PÁGINAS

domingo, 30 de junio de 2013

¡GRACIAS MONSEÑOR WILLIAMSON!


¡POR 25 AÑOS DE FIDELIDAD!


SERMÓN DOMINGO VI DESPUÉS DE PENTECOSTÉS - R.P. RENÉ TRINCADO







OPERACIÓN SUPERVIVENCIA – OPERACIÓN SUICIDIO

El 30 de junio de 1988, Monseñor Lefebvre consagró cuatro Obispos para la FSSPX. Hoy se cumplen veinticinco años de ese gran acontecimiento.

Decía Monseñor Lefebvre, en su sermón, que las ordenaciones episcopales eran laoperación “supervivencia” de la Tradición. Esta jornada de hoy -cito a Monseñor- es la operación “supervivencia”. Y si hubiera hecho esa otra operación con Roma, siguiendo los acuerdos que habíamos firmado y poniendo en práctica a continuación estos acuerdos, haría la operación “suicidio”. Así pues, no hay elección: ¡debemos sobrevivir! Y por eso hoy, al consagrar a estos obispos, estoy persuadido de hacer continuar, de hacer vivir la Tradición, es decir, la Iglesia Católica.

LA HORA DE LA TRAICIÓN: DE DAVID A SALOMÉ

Lo que Monseñor Lefebvre entonces no podía imaginar era que uno de los Obispos consagrados, siendo su sucesor, 24 años más tarde, iba a lanzar de nuevo la “operación suicidio”, al pretender someter la Fraternidad a las autoridades romanas. Es imposible someternos a la autoridad (…). Sería ponernos en sus manos y por consiguiente en las manos de los que quieren llevarnos al espíritu del Concilio, al espíritu de Asís. No es posible. (…), decía Mons. Lefebvre en ese sermón.

¿La Fraternidad ha depuesto la intención de buscar un reconocimiento canónico por parte de Roma? No. La prueba está en que las condiciones puestas por el capítulo general de julio del año pasado no han sido revocadas. Esas condiciones son una verdadera “oferta de venta” de la congregación. Eso de que las seis condiciones protegen a la Tradición es una mentira, como en otro sermón hemos demostrado. Esas condiciones son un ofrecimiento o solicitación permanente a los romanos. En la declaración de este jueves 27 de junio, los tres Obispos de la FSSPX ratifican las seis condiciones y se declaran a favor del acuerdo práctico. Estamos en plena “operación suicidio”. Esa es la verdad.

La congregación está dejando de ser un David que combate varonilmente contra el Goliat liberal y modernista, y está siendo transformada en una Salomé -la hija de Herodías e hijastra de Herodes Antipas-, esa miserable mujerzuela que bailaba y se exhibía para agradar a los hombres.

QUIERO LA CABEZA DE JUAN EL BAUTISTA

A propósito de ese episodio: Monseñor Williamson es hoy como san Juan Bautista entonces. Así como San Juan Bautista era el obstáculo que había que remover en orden a la unión adúltera de Herodes y Herodías, Monseñor Williamson era el obstáculo que había que quitar con miras a la unión adúltera entre la FSSPX y Roma. Y no sólo en eso se parece Monseñor Williamson al Bautista, sino en la fortaleza y otras muchas nobles virtudes y, sobre todo, en esa santa e inquebrantable intransigencia en cuanto a la fe, intransigencia heredada de Mons. Lefebvre y traicionada flagrantemente en la declaración doctrinal presentada por la Fraternidad al Vaticano en abril del 2012.

Quiero la cabeza de Juan el Bautista, dijo la mujerzuela Salomé. Han transcurrido 25 años desde esas consagraciones y no estuvo presente Monseñor Williamson en las celebraciones oficiales, sino que estuvo rodeado de un puñado de Sacerdotes de la Resistencia, nuestros compañeros de trinchera. Quiero la cabeza de Juan el BautistaMons. Williamson ha sido expulsado por los traidores. Es la Cruz de Cristo. Es el destino de los elegidos de Dios. Porque dice el Evangelio:Bienaventurados seréis cuando os odien los hombres, y os expulsen, y os ultrajen, y proscriban vuestro nombre como malo por el Hijo del hombre. Gozaos en aquel día, y regocijaos; porque vuestro premio será grande en el cielo(Lc 6, 22-23).

