PÁGINAS

jueves, 31 de marzo de 2016

MENSAJE DEL P. CHAZAL AL P. HEWKO ACERCA DEL FALSO OBISPO MORAN

Los Padres Pfeiffer y Hewko en El Paso (Tx. USA), en marzo de 2016

Extracto de un correo-e del P. Chazal al P. Hewko (de 14-11-15), respondiendo a un mensaje de este último (de 6-11-15) que contenía una tan gloriosa como falsa autobiografía inventada por impostor William (Ambrose) Moran:

Estimado P. Hewko:

Discúlpeme, pero todo esto es la típica patología de un mentiroso.

Una vez que se dice una mentira, deben decirse más para justificar las precedentes. Y Greg [Taylor, editor de The Recusant, medio pfeifferiano furioso] (quien creo está detrás de este intento) nos dice que es verdad porque se parece demasiado a una mentira… ¿No se acuerda de Voltaire? “Mentid, mentid, siempre quedará algo”. Nuevas mentiras para las mentiras previas, es por eso que los moranistas no responden nada acerca de las viejas mentiras recientes: sucesor del Rey Danielo de Wolinia, de la Familia Real Serbia, Patriarca Arzobispo Metropolitano de Kiev como sucesor del Cardenal Slipyj, con privilegio papal especial, certificado por Juan Pablo II, autoridad en el estudio de la neuropsicología, espía entrenado por los Jesuitas rusos, familiaridad con Nixon, el Pentágono, monje de estricta observancia… Y esta lista es corta, todas sus afirmaciones están en Youtube. Me divierte, sí, pero me entristece credulidad de ustedes.

¿Qué hago entonces?

Les pido que públicamente expliquen todas estas afirmaciones y comprueben que son verdad, no mentiras. Si son verdaderas, William Moran no es un mentiroso y yo debo disculparme ante esta autoridad en neuropsicología, etc.

Estoy esperando todas sus caritativas aclaraciones sobre estas importantes declaraciones que él está haciendo. Pero mal hasta ahora. No hay respuesta a pesar de que se los he pedido amablemente. En lugar de eso, ustedes me están acusando de calumnia y burla. Sólo les estoy pidiendo su explicación sobre esta pila de afirmaciones que él ha hecho en tan poco tiempo, la mayoría entre usted y la cámara de Pablo [Pablo Hernández, “el Mexicano”, brazo derecho laico del P. Pfeiffer].

Ahora, las nuevas mentiras.

1. La UAOC [“Iglesia Ortodoxa Ucraniana Autocéfala”, grupo cismático]. Ahora tenemos que tragar, bajo pena de ser acusados de calumniadores de un Prelado Católico, que WM [William Moran] fue consagrado obispo dos veces. ¿Por qué no lo dijo antes, especialmente cuando la segunda consagración fue un asunto público, realizada por nada más y nada menos que ocho obispos? ¿Por qué tal solemnidad para una consagración condicional, si este fue el caso? ¿Cuáles son los motivos de los obispos ortodoxos de la UAOC para requerir “confirmar” la alegada consagración de Slipyj?

2. Papeles: El P. Pfeiffer dice que los papeles y las fotos son todo lo que importa, porque una vez que la validez es comprobada, todo lo que queda para él es abrazar o confesar la fe católica. Este es el razonamiento.

Usted dice tener muchos otros papeles, y estos siguen surgiendo, casi a pedido. Preséntelos, aunque nosotros creemos cada vez menos en los que usted nos ha proporcionado. Pero vea usted los hallazgos de Tony la Rosa. El certificado de consagración de Slipyj se ve perfectamente fraudulento, igual que la foto con Photoshop de esa alegada consagración. No hay huella de esta consagración en la iglesia Santa Sofía en Roma, no está el nombre de Ambrose Moran en los anuarios católicos (los anuarios no conservan papeles, pero dan los nombres para confirmar la existencia del papel, la respuesta del P. Pfeiffer fue muy evasiva respecto a este punto). ¿Qué puede replicar al testimonio del P. Chirovsky? Personas revisaron directamente con la Eparquía de Toronto y fue negativa. Y hay papeles ortodoxos claros, como el curriculum vitae presentado a Gregory, o su abjuración fotografiada del catolicismo, la cual, comprensiblemente, a usted no le gusta. Ambrose [Willian Moran] tuvo una vida muy agitada, usted tiene todo un geiser de cosas maravillosas que hizo o intentó hacer y las huellas que dejó tras de sí.

Estando yo tan lejos no puedo verificar los lugares, los papeles y reunirme con las personas, pero incluso desde el otro lado del mundo, esto no se ve bien. La gente que está escarbando y buscando son sus propios fieles. Yo no estoy coordinando nada, pero insto a todas las partes a poner la verdad completa sobre el tejado de una vez, y me limito a valorar las afirmaciones fantásticas de Moran y sus patrones de comportamiento.

Por tanto:

3. El GOCA [“Genuina Iglesia Ortodoxa de América”, grupo cismático]. Debemos tragarnos, bajo pena de ser acusados de ser malvados calumniadores con segundas intenciones, que WM no se unió a esta rama cismática. Si estuvo 4 meses, ¿por qué actuó con tanta precipitación hasta llegar a involucrarse en una consagración episcopal cismática al principio de su estadía, mientras Gregory [actual líder de la GOCA] no mostraba ningún signo de retornar a la Iglesia Católica? ¿Es suficiente una promesa en privado para participar en esta ceremonia como co-consagrante, antes que todas las cosas hayan sido declaradas y comprobadas públicamente?

4, 5, 6, etc. La lista de cuentos de hadas que se nos pide creer continúa aumentando.

Lo siento, cuentos de hadas:

Dos obispos más esperando en los pasillos, Mons. Lefebvre estaba enterado de mi trabajo mientras que yo estaba convalidando sus dudosas confirmaciones. Fui mantenido en reserva por Mons. Lefebvre hasta ahora… y todo esto a través de la comunicación directa con su abogado de Nueva York el cual convenientemente ya murió.

Nosotros somos culpables de una negativa sistemática a creer o, peor, puro odio (“por qué tanto odio hacia nosotros, bla bla bla”) .

Toda la vida de WM es un “mariposeo” religioso, como una mariposa tratando de probar todas las religiones sin apegarse a una en particular. Podría usted considerar amablemente que él lo usará y engañará hasta que usted triunfalmente saque fotografías de él con los novus ordo, liberales de misa en latín, sedes, ucranianos… y si añadimos las recientes fotografías con el Obispo Gregory, esto hace un tapiz impresionante. El “Paulo VI y Juan Pablo II saben de mi trabajo” sugiere un falso ecumenismo, lo mismo que su familiaridad con los jesuitas americanos.

Usted está luchando para demostrar su validez, entiendo eso, pero la validez no es lo único que importa. Usted está envuelto en una actitud que casi nadie entiende dentro de la Resistencia.

