PÁGINAS

sábado, 28 de noviembre de 2020

COMENTARIO ELEISON Número DCXCVIII (698)- 28 de noviembre de 2020

 

Madiran – 6 Proposiciones

“Dios, por favor, apártate. Por favor, sal del camino.
Ya hemos tenido suficiente de ti. Ya has tenido tu día”.

Del Prólogo del libro de Jean Madiran La Herejía del Siglo XX, presentado brevemente en el #690 de estos “Comentarios” hace ocho semanas, los lectores pueden recordar el rechazo de Madiran a la herejía en cuestión como “noche, vacío y nada”. Sin embargo, esa herejía ha tenido después del Vaticano II, y hasta hoy, un poder devastador para destruir la Fe Católica, la liturgia, la Iglesia y las almas como eran antes del Concilio, y por eso Madiran da a sus lectores algún relato de la “nada”. Este relato lo presenta en las partes III, IV y V de su libro, donde analiza las siete principales Proposiciones de la herejía, extraídas por él mismo de los escritos del obispo Schmitt, a quien Madiran atribuye el haber puesto de manifiesto la devastadora nada de la nueva religión conciliar. Aquí en letra pesada están las siete Proposiciones en orden, seguidas de un breve resumen de los comentarios de Madiran.

1 El mundo cambiante de hoy en día impone un cambio en el concepto mismo de la salvación traída por Cristo,

2 y muestra que la idea que tenía la Iglesia del plan de Dios no era, hasta ahora, lo suficientemente evangélica.

3 La fe escucha al mundo.

4 La socialización no es sólo un hecho ineludible de la historia del mundo. También es una gracia.

5 Ninguna época anterior a la nuestra ha sido capaz de comprender mejor el ideal evangélico de la hermandad practicada.

6 En un mundo orientado hacia el futuro, la esperanza cristiana adquiere todo su significado.

7 La ley natural es la expresión de la conciencia colectiva de la humanidad. (Esta séptima propuesta es tan devastadora que Madiran reservará para ella toda la Parte V de su libro.)

1 Las dos primeras Proposiciones ya han sido analizadas por Madiran en la Parte precedente de su libro, por lo que para la primera (P1) se limita a añadir aqu í que ella es el principio necesario y suficiente de toda la nueva religión. Se podría resumir: así como el catolicismo es “nada otro que la tradición”, el modernismo es “nada otro que el cambio”.

2 P2 comienza a explicar P1, es decir, comienza a especificar qué cambio es necesario. Como innumerables sistemas desde el protestantismo que protesta contra el catolicismo, apela falsamente al Evangelio contra la Iglesia.

3 P3 deja claro que P1 y P2 han cambiado lo que los creyentes deben creer en adelante: como los católicos solían creer en Dios porque es Dios, ahora deben creer en el mundo porque es el mundo.

4 Y creer en el mundo moderno significa creer en su gran movimiento de “socialización” o colectivismo, es decir, el comunismo, porque no sólo este movimiento es inevitable, sino que también es una gracia religiosa (!).

5 En otras palabras, “la salvación de Cristo” (P1) y “el plan de Dios” (P2) se han convertido en meras palabras, guardadas como reliquias del pasado, pero con todo el significado sobrenatural y la realidad vaciada.

6 De la misma manera, toda esperanza sobrenatural y la lucha por el Cielo de Dios se vacían y se cumplen – mejor – por la modernidad. Porque nunca antes en los 20 siglos de historia de la Iglesia los cristianos han entendido tan bien la esperanza cristiana como nosotros los hombres de hoy, todos luchando juntos por el valiente Nuevo Orden Mundial (!).

El último comentario de Madiran es observar cómo las seis Proposiciones se unen las cuales seleccionó el Obispo Schmitt. Así, P1 es el trampolín de las seis. ¿Pero por qué esta manía de cambio, que es tan clara también en todos los políticos modernos? Porque antes de la era moderna, todo se basaba en, y para volver, en Dios. Pero ahora el hombre rechaza a Dios. Por lo tanto, todo debe ser cambiado, (P2) con el hombre en lugar de Dios en el centro, y (P3) con el mundo del hombre como el horizonte completo. Este centro en el hombre (P4) no puede ser invertido, pero (P4) es tan bueno como una religión, y (P5) nunca los hombres han estado mejor preparados que hoy para centrarse en el hombre, o (P6) para mirar hacia el futuro humano de la humanidad. La sincronización de este sistema con el comunismo es clara, con su eliminación de Dios y la deificación del hombre. Será aún más clara con (P7) la eliminación de la naturaleza y de la ley natural. En los disturbios del verano en los EE.UU. ¿no se trató de la eliminación final de Dios? ¡Señor, ten piedad de nosotros!

Kyrie eleison. 

miércoles, 25 de noviembre de 2020

COMENTARIOS ELEISON Número DCXCVII (697) - 21 de noviembre de 2020

 


Viganò Responde

Gracias a Dios por la clara y católica voz de Viganò.
Cada semana sus palabras podrían ser la elección de estos “Comentarios”.

En el mes de agosto un periodista de Life Site News escribió al Arzobispo Viganò, escondido en Italia, un artículo sobre la vida cotidiana en el mundo de hoy para los católicos que desean mantener la Fe. El título era ” Preguntas para Viganò: Su Excelencia tiene razón sobre el Vaticano II. Pero, ¿qué cree él que los católicos deben hacer ahora?” El Arzobispo comenzó su respuesta del 1 de septiembre asegurando a Stephen Kokx que estaba feliz de responder a las preguntas, porque trataban “asuntos que son muy importantes para los fieles”. La respuesta del Arzobispo se resume aquí abajo, mientras que al final de la misma estos “Comentarios” destacarán un punto en particular.

Kokx le preguntó al arzobispo, “¿Quién pertenece a la Iglesia Católica y quién está separado de ella?” El Arzobispo respondió que cualquiera que proponga alguna de las doctrinas adulteradas del Concilio no puede ser católico. Tampoco puede ser católico quien acepte cualquiera de esas doctrinas sabiendo que están en ruptura con la doctrina católica inmutable. Por otra parte, si una persona es bautizada, se considera a sí misma como católica y reconoce la Jerarquía Católica, eso no significa necesariamente que acepte la doctrina conciliar, o que se adhiera al equipo conciliar, sabiendo que están en ruptura con la Tradición Católica. Ni tampoco están necesariamente fuera de la Iglesia. Pero incluso los titulares de cargos que tienen autoridad dentro de la Iglesia son dudosos católicos si aceptan la doctrina conciliar, sabiendo que es contraria a la Tradición Católica. Tienen autoridad en la Iglesia, pero no pueden ejercerla. Sólo su autoridad permite a estos conciliares afirmar que son católicos, y no sólo miembros de una secta.