¡TODOS CONTRA WILLIAMSON!

¿Cómo no recordar en este momento, también, los sucesos del año 2009? En esa ocasión Monseñor Williamson fue objeto del odio mancomunado de judíos, masones, políticos izquierdistas y derechistas, creyentes y ateos, católicos progresistas y católicos conservadores, medios de prensa, y, en fin, de todo el mundo. Todos contra Williamson. Pilatos y Herodes eran enemigos, pero se hicieron amigos cuando se unieron en causa común contra Cristo. El mismo Superior General, en lugar de haber defendido lealmente a Mons. Williamson en esos días, o en lugar de haber guardado un cauto silencio; se unió a la jauría que vociferaba “¡quítenlo, quítenlo!, ¡crucifíquenlo, crucifíquenlo!”Monseñor Williamson ha sido entregado por los traidores. Si hay un Obispo odiado por todo el mundo, ese es Monseñor Williamson. Pero si el mundo os odia, -dice Cristo- sabed que me odió a mí antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo que es suyo: mas porque no sois del mundo, antes yo os escogí del mundo, por eso el mundo os odia. Acordaos de mi palabra, que yo os lo he dicho: El siervo no es mayor que su Señor. Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros (Jn 15, 18 - 20).

ESTOTE FORTES IN BELLO

Estote fortes in bello et pugnate cum antiquo serpente, et accipietis regnum æternum (Sed valientes en la guerra y combatid contra la serpiente antigua, y recibiréis el reino eterno). Esta es una antífona del oficio de los Apóstoles, y Monseñor Williamson, como digno sucesor de éstos, la ha clavado, cual bandera, en su ancho corazón de hombre y la ha puesto por obra contra todo y contra todos a fin de ser hallado fiel, como reza su lema episcopal: Ut Fidelis Inveniatur. A fin de ser hallado fiel por Nuestro Señor Jesucristo, bajo cuyo estandarte -la Cruz gloriosa- militamos en la Iglesia, en la Tradición y en la Resistencia Católica. A eso vinimos al mundo: a combatir por Cristo. La guerra de Dios es la vocación de todos los católicos.

DESDE EL BENDITO SUELO GUADALUPANO

Su Excelencia: desde el bendito suelo guadalupano, desde esta tierra regada con la sangre de los que tuvieron la hombría de morir y de matar por Cristo, desde las últimas trincheras cristeras rendimos hoy nuestro homenaje al único Obispo católico del mundo que se mantiene totalmente fiel a Jesucristo, y le rogamos que cuente con nosotros como sus esforzados soldados y servidores en esta lucha que no admite treguas cobardes ni acuerdos traidores, en la guerra santa en contra del maldito demonio liberal y modernista que ocupa y destruye la Iglesia de Cristo.

Y porque no olvidamos que no estamos hechos de acero sino de barro, suplicamos a Nuestra señora de Guadalupe, Generala de la Resistencia Católica, nos alcance de Dios la gracia para combatir y resistir hasta el fin.

sábado, 29 de junio de 2013

POR QUÉ ES IMPOSIBLE EL ACUERDO PRÁCTICO, EN PALABRAS DE MONSEÑOR DE GALARRETA.


La nueva Declaración de los tres obispos de la Neo-FSSPX aceptan claramente el acuerdo práctico con Roma: sea que se nos reconozca explícitamente el derecho de profesar de manera íntegra la fe y de rechazar los errores que le son contrarios, con el derecho y el deber de oponernos públicamente a los errores y a sus fautores, sean quienes fueren – lo que permitirá un comienzo de restablecimiento del orden.
Monseñor de Galarreta, en su sermón de las ordenaciones del 29 de junio de 2004, explicaba a los fieles el por qué es IMPOSIBLE firmar un acuerdo práctico con Roma. Las razones que expresa son muy fuertes y en vista que la situación en Roma no ha cambiado ni un ápice, estas razones son de total actualidad.

¿Quién cambió, los tres obispos o Monseñor Williamson?

