alguna información más sobre el contenido? ¿Por qué algunos católicos, en particular el cardenal Joseph Zen, le acusan de haber malbaratado la Iglesia al gobierno? 

Este es un proceso de años, [como en el caso de la FSSPX... Atento, lector] un diálogo entre la comisión vaticana y la comisión china, para arreglar el nombramiento de los obispos. El equipo vaticano ha trabajado mucho. Quisiera mencionar algunos nombres: monseñor Celli, Gianfranco Rota, el Secretario de Estado (Pietro Parolin, ndr.), que es un hombre muy devoto, pero tiene una especial devoción por la lupa: estudia todos los documentos: punto, coma, acentos. Esto a mí me da una seguridad muy grande. Este equipo con estas cualidades ha salido adelante. Ustedes saben que cuando se hace un acuerdo de paz, ambas partes pierden algo. Esta es la ley: ambas partes. Se fue con dos pasos para adelante, uno para atrás… dos adelante y uno atrás. Después, meses sin hablarse. Es el tiempo de Dios que se parece al tiempo chino. Lentamente, la sabiduría de los chinos. Los obispos que estaban en dificultades fueron estudiados, caso por caso. Y los expedientes de cada uno llegaron a mi escritorio. Fui yo el responsable de firmar (restablecer la comunión con el Papa para los siete obispos, ndr.). Luego, el caso del acuerdo: volvieron los borradores a mi escritorio, yo daba mis ideas, se discutía e íbamos adelante. Pienso en la resistencia, en los católicos que han sufrido: es cierto, ellos sufrirán. Siempre en un acuerdo hay sufrimiento. Pero ellos tienen una gran fe y me escriben, hacen llegar mensajes para decir que lo que la Santa Sede, lo que Pedro dice, es lo que dice Jesús. La fe martirial de esta gente hoy sale adelante. [Vía acuerdo traidor antimartirial con enemigos declarados de Cristo] Son unos grandes. El acuerdo lo firmé yo, las cartas plenipotenciarias las firmé yo. Yo soy el responsable, los demás trabajaron por más de diez años. No es una improvisación, es un verdadero camino. Una anécdota simple y un dato histórico: cuando salió el famoso comunicado de un ex nuncio apostólico (se refiere al caso Viganò, ndr.), los episcopados del mundo me escribieron para decirme que se sentían cerca y que rezaban por mí. Algunos fieles chinos me han escrito y la firma de este escrito era del obispo de la Iglesia, por decirlo así, “tradicional católica” y del obispo de la Iglesia “patriótica”, ambos juntos y las dos comunidades de fieles. Para mí fue una señal de Dios. Y luego, no hay que olvidar que en América Latina durante 350 años fueron los reyes [católicos, no tiranos comunistas anticatólicos] de España y Portugal los que nombraban a los obispos. No olvidemos el caso del imperio austro-húngaro [Idem]. Otras épocas, gracias a Dios, que no se repiten. [Salvo porque ahora los comunistas chinos tienen ese privilegio exclusivo] Lo que hay es un diálogo sobre los eventuales candidatos, pero nombra Roma, nombra el Papa, esto está claro. [Eligiéndolos de entre determinados candidatos que hayan sido aprobados por los comunistas. Y la verdad es que no se sabe qué es peor: que un Obispo sea nombrado por Francisco o por comunistas, pero hay que tener en cuenta que el acuerdo con China deja atados a los sucesores de Francisco] Y recemos por los sufrimientos de algunos que no comprenden o que tienen a la espalda tantos años de clandestinidad

¿Qué sintió al visitar el museo en donde eran asesinados los prisioneros de la KGB en Vilna? 