Por lo tanto, los católicos tradicionales pertenecen a la Iglesia, y los modernistas no. Además, los laicos fieles a la Tradición pueden y deben buscar con frecuencia sacerdotes, comunidades e institutos que sean igualmente fieles a la Tradición, especialmente en la celebración de la Misa. A este respecto el clero es menos libre que el laico porque pertenece a una jerarquía que normalmente requiere obediencia, pero tiene el mismo derecho y deber de practicar su Fe, esa Fe que justifica y requiere que usen el antiguo rito de la Misa. Y si la Iglesia va a levantarse de nuevo de los varios horrores de la Nueva Iglesia, noten que la fidelidad de los verdaderos creyentes bajo persecución es necesaria dentro de la Iglesia, para derrotar al Modernismo.

Fue al permanecer dentro de la Iglesia que el arzobispo Lefebvre fue un modelo de fidelidad bajo la persecución. Su Sociedad de San Pío X fue un reproche permanente para los modernistas, y fue habilitada para sobrevivir por las consagraciones episcopales de 1988, para que eventualmente la verdadera Misa pudiera ser liberada de nuevo, y el Vaticano II pudiera desenmascararse. El obispo Tissier de Mallerais tiene razón en que por el momento existen tanto la verdadera Iglesia como una falsa “iglesia” bajo un mismo techo, pero ese techo es católico, por lo que pertenece a la verdadera Iglesia mientras que la falsa Iglesia conciliar no es más que un intruso. Debemos esperar y rezar para que un número de pastores ahora dormidos despierten para ver cómo han sido engañados.

En esta necesaria lucha por Nuestro Señor y su Madre es un privilegio participar, y así ayudar a revivir el honor, la fidelidad y el heroísmo. Por el sacramento de la Confirmación, somos soldados de Cristo, y los cristianos han tenido que participar en una gran batalla tras otra para defender la Verdad, el Bien y la Belleza. Resistamos a los modernistas con la Verdad y la caridad. ¡Los que practican el Modernismo tienen la culpa, no nosotros que lo denunciamos! Que los laicos asistan a las misas que no escandalizan, sino que alimentan su fe. Los verdaderos pastores nos serán devueltos por Dios, los falsos pastores morirán. Que los laicos se ocupen de los buenos sacerdotes, recreen la caridad, eviten la división y la rebelión, ofrezcan consejos respetuosos, cuestionando no la autoridad de la Iglesia sino cómo se utiliza mal. Dios no dejará de recompensar nuestra fidelidad y restaurar su Iglesia, atrayendo vocaciones de familias que habrán conservado la Fe. Todos los problemas serios son problemas humanos. Todos los problemas humanos tienen una solución católica.

¿Y el punto a destacar? Fíjense en cómo el Arzobispo mide todo por la Verdad y la Fe.

Kyrie eleison.

 

HABLA EL ARZ. VIGANÒ


"Si realmente se arrojara luz sobre todo el asunto, se (...) confirmaría, en suma, lo que muchos no se atreven todavía a admitir: cuál es la labor desempeñada por la iglesia profunda desde la elección de Juan XXIII, sentando las bases teológicas y el clima eclesial que permitiría subordinar la Iglesia al Nuevo Orden Mundial y sustituir al Papa por el falso profeta del Anticristo."

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HOMOHEREJÍA EN LA IGLESIA

"Tolerancia cero para los pedófilos y tolerancia máxima para los homosexuales"

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domingo, 15 de noviembre de 2020

SERMÓN PARA EL VI DOMINGO DE EPIFANÍA - P. Trincado

 
San Luis María Grignion de Montfort y la Santísima Virgen María

Dice Nuestro Señor en el Evangelio de hoy: semejante es el reino de los cielos a la levadura que toma una mujer y la esconde en tres medidas de harina hasta que todo haya fermentado. La levadura, que hace crecer la masa, es la caridad, que en el Bautismo es puesta por Dios en nuestras almas, que se pierde enteramente con cualquier pecado mortal, que se recupera cuando Dios perdona nuestros pecados mortales, y que crece ilimitadamente en nuestras almas si nosotros queremos que crezca, porque Dios quiere que crezca.

Y sigue diciendo Nuestro Señor: semejante es el reino de los cielos a un grano de mostaza que tomó un hombre y sembró en su campo. Ésta es la menor de las semillas, pero después que crece, es mayor que todas las legumbres, y se hace un árbol, de modo que las aves del cielo vienen a anidar en sus ramas.

A propósito de ese árbol, San Luis María Grignion de Montfort, en su libro “El Secreto de María”, compara la devoción a la Sma. Virgen María con un árbol plantado por el Espíritu Santo en nuestros corazones, al que llama árbol de la Vida. Has de poner todo cuidado -dice- en cultivarlo para que dé fruto a su tiempo. Esta devoción es el grano de mostaza de que habla el Evangelio, que siendo, al parecer, el más pequeño de los granos, llega, sin embargo, a ser una planta muy grande.

Forma de cultivar este árbol, según el santo:

1.- Plantado este árbol en un corazón muy fiel, quiere estar expuesto a todos los vientos sin apoyo alguno humano; de modo que uno no debe apoyarse en sus esfuerzos, o en sus capacidades naturales, o en su prestigio, o en los hombres; sino que hay que recurrir a María y apoyarse en su socorro. Esto no significa que no haya que hacer esfuerzos o recurrir muchas veces a la ayuda humana, sino que lo primero y lo que constantemente debemos hacer en las dificultades, es recurrir a la Sma. Virgen, poniendo una absoluta confianza en su intercesión.

2.-El alma en la que este árbol ha sido plantado, como buen jardinero, ha de estar siempre cuidándolo. Porque este árbol que es vivo y debe producir frutos de vida, quiere que se le cultive y haga crecer. ¿Cómo cultivarlo y hacerlo crecer? Prestándole atención. Siendo conscientes de lo espiritual. Queriendo amar a la Madre de Dios. Evitando vivir en la superficialidad, en la ceguera del mundo que se separa siempre más de Dios.

3.- Y así, hay que arrancar y cortar las espinas y cardos que con el tiempo pudieran ahogar este árbol e impedir que dé fruto... es decir, hay que ser fiel en cortar, con la mortificación y abnegación de sí mismo, todos los placeres inútiles y las vanas ocupaciones respecto de las criaturas; en otros términos: crucificar la carne, controlar la lengua y mortificar los sentidos. Y dejarse podar por la cruces involuntarias (enfermedades, fracasos, injusticias, persecuciones, etc.).