Su indulgencia hacia Moran es muy extraña cuando la confrontamos con su severidad contra Mons. Williamson, los Dominicos, el P. Zendejes… y ese sermón en Quebec donde manda a los sedevacantistas al infierno. ¿De qué vale su intransigencia hacia Mons. Fellay ahora?

Por último, ¿podría explicarme por favor cómo las expresiones “no estamos trabajando con él” y “no nos asociamos con él” pueden ser entendidas mientras él celebra la misa dominical en Boston, toca el Santísimo Sacramento, predica y se publica en Youtube con sus bendiciones, y mientras usted sabe que está cubriendo la misión de Colorado en su lugar? ¿Eso es “sólo visitar? O usted está autocumpliendo su profecía de que “si Mons. Faure y Williamson no vienen y si Mons. Fellay no se convierte, la Providencia proveerá?

Es la segunda vez que usted me pide que me disculpe, pero todavía estoy esperando su amable respuesta a mi desconcierto por las declaraciones hechas por WM.

Tal vez usted no me responde porque cree que soy una mala persona que no quiere escuchar la verdad. En tal caso, imite a Nuestro Señor que dijo la Verdad a los Fariseos, quienes Él sabía que no iban a escucharlo.

No es por usted, no es por mí, no es por el P. Pfeiffer, no es por nosotros. Es por la Verdad que debemos revelar lo concerniente a WM. Yo no lo conozco, por lo que tampoco es por él en lo personal. Si su única respuesta es “usted nos calumnia”, una tercera vez, bien, caso cerrado. Hagámoslo público.

In Iesu et Maria,

Noviembre 14 2015, Fiesta de San Josafat.

François Chazal+

miércoles, 30 de marzo de 2016

COHERENCIA ABANDONADA

Syllabus



El P. Joseph Pfeiffer es uno de los sacerdotes que se han erigido fragorosamente en paladines de la Resistencia, campeones de la ortodoxia católica, custodios de la integridad doctrinal, vigías celosos que se encargan de mantener la pureza de la religión “cueste lo que cueste y caiga quien caiga”, denunciando las “herejías” que corroen la virtud por ellos salvaguardada. Cual doctores incoercibles, como nuevos Atanasios, Hilarios y Agustines, despliegan una incansable y ampulosa verborrea a lo largo de extensos y espontáneos discursos que apelan a los más caros sentimientos de los fieles. Lanzan sus dardos con voz tronante a quien esté dispuesto  a escucharles, para seguirlos en sus campañas libertadoras contra quienes han señalado como sus más encarnizados enemigos personales, a quienes han jurado abatir. El único problema es que estos Maestros de la verdad, estos Generales de la guerra santa, estos Líderes impetuosos de una nueva cruzada, lejos de ser fuentes de agua pura y cristalina, son por el contrario como “cisternas rotas que no pueden retener el agua” (como dice el profeta Jeremías), que sólo ofrecen un agua turbia y cenagosa. De sus aljibes sólo sale ahora ignorancia teológica, incoherencia, hipocresía y petulancia.

Como vemos en este caso del falso obispo Moran, cuelan el mosquito y se tragan el camello. También  puede aplicárseles la parábola de Lucas 6,41, pues señalan la paja que creen ver en el ojo del hermano, sin detenerse a ver la viga en el propio ojo. En este caso, haciendo causa común contra Mons. Williamson a raíz de una deficiente respuesta a una mujer birritualista (en una conferencia en EE.UU, en julio de 2015), y haciendo abstracción de toda su conducta y sus palabras de siempre. Leíamos recientemente en un artículo que lo mismo ocurrió cuando San Pablo, que predicó tantísimas veces contra la necesidad de circuncidarse para recibir la fe, sin embargo circuncidó a su discípulo Timoteo. Desde entonces los “vigías” de la fe de entonces –sin intentar comprender las razones del Apóstol-  comenzaron a atacar violentamente a San Pablo y tratarlo de hereje, a los cuales el gran Apóstol debió en un momento salir a reprender.

El P. Pfeiffer dijo en su momento que asistir a las misas de la FSSPX era incurrir en el pecado y delito canónico de communicatio in sacris (lo cual es falso y demuestra la grave ineptitud teológica de este sacerdote, pues no puede decirse que los sacerdotes de la FSSPX son acatólicos, por más liberalismo que los hayan invadido), pero luego llevó un falso obispo que ni siquiera es católico a su seminario y su capilla de Boston para que ejerciera allí sus “sacras” funciones, con lo que incurrió él sí en el pecado y delito de communicatio in sacris, llevando a sus fieles a participar activamente en un rito celebrado por un acatólico (Cfr. CIC 1917, Can. 1258).

El P. Pfeiffer acusó a Mons. Williamson de apañar a un sacerdote que hace unas décadas cometió ciertos pecados muy graves, pero luego el P. Pfeiffer llevó a su seminario y a sus capillas a un sacerdote pedófilo condenado (arrestado por tenencia de pornografía infantil), removido del estado clerical y vuelto al estado laical (ver acá). Así que sometió a sus seminaristas a tal escoria pese a las múltiples advertencias recibidas.

¿Después de todo esto, el P. Pfeiffer aún se atreve a hablar como un gran defensor de la fe y la verdad?

Como podemos ver, estos “guardianes de la fe”, en realidad se rodean de una gran parafernalia para ocultar su vocación cismática, que se enanca en un orgullo inveterado, el cual requiere para apuntalarse de un enemigo enfrente que haga las veces del “diablo” de su película. Este enemigo es Mons. Williamson, especie de monstruo Endriago que debe ser vencido por los Amadís de Gaula de nuestros días, revestidos de sotana extra large. Los otros dos obispos antiliberales y fieles continuadores de Mons. Lefebvre en la Resistencia también ocupan ahora tal maléfico papel antagonista.

Pero aunque han sido amplia y razonablemente rebatidos en diversos sitios y blogs de la Resistencia, no obstante, estos opugnadores y fanatizados neo-apóstoles, buscando los primeros puestos, continúan su oprobiosa tarea de engañar y arrastrar a quienes, más desvalidos, desconocen sus tretas para conducirlos al círculo cerrado del fariseísmo, donde ellos reciban la codiciada premiación de ser los “mejores”. Para ello no trepidan en denigrar, calumniar, acusar, tergiversar, mentir o perseguir a quienes se les opongan. Pero la verdad es muy paciente, y sin necesidad de hacer el ruido que hacen sus escandalosos opositores, simplemente se presenta, se muestra y deja que el que la quiera ver, la vea. La verdad no fuerza a nadie, pero tampoco se ausenta de aquel que la desea. Allí está expuesta. Los que actúan como cismáticos buscan nuevos disfraces con que tapar sus errores. Cortinas de humo para distraer la atención. Campañas de difamación para empinarse a sí mismos. Como diría el Padre Castellani: ¡Cuidado con las alimañas que se esconden en las cisternas agrietadas!  