La de ustedes es una historia de invasiones, de dictaduras, de crímenes, de deportaciones. Cuando visité el museo de Vilna…. Museo es una palabra que me hace pensar en el Louvre. Pero ese museo es, por el contrario, una cárcel a la que llevaban a los detenidos por razones políticas o religiosas. Vi celdas del tamaño de este asiento en el que solamente se podía estar de pie, celdas de tortura. Vi lugares de tortura a los que, con el frío que hay este país, llevaban a los prisioneros desnudos y les echaban agua. Y se quedaban ahí horas, horas, para romper su resistencia. Y luego entré en la habitación de las ejecuciones. Llevaban a los prisioneros por la fuerza y los mataban con un disparo a la nuca. Mataban cuarenta al día, más o menos. Al final, fueron 15 mil. Luego fui al lugar del gran gueto, en donde mataron a miles de hebreos, y después fui esa misma tarde al monumento a la memoria de los condenados, asesinados, torturados y deportados. Ese día, les digo la verdad, quedé destrozado: me hizo pensar en la crueldad. Pero les digo: la crueldad no se ha acabado. La misma crueldad hoy se encuentra en muchos lugares de detención, se encuentra en muchas cárceles. También la sobrepoblación de una cárcel es una forma de torturar, de no hacer vivir con dignidad. Una cárcel hoy que no dé al detenido la salida de la esperanza, ya es una tortura. Luego hemos visto, en la tele, las crueldades de los terroristas del EI: ese piloto jordano quemado vivo, los coptos degollados en la playa de Libia y muchos otros. Hoy la crueldad no se ha acabado. En todo el mundo existe, y este mensaje que quisiera darlo a ustedes periodistas: esto es un escándalo, un grave escándalo de nuestra cultura y de nuestra sociedad. 
Otra cosa que he visto en estos tres países es el odio contra la religión, sea la que sea. ¡El odio! He visto a un obispo jesuita en Lituania que fue deportado a Siberia por diez años, luego a otro campo de concentración. Ahora es un anciano… Tantos hombres y mujeres, por defender la propia fe y la propia identidad, fueron torturados y deportados a Siberia y nunca volvieron, los mataron. La fe de estos tres países es grande, es una fe que nace precisamente del martirio, y esto es algo que tal vez ustedes vieron hablando con la gente. Luego, esta experiencia de fe tan importante provocó un fenómeno singular en estos países: una vida ecuménica como no existe en otros, tan generalizada. Hay un verdadero ecumenismo entre luteranos, bautistas, anglicanos, ortodoxos… Ayer en la catedral, en el acto ecuménico en Riga lo vimos: qué cosa grande, hermanos, vecinos, una sola Iglesia

Durante el encuentro ecuménico en Tallin usted dijo que los jóvenes, frente a los escándalos sexuales, no ven una condena neta por parte de la Iglesia… 

Los jóvenes se escandalizan por la hipocresía de los grandes, por las guerras; se escandalizan por la incoherencia, se escandalizan por la corrupción. Y en esto entra lo que usted subraya: los abusos sexuales. Es cierto que hay una acusación contra la Iglesia. Todos conocemos las estadísticas, yo no las diré, pero, aunque hubiera habido solamente un sacerdote abusador de un niño o de una niña, ¡es monstruoso! Porque ese hombre ha sido elegido por Dios para llevar a ese niño hacia el Cielo. Comprendo que los jóvenes se escandalicen por esta corrupción. Saben que existe por todas partes, pero en la Iglesia es más escandalosa. ¡Hay que llevar a los niños hacia Dios y no destruirlos! Los jóvenes tratan de abrirse camino con la experiencia. El encuentro de hoy fue muy claro: ellos piden ser escuchados, no quieren fórmulas fijas, [como los dogmas] no quieren un acompañamiento que dé directrices. [Dicho de otro modo: no quieren obedecer. Maravilloso...] ¿La Iglesia no hace las cosas como debería para limpiar esta corrupción? Tomemos el informe de Pennsylvania y vemos que los primeros setenta años hubo muchos sacerdotes que cayeron en esta corrupción. Luego, en tiempos más recientes, ha disminuido, porque la Iglesia se ha dado cuenta de que tenía que luchar de otra manera. Y le está poniendo todo el empeño. En los últimos tiempos he recibido tantas, tantas condenas que ha hecho la Congregación para la Doctrina de la Fe. Nunca he firmado una petición de gracia después de una condena por esto; con esto no se negocia. En los tiempos antiguos estas cosas se encubrían, y se encubría cuando el tío violaba a la sobrinita, cuando el papá violaba a los hijos. Se encubrían porque era una vergüenza muy grande, era la manera de pensar de los siglos pasados. Hay un principio para interpretar la historia: un hecho histórico debe ser interpretado con la hermenéutica de la época en la que sucedió, no con la hermenéutica de hoy. Por ejemplo: el indigenismo, todas las injusticias y brutalidades contra los indígenas. No puede ser interpretado con la hermenéutica de hoy, que tenemos otra conciencia. El último ejemplo es la pena de muerte: el Vaticano, como Estado pontificio, tenía la pena de muerte, el último fue decapitado en el siglo XIX. Pero luego la conciencia moral crece