4.- Hay que tener cuidado de que las orugas no le dañen. Estas orugas que comen las hojas verdes y destruyen las hermosas esperanzas de fruto que había en el árbol, son el excesivo amor propio y el excesivo amor a las comodidades... porque no se pueden conciliar en manera alguna el egoísmo y el amor de María.

5.- No hay que dejar que los animales se acerquen a él. Estos animales son los pecados (mortales) que… matan este Árbol de la Vida. Ni siquiera hay que permitir que lo alcancen con su aliento, esto es, los pecados veniales, que son siempre muy peligrosos si no les damos importancia.

6.- Hay que regar este árbol divino, frecuentando la oración y los sacramentos, sin lo cual dejaría de dar fruto. En la Resistencia no se puede asistir a misa y comulgar todos los días, pero todos los días se puede rezar. Recen el Rosario. Está comprobado que las familias en las que se reza el Rosario van bien y aquéllas que no, van mal.

7. No hay que entristecerse si el viento lo agita y sacude, porque es necesario que el viento de las tentaciones sople para derribarle, y que las nieblas y heladas lo rodeen para destruirlo; es decir, que esta devoción a la Santísima Virgen, necesariamente ha de ser atacada y contradicha; pero si se persevera en cultivarla nada hay que temer.

Si así cultivas tu Árbol de la Vida, plantado en ti por el Espíritu Santo, en poco tiempo crecerá tan alto, que las aves del cielo harán morada en él y vendrá a ser tan perfecto que dará a su tiempo el fruto de honor y de gracia, es decir, el amable Jesús, que siempre ha sido y siempre será el único fruto de María. Es decir, que daremos a Dios el fruto de una vida realmente unida a Cristo, de la vida de Cristo en nuestras vidas. San Pablo decía: “no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí”.

Dichosa el alma en quien está plantado el Árbol de la Vida -termina diciendo el santo-, que es [la devoción a] María; y más dichosa aquella en que éste ha podido crecer y florecer; dichosísima aquella en que da su fruto (las buenas obras, la obediencia a la voluntad de Dios, la vida en Cristo) y lo conserva hasta la muerte, y por los siglos de los siglos.

sábado, 14 de noviembre de 2020

COMENTARIO ELEISON Número DCXCVI (696) - 14 de noviembre de 2020

 


Madiran; la herejía

Ninguna tormenta del mar podrá hundir un corcho;
ni la herejía ahogará la expresión tradicional de la Verdad.

En su libro «La Herejía del Siglo XX» Jean Madiran (1920–2013) ha presentado la gravedad de la herejía (Prólogo); su filosofía subyacente (Parte I) y los obispos responsables de ella (II); en las Partes III, IV y V llega a la herejía misma, que analiza según sus siete Proposiciones. En la Parte III presenta las dos primeras por su importancia; en la Parte IV las seis primeras con un poco di detalle; en la Parte V la séptima Proposición sola, también por su importancia para Madiran. La Parte III, tema de los «Comentarios» de esta semana, se subdivide en seis capítulos.

En el capítulo primero, Madiran declara que en vísperas del Vaticano II (1962–1965) el ambiente religioso ya era pestilente en general, pero el entonces obispo de la ciudad de Metz, en el este de Francia, Mons. Schmitt, puso en claro toda la vaga pestilencia con las dos primeras de las siete Proposiciones por las que con toda su autoridad episcopal presentó lo que de hecho era una nueva religión. La primera Proposición (P1) declara que el mundo cambiante de hoy impone un cambio en el concepto mismo de la salvación traída por Jesucristo. Y la segunda (P2) declara que la idea que ha tenido la Iglesia del plan de Dios no era hasta entonces lo suficientemente evangélica. En resumen, (P1) la Iglesia debe promover la «socialización», dice el Obispo de Metz, porque (P2) la antigua Iglesia no era lo suficientemente colectiva, sino demasiado simplemente personal en su práctica del Evangelio. Pero lo que el obispo está promoviendo es el comunismo, dice Madiran.

Porque en efecto la «socialización», argumenta Madiran en el Capítulo dos, se basa en una visión marxista de la historia, materialista y determinista, que muestra que el obispo de Metz ha perdido la fe cristiana, porque ¿cómo pueden coincidir los fines espirituales del cristianismo con los fines materialistas del comunismo? El comunismo es un sistema social que debe ser rechazado por razones religiosas, porque como sistema social pretende reemplazar el sistema social de la Iglesia y con ello el cristianismo.

En el Capítulo tercero, Madiran rechaza la afirmación de Mons. Schmitt de que los hombres de hoy son los que mejor entienden la fraternidad evangélica (cf. la P2 más arriba). Tal degradación de todas las obras y logros sociales de la Iglesia pre-conciliar es ridícula, y para los católicos, dice Madiran, es un narcisismo indigno.

Así, para 1967, dice Madiran en el Capítulo cuatro, se había hecho claro al mundo que Mons. Schmitt estaba promoviendo nada menos que una nueva religión, o una herejía, vandalizando siglos y siglos de tradición católica. Se hace claro que los obispos franceses son vándalos sin inteligencia ni carácter. De ahora en adelante depende de los laicos defender el Catecismo, es decir, ¡los fundamentos de la Fe!

En el Capítulo 5, en contra de mantenerse al día con los tiempos (P1), Madiran mantiene el Primer Mandamiento, porque es el Dios inmutable y no el mundo mutante el que debe tener el primer lugar en nuestros corazones y mentes. Ni los tiempos estarán nunca con la Iglesia, porque la Iglesia está con Jesucristo. Sólo los católicos mundanos son admirados por el mundo. Y contra la Iglesia que no practica suficientemente el Evangelio (P2), Madiran contesta que los Santos nunca inventaron nada para ser «suficientemente evangélicos», por el contrario, siempre se esforzaban por ser lo más fieles posible a la tradición para poner en práctica el Evangelio.

En conclusión, en el Capítulo seis, Madiran niega que haya alguna verdad que salvar de las Proposiciones 1 y 2, y declara que la nueva religión de Mons. Schmitt quiere que la Iglesia gane el mundo entero al precio de su propia alma. La nueva religión no tiene ni verdadera autoridad ni verdadera obediencia, y Madiran tiene una visión profética de la Tradición Católica sobreviviendo al Vaticano II, porque la Tradición hace que los hombres libres se arrodillen noblemente ante su Dios de acuerdo con una autoridad real y una obediencia real. Tales católicos nunca seguirán la falsa religión de obispos tan pobres como el Obispo de Metz. ¡Basta que espere el mismo para verlo!