(EXTRACTO)

"Es necesario que esto sea evidente para nosotros: un acuerdo puramente práctico es imposible.

Desde que tuvo lugar uno de los primeros contactos con Roma, alguien nos dijo: “no discutamos de doctrina, nos vamos a enredar”. Miren ustedes, esa parece una frase anodina pero es muy grave. ¿Qué es lo que quiere decir? Esto quiere decir la verdad divide, y eso es lo que ellos creen. Esto es lo que funda la libertad religiosa, también el ecumenismo. La verdad divide, por lo tanto hay que dejarla de lado. Esto nos recuerda mucho la frase de Pilatos: “¿Qué es la verdad?” Y el Apóstol san Pablo nos advierte en la epístola a los Tesalonicenses que Dios enviará un espíritu de ceguera a los hombres, porque no recibieron con amor la verdad.

Para tener un punto de partida, para entendernos, es necesario un fundamento esencial. Y además ¿cómo podríamos nosotros ponernos bajo la autoridad de aquellos que demuelen la Iglesia y que no quieren cambiar? ¡Es la cuadratura del círculo! ¡Querer conservar la Tradición y obedecer a aquellos que no quieren cambiar de dirección, que están en el sentido de ruptura con la Tradición, la demolición de todo! Esto es una utopía, una quimera, es tomar los deseos por la realidad. Mientras que no haya un retorno de la más alta autoridad de la Iglesia, no podemos hacer un acuerdo puramente práctico. Esto no es posible en este momento. Y en su momento, este acuerdo no será puramente práctico.

Eso sería duplicidad.

Hay todavía un aspecto muy importante, y es que todo acuerdo puramente práctico supondría una contradicción de nuestra parte, una disociación de la fe que tenemos en el corazón y la fe que tenemos en los labios. Dicho de otro modo, entre la fe católica y la confesión de la fe católica. Eso nos pondría en una duplicidad, eso es astucia y no prudencia. Porque habría que –al menos públicamente- hacer creer que nosotros admitimos lo que pasa actualmente en la Iglesia en Roma.
Aquí, yo digo que no podemos cooperar con aquellos que van contra la fe católica, es lo que dice el apóstol San Pablo: ¿Qué acuerdo puede haber entre la luz y las tinieblas, entre la justicia y la injusticia?. No portéis el mismo yugo con los infieles. Yo creo que podemos aplicar esto muy bien aquí. Pues no se trata solamente de rehusar una confusión desde el  punto de vista doctrinal, desde el punto de vista teológico de la fe, desde el punto de vista del culto, sino incluso desde el punto de vista práctico de la acción, nosotros no podemos trabajar juntos porque nosotros vamos en sentido contrario, absolutamente contrario y se trata de la fe. Porque la condición implícita de un acuerdo con nosotros –e incluso a veces condición explícita, pero como lo que se escribe en pequeños caracteres en un contrato- es que nosotros reconozcamos el pluralismo, que reconozcamos el ecumenismo. Esto equivaldría a decir: La Tradición se admite como un carisma particular. Pero si nosotros admitimos eso, nosotros ponemos la verdad católica al nivel de las opiniones, y estamos en pleno pluralismo, ecumenismo, relativismo, indiferentismo. Hay un problema esencial. Es evidente que cada vez se nos propone lo que podríamos llamar: la Tradición libre en la iglesia conciliar libre. Tomemos la última entrevista con el Cardenal Castrillón Hoyos que está en internet y en todas partes –el expresamente la quiso pública- y verán. Es una reducción extraordinaria. El dijo que el problema tradicionalista se reduce a una cuestión litúrgica y devocional. Por lo tanto, nuestra adhesión a la Santa Misa es una cuestión litúrgica y devocional que se reduce a una cuestión de sensibilidad y de sentimiento. Nuestra posición atañería a la libertad de conciencia, y podríamos muy bien llevarla a “la unidad en la diversidad”. El cardenal dijo que no hay ningún problema a que haya contrarios con tal que se haga referencia a esta nueva unidad que está fundada exclusivamente sobre el papa. Por supuesto, porque se trata de un papa modernista. Su enfoque es claro, lo que nos proponen: les reconocemos una particularidad, pero ustedes reconocen todo lo demás. Ustedes reconocen el principio que demuele la fe, que está demoliendo la fe y también al mundo. Asistimos verdaderamente al establecimiento de otra fe, de otra religión por lo que debemos ser muy prudentes.


