PÁGINAS

viernes, 31 de octubre de 2014

MONSEÑOR LEFEBVRE, ¿“APARICIONISTA”?





Sí, seguramente el mismo Monseñor Lefebvre sería hoy acusado de tal “aparicionismo” por los enemigos de su obra y su legado, por los imprudentes y los fanáticos sin discernimiento que juzgan temerariamente a los demás.

Monseñor Lefebvre solía ir a San Damiano, aparición que no estaba aprobada por la Iglesia... allí él recibió muchas gracias de Nuestra Señora... la aparición está ahora condenada por el obispo del lugar... Esto lo dice el sitio La Porte Latine (http://laportelatine.org/international/communic/presse/europe/suisse/2011/rocher72/chroniquemaijuinl2011.php)

 Y afirmó en abril de 1974 Mons. Lefebvre:

“Y si por su gracia, por su bondad, Nuestro Señor quiere decirnos por medio de su Santa Madre, mensajes que Él desea sean comunicados al mundo, recibámosles si tenemos la convicción que son verdaderos, recibámosles con agradecimiento, con acción de gracias. Pero esto no debe disminuir la devoción en los medios normales que Dios nos ha dado”.

Finalmente nos parece conveniente retener estas palabras del P. Juan Bautista Scaramelli, en su obra "Discernimiento de los Espíritus":

“... es necesario tener siempre delante de los ojos aquel célebre dicho: Nequid nimis; que todo exceso es vicioso. El ser demasiado fácil dado a creer en gracias extraordinarias es vicio; pero también es vicio el ser demasiado difícil. Muchas almas se hallan que están ilusionadas por el demonio o por su fantasía; pero se encuentran también otras que son regaladas de Dios. En nuestros días non est abbreviata manus Domini. Y por eso es menester ir por el camino del medio: no ser ni crédulo ni incrédulo, de otra suerte caeremos nosotros en las ilusiones que tememos en los demás (Ndb: porque en esta materia iluso es no sólo el que cree lo falso, sino también el que no cree lo verdadero, como cuando los Apóstoles tuvieron por ilusas a las mujeres que vieron a Cristo resucitado, siendo ellos los ilusos). El camino del medio es, a mi ver, examinar bien las cosas, y decidir sobre el fundamento de razones buenas y sólidas. Si bien convengo también yo que en tales cosas extraordinarias es menester andar siempre un paso más atrás, pero que sea un paso, y no mil.”

miércoles, 29 de octubre de 2014

MONS. FELLAY: TRAS LAS HUELLAS DE LOS PAPAS CONCILIARES






En su sermón de clausura en Lourdes, Mons. Fellay, siguiendo aquel “leit-motiv” tan caro a Juan Pablo II, ha dicho: “No tengan miedo”.

Como puede verse en las imágenes debajo de esta nota, algunos sitios afines a la FSSPX han destacado en sus títulos principales esa frase.

Habiendo dejado de lado el combate de la fe, Mons. Fellay adopta cada vez más un lenguaje vacuo donde con bonitas palabras termina por no decir nada concreto en relación al combate contra los enemigos de la Iglesia católica, centrándose más bien en colocar de enemigos a sedevacantistas y resistentes.  Adopta en este sermón un lenguaje centrado en la “esperanza”, y con modismos afectados, disertando en cinco lenguas diferentes (¿habrá bajado a él el Espíritu Santo, como en Pentecostés?) y en todas con dicción y declamación actoral, poniendo énfasis allí donde debe demostrar que más sentimiento tiene, el Superior General de la Neo-FSSPX dio un discurso donde afirmó que no podemos resolver la crisis por nuestras propias fuerzas, y que por eso el Vaticano II le abrió la puerta al mundo, para evitar perderlo. Pero no solo el Vaticano tiene ese problema, dice, también está entre nosotros, como los sedevacantistas, o los supuestos resistentes, quieren resolver la crisis de la Iglesia por sus propios medios, un problema que nos sobrepasa (A esto debemos decir que, 1. La acusación a la Resistencia antiliberal -"por sus propios medios"- no tiene ningún fundamento, es absolutamente falsa y calumniosa, 2. Juzga buena la intención de los revolucionarios conciliares, al decir que quieren resolver la crisis de la Iglesia; al menos debería omitir el juicio de intenciones, y no absolver livianamente en cuanto al fin o intención.). Dios nos ha prometido su asistencia, continuó, miren el tesoro que Dios ha dado a nosotros sin mérito de nuestra parte, el tesoro de la Tradición. ¿Cómo pretendemos conservarlo por nuestras propias fuerzas? ¿Por medios humanos? El único medio de vencer está en el nombre del Señor. (Preguntamos: ¿entonces para que sigue teniendo cordiales relaciones con los herejes que ocupan el Vaticano, como el Cardenal Muller?)

Continúa diciendo: "La alegría del Señor es nuestra fuerza". Sin Dios no podemos hacer nada. Esto cambia toda la perspectiva.  Nosotros ya no vemos nuestras propias fuerzas. Miramos a NS. El miedo paraliza, impide avanzar, pero es natural, hace que corramos el riesgo, nos amenaza a replegarnos en nosotros mismos, NS dice que la luz no la ponemos bajo el celemín. Así fue la victoria de Gedeón.... Para vencer al mundo basta nuestra fe, no nuestros propios medios, no la metralleta, no las bellas palabras. La fe es suficiente para vencer al mundo.