Kyrie eleison.

miércoles, 11 de noviembre de 2020

BREVE COMENTARIO A LA CARTA DEL P. PAGLIARANI CON OCASIÓN DE LOS 50 AÑOS DE LA FSSPX


La carta es un perfecto ejemplo de disociación entre lo que se dice: hay que combatir por Cristo, y lo que se hace: ceder gradualmente ante los herejes modernistas, enemigos de Cristo. 

La FSSPX se encuentra en ese "estado de ambigüedad y contradicción" que es típico del catolicismo liberal. Pese a ello, es evidente que quedan todavía muchos buenos sacerdotes y obras santas en la Fraternidad. 

La FSSPX no está destruida pero, al menos desde el 2012, está en claro proceso de destrucción, de autodestrucción; al aspirar a ser regularizada por la Roma actual, que es liberal, modernista y apóstata. De ahí, por ejemplo, que el P. Pagliarani se cuide de mencionar a Francisco, el Papa más descaradamente liberal desde Juan XXIII y el más escandaloso de toda la historia de la Iglesia, por decir lo menos. Compárese la carta, a este respecto, con los textos del Arzobispo Viganò, quien critica al Papa actual con la valentía y libertad de espíritu que en el pasado caracterizaron a los líderes de la Fraternidad.

Ya a ocho años de los sucesos del 2012, hay que decir que, lamentablemente, la desviación de la Fraternidad parece no ser como la caída de David -muy grave pero pasajera- sino como la del pertinaz Saúl, pues la FSSPX no da muestras de estar resuelta a abandonar la línea acuerdista de Mons. Fellay, quien -de hecho- sigue ocupando un lugar en la cúpula de la congregación.  

¿Con qué palabras habría que responder al P. Pagliarani? Pensamos que con aquellas que Mons. Lefebvre escribiera en su último libro, "Itinerario Espiritual", y que están prohibidas en la FSSPX desde el 2012: 

"Es un deber estricto, para todo sacerdote que quiera permanecer católico, el separarse de esta iglesia conciliar, en tanto que ella no regrese a la tradición del Magisterio de la Iglesia y de la fe católica.”


LEER LA CARTA DEL P. PAGLIARANI

lunes, 9 de noviembre de 2020

ARZ. VIGANÒ: MENSAJE ANTE LA GRAVE SITUACIÓN QUE SE VIVE EN EE.UU.

 


"Es indicativo el que tanto la Conferencia de Obispos Católicos como Planned Parenthood expresen su satisfacción por la presunta victoria electoral de la misma persona. Esa unanimidad de consenso recuerda el apoyo entusiasta de las Logias Masónicas con motivo de la elección de Jorge Mario Bergoglio, quién tampoco estaba libre de la sombra del fraude dentro del Cónclave y fue igualmente deseado por el estado profundo, como sabemos claramente por los correos electrónicos de John Podesta y los lazos de Theodore McCarrick y sus colegas con los demócratas y con el propio Biden. Un pequeño y muy agradable grupo de compinches, sin duda alguna. (...) el pactum sceleris [complot para cometer un crimen] entre el estado profundo y la iglesia profunda está confirmado y sellado, la esclavitud de los niveles más altos de la jerarquía católica al Nuevo Orden Mundial, negando la enseñanza de Cristo y la doctrina de la Iglesia."


Traducción tomada de Divulgación Total

El mundo en el que nos encontramos viviendo es, para usar una expresión del Evangelio, “in se divisum” (Mt 12, 25). Esta división, me parece, consiste en una separación entre la realidad y la ficción: la realidad objetiva en por un lado, y la ficción de los medios por el otro. Esto ciertamente se aplica a la pandemia, la cual se ha utilizado como una herramienta de ingeniería social que es fundamental para el Gran Reseteo, pero se aplica incluso más a la situación política surrealista estadounidense, en la cual la evidencia de un colosal fraude electoral está siendo censurada por los medios, que ahora proclaman la victoria de Joe Biden como un hecho consumado.

La realidad de Covid contrasta descaradamente con lo que los medios masivos quieren que creamos, pero esto no es suficiente para desmantelar el castillo grotesco de falsedades al que la mayoría de la población se conforma con resignación. De manera similar, la realidad del fraude electoral, de flagrantes violaciones de las reglas y la falsificación sistemática de los resultados contrasta con la narrativa que nos dan los gigantes de la información, que dicen que Joe Biden es el nuevo presidente de los Estados Unidos, punto. Y así debe ser: no hay alternativas, ya sea a la supuesta furia devastadora de una gripe estacional que provocó el mismo número de muertes que el año pasado, o a la inevitabilidad de la elección de un candidato corrupto y subordinado al estado profundo. De hecho, Biden ya ha prometido restaurar el encierro.

La realidad ya no importa: es absolutamente irrelevante cuando está entre el plan concebido y su realización. Covid y Biden son dos hologramas, dos creaciones artificiales, listas para adaptarse una y otra vez a las necesidades contingentes o a respectivamente ser reemplazados cuando sea necesario con Covid-21 y Kamala Harris. Las acusaciones de irresponsabilidad lanzadas a los partidarios de Trump por celebrar mítines desaparecen tan pronto como los partidarios de Biden se reúnen en las calles, como ya ha sucedido en Demostraciones BLM. Lo que es criminal para algunas personas está permitido para otros: sin explicaciones, sin lógica, sin racionalidad. El mero hecho de estar en la izquierda, de votar por Biden, de ponerse máscara es un pase para hacer cualquier cosa, mientras que el simplemente estar en la derecha, votar por Trump o cuestionar la efectividad de las máscaras es suficiente motivo de condena y ejecución que no requiere ninguna pruebas o juicio: ipso facto son etiquetados como fascistas, soberanistas, populistas, negadores, y aquellos etiquetados con estos estigmas sociales se supone que simplemente deben retirarse silenciosamente.

Volvemos así a esa división entre gente buena y gente mala, que es ridiculizada cuando la usa un lado, el nuestro, y viceversa, sostenido como un postulado incontestable cuando es usado por nuestros adversarios. Nosotros hemos visto esto con los comentarios despectivos en respuesta a mis palabras sobre los «hijos de la luz» y los «hijos de las tinieblas«, como si mis «tonos apocalípticos» fueran el fruto de una mente loca delirante y no la simple observación de la realidad. Pero al rechazar con desdén esa división Bíblica de la humanidad, de hecho lo han confirmado, restringiéndo sólo para ellos mismos el derecho a aprobar la legitimidad social, política y religiosa.