Quizá ustedes dirán: este panorama es muy triste, es desolador. Yo creo que nuestra consolación no puede venir de la situación que vivimos. No debemos buscar la consolación donde ella no está. Lo que nos consuela, no es verdaderamente la situación que vamos a vivir, ella viene de arriba, viene primeramente de Dios, de la Providencia. San Pablo nos recuerda que todas las cosas cooperan al bien de aquellos que aman a Dios. Es una frase de un alcance enorme. Todo coopera al bien de los que aman a Dios, no solamente los bienes sino que también los males, las adversidades, los sufrimientos, las tribulaciones. Esto quiere decir que todo está ordenado para el bien de la parte más noble del universo que es el Cuerpo Místico de Nuestro Señor Jesucristo, la Iglesia. Todo lo que nos sucede está ordenado para nuestro bien siempre y cuando permanezcamos en el amor de Dios, porque todo coopera al bien de los que aman a Dios. Y san Agustín tiene una bella frase, dice: La tribulación será lo que tú quieras que sea, o bien una prueba o bien una condenación. Si te encuentra como el oro, te purifica, te quita las escorias; si te encuentra como la paja, te consume. Es por eso que el Apóstol agrega: Si Dios está a nuestro favor, ¿quién está contra nosotros? Si Dios está con nosotros, si estamos con Dios, ¿quién está contra nosotros. Y esto debe darnos una tranquilidad profunda, una esperanza sobrenatural, que vale mucho más que cualquier esperanza terrestre".

Tomado de Le Sel de la Terre n° 50. Otoño de 2004, páginas 223, 224, 225.

MONSEÑOR MÜLLER: ROMA SIGUE ESPERANDO LA RESPUESTA OFICIAL DE LA FSSPX.-




El blog de la Asociación Pro Liturgia de Denis Crouan, publicó hoy la traducción de un artículo de Kathnet que entrevista a Monseñor Gerhard Müller, prefecto de la Congregación para la doctrina de la Fe el 26 de junio pasado, entrevista otorgada a varias revistas diocesanas alemanas sobre cuestiones doctrinales actuales. Este es el pasaje que trata de la FSSPX:


En la batalla doctrinal que opone al Vaticano con la FSSPX, Monseñor Müller estima que la pelota está ahora en el campo de los tradicionalistas. Hace más de un año que Roma le propuso a los responsables de la FSSPX un documento que permitiría aclarar cierto número de puntos doctrinales: todavía se espera la respuesta oficial por parte de la Fraternidad. Monseñor Müller subrayó que este documento se dirige a la Fraternidad en su conjunto y que le corresponde como tal aceptar este documento cuyo contenido retoma nociones esenciales de la fe católica. Sin embargo, independientemente de este asunto, cada sacerdote es totalmente libre, a título personal, de regresar a la plena comunión con la Iglesia católica con el papa y los obispos. Además, agregó Monseñor Müller, el papa Benedicto XVI (2005-2013) quien, desde hace 25 años quiso hacer avanzar las discusiones con los tradicionalistas, afirmó claramente que quedan puntos esenciales para aclarar, y que hasta entonces los miembros de la Fraternidad permanecerán en espera de la plena comunión con la Iglesia, y que los sacerdotes y los obispos no podrán ejercer su misión de manera legítima. Estos largos años de discusiones dieron como resultado un documento sintético conocido bajo el nombre de “Preámbulo dogmático”.


En otro artículo, el blog citado por Riposte catholique, nos señala:


“Agreguemos que el mismo día del aniversario de las ordenaciones, el domingo 20 de junio, Monseñor Fellay celebrará una misa en Baviera, en Zaitzkofen. La víspera de ese día, procederá a la ordenación de nueve jóvenes sacerdotes de la Fraternidad. Y esto, a pesar de la petición expresa de Benedicto XVI de aplazar toda ordenación en tanto que las discusiones no hayan tenido como resultado una feliz conclusión.