Como ha señalado un forista, es destacable que las palabras "no tengan miedo" fueron las primeras palabras de Juan Pablo II y uno de sus “hits” más preciados en sus discursos. Del mismo modo, no "replegarnos en nosotros mismos" son palabras de Juan XXIII en la apertura del concilio, y eran habituales en sus discursos y en general en el discurso emanado del Vaticano II. Y son hoy aggiornadas a su modo por Francisco, cuando dice que prefiere una Iglesia que camine y se accidente a una Iglesia encerrada en sí misma y enferma.

Cabría preguntarse: ¿Dice Mons. Fellay a los sacerdotes y fieles que “no tengan miedo” de llegar a una plena reconciliación con Roma?





martes, 28 de octubre de 2014

PRIMER DIÁCONO PARA LA RESISTENCIA: HERMANO ANDRÉS OSB.

El Hno. Andrés es guatemalteco y pertenece al Monasterio de la Santa Cruz, Brasil.

Algunas fotos de la ordenación diaconal, realizada el pasado 26 de Octubre, en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, convento de las hermanas Rosarianas.






lunes, 27 de octubre de 2014

¡EL R.P. GERARDO ZENDEJAS DEJA LA NEO-FSSPX Y SE PASA A LA RESISTENCIA!


preaching from the pulpit


Este excelente Sacerdote ha dejado la Neo-FSSPX y se ha integrado a la Resistencia ayer domingo, Fiesta de Cristo Rey.

El P. Zendejas celebró su primera Misa ayer en Danbury CT, para los fieles de la resistencia de esa ciudad. Luego celebró otra Misa en Sparta, NJ.

El Padre no fue expulsado, él pidió su baja de la Fraternidad y la dejó. Su deseo es asentarse y poner a disposición de los fieles una capilla estable en el Noreste de Estados Unidos, para que gocen de una vida parroquial estable. También está trabajando para establecer una casa de ejercicios de San Ignacio.
¡VIVA CRISTO REY!

domingo, 26 de octubre de 2014

MONSEÑOR LEFEBVRE: CRISTO REY

Vosotros habéis escuchado esta mañana, en las antífonas que hemos cantado en Laudes y en todos los textos que leemos en la liturgia de hoy:
Nada es tan bello, nada es tan grande, nada es tan sublime que Nuestro Señor Jesucristo que es nuestro Rey.
¡Ah, si el mundo pudiera comprender que Nuestro Señor Jesucristo, hoy, puede y debe ser nuestro Rey!
Pero cuando se lo decimos al mundo moderno, se subleva. Por las palabras que dije en ese discurso que pronuncié en Lille, ¡qué de protestas por parte del mundo! Por haber hablado de los adversarios de Nuestro Señor Jesucristo; por haber dicho que Nuestro Señor Jesucristo era todavía nuestro Rey y que Él debía ser nuestro Rey y que no había más que un solo Rey en este mundo: Nuestro Señor Jesucristo.
El mundo ya no puede aceptar este pensamiento de tener por Rey a Nuestro Señor Jesucristo.
Pero si hacemos referencia a este hecho, que durante mil años Nuestro Señor Jesucristo reinó verdaderamente sobre los pueblos y las naciones durante mil años de cristiandad, entonces estamos diciendo cosas abominables, somos retrasados, escleróticos, gentes que no piensan más que en lo sucedido en los tiempos de la Edad Media. Estamos en el oscurantismo.
¡Pues no! Hasta nuestro último suspiro, nosotros proclamaremos que Nuestro Señor Jesucristo es nuestro único Rey; que no hay otro y que no habrá otro en el Cielo, solamente Nuestro Señor Jesucristo.
Y no es solamente cuando Él vendrá sobre las nubes del Cielo que Él será nuestro Rey.
Y tal vez sea por eso que cambiaron la fiesta de Cristo Rey a finales del mes de noviembre, para hacer comprender que Jesucristo será nuestro Rey al final de los tiempos, cuando descienda sobre las nubes del Cielo; pero no en esta tierra.
Pero nosotros decimos: Sí, en esta tierra Nuestro Señor Jesucristo es nuestro Rey. No solamente cuando Él venga a juzgar a todo el mundo; no solamente cuando venga sobre las nubes del Cielo. Él es nuestro Rey hoy. Él debe ser nuestro Rey mañana. Él debe ser nuestro Señor siempre. Y ésta es la única solución para que los pueblos lleguen a la paz, a la fraternidad, a la justicia, a la santidad, para que lleguen al Cielo. No hay otra solución.
Nosotros debemos entonces hacer todo lo que esté en nuestro poder, para que Nuestro Señor reine en las Sociedades; reine en las familias, reine en los individuos. Este es el papel del sacerdote, de las familias cristianas, de todos los que creen en Nuestro Señor Jesucristo, en su divinidad.
Entonces tengamos esta fe muy firme en nuestros corazones. Y si el mundo se sometiera completamente a las fuerzas de Satanás y a las fuerzas de los adversarios y a las fuerzas que se oponen a la Iglesia, nosotros aún proclamaremos la realeza de Nuestro Señor Jesucristo. No es porque los hechos estén contra nosotros, que Satanás haya podido, de alguna manera,  dominar al mundo; que nosotros debamos aceptar el reino de Satanás y hacer un compromiso con su reinado diciendo: “Bien, nosotros aceptamos que Satanás reine en ciertas sociedades y en cierta medida sobre el mundo”. Nosotros no podemos aceptar eso. Nosotros aguantamos, si no podemos hacer nada más; pero en nuestros corazones, tenemos siempre el deseo ardiente de decir: El día que podamos derrocar a Satanás, lo haremos. Aunque sea al precio de nuestra sangre, para que Nuestro Señor Jesucristo reine.