Ellos son los buenos, incluso si apoyan la matanza de inocentes, y se supone que debemos superarlo. Ellos son los que apoyan democracia [es posible que el Arz.  Viganò recurra a un recurso retórico ad hominem cuando parece aprobar la democracia liberal. Nota de NP], incluso si para poder ganar las elecciones siempre deben recurrir a engaño y fraude, incluso fraude que es descaradamente evidente. Ellos son los defensores de la libertad, incluso si nos privan de ella día tras día. Ellos son objetivos y honestos, incluso si su corrupción y sus delitos son ahora obvios incluso para los ciegos. El dogma que desprecian y del que se burlan en otros es indiscutible e incontrovertible cuando en realidad son ellos quienes lo promocionan.

Pero como he dicho anteriormente, se están olvidando de un pequeño detalle, una cosa particular que no pueden comprender: la Verdad existe en sí misma; existe independientemente de si hay alguien que la crea, porque la Verdad posee en sí misma, ontológicamente, su propia razón de validez. La Verdad no se puede negar porque es un atributo de Dios; es Dios mismo. Y todo lo que es verdad participa de esta primacía sobre las mentiras. Por tanto, podemos estar teológica y filosóficamente seguros de que esas horas de engaños están contadas, porque será suficiente el alumbrar luz sobre ellos para hacerlos colapsar. Luz y oscuridad, precisamente. Entonces dejemos que se arroje luz sobre los engaños de Biden y los Demócratas, sin dar ni un paso atrás: el fraude que han conspirado contra el presidente Trump y contra Estados Unidos no permanecerá en pie por mucho tiempo, ni el fraude mundial de Covid, la responsabilidad de la dictadura china, la complicidad de los corruptos y traidores, y la esclavitud de la iglesia profundaTout se tient [Todo encaja].

En este panorama de mentiras construidas sistemáticamente, difundidas por los medios con inquietante descaro, la elección de Joe Biden no es sólo deseada, sino se considera indispensable y por lo tanto verdadera y por lo tanto definitiva. Aunque no se hayan completado los recuentos de votos; a pesar que las verificaciones y recuentos de votos solo están comenzando; a pesar de que las demandas legales que alegan fraude acaban de ser presentadas. Biden debe convertirse en presidente, porque ellos ya han decidido eso: el voto del pueblo estadounidense es válido solo si ratifica esa narrativa, de lo contrario, es «reinterpretado», descartado como desviación del plebiscito, populismo y fascismo.

Por tanto, no es sorprendente que los demócratas tengan una actitud tan burda y entusiasmo violento por su candidato in pectore, ni que los medios y los comentaristas oficiales tengan una satisfacción tan incontenible, ni que los líderes políticos de todo el mundo estén expresando su apoyo y sujeción aduladora al estado profundo. Estamos viendo una carrera para ver quién puede llegar primero, codeandose y extendiéndose para presumir, para que se vea que siempre han creído en la aplastante victoria de la marioneta demócrata.

Pero si entendemos que la adulación de los jefes de estado y secretarios de partido es simplemente una parte del guión trillado de la izquierda global, quedamos francamente, bastante perturbados por las declaraciones la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, inmediatamente compartida por Vatican News, que con inquietante mirada bizca se atribuye el haber apoyado al “segundo presidente católico en la historia de los Estados Unidos ”, aparentemente olvidando el detalle nada despreciable de que Biden es ávidamente pro-aborto, partidario de la ideología LGBT y del globalismo anti-católico. El arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez, profanando la memoria de los mártires cristeros de su país natal, dice sin rodeos: «El pueblo estadounidense ha hablado«. Los fraudes que han sido denunciados y ampliamente probados importan poco: la molesta formalidad del voto del pueblo, aunque adulterado de mil maneras, debe ahora considerarse concluido a favor de el abanderado del pensamiento convencional y alineado. Hemos leído, no sin vomitar, los mensajes de James Martin, S.J., y todos esos cortesanos que manosean para subirse al carro de Biden con el fin de compartir su efímero triunfo. Los que no están de acuerdo, los que piden claridad, quienes recurren a la ley para que sus derechos estén protegidos no tienen ninguna legitimidad y deben guardar silencio, resignarse y desaparecer. O más bien: deben estar «unidos» con el coro jubiloso, aplaudir y sonreír. Aquellos que no acepten son amenazantes a la democracia y deben ser condenados al ostracismo. Como puede verse, todavía hay dos lados, pero esta vez son legítimos e indiscutibles porque son ellos los que los imponen.

Es indicativo el que tanto la Conferencia de Obispos Católicos como Planned Parenthood expresen su satisfacción por la presunta victoria electoral de la misma persona. Esa unanimidad de consenso recuerda el apoyo entusiasta de las Logias Masónicas con motivo de la elección de Jorge Mario Bergoglio, quién tampoco estaba libre de la sombra del fraude dentro del Cónclave y fue igualmente deseado por el estado profundo, como sabemos claramente por los correos electrónicos de John Podesta y los lazos de Theodore McCarrick y sus colegas con los demócratas y con el propio Biden. Un pequeño y muy agradable grupo de compinches, sin duda alguna.

Con esas palabras de la USCCB el pactum sceleris [complot para cometer un crimen] entre el estado profundo y la iglesia profunda está confirmada y sellada, la esclavitud de los niveles más altos de la jerarquía católica al Nuevo Orden Mundial, negando la enseñanza de Cristo y la doctrina de la Iglesia. Tomar nota de esto es el primer paso imperativo para comprender la complejidad de los eventos presentes y considerarlos en una perspectiva escatológica sobrenatural. Sabemos, de hecho creemos firmemente que Cristo, la única Luz verdadera del mundo, ya ha conquistado la oscuridad que trata de oscurecerlo.

Los católicos estadounidenses deben multiplicar sus oraciones y rogar al Señor por una protección especial para el presidente de los Estados Unidos. Les pido a los sacerdotes, especialmente durante estos días, el recitar el Exorcismo contra Satanás y los ángeles apóstatas, y el celebrar la Misa Votiva Pro Defensione ab hostibus. Pidamos confiadamente la intervención de la Bendita Virgen María, a cuyo Inmaculado Corazón consagramos los Estados Unidos de América y el mundo entero.

+ Carlo Maria Viganò, Arzobispo
8 de noviembre del 2020
Dominica XXIII Post Pentecosten

DESDE EE.UU.: LLAMADO A LOS CRUZADOS DEL CORAZÓN INMACULADO DE MARIA

FUENTE

 Queridos cruzados, 

Si conocen la historia de Lepanto sabrán que cuando la batalla comenzó los turcos estaban ganando.  Estaban ganando porque los vientos estaban a su favor. 