OTRA ADVERTENCIA A LOS FIELES ACERCA DEL P. PFEIFFER


Se dan a conocer estos hechos porque el P. Pfeiffer se dedica habitualmente a denigrar a Mons. Williamson, acusándolo, entre otras cosas, de proteger a un Sacerdote pedófilo. Desconocemos los detalles del caso, pero confiamos en que el Obispo cree en el arrepentimiento y enmienda de ese Sacerdote, y en que su actitud hacia éste se funda en la verdadera caridad.

“El que esté libre de pecado, lance la primera piedra”

¿El P. Pfeiffer tiene derecho a lanzar la primera piedra? ¿Qué pasa en este orden de cosas con el P. Pfeiffer,  feroz acusador y lapidador implacable de Mons. Williamson?

En un sermón dado el 13 de marzo de este año (llamado curiosamente “Malicia Eclesiástica”), el P. Pfeiffer afirma lo siguiente:

"En Filadelfia también han tomado nuestra capilla, por lo que la gente ahora va a la Misa del Padre N. Él es amigo de nosotros. Es un largo viaje en coche, pero él está tomando el cuidado de esas personas".

Pero sucede que el “Padre N” es un pedófilo condenado en proceso canónico y en proceso criminal del fuero civil (¡¡¡!!!).

En efecto, la diócesis “X” emitió un comunicado diciendo:

Se informa a los fieles que “N”, antiguamente sacerdote de la Diócesis “X”, fue removido del estado clerical y regresado al estado laico por el Santo Padre, papa Francisco, (fecha). […] En (fecha), el Obispo “Y” retiró a “N” del ministerio público cuando la Diócesis de “X” se dio cuenta que había sido arrestado por posesión de pornografía infantil, por lo cual “N” fue sentenciado a dos años de libertad condicional. […] El señor “N” tiene prohibidas sus funciones como sacerdote en la Iglesia Católica y no debe presentarse como tal.

Otra diócesis: 

Las indicaciones más recientes son que "N” ha estado sirviendo en la Capilla “X”. Esta capilla no está afiliada de ningún modo a la Diócesis o a la Iglesia Católica. Ya que el Sr.“N” ha sido removido del estado clerical, tiene prohibidas sus funciones como sacerdote en la Iglesia Católica y no debe presentarse como sacerdote. Su celebración de los sacramentos sería gravemente ilícitay en el caso de matrimonio y absolución sacramental, normalmente inválido.

El testimonio de un fiel del P. Pfeiffer:

Este “N” vino a Boston la primavera pasada. No solo los seminaristas le estaban sujetos sin ninguna advertencia acerca de su verdadera identidad, sino que uno de los seminaristas, muy familiarizado con este caso, alertó al P. Pfeiffer acerca de él. Fue ignorado rotundamente, al igual que la protesta pública universal acerca de Ambrose fue rotundamente ignorada.

Un abogado, fiel tradicionalista, defendió al “padre N” de las acusaciones en su contra. Sólo para después retractarse públicamente con estas palabras (extracto):

Retractación de mi defensa al “P. N”, la cual ofrezco con una disculpa pública.

Cuando él me dijo que era inocente de descargar intencionalmente pornografía infantil y no podía defenderse de estos cargos sin comprometer el secreto de confesión, hice un esfuerzo para encontrar evidencia para cuestionar la verdad de los cargos en su contra.

Durante los últimos dos años, pero particularmente durante los últimos seis meses, he llegado a conocer al “P. N” mucho mejor. Admito haber cometido un serio error de juicio acerca de su carácter. Él ha sido sorprendido repetidamente en actos de engaño, detracción y calumnia por varios testigos. La evidencia de sus fallas morales habituales y obstinadas fueron puestas ante un consejo, que advirtieron que debía ser removido inmediatamente. También fue puesta ante un sacerdote anciano, un abogado canonista quien, después de una amplia investigación, dijo que yo tenía la obligación de removerlo, así como una responsabilidad moral de hacer reparación por haberlo traído a nuestra misión.

Ya no puedo justificar la hipótesis de la inocencia del “P.N” respecto a su condena criminal. Me engañó y continúa engañando a muchos otros, de que es un hombre virtuoso, pero la verdad siempre sale a la luz al final. Es con pesar, pero por obligación moral, que por este medio formalmente retracto cualquier cosa que dije o escribí en su defensa. Me disculpo con cualquiera que pudo, basado en mi defensa, presumir que fue injustamente perseguido por las autoridades judiciales y los oficiales diocesanos. Su registro público es el de un criminal condenado por cargos relacionados con la pornografía infantil, y advierto a todos los que se confíen ellos mismos y sus familias a él, que tengan esto en mente. 

Carta firmada.


Por si esto fuera poco, el “padre” N fue ordenado en el Novus Ordo, y antes de entrar al seminario, se dedicaba al modelaje...

EL P. PFEIFFER Y EL FALSO OBISPO MORAN: ES UN DEBER PREVENIR A LOS FIELES Parte 2

El impostor William (Ambrose) Moran

"Está claro que los Padres querían forzar al Obispo [Williamson] a ordenar a sus seminaristas, pero sin cumplir con las demandas del Obispo. Esta fue la causa principal por la que empezó la oposición entre el P. Pfeiffer y Mons. Williamson. De allí la desesperación de los Padres para encontrar un “obispo” para ordenar a sus seminaristas a cualquier precio. Entonces llegó Moran"


Nota: hemos destacado en negrita ciertos pasajes.