He aquí lo que es un verdadero cristiano, lo que un verdadero católico debe tener en su corazón, y no hacer compromisos con las fuerzas satánicas y las fuerzas subversivas del mundo. (Sermón del 31 de Octubre de 1976).


Mons. Lefebvre: Misa en la fiesta de Cristo Rey

sábado, 25 de octubre de 2014

COMENTARIO ELEISON Número CCCLXXX (380).- 25 de octubre de 2014



HISTORIA INTERNA – II

Los planes mejores diseñados de los hombres a menudo salen mal.
Cuando el Cielo habla, nosotros humanos debemos obedecer.

Cuando la idea de una Cruzada de Rosarios para la Consagración de Rusia fue primeramente expuesta a Monseñor Fellay en Junio del 2006, él aún no sabía que la idea era de hecho una directiva de Nuestra Señora – la mensajera había tenido timidez en decirle. Así que él no fue en contra de la voluntad del Cielo con conocimiento de causa cuando retornando a Suiza luego de su encuentro con la mensajera, él decidió atender a la idea de una Cruzada pero para aplicarla primariamente a la liberación de la Misa Tridentina, dejando la Consagración de Rusia entre las intenciones secundarias. Así que, como Nuestra Señora le dijo a Su mensajera, si bien Ella bendeciría la primer Cruzada como un signo que los mensajes provenían realmente de Ella, no lo sería para confirmar que la liberación de la Misa era lo que realmente Ella quería. La verdadera respuesta a la crisis de la Iglesia y del mundo yacía en la Consagración de Rusia, como pronto le quedaría bien claro al Monseñor.

Así, dado el respaldo de Nuestra Señora, la primer Cruzada fue un éxito inesperado tanto en el número de rosarios rezados por los fieles como en el cumplimiento por parte del Papa Benedicto XVI del deseo largamente esperado por Monseñor Fellay mediante la declaración en su Motu Proprio de Julio de 2007 que la Misa Tridentina nunca había sido abrogada.

Sin embargo, ya en Agosto del 2006, Nuestra Señora había dirigido a Su mensajera para que enviara a Monseñor Fellay una carta en la cual él esta vez era totalmente informado de todos los detalles de la súplica original de Ella, incluyendo que venía del Cielo. A esta carta el Monseñor había respondido positivamente diciendo que él usaría el impulso brindado por la primer Cruzada para lanzar la segunda, y que lo mejor era si él mismo tomaba cartas en el asunto. Pero, un año más tarde, enseguida después del Motu Proprio y hasta el final del 2007, Nuestra Señora dirigió a la mensajera para escribirle a él una y otra vez para recordarle a él el deseo de Ella de que una segunda Cruzada fuera apropiadamente dedicada a la Consagración de Rusia.

Todavía Monseñor Fellay dudaba en comprometerse a sí mismo, así que al comienzo del 2008 Nuestra Señora retornó aún más insistentemente con la misma súplica de que la Cruzada fuera dedicada a la Consagración. El problema era que Monseñor Fellay había estado por largo tiempo trabajando en su propio plan para resolver la crisis de la Iglesia mediante una reconciliación entre la Fraternidad San Pío X y Roma, y la súplica de Nuestra Señora no encajaba en ese plan. Por lo tanto, cuanto más progreso él parecía estar haciendo con los romanos hacia la reconciliación, más difícil devenía para él mantener su promesa de hacer lo que Ella pedía porque él sabía que lo que Ella pedía enojaría a los romanos. En efecto…

Fue alrededor de este tiempo que la mensajera, no teniendo conocimiento del porque el Monseñor estaba continuando a atascar la súplica de Nuestra Señora, le preguntó a Ella si la razón era que el Monseñor no estaba seguro que la súplica viniera en efecto de Nuestra Señora. “No”, fue la simple respuesta, mientras Nuestra Señora bajaba su cabeza y la movía suavemente de un lado al otro, “ese no es por qué”. Nuestra Señora no dijo cuál era la razón real, Ella solamente dijo que no era porque el Monseñor no creyera que era Ella misma la que estaba haciendo la súplica.

Nos aproximamos al clímax del drama. Y drama fue. A principios del 2008 el mensaje de la Santísima Virgen María concerniente a la Consagración de Rusia estaba deviniendo urgente, dado que Ella sabía que el Monseñor estaba seriamente pensando en hacer uso de la segunda Cruzada para sus propios propósitos. Esta vez el quería usarla para conseguir la segunda de las pre-condiciones para las discusiones con Roma – el levantamiento de las así llamadas excomuniones de los cuatro obispos de la FSPX en 1988.