Cuando Nuestra Señora apareció en los cielos sobre la batalla, los vientos se volvieron instantáneamente a nuestro favor y el vencedor de esta batalla se volvió absoluto.  A pesar de ser superados en número y a pesar del hecho de que los turcos tenían barcos mucho mejores y mucho más grandes, el curso de la historia cambió ese día.  Nuestra Señora dio la victoria.

La batalla en la Corte de los Estados Unidos comienza hoy, para resolver sobre el fraude en las elecciones. Es importante notar que a pesar de los primeros llamados de la izquierda de que la batalla ha terminado y que han ganado, esto simplemente no es cierto. 

Así que pedimos a todos los Cruzados que tomen hoy su rosario y le pidan a Nuestra Señora de Lepanto que gire los vientos a nuestro favor como lo hizo ese día. 

Estén en paz y recuerden que si han visto una inusual cantidad de agitación en el aire a su alrededor o una inusual cantidad de oscuridad y confusión, si se han sentido derrotados o desanimados esto es de esperarse ya que ahora estamos en plena batalla contra los enemigos de la oscuridad. 

Luchemos contra este mal.  Usen su agua bendita, recen su Rosario, invoquen a San Benito e invoquen a San Miguel.  Sepan esto, Cristo ya es el vencedor.  Él nos salvará, pero no sin nosotros.  ¡Levántense y luchen y NO SE RINDAN! 

Podemos estar separados geográficamente pero estamos unidos en el Sagrado e Inmaculado Corazón y eso es lo que importa. 

Como saben, Monseñor Vigano ha llamado a esto el Lepanto de América.  ¡Así que luchemos como lo hicieron aquellos que nos precedieron ese día! 

NUESTRA SEÑORA DE LEPANTO NOS DÉ LA VICTORIA SOBRE SUS ENEMIGOS/NUESTROS ENEMIGOS.

¡QUE VIVA CRISTO REY!

COMENTARIO ELEISON Número DCXCV (695) - 07 de noviembre de 2020

 


Próximo Covid?

Por Su Verdad, Jesucristo nos hizo a todos libres.
Prefiriendo las mentiras, sufriremos grandes prisiones.

En todo el mundo, cada vez más personas, observando la total desproporción entre, por un lado, la enorme propaganda Covid de sus viles medios de comunicación y gobiernos y, por otro lado, la escasa realidad de las muertes Covid en todas partes a su alrededor, están convencidos de que hay mucho más en Covid-19 de lo que se ve a simple vista. Sin duda tienen razón, pero no está tan claro quiénes son los criminales que están detrás de Covid y qué es lo que buscan. Los liberales materialistas difícilmente pueden imaginar que alguien pueda ser tan malvado, porque necesitan creer que todo el mundo es amable, mientras que los católicos creyentes tienen la oportunidad de entender, a través de su fe.

Lo que entienden a través de su Fe es que la vida humana es un tiempo y una oportunidad que Dios le da a cada alma humana que crea, para elegir entre la dicha eterna en el Cielo sirviéndole y amándole, o los tormentos interminables en el Infierno despreciándole y rechazándole. A las huestes de ángeles, creadas antes que los hombres, se les dio la misma elección, y quizás un tercio de ellos cayeron, y fueron arrojados al Infierno. Todos ellos ahora envidian amargamente de los seres humanos su posibilidad de llegar al Cielo que rechazaron, y hacen todo lo que pueden para arrastrar a las almas humanas al Infierno con ellos. Aquí es donde se origina el mal en esta tierra.

Pero si Dios es todo-bueno y todopoderoso, como lo es, ¿cómo puede permitir ese libre movimiento del mal? Porque Él no quiere ningún tipo de robots en Su Cielo. Quiere que con Él sólo haya ángeles y almas que hayan podido elegir libremente entre Él y el Diablo, y que se hayan elegido a Él contra todos los atractivos posibles del mundo, la carne y el Diablo. Y si el Diablo logra cegar a las almas con el error y seducirlas en sus trampas de miel, por ejemplo, entonces Dios a menudo azotará a esas almas en esta breve vida para que piensen de nuevo, vuelvan a Él y se salven para la vida eterna. “Oh Dios, castígame en esta vida” rezó San Agustín, “mientras no necesites castigarme en la siguiente”. Y Dios a menudo usa ángeles caídos y hombres malvados para hacer los azotes que Él sabe que son necesarios para la salvación de las almas. Y aquí es donde se origina gran parte del sufrimiento de los hombres en la tierra.

Y aquí está la razón por la que la gran mentira del Covid es probable que prospere por un tiempo todavía, porque una multitud de almas hoy en día están virtualmente atrapadas en el materialismo ateo, que es la esencia del comunismo, y es probable que se necesite un gran sufrimiento para que las almas se vean sacudidas de él. Profundamente engañados por una falsa noción de libertad (libertad para elegir entre el bien y el mal en lugar de entre el bien y el bien – no tengo ningún derecho inalienable a elegir el mal), son liberales convencidos y cruzados que insisten en la libertad para el mal y, como hemos visto en los disturbios de este verano, en la libertad para la destrucción de la policía, de todo el orden público, de sus ciudades, de todos los débiles restos de la civilización cristiana, en resumen sobre la libertad para hacer la guerra contra Dios. Se necesitaron más de 70 años de los horrores totales del comunismo para que la “Santa Rusia” comenzara a volver a Dios. ¿Qué se necesitará para que todo un mundo apóstata esté listo para rogar a Nuestra Señora para obtener la Consagración completa de Rusia?

Por lo tanto, se espera que en lo que resta de 2020, según una fuente reciente del Canadá, se impongan restricciones secundarias de cierre, con un nuevo “aumento” de las muertes relacionadas con Covid, y la adquisición o construcción apresurada de “instalaciones de aislamiento” en todo el país. Se espera que para el cambio de año se adopten medidas de cierre mucho más estrictas, y que en el año nuevo se introduzca el programa de ingreso básico universal junto con un nuevo virus (Covid-21) que inundará las instalaciones médicas. Se planea para la primavera un tercer cierre, más estricto aún, la imposición del programa de ingreso básico, una gran perturbación económica y para compensar el colapso económico internacional, un alivio total de la deuda por el cual se ofrecerá a los ciudadanos, por parte del gobierno, la cancelación de todas sus deudas a cambio de renunciar para siempre a la propiedad de todas y cada una de las propiedades y activos, y de aceptar las vacunas Covid-19 y Covid-21. ¿Y si algún ciudadano se niega?