martes, 25 de septiembre de 2018

AL DÍA SIGUIENTE DEL ACUERDO TRAIDOR, LA FALSA IGLESIA CATÓLICA CHINA EXPRESA SU LEALTAD AL PARTIDO COMUNISTA


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La “iglesia católica oficial” de China expresa su lealtad al Partido Comunista

"Seguiremos el camino de adaptación a la sociedad socialista", señala la institución, un día después del acuerdo entre Pekín y el Vaticano sobre el nombramiento de obispos

La iglesia católica oficial china ha expresado su apoyo al acuerdo histórico anunciado este sábado entre China y el Vaticano sobre el nombramiento de obispos. Pero, sobre todo, en un comunicado difundido este domingo, ha declarado su lealtad al Partido Comunista de China.

 “La Asociación Católica Patriótica y la Conferencia Católica de Obispos en China apoyan sinceramente” el acuerdo, indica la declaración incluida en la página web del organismo. El pacto, cuyos detalles no se han dado a conocer, permite que el Vaticano reconozca a siete obispos nombrados por Pekín; a su vez, China acepta que el Papa tenga poder de decisión sobre la designación de los prelados en las más de 140 diócesis de su territorio.

La comunidad católica china, de cerca de 12 millones de fieles, está dividida entre la iglesia clandestina, de aquellos que solo aceptan la autoridad papal, y la “iglesia patriótica”, sometida a la vigilancia del Estado.

En el comunicado de este domingo, la Iglesia Patriótica expresa el “profundo amor a su patria” y reitera el compromiso a “seguir el camino de adaptarse a la sociedad socialista, y bajo el liderazgo del Partido Comunista de China, colaborar con todas las nacionalidades del país para lograr la grandeza de la nación China”. Al mismo tiempo, espera “que las relaciones entre China y el Vaticano continúen mejorando”.

El acuerdo ha sido acogido con división de opiniones en China. Mientras algunos consideran que deja en una difícil posición a los fieles de las parroquias clandestinas, otros expresan la esperanza de que sirva para unir gradualmente a las dos comunidades. Aunque los medios oficiales insisten en que el pacto cuenta con un apoyo muy mayoritario. “Los críticos son solo una minoría muy ruidosa”, publicaba el diario Global Times, de corte nacionalista, citando a un obispo del Vaticano.

El anuncio de este sábado llega cuando China, que solo reconoce cinco creencias ─el budismo, el taoísmo, el islam, el catolicismo y el protestantismo─ está endureciendo de nuevo su control sobre las prácticas religiosas.