Kyrie eleison.

SÁBADO MARIANO, NO OLVIDE REZAR EL ROSARIO.-


Prometo mi especial protección y grandes beneficios a los que rezaren devotamente mi Rosario.

Únase a los Cruzados del Corazón Inmaculado aquí.

viernes, 24 de octubre de 2014

¿ESTÁ VACANTE LA SEDE?.- POR EL R.P. DOMINIQUE BOULET.- PARTE 8

Tomado de Biblia y Tradición.

Traducción de Alejandro Villarreal.

5. La actitud sedevacantista:
5.1. La Misa Una Cum:
El Obispo Guérard des Lauriers [24] solía decir que “el citar a Juan Pablo II en el Te Igitur de la Santa Misa es cometer, objetiva e inevitablemente, el doble crimen del sacrilegio y el cisma capital.[Nota de B&T: Te Igitur es parte de la primer oración del canon de la Misa: “Te igitur clementissime Pater”.] Por el contrario, la expresión Una Cum en el Canon de la Misa no significa que uno afirme que se está ‘en comunión’ con las opiniones erróneas del papa, sino por el contrario, que uno desea orar por la Iglesia “y por” el papa, su cabeza visible. Con el fin de estar seguros de esta interpretación, reportaremos la rúbrica del misal para la ocasión en que un obispo celebra la Misa. En este caso, el obispo debe rezar por la Iglesia “Una cum… me indigno famulo tuo” lo cual no significa que él rece ‘en comunión conmigo, tu indigno servidor’ (¡lo cual no tiene sentido!), sino que el reza ‘y por mí, tu indigno servidor.’ Debemos entonces considerar que aquellos quienes niegan el pronunciar el nombre del papa durante el canon de la Misa piensan que la Iglesia ha perdido su cabeza visible, ¡esta actitud es cismática!
5.2. Validez de los Nuevos Sacramentos:
Muchos sedevacantistas sostienen que la Nueva Misa y los Nuevos Sacramentos siempre son inválidos. Ellos consideran que todos los sacerdotes ordenados por el nuevo rito, después de 1969, no son sacerdotes. Sobre este tema, permítanme citar al Arzobispo Lefebvre:
Ahora, es fácil demostrar que la Nueva Misa manifiesta una inexplicable aproximación con la teología y liturgia de los Protestantes. Los siguientes dogmas fundamentales del Santo Sacrificio de La Misa no están claramente representados e incluso son contradictorios… ¿Uno debe ir tan lejos como para concluir que estas Misas son inválidas? En tanto que las condiciones esenciales para su validez estén presentes: materia, forma, intención y validez en la ordenación del sacerdote, no veo cómo alguien pueda afirmar esto. Las oraciones del Ofertorio, el Canon y la Comunión del sacerdote, las cuales rodean las palabras de la Consagración, son necesarias, no para la validez del Sacrificio y el Sacramento, sino para su integridad. Es claro, sin embargo, que pocas y cada vez menos Misas son válidas en estos días al mismo tiempo que la fe de los sacerdotes es destruida y ellos no poseen más la intención de hacer lo que la Iglesia hace, una intención que la Iglesia no puede cambiar. La formación actual de aquellos quienes son llamados seminaristas no los prepara para celebrar una Misa válida.” [25]
5.3. Tergiversación de la verdadera naturaleza de la Iglesia:
En este punto, me gustaría ofrecer un diagnóstico de la actitud sedevacantista.
Los sedevacantistas están verdaderamente obsesionados con la cuestión del papado. Uno bien podría preguntarse si en muchos de ellos es debido a algún trauma sicológico. Es entendible su veneración ancestral por el papa y que parece desencadenar en ellos un verdadero pánico ante la idea de contrastar su querida imagen idealizada del papa con papas tales como Pablo VI y Juan Pablo II. El Sedevacantismo parece ser más un problema sicológico que uno teológico… Sólo ahora vemos con nitidez los efectos que esta corriente teológica produce en los católicos apasionados. Ellos ahora se han convertido en su propio papa. Ellos juzgan a sus propios sacerdotes. Muchos de ellos ya no recurren al sacramento de la Confesión, muchos de ellos ya no escuchan las enseñanzas infalibles de la Iglesia. Generalmente ellos traen la ruina moral sobre sus propias familias.” [26]
Tal imagen estimada e idealizada del papado los está llevando a actuar en la práctica como si la Iglesia sólo tuviese un fundamento divino. Por el contrario, la Iglesia, como fundamento de Jesucristo, es tanto divina como humana. Es divina en su origen, en su fundador y cabeza invisible… pero es humana en sus miembros, en particular en su cabeza visible, el papa. Siendo divina, la Iglesia es la esposa inmaculada e intachable de Cristo… pero, en su origen humano, la Iglesia está compuesta por hombres quienes, como usted o yo, somos pecadores. Entonces, no deberíamos sorprendernos si el papa actual puede traicionar a su maestro, como lo hizo San Pedro. Junto al Sedevacantismo, vemos revivir algunos de los viejos errores de John Wycliffe y John Hus, quienes pretendieron que los pecadores ya no fueran miembros de la Iglesia. Permítanme citar algunas de sus proposiciones, condenadas por el Concilio de Constanza (1414-1418):
Si el papa es reconocido como un malvado, y consecuentemente un miembro del mal, el no tendría el poder sobre los fieles, no sería sustentado por nadie, a menos que lo haga el César.” [27]
Y:
Si el papa es malvado y especialmente descubierto como Judas, el Apóstol, es diabólico… y él no será la cabeza de la santa Iglesia militante, ya que no será miembro de ésta.” [28]