LAS CAUSAS PROFUNDAS DEL “MORAN-GATE”
No podemos concluir este estudio, sin mencionar las CAUSAS PROFUNDAS que llevaron a los Padres a asociarse con Moran, porque este no es un caso aislado; es solamente la “punta del iceberg”. La impía asociación de los Padres con Moran es solamente una consecuencia de causas específicas, llevándolos a esa grave falta de juicio prudencial, especialmente en el P. Pfeiffer.
1) ACTIVISMO EN SU APOSTOLADO
Activismo en la vida espiritual es un defecto que conduce al apóstol a basar sus frutos apostólicos más en actividad externa que en cultivar la vida interior.
Nadie ha condenado mejor el activismo y ha expuesto sus peligros que el P. Jean Baptiste Chautard en su libro: “Al alma de todo Apostolado”. Él cita al difunto Cardenal Mermillod, quien llamó al activismo “la herejía de las buenas obras”. El P. Chautard agrega este comentario: “Él usa esta expresión para estigmatizar al apóstol quien pasa por alto su papel secundario y subordinado, y mira solamente su propia actividad personal y talentos como las bases del éxito apostólico”. Y más adelante: “estos herejes activistas, por su parte, imaginan que dan más gloria a Dios apuntando sobre todo a los resultados externos”. Y concluye: “Rechazar la verdad, o ignorarla en las acciones de uno, siempre constituye un desorden intelectual en la doctrina o en la práctica”.
Como el seminario ha sido el centro del “Moran-gate”, aprovecharé para señalar los problemas de los Padres en su funcionamiento. Todos estamos de acuerdo que abrir un verdadero Seminario católico hoy en día es una absoluta necesitad, pero también es un gran desafío. Y hay elementos fundamentales que no pueden pasarse por alto, tanto a nivel práctico como en el plano de los principios.
El primer elemento práctico que los padres pasaron por alto en el funcionamiento de su Seminario, es que consume mucho tiempo. ¿Cómo los padres tratan de reconciliar esta tarea tan seria con un apostolado muy ocupado fuera del Seminario? Una de las “soluciones” de los Padres a este problema fue el confiar a los seminaristas a un laico no calificado, Pablo (sic), durante su ausencia…
A este problema, añadimos otro de carácter práctico, más importante, concerniente al programa de estudios. El P. Voigt, cuando dejó el seminario después de vivir allí algunos años, expuso públicamente los serios problemas con la organización del Seminario, con lo cual el P. Hewko estuvo de acuerdo.
Sin embargo, no se han tomado soluciones reales para resolver estos problemas.
Otro elemento importante que los Padres pasaron por alto con su Seminario fue en el nivel de los principios.
Cuando los Padres abrieron el seminario, ellos debieron saber que era necesario obtener primero el apoyo de un Obispo, y debieron esperar que éste les presentaría algunas peticiones, de acuerdo al Derecho Canónico, antes de aceptar ordenar a los seminaristas. Yo sé con seguridad que hubo algunas solicitudes específicas presentadas por Mons. Williamson al Seminario, porque el P. Pfeiffer me las mencionó. Éstas no eran irrazonables. Pero en lugar de cumplir con las solicitudes del obispo, el P. Pfeiffer consideró que tenía el “derecho” de que sus seminaristas fueran ordenados… Es importante retener que en la Iglesia no HAY DERECHO a ser ordenado, aunque esta petición venga de un sacerdote presentando sus candidatos o por los candidatos mismos. Es la Iglesia, a través del Obispo, quien tiene la última palabra. Está claro que los Padres querían forzar al Obispo a ordenar a sus seminaristas, pero sin cumplir con las demandas del Obispo.
Esta fue la causa principal por la que empezó la oposición entre el P. Pfeiffer y Mons. Williamson. De allí la desesperación de los Padres para encontrar un “obispo” para ordenar a sus seminaristas a cualquier precio. Entonces llegó Moran. Este es otro mal fruto de su activismo.
Las supuestas "razones doctrinales'' detrás de esta oposición invocadas recientemente por el P. Pfeiffer en contra de nuestros obispos, son sólo nuevos pretextos para la escalada de este conflicto en contra de ellos. Por lo tanto, no es cierto, como P. Pfeiffer afirma, que nuestros Obispos se 'oponen' a la apertura de seminarios en la resistencia; podemos ver que Mons. Faure está dirigiendo exitosamente uno en Francia.
Entendemos por qué nuestros Obispos han sido reacios en ayudarlo con su seminario. Temen que el peligroso espíritu del padre sea imbuido a sus seminaristas. Y los que dejaron el seminario, cuando se dieron cuenta de esta mentalidad peligrosa, algunos de ellos compartieron ampliamente conmigo su mala experiencia en el seminario del P. Pfeiffer.
2) AUTOCOMPLACENCIA EN SU “EXITO” Y HABILIDADES
La autocomplacencia es definida como “auto-satisfacción, especialmente cuando es acompañada por el desconocimiento de los peligros o deficiencias”. La autocomplacencia es una clase de orgullo que crea demasiada autoconfianza en las propias fuerzas y empresas.
El P. Pfeiffer en particular, alentado por el aparente “éxito” de su apostolado, fue conducido a confiar exclusivamente en su propio juicio personal y sus propias decisiones, hasta el punto de no considerar algunos principios prudenciales y por voluntariamente evitar el escuchar las advertencias de otros sacerdotes.
La situación se agravó por el hecho de que el P. Pfeiffer no tiene superior; él no le responde a NADIE. Empezó rechazando la autoridad moral de nuestros obispos y terminó atacándolos sin misericordia. Incluso el P. Pfeiffer se atrevió a afirmar públicamente que Mons. Williamson estaba inspirado por un “espíritu demoniaco” (sic).
En contraste, en su propia organización el Padre perdió credibilidad y la confianza de sus miembros, hasta el punto que uno de ellos dejó el Seminario; los otros, trabajando en Asia y Australia, prefieren conducir ahora su apostolado independientemente de los P. P. Pfeiffer y Hewko.
La autocomplacencia lógicamente lleva a su víctima a ignorar sus propios defectos y critica a los otros usando la detracción, calumnia y otros pecados prohibidos por el 8vo mandamiento.
El apóstol, contaminado de autocomplacencia, está persuadido de su propia “infalibilidad”; él se expone a situaciones cada vez más peligrosas, convencido de que “no puede fallar”. Incluso, cuando se le muestra la evidencia de sus malas decisiones, se niega a retractarse de sus acciones y escala a una situación que, humanamente hablando, no puede ser rectificada.
3) AMBIGUEDAD EN SU DISCURSO Y ACCIONES.
La ambigüedad es un discurso no claro capaz de ser entendido en más de un sentido con la intención de engañar a otros.
Encontramos la ambigüedad especialmente después de su declaración del 7 de noviembre [VER IMAGEN DEL FINAL DE ESTA ENTRADA], cuando afirmaron que no tenían “nada que ver” con Moran, que “se fue”… pero al mismo tiempo, en la misma declaración, se negaron a dar las razones de su separación de Moran. Ellos todavía llamaron “Arzobispo” al impostor. Incluso después de su declaración, el P. Pfeiffer se alternaba con Moran para decir Misa en la misa misión de Colorado.
Los Padres podrán engañar algunos fieles con poca formación e información con su retórica ambigua, pero la mayoría de la Resistencia no cae. Y cada vez más fieles están retirando su apoyo.
4) UN GRAVE DESACATO A LAS LEYES DE LA IGLESIA
Los Padres manifestaron durante el “Moran-gate” un deliberado y constante desacato a las Leyes de la Iglesia.
Ellos voluntariamente cruzaron muchas “líneas rojas” e ignoraron todas las “alarmas” en materia canónica. Los Padres deliran al imaginar que el estado de necesidad de la Iglesia actualmente les permitiría hacer “lo que sea” que ellos quieran.
Como he comprobado más arriba, los Padres NO PUEDEN ignorar estas leyes; ellos voluntariamente desacataron y despreciaron, para lograr su propósito egoísta, contratando los servicios de cualquier “obispo” con por lo menos Ordenes dudosas recibidas fuera de la Iglesia Católica. Para ellos, básicamente el fin justifica los medios…
He comprobado también que, de acuerdo a los Canonistas, la communication in sacris se fundamente en la Ley Divina, y no solo en la eclesiástica. La Ley Divina NO TIENE EXCEPCIONES, a diferencia de la pura ley eclesiástica. Por lo tanto, su cooperación en la profanación de los Sacramentos por Moran es absolutamente inexcusable.
5) UNA TENDENCIA AL CULTO DE LA PERSONALIDAD
Todos los elementos arriba mencionados convergen y tienden hacia el peligro de un culto de personalidad con el P. Pfeiffer. Algunos elementos adicionales confirmarán esta tendencia.
El primero es el excesivo deseo de protagonismo del P. Pfeiffer, pues él se considera a sí mismo el “líder” de la Resistencia. Esta actitud está en evidente contraste con la de Mons. Lefebvre, quien se negó siempre a ser etiquetado el “líder de la Tradición”.
El P. Pfeiffer realmente cree que es el líder de la Resistencia, rechazando a cualquier otra persona que desafíe su liderazgo, incluso obispos. Como resultado, casi cada sermón o conferencia es inmediatamente subido a internet. Tiene ciertas cualidades de oratoria, pero sus recientes sermones y conferencias lo traicionan mostrando una afinidad con Mons. Fellay… Sus largos sermones son confusos, perturbadores y especialmente enfocados en ataques personales. Él trata a la gente de manera poco caritativa, hasta el punto de destruir su reputación. Puede ser duro, despótico, autoritario con todos.
Él debería recordar que la Caridad es la primera cualidad de un Pastor, de los cuales Mons, Lefebvre fue siempre un modelo, atacando verdaderamente los errores, pero respetando las personas, especialmente las investidas de autoridad.
En contraste, el Padre escribe muy poco, dejando este trabajo a los laicos, especialmente a Gregory Taylor [editor de The Recusant].
Como consecuencia, el P. Pfeiffer no puede tolerar a nadie que disienta de sus propias opiniones personales. No puede aguantar la oposición de otros, incluso las legítimas, especialmente cuando sus cualidades “apostólicas” son cuestionadas. Si usted se atraviesa en su camino, lo destruirá, no importa los medios que el considere necesarios… Qué diferencia con Mons. Lefebvre, quien siempre permitió a sus amigos que disintieran con él en materias de opinión y siempre estaba dispuesto a escuchar las sugerencias de otros.
Es del dominio público que sus ataques favoritos han sido contra algunos sacerdotes de la Resistencia y especialmente nuestros Obispos, incluyendo ataques personales. Los que se atrevan a disentir, o no pensar como él, son desacreditados, acusados de traición e incluso calumniados. Esta actitud lo aisló no solamente de la mayoría de los sacerdotes de la Resistencia y nuestros Obispos, sino incluso la mayoría de los sacerdotes de su organización.
La manipulación del P. Pfeiffer es más evidente entre los laicos. Menos preparados en cuestiones teológicas y habiendo sufrido en el pasado de muchas decepciones por parte del clero. Estos fieles, casi instintivamente, tienden a tener “confianza absoluta” hacia un líder que sea “carismático” y tenga una fuerte personalidad como el P. Pfeiffer. Los incondicionales del P. Pfeiffer, especialmente algunos blogueros furiosos, están contaminados por el culto de personalidad hacia él y seguirán al P. Pfeiffer A DONDE SEA que los lleve, no importa la dirección…