Una serie de regulaciones que entraron en vigor en marzo de este año estipula que solo se puede celebrar el culto en lugares registrados con las autoridades; también imponen restricciones sobre la enseñanza religiosa a los menores. A comienzos de este mes, el Gobierno en Pekín ha presentado un proyecto de ley que obliga a las organizaciones que quieran diseminar contenido religioso a recibir una licencia de las autoridades de sus respectivas provincias. Estas organizaciones no podrán emitir contenido en directo ni transmitir su información religiosa por internet ─sea vídeo, texto o audio─ fuera de sus propias plataformas.

El proyecto de ley también prohíbe la oposición al Partido Comunista de China, actividades que inciten a la subversión o promuevan el extremismo.

El Ministerio de Exteriores chino ha dado también la bienvenida al acuerdo. “China y el Vaticano continuarán manteniendo sus comunicaciones e impulsando el proceso de mejora entre ambas partes”, ha señalado en una sucinta declaración.

lunes, 24 de septiembre de 2018

A PROPÓSITO DE ACUERDOS TRAIDORES


(...) la Iglesia de Cristo renueva en sí cada vez más la vida de su divino Fundador, que tanto padeció, de modo que en cierta forma complete "aquello que falta a la pasión de Cristo" (Col 1, 24). Por lo que su condición de militante en la tierra es la de vivir entre luchas y dificultades e incesantes aflicciones, para poder de este modo "entrar en el reino de Dios... por medio muchas tribulaciones" (Hech 14, 21) y unirse al fin con la Iglesia Triunfante del cielo.

Así desarrolla Anselmo, sobre esta materia, aquel lugar de San Mateo: "Jesús obligó a sus discípulos a subir la barca": Según la interpretación mística se describe aquí el estado de la Iglesia desde la venida del Salvador hasta el fin del mundo... La barca, pues, era batida por las olas en medio del mar mientras Jesús permanecía en la cumbre del monte, porque desde que el Salvador subió al cielo, la Santa Iglesia ha sido sacudida en este mundo con grandes tribulaciones, dispersada con muchas tempestades de persecuciones, vejada de diversas maneras por la perversidad de hombres malvados, y tentada de infinitos modos por los vicios. Pues el viento le era contrario debido a que el soplo de los espíritus malignos siempre le es adverso para que no pueda llegar al puerto de la salvación; se esfuerzan por hundirla en las olas de las adversidades del siglo, levantando contra ella todas las dificultades que les son posibles. (Horn 3).

Están pues muy equivocados los que para la Iglesia creen y esperan un estado permanente de plena tranquilidad, de prosperidad universal, y un reconocimiento práctico y unánime de su poder, sin contradicción alguna; pero es peor y más grave el error de aquellos que se engañan pensando que lograrán esta paz efímera, disimulando los derechos y los intereses de la Iglesia, sacrificándolos a los intereses privados, disminuyéndolos injustamente, complaciendo al mundo "todo sujeto al maligno" (1 Jn 5, 19), con el pretexto de simpatizar con los fautores de la novedad y atraerlos a la Iglesia, como si fuera posible la armonía entre la luz y las tinieblas, entre Cristo y el Demonio. Son éstos, sueños de enfermos, alucinaciones que siempre han ocurrido y ocurrirán mientras haya soldados cobardes que arrojen las armas a la sola presencia del enemigo, o traidores que pretendan a toda costa hacer las paces con los contrarios, a saber, con el enemigo irreconciliable de Dios y de los hombres.

A vosotros, Venerables Hermanos, a quienes la divina Providencia ha constituido pastores y guías del pueblo cristiano, incumbe la obligación de procurar resistir con todo empeño a esta funestísima tendencia de la sociedad moderna, de adormecerse en una vergonzosa inercia mientras recrudece la guerra contra la religión, procurando una cobarde neutralidad e interpretando falsamente los derechos divinos y humanos, por medio de rodeos y acuerdos, y sin acordarse de aquella categórica sentencia de Cristo: "el que no está conmigo está contra mí" (Mat 12, 30). (...)

San Pío X, carta encíclica Communium rerum, 21 de abril de 1909.