5.4. Subjetivismo:
No importa la forma en que ellos traten de justificar su posición, tenemos que aceptar que la tesis sedevacantista no está sustentada en hechos objetivos, sino en subjetivismo. El criterio objetivo requerido por la teología católica para reconocer quien es verdadero papa, corresponde al reconocimiento de aquel quien fue electo por Cardenales, Obispos y por toda la Iglesia. En la mente sedevacantista, tal criterio ya no puede ser objetivo, sino que, necesariamente se apelará a una fuente fundamentalmente subjetiva e incluso se hará un esfuerzo por hacerla parecer objetiva. Debido a que la actitud del Sedevacantismo no está basada en los principios seguros y objetivos de la teología católica, no debemos sorprendernos al atestiguar algunas asombrosas retractaciones y cambios de parecer. Permítanme ofrecerles un ejemplo de entre muchos: allá en los años ochenta, el Padre Olivier de Blignières, en ese entonces un ferviente promotor de la tesis sedevacantista de Fr. Guérard des Lauriers y habiendo fundado en Francia una comunidad religiosa. Entonces, como consecuencia del Motu Proprio del Papa Juan Pablo II de 1988 Ecclesia Dei Afflicta, el mismo Padre de Blignières cambió su posición y se puso bajo la comisión Ecclesia Dei. Su comunidad, llamada la Fraternidad de San Vicente Ferrer, fue inmediatamente reconocida por las autoridades Romanas y le concedieron el status de Derecho Pontificio. En el campo doctrinal, allá en los años ochentas, Fr. de Blignières pensaba que la Libertad Religiosa era herética, ahora escribe libros para justificar la Libertad religiosa según el Vaticano II.

miércoles, 22 de octubre de 2014

MONSEÑOR GUIDO POZZO: LAS DISCUSIONES CON LA FRATERNIDAD JAMÁS SE SUSPENDIERON.