“Se considerará que son un riesgo para la seguridad y serán reubicados en instalaciones de aislamiento, con sus bienes incautados”.

Hemos sido advertidos. De Dios nadie se burla (Gálatas VI, 7). Recemos!

Kyrie eleison.

domingo, 8 de noviembre de 2020

SERMÓN PARA EL DOMINGO XXIII DESPUÉS DE PENTECOSTÉS - P. Trincado

 

Dice San Pablo en la Epístola de este domingo: Os advertí frecuentemente y ahora os lo repito llorando: hay muchos que se portan como enemigos de la cruz de Cristo. Su fin es la perdición, su dios es el vientre, su gloria está en aquello que debería avergonzarlos, y sólo aprecian las cosas de la tierra. Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos ardientemente que venga como Salvador el Señor Jesucristo.  

Conviene examinarnos frecuentemente acerca de si vivimos como amigos o como enemigos de la cruz de Cristo. Porque la carne y el mundo nos arrastra a buscar siempre el bienestar y el placer, y a evitar y detestar todo sufrimiento. Si  esta es nuestra actitud habitual, somos enemigos de la cruz de Cristo. 

El mundo, hoy más que nunca y cada vez más, odia la cruz de Cristo, es decir, el sufrimiento que unido al de Cristo crucificado, adquiere un valor infinito y -cosa increíble- se hace redentor porque Cristo nos ha querido redimir por medio del sufrimiento. El sufrimiento cristiano es salvador.

Leeré, a continuación, ciertos pasajes de la “Carta Circular a los Amigos de la Cruz”, de San Luis María Grignión de Monfort

Ahí tienen los dos bandos con que a diario nos encontramos: el de Jesucristo y el del pecado. A la derecha el de nuestro amable Salvador, el bando de los amigos de la Cruz.  Un puñado de personas; eso sí, las más valientes. Porque hace falta el necesario valor para seguir a Cristo en la pobreza, en los dolores, las humillaciones y demás cruces que es preciso llevar para servir al Señor todos los días.

A la izquierda, el bando del pecado o del demonio, los enemigos de la Cruz. Bando mucho más numeroso, espléndido y vistoso, al menos en apariencia. Lo más selecto del mundo corre hacia él. Las gentes se apretujan, aunque los caminos son anchos y más espaciosos que nunca, porque las multitudes transitan por ellos como torrentes. Sus senderos están sembrados de flores, llenos de juegos y de placeres.

A la derecha, el 'pequeño rebaño' que sigue a Jesucristo: habla de lágrimas, penitencia, oración y desprecio de lo mundano. ¡Ánimo! –gritan– ¡Ánimo! Si Dios está por nosotros, en nosotros, y avanza delante de nosotros, ¿quién puede estar en contra nuestra? (Rm 8,31). Un criado no es más que su señor (Jn 13,16; 15,20). Una momentánea y ligera tribulación produce un peso eterno de gloria (2Cor 4,17). El número de los elegidos es menor de lo que pensamos. Sólo los valientes y esforzados arrebatan el cielo. ¡Luchemos, pues, con valentía! ¡Corramos a toda prisa para alcanzar la meta y ganar la corona! Estas son algunas de las ardorosas palabras con que se animan unos a otros los Amigos de la Cruz.

En cambio, los amigos de lo mundano, gritan sin descanso para animarse a perseverar en su malicia: ¡paz, paz, paz! (Jr 6,14; 8,11). ¡Alegría, alegría! (Is 22,12; Mt 24,27-39). ¡Cantemos, bailemos, divirtámonos! Dios es bondadoso y no nos creó para la condenación ni prohíbe divertirnos! No nos vamos a condenar por esto.

Recordad que el buen Jesús os está mirando, y dice a cada uno en particular: Mirad: casi todos me abandonan en el camino real de la Cruz. Más aún –y esto lo digo con el corazón traspasado de dolor– mis propios hijos vivificados por mi Espíritu, me han abandonado y despreciado, convirtiéndose en enemigos de mi Cruz. ¿Acaso vosotros  también queréis dejarme, huyendo de mi Cruz, como los mundanos que en esto son otros tantos anticristos?¿Queréis esquivar los dolores de mi Cruz para correr detrás de los placeres? “Tengo muchos amigos que dicen amarme, pero que en el fondo me aborrecen porque no aman mi Cruz. Tengo muchos amigos de mi mesa, pero muy pocos de mi Cruz" (Imitación de Cristo, II, c 2, n 1).

El que quiera venir en pos de Mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y me siga (Mt 16, 24).

Estimados fieles: amemos a Jesucristo como Él lo merece y como Él quiere ser amado, es decir, llevando en su seguimiento toda clase de cruces, sin rebelión, sin amargura, sin traición; con resignación, con paciencia y hasta con alegría. Él nos da su gracia para que todo eso sea posible.

Los dos ladrones, los dos pecadores del Calvario sufrían exactamente lo mismo, y sin embargo uno se salvó y el otro se condenó. No podemos evitar el sufrimiento; lo que sí podemos, con la gracia de Dios, es sufrir bien. Debemos aprender a sufrir. Cuando estemos crucificados debemos hacer como el buen ladrón, que aceptó su cruz y la unió a Cristo, y por eso se salvó; y no como el mal ladrón, que rechazó su cruz, y con ella, a Cristo -porque Cristo es inseparable de la cruz- y por eso se condenó.

La cruz: el mundo la llama locura, infamia, estupidez, indiscreción, imprudencia. Pero la verdad es que nada hay tan necesario, nada tan útil, tan dulce ni tan glorioso, como sufrir algo por Jesucristo.

martes, 3 de noviembre de 2020

ARZ. VIGANÒ: "MONS. LEFEBVRE FUE UN CONFESOR EJEMPLAR DE LA FE"


"Considero a monseñor Lefevbre un confesor ejemplar de la Fe, y creo que ya es palmario hasta qué punto su denuncia del Concilio y de la apostasía modernista está fundada y tiene mucha vigencia. No olvidemos que la persecución que sufrió monseñor Lefebvre por parte de la Santa Sede y los obispos de todo el mundo ha servido ante todo de elemento disuasorio para los católicos refractarios a la revolución conciliar.

Concuerdo asimismo con todo lo que señaló S.E. Bernard Tissier de Mallerais sobre la presencia simultánea de dos entidades en Roma: la Iglesia de Cristo está ocupada y eclipsada por la camarilla modernista conciliar que se ha impuesto en la propia jerarquía y se vale de la autoridad de sus ministros para prevalecer en la Esposa de Cristo y madre nuestra."