ACTITUD PRÁCTICA HACIA LOS PADRES PFEIFFER Y HEWKO
¿Cuál debe ser la actitud práctica de los sacerdotes y fieles de la Resistencia hacia los Padres, mientras ellos se nieguen a retractarse de su graves acciones?
Mientras los Padres no hayan: 1) denunciado a Moran como acatólico, 2) fuerte y claramente se retracten de su asociación con Moran y 3) hagan una ceremonia de reparación en su capilla profanada:
-Ningún sacerdote debe celebrar Misa en su capilla o participar en ninguna ceremonia religiosa allí;
-Los fieles no deben asistir a ninguna ceremonia religiosa en esa iglesia;
-Los sacerdotes y fieles tienen la OBLIGACION de separarse del apostolado de los Padres, rechazando su ministerio, rechazando enviar vocaciones a su seminario, y rechazando apoyarlos financieramente.
En tiempos normales de la Iglesia, las autoridades hubieran forzado a los Padres a hacer estas cosas. En nuestra situación, esta actitud hacia los Padres es un deber de conciencia.
De lo contrario, cualquiera que se asocie con ellos, a sabiendas y voluntariamente, sería cómplice de sus acciones porque implicaría colaboración en la asociación de los Padres con Moran.


Pertinaces: el sitio pfeifferista furioso de El Paso (Texas, USA) publica, ayer 29 de marzo, la declaración en la que los Padres Pfeiffer y Hewko, ante el grave escándalo causado y la evidencia aplastante, dicen desasociarse del impostor Moran, al que, no obstante, siguen reconociendo como "Obispo" y "Arzobispo". Es más: el P. Ortiz hace notar que "incluso después de su declaración, el P. Pfeiffer se alternaba con Moran para decir Misa en la misa misión de Colorado."

martes, 29 de marzo de 2016

EL P. PFEIFFER Y EL FALSO OBISPO MORAN: ES UN DEBER PREVENIR A LOS FIELES Parte 1


El "Obispo" Moran con el P. Pfeiffer y Gregory Taylor, editor de "The Recusant"

"Desgraciadamente, es evidente la necesidad de denunciar estas acciones con los dos estudios del caso Moran. Si no lo hacemos, hay un grave peligro de comprometer los principios y unidad de la Resistencia Católica. Nosotros, como Católicos, no podemos tolerar que aquellos que afirman combatir por la Fe católica se asocien con un comprobado cismático e impostor." 

P. Juan Carlos Ortiz 


Los Padres Pfieffer y Hewko se asociaron el año pasado con un falso obispo católico, lo que ocasionó un grave escándalo en los fieles y en los sacerdotes que tenían lazos con ellos, debido a que a este falso obispo se le permitió celebrar la misa en el altar de la capilla del Seminario de la FSSPX-MC y confesar a los fieles. 

El R.P. Juan Carlos Ortiz escribió en diciembre de 2015, un amplio estudio canónico y teológico con numerosas pruebas, en el cual demostró de manera fehaciente que William (Ambrose) Moran es un falso Obispo católico. 

Ese estudio completo puede ser leído acá

Así se expresa el P. Ortiz:

En el año 2015, un hombre llamado William (conocido como Ambrose) Moran-Dolgorouky entró en contacto con dos sacerdotes del seminario Nuestra Señora del Monte Carmelo en Boston, KY, Padres Joseph Pfeiffer y David Hewko, afirmando ser un “Arzobispo Católico” en buena relación con la Iglesia Católica y aseverando haber recibido la “misión” para ayudar al movimiento Tradicional Católico Latino, por pedido del difunto Cardenal Joseph Slypyj (1892-1984), el antiguo Arzobispo Mayor de la Iglesia Católica Ucraniana.
Hemos descubierto muchas graves inconsistencias acerca de la vida anterior de Ambrose Moran que abren el camino para cuestionar legítimamente la autenticidad y validez de sus afirmaciones. Consultamos el confiable testimonio de las autoridades religiosas (católicas y ortodoxas) y muchos documentos y las entrevistas disponibles en internet respecto a la vida y afirmaciones de William Moran.
En sus conclusiones, el R.P. Ortiz afirma:
1. ¿Recibió Moran las Ordenes válidas? Expusimos en la tercera parte de este estudio que todos los HECHOS PROBADOS tomados conjuntamente, nos llevan a concluir que todas las Ordenes recibidas por Moran fueron de manos de Obispos ortodoxos cismáticos, y nunca de un Obispo Católico.
SACERDOCIO: A pesar del hecho de que Moran presentó un Certificado de Ordenación Sacerdotal, no hay prueba de la validez de esta “ordenación” en 1974, porque Nicolas Ilnyckyj, el obispo cismático que supuestamente lo ordenó. ¡Fue consagrado obispo en 1978! Por lo tanto, no solamente Moran no es un Sacerdote Católico porque nunca fue ordenado sacerdote por un Obispo Católico, sino que incluso su “ordenación sacerdotal” cismática es gravemente cuestionable.
EPISCOPADO CISMÁTICO: El “Certificado de Consagración Episcopal” de Moran en 1976 por el obispo cismático Hryhorij [Gregory] Ohouchuk, y otros dos obispos de la iglesia ortodoxa autocéfala Ucraniana en los Estados Unidos, no puede ser una prueba legal porque dos importantes fechas fueron alteradas: el año de la fecha de la ceremonia fue visiblemente alterado a mano para indicar “1976” y la fecha de su “Santo Bautismo y Crismación” fue reemplazado por “1953”. Por lo tanto, Moran tiene una dudosa, tal vez inválida, consagración episcopal por los ortodoxos.
EPISCOPADO CATÓLICO: El supuesto “Certificado” de Consagración Episcopal por el Card. Slipyj en Roma en 1976, proveído por el mismo Moran, se comprobó fuera de toda duda de ser un documento falsificado, tanto por graves inconsistencias internas como externas. Por lo tanto, Moran jamás fue consagrado como Obispo Católico.
2 ¿Es Moran católico? Esta pregunta es muy importante, independientemente de que Moran haya recibido Ordenes “válidas” de los ortodoxos cismáticos, él debe ser un Católico en buena posición por la profesión de la integridad de la Doctrina católica y por no ser excluido por el Derecho Canónico para ejercitar LÍCITAMENTE las funciones sacerdotales. Respondiendo a esta pregunta, probaremos que Moran no es Católico y como consecuencia sería un grave pecado para cualquier católico, sacerdote o laico, el participar o recibir “cosas sagradas” de él (oraciones públicas, bendiciones o Sacramentos) o ayudar a Moran a dar estas “cosas sagradas”.
Y termina el P. Ortiz diciendo:
Ahora podemos afirmar, siguiendo toda la evidencia de los hechos presentados, y consultando la Teología y el Derecho Canónico, que William, conocido como Ambrose Moran no es católico.
Moran apostató de la fe católica al unirse a varias denominaciones ortodoxas cismáticas, adhiriéndose a sus errores, y recibiendo de ellos Ordenes dudosas, tal vez inválidas y afirmando tener dignidades eclesiásticas.
También utilizó documentos eclesiásticos alterados y falsificados, pretendiendo que recibió las Santas Ordenes y dignidades católicas por parte de católicos.
Como consecuencia, Moran incurrió en muchas censuras y penas severas para aquellos que salen de la Iglesia Católica y cometen tales crímenes.
Todos los católicos, sacerdotes y laicos, tienen la grave obligación de evitar recibir de él los ritos sagrados; de lo contrario incurrirán en penas previstas por el Derecho Canónico por communicatio in sacris.
Si Moran quiere regresar a la Iglesia Católica, será solamente con la condición de que rechace públicamente sus errores y acciones, e incluso entonces él solo regresaría como laico, no siendo capaz de ejercitar ningunas Ordenes Santas.
Por lo tanto, Moran no tiene ninguna “misión” que cumplir entre los Católicos Tradicionalistas; es una persona muy peligrosa.
"Obispo" Moran firmando su rechazo al Papado

A pesar de que los Padres Pfeiffer y Hewko recibieron este estudio y muchas advertencias más por parte de sus cofrades y fieles amigos, ellos los ignoraron y continuaron afirmando que Moran era católico, por lo que el P. Ortiz tuvo que publicar la segunda parte de su estudio (puede encontrarse completo acá), que dice (extracto):

Después de exponer en un primer estudio la falsedad de la identidad y afirmaciones de Moran, este segundo estudio tratará acerca de la responsabilidad personal de los Padres Pfeiffer y Hewko al asociarse con Moran.
Irónicamente, la asociación de estos Padres con Moran es peor que asociarse con las personas que los mismos padres afirman combatir… Peor que asociarse con Mons. Fellay y la neo-FSSPX, quienes por lo menos condenan el ecumenismo, pero Moran ha practicado el ecumenismo la mayor parte de su vida al “cambiar de iglesias” continuamente… Peor que asociarse con los sedevacantistas, quienes yerran al declarar vacante la Sede de Pedro, pero Moran, como todos los ortodoxos, negó el dogma de la Primacía del Papa… Peor que asociarse con la gente del novus ordo, quienes afirman pertenecer a la Iglesia Católica, pero Moran ha vivido confortablemente, la mayor parte de su vida, como un ortodoxo cismático.
Mi primer estudio se dirigió a desenmascarar la identidad y afirmaciones de Moran, sin exponer todavía la implicación moral de los Padres con el impostor. Pero el estudio contenía una advertencia amigable a los Padres, invitándolos a desasociarse claramente de Moran.
Todo lo que los Padres debieron hacer, después de ser confrontados con la total evidencia de los hechos expuestos en el primer estudio, era denunciar públicamente a Moran como no católico y rechazar todas sus otras afirmaciones.
Una declaración clara de los Padres habría manifestado definitivamente que ellos lamentaban esta asociación, que habían sido engañados por un estafador, y hubieran cerrado la puerta para cualquier asociación futura con Moran.
Los Padres nunca denunciaron a Moran como cismático y nunca denunciaron su asociación con él como algo malo.

Una prueba clara de que los Padres no se desasociaron de Moran es que el P. Pfeiffer desechó y atacó públicamente las pruebas presentadas en mi estudio, y tomó, otra vez, la defensa de todas las afirmaciones de Moran durante un sermón en su seminario el 7 de enero de 2016, el cual afirma ser la “respuesta” a mi estudio. Enfatizó que Moran era “católico” (lo repitió cuatro veces…) dejó en claro que no lamentaba en nada su asociación con él y, de nuevo, no mencionó la razón real de su “separación” de Moran en su “Declaración” del 7 de noviembre.