Esta entrevista a Mons. Pozzo fue realizada por Famille Chrétienne y publicada en La Porte Latine, el sitio oficial de la Fraternidad en Francia con el insidioso título: “Roma no tiene la intención de imponer una capitulación”. Cabe mencionar que las condiciones que ahora Roma le pide a la FSSPX, fueron ya aceptadas en la Declaración Doctrinal de Mons. Fellay de abril de 2012.
¿Cuál es el estado de las relaciones entre Roma y la FSSPX?
Con el fin de favorecer  la superación de toda fractura y división en la Iglesia, y de curar una herida tan dolorosa en la vida eclesial, Benedicto XVI, en 2009, decidió levantar la excomunión de los obispos que habían sido ordenados de manera ilícita por Monseñor Lefebvre en 1988. Por esta decisión, el papa quiso retirar una sanción que hacía difícil la apertura a un diálogo constructivo.
El levantamiento de la excomunión ha sido una medida disciplinaria tomada para liberar a las personas de la censura eclesiástica más grave. Pero las cuestiones doctrinales siguen sin ser aclaradas. Mientras ellas no lo sean, la FSSPX no tiene estatuto canónico en la Iglesia y sus ministros no ejercen de manera legítima su ministerio, como lo indica la Carta de Benedicto XVI a los obispos de la Iglesia católica del 10 de marzo de 2009.[i]
Es precisamente para superar las dificultades de naturaleza doctrinal que todavía subsisten, que la Santa Sede mantiene relaciones y discusiones con la FSSPX, por medio de la comisión pontifical Ecclesia Dei. Ésta comisión está estrechamente ligada con la Congregación para la doctrina de la fe, pues su presidente es el prefecto de esta Congregación.
Estas relaciones y estas discusiones se llevan a cabo desde la elección del papa Francisco. Estas ayudan a aclarar las posiciones respectivas sobre los temas controvertidos, para evitar las incomprensiones y los malentendidos, manteniendo viva la esperanza de que las dificultades que impiden llegar a la plena reconciliación y a la plena comunión con la Sede apostólica  puedan ser superadas.
¿Cuáles son los desacuerdos que persisten?
Los aspectos controvertidos conciernen por una parte la estimación de la situación eclesial en el período posterior al concilio Vaticano II y las causas que produjeron ciertas agitaciones teológicas y pastorales en el periodo del pos-concilio y, más generalmente, en el contexto de la modernidad.
Por otra parte, algunos puntos específicos relativos al ecumenismo, al diálogo con las religiones del mundo y la cuestión de la libertad religiosa.
¿Cuáles son las soluciones jurídicas que podrían ser adoptadas por la FSSPX en caso de acuerdo?
En el caso de una reconciliación completa, el estatus canónico propuesto por la Santa Sede es el de una prelatura personal[ii]. Sobre este punto, creo que no hay problema por parte de la FSSPX.
Las discusiones entre Roma y la Fraternidad, ¿han sido retomadas recientemente o nunca se suspendieron?
En realidad, jamás se suspendieron. La interrupción provisional de los encuentros se debió a la nominación de un nuevo prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe y a la elección del nuevo soberano pontífice en abril de 2013. El camino del diálogo fue retomado en el otoño de 2013 con una serie de encuentros informales, hasta la entrevista del pasado 23 de septiembre entre el Cardenal Gerhard Müller, prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe, y el superior de la FSSPX, Monseñor Bernard Fellay, entrevista que informó el comunicado de prensa de la Santa Sede.
¿Se puede disociar acuerdo jurídico y discusión doctrinal? ¿Establecer una prelatura personal, pero continuado, a largo plazo, las discusiones sobre los puntos teológicos controvertidos?
En coherencia con el motu proprio Ecclesiae Unitatem de Benedicto XVI, la Congregación para la doctrina de la fe siempre ha considerado que la superación de los problemas de naturaleza doctrinal era la condición indispensable y necesaria para poder proceder al reconocimiento canónico de la Fraternidad.
Sin embargo, me permito precisar que la superación de las dificultades de orden doctrinal no significa que las reservas o las posiciones de la FSSPX sobre ciertos aspectos que están fuera del ámbito de la fe, sino que pertenezcan a los temas pastorales o de enseñanza prudencial del Magisterio, deban ser necesariamente retirados o anulados por la Fraternidad. El deseo de continuar la discusión y profundización de estas cuestiones que implican dificultad para la FSSPX, en vista de precisiones y de clarificaciones ulteriores, no solo es todavía posible sino que –por lo menos en mi opinión- deseable y debe alentarse. No se le pide por consecuencia, renunciar a esta exigencia que ella manifiesta respecto a un cierto número de temas.
¿Entonces, cuál es el punto «no negociable»?
Lo que es esencial, es a lo que no se puede renunciar, es la adhesión a la Professio fidei[iii] y al principio según el cual solo al magisterio de la Iglesia se le ha confiado la facultad de interpretar auténticamente, es decir, con la autoridad de Cristo, la palabra de Dios escrita y transmitida. Es la doctrina católica, evocada por el concilio Vaticano II (Dei Verbum, 10), enseñada expresamente por Pio XII en la encíclica Humani generis. Esto significa que el Magisterio, si ciertamente no está por encima de la Escritura y la Tradición, es sin embargo la instancia auténtica que juzga las interpretaciones sobre la Escritura y la Tradición, de cualquier parte que ellas emanen.
Por consecuencia, si existen diferentes grados de autoridad y de adhesión de los fieles a estas enseñanzas –como lo declara la constitución dogmática Lumen Gentium (25) del concilio Vaticano II- nada puede ponerse por encima del Magisterio. Yo pienso y espero vivamente que en este marco doctrinal que acabo de evocar, podamos encontrar el punto de convergencia y de entendimiento común, pues esta cuestión precisa es un punto de doctrina que pertenece a la fe católica y no a una legítima discusión teológica o de criterios pastorales.
Un punto capital, pero al mismo tiempo claramente delimitado…
No es verdad el decir que la Santa Sede quiere imponer una capitulación a la FSSPX. Muy al contrario, la invita a reunirse a su lado en un mismo marco de principios doctrinales necesarios para garantizar la misma adhesión a la fe y a la doctrina católica sobre el Magisterio y la Tradición, dejando al mismo tiempo al campo del estudio y de la profundización las reservas que ella ha expresado sobre ciertos aspectos y formulaciones de los documentos del concilio Vaticano II, y sobre ciertas reformas que le siguieron, pero que no conciernen a las materias dogmáticas o doctrinalmente indiscutibles.
No hay duda alguna que las enseñanzas del Vaticano II tienen un grado de autoridad y un carácter obligatorio extremadamente variable en función de los textos. Por ejemplo, las constituciones Lumen Gentium sobre la Iglesia y Dei Verbum sobre la Revelación divina tienen el carácter de una declaración doctrinal, incluso si no hubo definiciones dogmáticas. Mientras que, por su parte, las declaraciones sobre la libertad religiosa, sobre las religiones no cristianas y el decreto sobre el ecumenismo, tienen un grado de autoridad y un carácter obligatorio diferentes e inferiores.
¿Cree usted que las discusiones puedan llegar a buen término rápidamente?
No creo que podamos indicar ahora un plazo específico para la conclusión del camino emprendido. El compromiso de nuestra parte y, creo, de parte del superior de la FSSPX, consiste en proceder por etapas, sin atajos improvisados, pero también con el objetivo claramente fijado de promover la unidad en la caridad de la Iglesia universal, guiada por el sucesor de Pedro. « ¡Caritas urget nos! » (La caridad nos urge) como lo declara san Pablo.
Entrevista realizada por Jean-Marie Dumont