DECLARACIÓN DE LA RESISTENCIA DE LA FSSPX EN EL 25º ANIVERSARIO DE LAS CONSAGRACIONES EPISCOPALES




Vienna, Virginia, Estados Unidos – Junio 29 de 2013
Al celebrar el 25º aniversario de la heroica decisión de Monseñor Lefebvre en 1988 de consagrar obispos verdaderamente Católicos para la defensa de la Fe católica y para la preservación de Sacramentos válidos de la devastación de la Iglesia creada por el desastroso Concilio Vaticano II, un grupo de sacerdotes expresan su alarma ante la misma devastación que se está creando en la Fraternidad San Pío X, y han resuelto conjuntamente hacer todo lo posible por proteger a la Iglesia y a la Fraternidad contra este nuevo peligro.
Así como las autoridades de Roma han utilizado los últimos 50 años para tratar de reconciliar a la Iglesia con el mundo, y en particular por medio de la libertad religiosa y del ecumenismo del Concilio Vaticano II, el Superior General de la Fraternidad durante los últimos 15 años ha hecho todo lo posible para promover el sueño perverso de la conciliación de la Tradición católica con la Roma Conciliar. Por ejemplo, la Declaración de 27 de junio 2013, una vez más deja la puerta abierta a la reapertura de las negociaciones con Roma Conciliar. (Cf. N º 11)
El resultado de este intento de reconciliar lo irreconciliable dentro de la Fraternidad San Pío X ha sido la persecución de sacerdotes buenos, la ruina progresiva del trabajo del Arzobispo y la puesta en peligro de la salvación eterna de un sin número de almas. Esto se debe a que la Fraternidad San Pío X fue durante muchos años un ancla de la verdadera fe de toda la Iglesia, y ahora el ancla se ha roto. Y al igual que las autoridades del Vaticano II perdieron la confianza de muchos fieles católicos por sus ambigüedades, duplicidades, y mentiras, ahora las autoridades liberales de la Fraternidad San Pío X están perdiendo toda la confianza de muchos católicos tradicionales por su traición a la Tradición.
Ahora, ¿qué puede hacer un grupo pequeño y disperso de sacerdotes para salvar la situación? Dios salvará a su Iglesia por la conversión del Papa cuando su Madre obtendrá por fin la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón. Sin embargo, la verdad no es una cuestión de mayoría y por lo que nos fijamos el programa del Arzobispo:
“La Santísima Virgen saldrá victoriosa. Ella vencerá la gran apostasía, fruto del liberalismo. ¡Una razón para no quedarnos de brazos cruzados! Debemos luchar más que nunca por el Reino Social de Nuestro Señor Jesucristo. En este combate, no estamos solos; tenemos con nosotros a todos los Papas hasta Pío XII inclusive. Todos ellos combatieron el liberalismo para resguardar la Iglesia. Dios no ha permitido que lo lograran, ¡pero eso no es una razón para rendir las armas! Es necesario resistir. Es necesario construir mientras otros destruyen. Es necesario reedificar las ciudadelas derrumbadas, reconstruir los bastiones de la fe. Primero el santo Sacrificio de la Misa de siempre, forjador de santos. Luego nuestras capillas que son verdaderamente nuestras parroquias, los monasterios, las familias numerosas, las escuelas católicas, las empresas fieles a la doctrina social de la Iglesia, los hombres políticos decididos a hacer la política de Jesucristo. Debemos restaurar un conjunto de costumbres, vida social y reflejos cristianos, con la amplitud y duración que Dios disponga. ¡Lo único que sé, la fe nos la enseña, es que Nuestro Señor Jesucristo debe reinar en este mundo, ahora y no solamente al fin del mundo, tal como quisieron los liberales!
Mientras ellos destruyen, nosotros tenemos la felicidad de construir. Felicidad mayor aún, porque generaciones de jóvenes sacerdotes participan con celo en esta tarea de reconstrucción de la Iglesia para la salvación de las almas.” (Le Destronaron; Capítulo XXXIV)

