PÁGINAS

martes, 31 de diciembre de 2019

CARTA DE UN LECTOR: LA NEO-FSSPX Y VIGANÒ



Hasta el día de la fecha, doce días más tarde de su publicación, la FSSPX sigue sin hacerse eco del extraordinario y corajudo Acto de acusación al papa Francisco y de amor a la Iglesia” de S.E. monseñor Carlo María Viganò.

Por supuesto, los fans de la FSSPX –siempre tan moderados- nos llaman a los resistentes “extremistas”, “exagerados” y de otras maneras nada amables ni mesuradas. Pero, ¿dirán lo mismo de Mons. Viganò? Parece que prefieren ignorarlo, lo cual es peor. Este hombre se está jugando la vida y está diciendo cosas con una fuerza y consecuencia en relación con la defensa de la fe, que las podría haber dicho Mons. Lefebvre. Permítasenos suponer que de vivir hoy nuestro fundador, diría estas mismas cosas y no permanecería mudo, a la expectativa de unos diálogos con Roma del estilo de los que tiene Roma con la China comunista. Diálogos de ablande y desgaste, como parte de la dialéctica marxista con que se aturde y confunde al enemigo, haciéndolo abandonar el combate. ¿O se combate y se dialoga al mismo tiempo?

Sería de esperar que la FSSPX no sólo dé a conocer ese magnífico documento de Mons. Viganò, sino que lo respalde y le dé su apoyo a un hombre perseguido por los modernistas a los que dicen oponerse. Pero ¿es posible esperar tal cosa de una congregación que ha retomado las “discusiones doctrinales” con quienes están demoliendo concienzudamente todo lo que pueden de la Iglesia? ¿Con quienes han introducido la idolatría dentro del templo vaticano? ¿Con quienes se han puesto al servicio del mundo enemigo de Cristo, representado por la ONU? ¿Con quienes afrentan y ultrajan vilmente a la Santísima Virgen María?

En relación a esto último, es interesante ver que, tras la escandalosa homilía de Francisco en la fiesta de la Virgen de Guadalupe, la FSSPX no tuvo más remedio que dar la noticia del ataque de Bergoglio a la Corredención mariana. Pero, la noticia ha durado muy poco en la plana mayor de su sitio fsspx.news. Ya toda una andanada de otras noticias -mucho menos relevantes, por supuesto- ha poblado la página.

Por cierto que cabe ver en el manejo de la información, de qué manera opera la FSSPX. Es la doblez que ya ha sido señalada por muchos observadores. El título de la noticia, es absolutamente objetivo en cuanto al hecho, es decir, que la FSSPX se maneja simplemente como una agencia de noticias:

El Papa Francisco califica de "tontería" la Corredención de la Virgen María

El encabezamiento de la nota, hace lo mismo:

Durante la homilía para la celebración de la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe en la Basílica de San Pedro, el 12 de diciembre de 2019, el Papa Francisco se expresó despectivamente acerca de un título dado a la Virgen María por la Tradición de la Iglesia.

Ya en el cuerpo del artículo, señala el carácter escandaloso e impío de las palabras de Francisco:

Aun cuando no se trata de una enseñanza solemne, ni siquiera ordinaria, el acto es propiamente escandaloso: con asombrosa ligereza, el vicario de Cristo destruyó de un golpe el título de María Corredentora. Esta negación es impía porque se trata de una tradición profundamente arraigada y que ha sido adoptada y desarrollada por varios de sus predecesores, al menos hasta antes del Concilio Vaticano II.

Lo cual vuelve a colocar en el último subtítulo:

Una impiedad escandalosa

Véase que se podría haber colocado con toda justicia y verdad esas tres palabras: Una impiedad escandalosa, en el título del artículo. Pero se ha preferido aparecer en principio como “imparciales”, para luego y más abajo, decir lo que se piensa. Puesto que los sitios oficiales de la Fraternidad informan sólo de su vida interna, es el sitio de noticias -en sus cuatro idiomas- quien vierte su posición ante los hechos que ocurren en la vida de la Iglesia. Y este sitio de noticias nos dice en su portada “Noticias y análisis de la vida de la Iglesia”. No hay opinión ni polémica, sino un lenguaje generalmente neutro, impersonal, descolorido, distante, vacuo, grisáceo. Como el que se ha instalado en los púlpitos de sus capillas. Ahora bien, ¿era éste siempre el tono, la manera de expresarse de Monseñor Lefebvre? ¿Es esa la forma de hablar en medio del fragor del combate en la peor crisis de la Iglesia de todos los tiempos? Veamos cómo lo hace Viganò, leamos unos pocos párrafos de este excepcional documento:

La trágica parábola del presente pontificado avanza en una continua sucesión de golpes de efecto. No pasa un día sin que desde su supremo  trono el Sumo Pontífice contribuya a desmantelar la Sede Petrina usando y abusando de su suprema autoridad, no para confesar sino para negar; no para  confirmar sino para extraviar; no para unir sino para dividir; no para edificar sino para derribar.

Herejías materiales, herejías formales, idolatría y superficialidades de todo género: el Sumo Pontífice Bergoglio no cesa de humillar obstinadamente la autoridad suprema de la Iglesia, desmitificando el Papado, como tal vez diría su ilustre colega Karl Rahner. Su modo de actuar tiene por objeto violar el Sagrado Depósito de la Fe y desfigurar el rostro católico de la Esposa de Cristo con sus palabras y sus actos, con disimulaciones y con mentiras, con sus gestos evidentes que alardean de espontaneidad pero están meticulosamente ideados y planificados , y con los cuales se exalta a sí mismo en un incesante autobombo narcisista, mientras humilla la figura del Romano Pontífice y eclipsa la del Dulce Cristo en la Tierra.

Sus acciones se sirven de improvisaciones magisteriales, de un magisterio improvisado, líquido, insidioso como arenas movedizas; no sólo en las alturas, a merced de periodistas de todo el mundo, en esos espacios etéreos que pueden evidenciar un delirio patológico de ilusoria omnipotencia, sino también en el ámbito de las funciones más solemnes que deberían infundir un sagrado temor y reverente respeto.

El papa Bergoglio se vale de la pachamama para intentar derrotar a la Guadalupana. La entronización del ídolo amazónico en el Altar de la Confesión en San Pedro no fue otra cosa que una declaración de guerra a la Señora y Patrona de las Américas, que al aparecer se a San Juan Diego derrotó los ídolos demoniacos y conquistó a los indios llevándolos a la adoración del verdadero y único Dios gracias a su mediación materna. ¡No es ninguna leyenda!

Hace ya más de seis años que nos envenenan con un falso magisterio, una especie de síntesis extrema de todas las equívocas afirmaciones del Concilio y de los errores postconciliares que se han propagado inconteniblemente sin que la mayoría repare en ello. Sí, porque el Concilio Vaticano II abrió algo peor que la Caja de Pandora: la Ventana de Overton, de un modo tan gradual que nadie se ha dado cuenta de la alteración que se ha llevado a cabo, de la auténtica naturaleza de las reformas, de sus dramáticas consecuencias, y ni siquiera se ha llegado a sospechar quién manejaba realmente los hilos de esta gigantesca operación subversiva, que el cardenal modernista Suenens calificó de «el 1789 de la Iglesia Católica».

Alguien que dice estas verdades de a puño, merece el sostén de todos los tradicionalistas. Pero, ¿la FSSPX puede poner en riesgo su “regularización” y su “amistad” con Francisco, apoyando a un “rebelde”?

El que pueda entender que entienda.

Acaico