[i]  En esta carta, Benedicto XVI explicó el sentido de su gesto, asombrado por las protestas que se suscitaron: “A veces se tiene la impresión de que nuestra sociedad tenga necesidad de un grupo al menos con el cual no tener tolerancia alguna; contra el cual pueda tranquilamente arremeter con odio. Y si alguno intenta acercársele –en este caso el Papa– también él pierde el derecho a la tolerancia y puede también ser tratado con odio, sin temor ni reservas”.
[ii]) ¿Qué estatus para la Fraternidad? En caso de acuerdo con Roma, la FSSPX podría obtener el estatus de prelatura personal. En el derecho de la Iglesia, se trata de una creación bastante reciente. La única que existe actualmente, muy conocida, es la del Opus Dei. Prevista por el Código de derecho canónico (§ 294 a 297), permite el agrupamiento de sacerdotes y diáconos bajo la dirección de un prelado. Su principal característica es la ausencia de lazo con un territorio, contrariamente a la mayoría de las diócesis. Los sacerdotes de la prelatura pueden ser repartidos en el mundo entero. Los objetivos fijados por el derecho canónico para la creación de estas estructuras son bastante vastos para poder ser aplicados a iniciativas de varias naturalezas: “promover una conveniente distribución de los sacerdotes”, “llevar a cabo peculiares obras pastorales o misionales en favor de varias regiones o diversos grupos sociales”… el prelado tiene el derecho de erigir un seminario, incardinar seminaristas y llamarlos a las órdenes. Las relaciones con los obispos (poner a disposición sacerdotes al servicio de las diócesis, encargarse de ciertas actividades en el seno de una diócesis) deben ser precisadas en los estatutos o en el marco de los acuerdos bilaterales. Es así que un sacerdote perteneciente a la prelatura, puede ejercer su ministerio en un lugar de culto asignado específicamente a la prelatura, o ser asignados, de acuerdo con las decisiones del prelado y los acuerdos con los obispos, a una iglesia parroquial.
[iii] Se trata de un texto de unas treinta líneas que deben pronunciar, por ejemplo, los nuevos cardenales u obispos, los curas o los profesores de seminarios al entrar en funciones.

martes, 21 de octubre de 2014

RIBETON, RIFAN, FELLAY: ¿UN MISMO ESPÍRITU?