El "Obispo" Moran celebrando "misa" en el Seminario del P. Pfeiffer. Por cierto, "olvidó" rezar el Credo.
En particular, quiero probar en este estudio que, en tiempos normales de la Iglesia, los Padres Pfeiffer y Hewko habrían sido responsables y encontrados culpables ante las autoridades católicas de:
1) Participación activa en communicatio in sacris ("asistir activamente o tomar parte en las funciones sagradas de los acatólicos", canon 1258), al permitir que Moran, un cismático, celebrara “misa” varias veces y escuchara “confesiones” en su capilla del seminario.
2) Cooperar y permitir a Moran que celebrara “Misa” varias veces y escuchara “confesiones” en la capilla de su seminario, siendo que estaba impedido canónicamente.
Por consecuencia, los Padres tienen la grave obligación de desasociarse de Moran denunciándolo públicamente como cismático e impostor, y condenando su propia cooperación en la celebración de misas inválidas y administrando absoluciones inválidas por Moran.
Si estas acciones no son tomadas dentro de los seis meses que siguen a la primera communicatio in sacris, los Padres incurrirían canónicamente en una communicatio in sacris formal y serían considerados sospechosos de cisma.
Desde la publicación del primer estudio, más y más fieles se están dando cuenta de que la impostura de Moran fue más seria de lo que esperaban, y al mismo tiempo se preguntan por qué los Padres continúan defendiendo a este impostor. Como consecuencia, algunos centros de Misa han dejado de pedirle a los Padres que los visite, y otros grupos están divididos por la retórica ambigua de los Padres utilizada para minimizar su involucramiento con Moran, o para presentarse a ellos mismos como “víctimas”.
Ahora los Padres han lanzado una campaña de cortina de humo atacando a nuestros Obispos y a algunos Padres de la Resistencia para desviar la atención de su propia responsabilidad en el caso Moran. Mientras tanto, ellos están infructuosamente tratando de atraer a su lado algunos Padres de la Resistencia que no están muy bien enterados de este caso.
Para establecer la responsabilidad moral y canónica de los Padres en este caso, resumiremos éstas en los siguientes siete puntos:
1. Los Padres estaban completamente conscientes de los principios morales y canónicos concernientes a la ilicitud para los católicos de participar en communicatio in sacris con los acatólicos.
2. Los Padres descuidaron gravemente el conducir una investigación formal para verificar si Moran era un obispo católico válido y legítimo.
3. Los Padres descartaron intencionalmente toda la evidencia probando que Ambrose Moran era un cismático, que no tenía Ordenes válidas y que era canónicamente irregular.
4. Los Padres ignoraron voluntariamente las advertencias repetidas de sacerdotes confiables y laicos, respecto a la impostura y pretensiones de Moran.
5. Los Padres, por su propia iniciativa, libremente invitaron a Moran a celebrar “Misa” varias veces y escuchar “confesiones” en su seminario.
6. Los Padres tienen la obligación grave de reparar por su asociación con Moran.
7. Los Padres, por su activa participación en communicatio in sacris con Moran, un cismático, en tiempos normales hubieran sido declarados sospechosos de cisma por las autoridades católicas.
Desgraciadamente, es evidente la necesidad de denunciar estas acciones con los dos estudios del caso Moran. Si no lo hacemos, hay un grave peligro de comprometer los principios y unidad de la Resistencia Católica. Nosotros, como Católicos, no podemos tolerar que aquellos que afirman combatir por la Fe católica se asocien con un comprobado cismático e impostor. Esta impía asociación que los afecta directamente a ellos, puede afectarnos indirectamente si no la rechazamos firmemente.
Sobra decir que esta triste situación es solamente el resultado de la propia imprudencia de los Padres y una falta de aplicación de los principios católicos. Nadie más puede ser culpado por ello…
Los Padres se negaron a cerrar, como se los propuse en el primer estudio, el último capítulo de este caso Moran denunciándolo como cismático y “obispo” impostor, pero todavía se niegan a retractarse claramente de su asociación con él, y en lugar de eso, ellos continúan afirmando que Moran es “Católico” y tiene Ordenes válidas.
Tememos que su negativa a denunciar a Moran AHORA, dejará la puerta abierta para una nueva asociación con Moran en un futuro cercano, porque este impostor podría ser mantenido en “stand by” en los planes de los Padres… Una futura colaboración entre ellos y Moran es fácilmente previsible, especialmente en lo que concierne a la “ordenación” de sus seminaristas. El P. Pfeiffer está obsesionado con ordenarlos a cualquier precio y Moran sería el que hiciera el “trabajo”.
¿Y qué impedirá incluso la “consagración” episcopal del P. Pfeiffer por Moran, especialmente cuando continúa afirmando que Moran es católico y tiene “Ordenes válidas”? Si esto sucede, podríamos llegar a ver una “camada” de sacerdotes inválidos, como advirtió el P. Chazal, peor aún que la línea Thuc, engañando a las pobres almas, y entonces el cisma estaría consumado abiertamente…
Continúa...

CASA DE TOLERANCIA

Syllabus


Hace 28 años, Monseñor Lefebvre dejaba claramente explicitadas cuáles serían las condiciones que él pondría a los modernistas romanos, para llegar a entenderse con ellos:

«Suponiendo que de aquí a cierto tiempo Roma nos llame, quiera vernos otra vez y restablecer conversación, en ese momento soy yo el que pondré las condiciones. Ya no aceptaré quedarme en la situación en la que estábamos durante los coloquios. Plantearé la cuestión en el plano doctrinal: “¿Estáis de acuerdo con las grandes encíclicas de todos los Papas que os han precedido? ¿Estáis de acuerdo con Quanta Cura de Pío IX, Immortale Dei, Libertas de León XIII, Pascendi de Pío X, Quas Primas de Pío XI y Humani generis de Pío XII? ¿Estáis en comunión con estos Papas y con sus afirmaciones? ¿Aceptáis todavía el juramento antimodernista?¿Estáis a favor del reinado social de Nuestro Señor Jesucristo? Si no aceptáis la doctrina de nuestros predecesores, es inútil hablar. Mientras no aceptéis reformar el Concilio, considerando la doctrina de estos Papas que nos han precedido, no hay diálogo posible. Es inútil. De este modo, las posturas serán más clarasNo es poca cosa lo que nos opone. No basta decir: “Podéis decir la misa antigua pero hay que aceptar el Concilio”. No. No es la misa lo que nos opone, sino la doctrina». (Entrevista concedida a la revista Fideliter Nº 66, 1988).

Sin embargo, Mons. Fellay sostiene diálogo con las autoridades modernistas romanas, incluso afirma que el Papa Francisco está de lado de la FSSPX, y pone como única condición que Roma acepte a la FSSPX tal como es; por lo tanto, Francisco ha aceptado las otras condiciones especificadas por Mons. Lefebvre, ha aceptado la doctrina de los papas preconciliares y ha aceptado reformar el concilio.

En 1988 Mons. Lefebvre decía:

“Cuando se nos plantee la cuestión de saber cuándo habrá un acuerdo con Roma, mi respuesta es simple: cuando Roma vuelva a coronar a Nuestro Señor Jesucristo”. (Conferencia en Flavigny, diciembre de 1988).

Sin embargo, Mons. Fellay pone como única condición para el acuerdo que Roma acepte a la FSSPX “tal como es”; por lo tanto, ya ha coronado o está en vías de coronar nuevamente a Nuestro Señor Jesucristo.

En el año 2008, un antiguo profesor en el Seminario de La Reja, el P. Jesús Mestre, decía en la publicación oficial del Seminario:

“Mientras Roma no cambie, es inútil toda tratativa”.