S.E. Mons. Richard Williamson SSPX
R.P. Joseph Pfeiffer SSPX
R.P. Tomas de Aquino O.S.B.
R.P. Jahir FBMV
R.P. Jean-Michel Faure SSPX
R.P. Ronald Ringrose
R.P. Juan Carlos Ortiz SSPX
R.P. Hugo Ruiz SSPX
R.P. Ernesto Cardozo SSPX
R.P. Joaquim FBMV
R.P. Richard Voigt SSPX
R.P. David Hewko SSPX
R.P. François Chazal SSPX
R.P. Valan Rajakumar SSPX
R.P. Patrick Girouard SSPX
R.P. René Trincado SSPX
R.P. Olivier Rioult SSPX
R.P. Rafael OSB
R.P. Edgardo Suelo SSPX
Hno. Placide OSB
Hno. Andrés OSB

viernes, 28 de junio de 2013

COMENTARIO ELEISON CCCXI (311).- 29 DE JUNIO DE 2013


  
AUTORIDAD MUTILADA II

  
Nuevamente estoy siendo impulsado por un valiente participante de la “Resistencia” Católica de hoy, a ponerme a su cabeza. La razón dada continúa siendo que soy el único obispo que hasta ahora está teniendo alguna parte en este movimiento de oposición al colapso interno de la Fraternidad San Pío X. Pero Dios otorgó el soplo de vida de la autoridad eclesial al Arzobispo Lefebvre, cuyos sucesores han abusado cruelmente de ella. Entonces ¿por qué debería El otorgarla nuevamente? La crisis de la Iglesia ha avanzado tanto más entre los años 1970 y 2010. A riesgo de molestar a muchos de ustedes, aquí están los principales argumentos de esta buena alma, con las respuestas que propongo a todos, pero impongo en nadie –

1 La amplia diversidad de opiniones entre los Sacerdotes de la Resistencia confunde a los laicos. * Pero controlar opiniones requiere autoridad (ver arriba). Y, tal vez, los católicos merecen estar confundidos después de que tantos de ellos ciegamente siguieron al Vaticano II y ciegamente están siguiendo a la FSPX. Tal vez Dios está enojado con la obediencia ciega. Tal vez El quiere que los católicos usen sus cabezas y piensen por ellos mismos, y que no simplemente “obedezcan” ciegamente para llegar sin esfuerzo en el Cielo.

2 En particular hay confusión sobre si tirarse por la borda, i.e. dejar de asistir a las Misas de la FSPX. * Pero, ¿por qué una única opinión debe aplicar a todos los casos? Todo tipo de diferentes circunstancias pueden atañer a tal pregunta. De acuerdo, quedarse con la FSPX en su falso curso presente implica un peligro real de resbalarse gradualmente, pero las almas necesitan los sacramentos y, de ninguna manera, todos los sacerdotes de la FSPX son hasta ahora traidores. En Francia, recientemente, la primera edición de un libro de 350 páginas, 90% de las cuales consisten en citas del Arzobispo Lefebvre, se agotó en dos semanas. Fue compaginado por un Sacerdote de la FSPX, el Padre François Pivert. Ese es un signo bueno de esperanza. ¡Que Dios lo bendiga!

3 La fricción entre los Sacerdotes de la Resistencia puede hacer que la Resistencia se auto-destruya. * Siempre ha habido, y siempre habrá, fricciones personales entre los Sacerdotes. La fricción doctrinal es mucho más grave. Es la fidelidad doctrinal la que principalmente mantuvo unida a la FSPX hasta ahora, y es la infidelidad doctrinal la que ahora la está destruyendo. Es la fidelidad doctrinal la que garantizará nuestra una y única Fe, lo cual es la base para lo que sea que sobrevivirá de catolicismo en la Iglesia, como en la FSPX, y en la “Resistencia”.