El Padre Ribeton es el superior del distrito de Francia de la Fraternidad San Pedro. Monseñor Rifan es el Ordinario de la Administración apostólica personal San Juan María Vianney de Campos y Monseñor Fellay es el superior de la FSSPX.
Todos se creen testigos de la Tradición católica, pero todos tienen un discurso que sufre de la misma omisión: denuncian, más o menos, los errores pero sin denunciar los fautores de errores, pues todos ven en la Roma actual, “la Roma eterna, la Iglesia madre y maestra de la verdad”.
El Padre Ribeton (¿y tal vez Monseñor Fellay en 30 años?) ha expresado últimamente su gratitud hacia Juan Pablo II. La Fraternidad San Pedro “se alegra del reconocimiento de la santidad de dos de los sucesores de San Pedro”. Fue Juan Pablo II quien “alentó a los fundadores” de la FSSP en 1988, fue él quien afirmó “la legitimidad del apego a la liturgia romana tradicional y pidió a los obispos respetar las justas aspiraciones de los fieles. Fue él quien “invirtió el movimiento de secularización” y “provocó la caída del comunismo en Europa”. “Denunciando la cultura de la muerte, las estructuras de pecado y la deriva totalitaria de las democracias modernas, despertó las conciencias dormidas, inspirando la acción de los católicos en favor de la familia y de la vida”. Juan Pablo II nos “muestra el camino que conduce a la contemplación del esplendor de la verdad” concluye el Padre Ribeton. (Carta a los amigos y benefactores n°75, junio de 2014)
Mons. Rifán, (¿y tal vez Mons. Fellay en 15 años?) pudo celebrar la fiesta de Cristo Rey en la Basílica Sainte-Marie-sur-la-Minerve el 27 de octubre de 2013:
« Esta Misa pontifical solemne, celebra el final de la peregrinación “Summorum Pontificum” de los católicos ligados a la forma tradicional del rito romano, universalmente permitido por el Santo Padre Benedicto XVI en su Motu Proprio Summorum Pontificum. Nosotros estamos en el Año de la Fe, proclamado por Benedicto XVI y continuado por el papa Francisco. Nuestra fe, como lo expresa bien la carta apostólica Porta Fidei, debe ser profesada, vivida, celebrada y orada. (…) Nuestra fidelidad a la Santa Misa en la forma tradicional del rito romano está dictada por nuestra fe. Es esta profesión de fe, profesada y celebrada a través de la Misa tradicional, que nosotros ofrecemos al Santo Padre como prueba de nuestra fidelidad a la Santa Iglesia. (…) Que el Santo Padre vea, en nuestra forma litúrgica, la expresión de nuestra plena comunión con él y con la Iglesia”.
En la segunda parte de la homilía, Monseñor Rifán invitó a permanecer confiados en la victoria final de Nuestro Señor Jesucristo frente a “la ofensiva laicista”, tan violenta y odiosa. Pero nada contra la misa bastarda, nada contra la impostura del Vaticano II, su libertad religiosa, su falsa dignidad humana y sus reformas calamitosas que han ayudado a la ofensiva laicista y masónica.
Monseñor Fellay todavía no llega a eso. El “contexto actual de la Fraternidad” no lo permite. En su Carta a los Amigos y Benefactores n°82 (DICI, 13 de abril de 2014), él “denuncia los errores contenidos en los documentos del concilio Vaticano II y en las reformas que le siguieron, especialmente la reforma litúrgica” que “no pueden ser obra del Espíritu Santo, que es a la vez Espíritu de verdad y de santidad”.
Monseñor Fellay « protesta » también « con fuerza contra las canonizaciones ». Pero si de manera cuidadosa habló de esto antes del acontecimiento (de manera condicional), no juzgó útil, después del acontecimiento, el denunciar por medio de un comunicado oficial, al principal responsable de esta impostura escandalosa.
 “Si las canonizaciones de Juan XXIII y de Juan Pablo II tienen lugar el 27 de abril próximo, plantearán a la conciencia de los católicos un doble problema. En primer lugar, un problema sobre la canonización en cuanto tal: ¿cómo se podrá presentar a toda la Iglesia como modelo de santidad, por un lado, al iniciador del Concilio Vaticano II, y por otro, al Papa de Asís y de los derechos del hombre?(…) ¿cómo se podrán refrendar con el sello de la santidad las enseñanzas de tal Concilio, que inspiraron toda la actividad de Karol Wojtyla, y cuyos frutos nefastos son el signo inequívoco de la autodestrucción de la Iglesia?”
Hablando antes, Mons. Fellay intenta tranquilizar a sus tropas. Callándose después, Monseñor Fellay muestra su respeto por la autoridad de Francisco. En estas condiciones, pedir a Roma que “nos reconozca explícitamente… el derecho y el deber de oponernos públicamente a los errores y a los fautores de estos errores, sean quienes fueren” señala la impostura (Declaración de los 3 obispos). ¿Por qué Mons. Fellay haría después de un reconocimiento o regularización lo que se niega hacer antes? Monseñor Lefebvre fue menos sutil cuando hablaba de Juan Pablo II:
Entonces, quién es este papa… Yo no sé qué decirles, verdaderamente… no lo sé… Pero en todo caso él está inspirado por el diablo cuando hace esto… No está inspirado por el Espíritu Santo, no es posible… Él está inspirado por el diablo, y al servicio de la masonería, es evidente. La masonería siempre ha soñado esto: la reunión de todas las religiones” (Conferencia en Ecône del 28-01-1986)
La conclusión de la carta de Mons. Fellay se siente tranquilizadora y triunfante: Por eso, queridos amigos y benefactores, los invitamos a permanecer firmes en la fe y a no dejarse perturbar por las novedades de una de las crisis más formidables que debe atravesar la santa Iglesia. (…) in Te speravi non confundar in aeternum.  ¡Dígnese el Corazón doloroso en inmaculado de María protegernos y que su triunfo llegue pronto!” La de Mons. Rifán fue del mismo estilo: “Confiados en la protección de Nuestra Santísima Madre, continuamos combatiendo. La victoria es segura: ¡Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat! Así sea ».
Es bueno predicar la victoria, pero no se debe olvidar desenmascarar a los enemigos exteriores e interiores de la Iglesia y de tener el valor de combatirlos eficazmente.
El Padre Ribeton, Mons. Rifán y Mons. Fellay, todos ellos actúan como si la iglesia conciliar fuera la Iglesia Católica, ni más ni menos.
 “Repito hoy que queremos aportar nuestro testimonio: si la Iglesia quiere salir de la crisis trágica que atraviesa, la Tradición es la respuesta a esta crisis. De esta manera manifestamos nuestra piedad filial para con la Roma eterna, para con la Iglesia, Madre y Maestra de verdad, a la que estamos profundamente unidos”. (Mons. Fellay, DICI del 3/10/14).
Aunque lo diga Mons. Fellay, no es suficiente ir a Roma como Mons. Lefebvre para seguir verdaderamente su ejemplo. Monseñor Lefebvre no era un perro mudo con discursos tranquilizadores:

domingo, 19 de octubre de 2014

COMENTARIO ELEISON Número CCCLXXIX (379).- 18 de octubre de 2014


Historia Interna – I

Si la Santísima Virgen María nos dice como salvar la Iglesia
Todos los otros medios nos dejarán plantados.
Despues de 1917 se le hizo claro al mundo por Nuestra Señora de Fátima que la salvación de la Iglesia y del mundo (“un período de paz”) dependía de dos cosas: no solamente de la Consagración de Rusia a Su Corazón Inmaculado por el Papa con todos los obispos del mundo, sino también por los Católicos haciendo reparación a Su Corazón recibiendo Confesión y Comunión y meditando durante 15 minutos y rezando el Rosario en cada primer sábado del mes. Así es que que ningún Católico piense que no hay nada que ellos puedan hacer para ayudar a la Iglesia y al mundo a salir de sus presentes aterradoras crisis. Cada uno de los Católicos respondiendo a Su segunda súplica ayudará al Papa a responder a Su primer súplica.