Sin embargo, Mons. Fellay sostiene constantes, fructuosas y optimistas tratativas con Roma; por lo tanto, Roma ha cambiado.

En una conferencia a sus seminaristas en septiembre de 1988, decía Mons. Lefebvre:

“Muchos de los que nos han abandonado para unirse a Roma (conciliar) no comprendieron justamente lo que es el liberalismo y cómo las autoridades romanas, desde el concilio Vaticano II, están infestadas de estos errores. Si lo hubieran comprendido, hubieran huido, la hubieran evitado, se hubieran quedado con nosotros. Pero ellos no quieren creer en estos errores ¡Es grave! Porque al acercarse a estas autoridades, uno se contamina forzosamente”.

Sin embargo, Mons. Fellay y sus colaboradores se acercan y dialogan frecuentemente y cordialmente con las autoridades romanas sin temer contaminarse los errores; por lo tanto, estas autoridades de hoy ya no están infestadas de esos errores.

En la misma conferencia citada anteriormente, decía Mons. Lefebvre:

“Estas autoridades están imbuidas (…) de los principios del liberalismo: necesariamente, ellas actúan de conformidad con su manera de pensar. Por consiguiente, cuando ellas comienzan a tener relaciones con nosotros, ellas imponen estas ideas, puesto que son las autoridades. Son las autoridades, nosotros somos los inferiores, entonces ellas nos impondrán sus ideas. Mientras ellas no se deshagan de estos errores, del liberalismo y del modernismo, no habrá medio de entenderse con ellas.”

Sin embargo, Mons. Fellay no sólo se acerca a estas autoridades sino que dice que no quieren imponerle nada; por lo tanto, estas autoridades pueden entenderse con los tradicionalistas pues se habrían deshecho de esos errores.

El citado sacerdote profesor del Seminario de La Reja, decía también entonces:

“Es un ejemplo del espejismo de la Roma conciliar que, desde hace veinte años, sigue provocando muchos abandonos del combate de la Fey eso que no se les pedía «nada» a cambio. Y con todo, todavía hay algunos que se dejan tentar...«¿Qué nos pide a cambio de nuestro reconocimiento legal?: ¡¡¡NADA!!!». Pero no hay que dejarse engañar. Si Roma no pide aparentemente nada, es porque sabe que la inercia del Concilio hace lo demás”.

Sin embargo, ese mismo profesor hoy está de acuerdo con las tratativas llevadas adelante por Mons. Fellay; por lo tanto, la FSSPX es invulnerable a la supuesta inercia del concilio, pues está blindada contra todo daño que la pueda hacer caer. Pues, como sabemos, en Roma quieren a la FSSPX, y ésta ya no le pide a Roma que cambie pues no necesita hacerlo, ya que ha dejado de lado en gran parte el modernismo.

Desde luego, todas estas conclusiones puede sacarlas todo aquel que crea en las afirmaciones de Mons. Fellay y las autoridades de la Neo-Fraternidad en el sentido de que son fieles a Mons. Lefebvre y no hacen otra cosa que lo que él haría ahora.

Pero la realidad es otra.

Roma no sólo no cambió sino que cada día empeora en la puesta en práctica de su herejía modernista.

Y todo lo demás que se argumente (por ej., que la FSSPX con sagacidad y pragmatismo está imponiendo sus condiciones a Roma…que hay que separar la doctrina de la disciplina, como si esta última no fuera un medio para ordenarnos al cumplimiento de la primera…que Francisco admira a Mons. Lefebvre!!!, etc.) son insensateces que se dan de narices contra la realidad manifestada en la sabia decisión final de Mons. Lefebvre de enseñar que hay que separarse de esta iglesia conciliar para no dejarse abatir por ella y conservarse católicos. Sobran los ejemplos de los que han ido cayendo habiendo sido aceptados “como eran”. Contrariar esta realidad es decididamente soberbia o estupidez.   

Puede sintetizarse la traición de la Neo-FSSPX del siguiente modo:

En 1988, las CONDICIONES eran:

Que Roma acepte el magisterio de los Papas anteriores al Vaticano II (v.gr. encíclicas Quanta Cura, Immortale Dei, Libertas, Pascendi, Quas Primas, Humani generis), que acepten a Cristo Rey, que acepten el juramento antimodernista.

En 2012, las CONDICIONES eran:

"Condiciones sine qua non que impone la Fraternidad y que declara de las autoridades romanas antes de considerar un reconocimiento canónico:

1.- Libertad de guardar, transmitir y enseñar la sana doctrina del magisterio constante de la Iglesia y de la verdad inmutable de la Tradición divina; libertad de defender, corregir, reprender incluso públicamente los fautores de errores o novedades del modernismo, del liberalismo, del Concilio Vaticano II y sus consecuencias;

2.- El uso exclusivo de la liturgia de 1962. Conservar la práctica sacramental que tenemos actualmente (incluyendo las órdenes, confirmación y matrimonio)

3.- Garantía de al menos un Obispo.

Condiciones deseables:

1.- Tribunales eclesiásticos propios en primera instancia.

2.- Exención de las casas de la FSSPX en relación a los Obispos diocesanos.

3.- Comisión Pontifical en Roma para la Tradición en dependencia del Papa, con una mayoría de miembros y presidencia de la Tradición."
(Carta Circular del Secretario General de la FSSPX de 18 de julio de 2012).

En 2015, la CONDICIÓN es:

"Lo que hago ahora es  decir a Roma: la única, la condición sine qua non para aceptar un reconocimiento, es que nos acepten como somos." 
(Mons. Fellay, conferencia a los fieles en Brasil, noviembre de 2015).


Como vemos, la FSSPX reemplazó al magisterio anterior y la coronación de N.S. Jesucristo como condiciones de aceptación. La que ahora debe ser aceptada es ella y no El, no Cristo. Increíble soberbia que en definitiva lo que hace es destronar a Nuestro Señor como condición sine qua non para ponerse ella, la FSSPX, en su lugar. Ya no interesa la religión que el papa o los obispos profesen, sino que basta que toleren o soporten a la FSSPX. Se pasó de una demanda doctrinal a pedir la tolerancia, en el sentido de “Respetar las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferen-tes o contrarias a las propias” (Dicc. RAE). Pero, a la vez, es la FSSPX la que está planteando tolerar el error de los Romanos mientras no le exijan nada a cambio. Lo que se dice, una sucia maniobra política de carácter masónico para pactar la sobrevivencia de la FSSPX a cualquier precio, libre de toda persecución, cuestionamiento o incomodidad, tirando a la basura los principios católicos que son per se intolerantes con el error. Y así como Francisco no busca la conversión de nadie, sino como los masones tolerar todas las religiones, del mismo modo Mons. Fellay no busca la conversión de Francisco, sino que éste lo tolere, tolerándolo a su vez a éste. De manera tal que tanto uno como otro aceptan hacer de la Iglesia no otra cosa sino una Casa de Tolerancia.