4 No hay Iglesia sin cabeza o jerarquía. Dios nos quiere organizados. * Normalmente, por cierto, no hay Iglesia sin cabeza o jerarquía, pero el hombre moderno ha creado una situación anormal. Mientras que el centurión pagano en el Evangelio (Mt.VIII, 6-10) tenía un sentido natural de cómo comandar y cómo obedecer (los dos van juntos), el hombre “democrático” ha desaprendido voluntariamente, en nombre de la libertad, como hacer ambos. Así, los comandos arbitrarios y la obediencia excesiva, están actualmente destruyendo a la FSPX, así como han mayormente destruido a la Iglesia oficial. Esto es así porque ambos, gobernantes y gobernados, no toman en serio, no aman la Verdad objetiva que está por encima de ambos y que, cuando se Le presta atención, no tiene reparos en armonizar la autoridad y la obediencia de ambos. Tal vez Dios desea que nosotr os persigamos más la doctrina que la organización.

En conclusión, esta prueba excepcional de la Iglesia durará tanto como Dios necesite que dure para la purificación de Su Iglesia. Mientras tanto, en los principios del siglo 21ero, me parece que simplemente no hay suficiente paja católica remanente para hacer un ladrillo católico como la FSPX de finales del siglo 20mo. Paciencia. Dios se saldrá con la Suya. Es Su Iglesia y El la está cuidando. Paciencia.

Kyrie Eleison


SYLLABUS: COMENTARIOS A LA “DECLARACIÓN CON OCASIÓN DEL XXVº ANIVERSARIO DE LAS CONSAGRACIONES EPISCOPALES” DE LA FSSPX



Se ha dado a conocer este miércoles 27 de junio una “DECLARACIÓN CON OCASIÓN DEL XXVº ANIVERSARIO DE LAS CONSAGRACIONES EPISCOPALES” suscripta por los tres obispos que subsisten en la Fraternidad Sacerdotal San Pío X. Puede leerse íntegra tanto en el sitio web de la Fraternidad  como en diversos sitios y blogs, entre ellos el nuestro.

Es indispensable hacer una serie de consideraciones sobre la misma, porque como cada nuevo documento o declaración emitidos por las autoridades de la FSSPX, confirma su novedad absoluta con respecto a la posición histórica mantenida por la Fraternidad en tiempos de Monseñor Lefebvre. Con el agravante en este caso de que las repercusiones mediáticas han de ser mayores ya que se hace mención a las consagraciones episcopales que tanto revuelo causaron en su momento.

Indudablemente la estrategia diplomática pareciera en la superficie haberse evaporado, si uno se ciñe a la mayor parte del contenido de la misma. Pero si uno lee detenidamente, puede entenderse que se sigue apostando a un futuro entendimiento con la iglesia conciliar a pesar de todas las críticas severas que se le hacen. Por tanto, estamos ante un hecho gravísimo, ante una declaración que es un paso muy importante hacia el precipicio en el marco de la “operación suicidio”. Y esto más allá de que esta Roma vaya a aceptar o no un acuerdo, porque el problema aquí es que esta Fraternidad ya ha aceptado la posibilidad de un acuerdo ¡por lo que va más lejos que la misma Roma en la traición a sus principios!

Allí está la astucia serpentina del texto: puede leerse tanto con anteojos negroscomo con anteojos rosados (en esto no somos originales, seguimos lo afirmado por Mons. Fellay sobre la lectura de su Declaración doctrinal del 15 de abril del 2012), y ambos llegarán a la misma conclusión; pero si se lee sin ninguna clase de lentes salvo los que Dios nos dio, podrá comprenderse lo tramposo que hay en esta declaración. Pero no debería sorprendernos esto, teniendo en cuenta las anteriores ambigüedades y retorcimientos de Monseñor Fellay y sus asistentes en declaraciones y conferencias que luego necesitaban ser explicadas y vueltas a explicar para que los pobres fieles pudieran comprender qué era lo que el Superior había querido decir sin ser mal interpretado. Como bien afirma el Padre Girouard, se pone el foco en la “percepción” que se quiere obtener de parte de unos y de otros, antes que en la firmeza indisputable de la verdad. De allí que se consiga dejar contento al que quiere que lo dejen contento, mas la verdad clama porque no se deja manosear ya que ella no debe servir, sino que debe ser servida, pues la Verdad no nos pertenece sino que es un Nombre que se ha dado a sí mismo el propio Dios.