LEER TEXTO COMPLETO ACÁ

ESCÁNDALO DEL APOYO DE FRANCISCO A LAS UNIONES CIVILES SODOMITAS: MONS. SCHNEIDER HABLA CLARO DE NUEVO


Fuente

Engaño por medio de  la sutil diferencia Entre “unión civil” y “convivencia civil”

Cualquier persona normal entiende la expresión que el Papa usa aquí como una forma de convivencia legalmente reconocida por el estado, como una convivencia estable de una pareja homosexual, y por lo tanto como un reconocimiento legal del estilo de vida homosexual.

En la película documental “Francesco” que se estrenó el 21 de octubre de 2020, en el Festival de Cine de Roma, el Papa Francisco usó la expresión “convivencia civil” en vez de “unión civil", pidiendo de ese modo,que se cree una ley civil de convivencia para persona homosexuales, de forma que estén legalmente cubiertas. Ambas expresiones “convivencia civil” y “unión civil” tienen, sin embargo, sustancialmente el mismo significado, como se pone de manifiesto por ejemplo en la legislación argentina. El 17 de diciembre de 2002, se aprobó en la provincia de Río Negro en Argentina una ley llamada ” Ley de convivencia homosexual” n.3376.  El artículo primero dice que ” las parejas del mismo sexo pueden hacer una declaración jurada que certifica su convivencia ante la autoridad competente".

Los términos jurídicos son diferentes en algunos países, pero todos ellos significan sustancialmente lo mismo, a saber, la cohabitación de una pareja homosexual, así como de una pareja heterosexual, lo que significa una cohabitación extramatrimonial estable registrada por el Estado. Estos términos jurídicos son, por ejemplo: “uniones del mismo sexo", “unión civil", “convivencia homosexual", “convivencia civil", “unión registrada", “Eingetragene Partnerschaften” y otros.

El apoyo a las formas legales de una convivencia estable de dos personas homosexuales, afirmando a la vez que el acto homosexual sigue siendo inmoral, y que dos personas homosexuales registradas según esa forma legal vivirán en abstinencia sexual, es una contradicción. A pesar de la afirmación teórica de la inmoralidad de los actos homosexuales, tal apoyo forma parte de la propaganda ideológica y jurídica para legalizar y reconocer la supuesta bondad del estilo de vida homosexual y de los actos homosexuales. Además, es de una completa ingenuidad e irreal asumir que las formas civiles de una convivencia estable de dos personas homosexuales les ayudarán a  vivir en abstinencia sexual. Asumir esto presupondría que debería haber un artículo en el estatuto legal de la convivencia homosexual que estipulara más o menos esto: ” Los dos miembros de una pareja que convive civilmente deben vivir en abstinencia sexual.” Sin embargo, eso es tan ridículo como un chiste. Ninguna persona con sentido común creería que dos personas homosexuales que registren legalmente su convivencia estén viviendo en abstinencia sexual, como nadie lo creería de una pareja heterosexual en las mismas circunstancias.

Cualquier persona normal entiende la expresión que el Papa usa aquí como una forma de convivencia legalmente reconocida por el estado, como una convivencia estable de una pareja homosexual, y por lo tanto como un reconocimiento legal del estilo de vida homosexual.

El juego de palabras “convivencia civil” y “unión civil” es en nuestro caso un sofisma, una sutileza y un truco.  Nos recuerda al cuento del traje nuevo del emperador. Este juego de palabras es en última instancia intelectualmente deshonesto y no convence a nadie.

Cualquier tipo de forma de convivencia estable legalmente registrada de dos personas homosexuales, no importa como la llames, es inherentemente inmoral porque es un escándalo público, una propaganda del estilo de vida homosexual, un constante e inmediato peligro de pecado mortal para las dos personas implicadas. Un apoyo a tal forma legal es moralmente irresponsable, provoca confusión, causa escándalo y produce un efecto fatal. La demanda de garantizar algunos derechos civiles para las parejas homosexuales como por ejemplo las herencias, las visitas en un hospital y otros casos similares, es claramente un pretexto. De hecho, las leyes civiles en los países democráticos ya proveen suficientemente para tales casos como los de las herencias, el cuidado legal etc… sin necesidad de crear una forma jurídica para la convivencia estable de dos personas homosexuales.

Si estas personas desean honestamente vivir en abstinencia sexual y practicar la virtud de la castidad, nunca demandarán una forma legal de convivencia, ya que saben que tal proximidad les pondría en peligro inmediato de pecado mortal e incluso de los habituales pecados mortales de fornicación.

Si dos personas homosexuales desean honestamente vivir en castidad, no se comprometerán en ninguna forma de convivencia civil para evitar incluso implícitamente cualquier apoyo a la expansión de la ideología de justificación y legitimación del estilo de vida homosexual. Estas personas que honestamente desean vivir en continencia sexual también sabrán que su convivencia civil registrada causará escándalo.

En estos tiempos de propaganda mundial agresiva y demagógica para legitimizar el comportamiento homosexual y los actos homosexuales como moralmente buenos, las declaraciones de miembros de la Iglesia a favor de cualquier tipo de reconocimiento legal de formas de convivencia homosexual, independientemente de los términos que usemos (uniones, coexistencia, convivencia, relación, etc…) solidificará de hecho esta propaganda.

La voz de la Iglesia debería decir exactamente lo contrario y resistir con valor con palabras y gestos llenos de claridad, calma y dignidad esta propaganda ideológica que esclaviza la dignidad humana en un estilo de vida que contradice la voluntad de Dios el Creador y Redentor de la dignidad de la naturaleza humana.

 La honestidad intelectual y el amor sincero a la verdad son necesarios y valiosos para que todos los representantes de la Iglesia permanezcan como testigos creíbles de la Ley divina escrita en la naturaleza y la razón humanas y explícitamente revelada en la Palabra de Dios en la Sagrada Escritura y enseñada invariablemente por la Iglesia a lo largo de dos mil años.

25 de octubre de 2020
+ Atanasius Schneider
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Sobre este escándalo han hecho declaraciones claras el Arz. Viganò, el Card. Burke, el Card. Müller, Mons. Aguer, Mons. Schneider y otros prelados conservadores, esto es, liberales de derecha. Aunque se supone que "nada ha cambiado en la FSSPX", la sedicente antiliberal Neo-FSSPX, en tanto, se ha referido a este asunto sólo mediante un artículo ANÓNIMO publicado en su sitio oficial. Todavía estamos esperando una declaración FIRMADA por el P. Pagliarani o alguien de la cúpula de la Fraternidad.