Veamos en principio las dos lecturas rápidas y directas cómo llegan a coincidir y confirmar lo que presumen:

RAMILLETE ESPIRITUAL PARA MONSEÑOR WILLIAMSON.-

Solo para recordarle a nuestros amables lectores que nos envíen cuanto antes el ramillete que han ofrecido por Monseñor Williamson por su 25 aniversario de Consagración Episcopal, pues mañana es el último día.
¡Muchas gracias a todos!




¡ATENTOS!: POSIBLE MANIOBRA DE ENGAÑO



Tenemos en primer lugar esta noticia del sitio Radio Silence que nos informa:

SITUACIÓN GRAVE EN ROMA (RU, 25 de junio de 2013).- Monseñor Fellay declaró el 20 de junio en París que el cardenal Müller, prefecto de la Congregación de la Fe en el Vaticano, le hizo saber a la Fraternidad San Pio X que debía renunciar a las ordenaciones anuales previstas para el 29 de junio en Ecône. Según Monseñor Fellay, se trata de un casus belli. Ya que Monseñor Müller se da cuenta perfectamente de que la Fraternidad en ningún caso puede detener las ordenaciones de nuevos sacerdotes, a menos de que quiera suicidarse; podría ser que Monseñor Müller contemple una nueva marginación (¿excomunión?), pretextando esta insumisión o desobediencia. Lo que pasará después, nadie puede decirlo en este momento, estando todo entre las manos de la Providencia. Ya en los años precedentes, cuando fue obispo de Regensburg, Monseñor Müller declaró, durante las ordenaciones en Zaitzkofen en su diócesis, que es donde se encuentra el seminario alemán de la FSSPX, que estas ordenaciones serían inválidas, juicio que jamás papa alguno ha pronunciado. ¿Por qué Benedicto XVI lo nombró para ese puesto en Roma? Misterio.

Del papa Francisco, Monseñor Fellay dijo que se escuchan muchas cosas sobre él, todos los días, como de un buen cura; pero ¿qué hará como papa? ¿Se ocupa de los problemas de la Iglesia universal? ¿Se está disolviendo la función pontifical de San Pedro sacrificándola en el altar del ecumenismo? Otro misterio.

Monseñor Fellay citó una diócesis donde, según una encuesta, 78% de los sacerdotes católicos no creen ya en la presencia real de Cristo bajo las santas especies. Esta pérdida de fe del clero sería universal en la Iglesia. Este es un tema sobre el cual el Santo Padre debía inclinarse, no como cura sino como papa. ¿Por qué ésta pérdida de fe de los sacerdotes? Benedicto XVI declaró que esta catástrofe, con todas las otras, no provienen del mismo concilio, sino del “espíritu del concilio” propagado por los medios de comunicación. Para Monseñor Fellay, esto es huir de la verdad, permitiendo que no se haga nada. ¡Porque no fueron los medios de comunicación quienes crearon la nueva misa que ha ahuyentado a los fieles, sino que fueron los obispos! La situación de Roma es entonces muy grave, en tanto que una toma de conciencia real no se lleve a cabo.

Hay que rezar mucho por el papa y la Iglesia universal, lo peor no es seguro, pero es posible. Todo está entre las manos de Dios. Hay que notar también que la FSSPX no tiene suficientes obispos para responder a las demandas de los países que tocan a su puerta, como recientemente tres países de América Latina- ru

 Por su parte, Secretum Meum Mihi nos dice:

AGENCIA AFP CUBRE ORDENACIONES SACERDOTALES DE LA FSSPX/SSPX EN ECÔNE, SUIZA.

Por ahora sólo tenemos las fotos del cubrimiento que ha hecho la agencia AFP de las ordenaciones sacerdotales de la FSSPX/SSPX en Ecône, Suiza el 28 de junio de 2013. El audio de la homilía pronunciada por Bernard Tissier de Mallerais puede ser escuchado aquí. Ahora bien, ¿qué hacía la AFP cubriendo un hecho que es habitual (anual para ser exactos) en la vida de la FSSPX/SSPX? Esperamos que nos brinden más informaciones, tal vez sea algo relacionado con los 25 años de las consagraciones episcopales y/o la reciente declaración emitida por los obispos de la FSSPX/SSPX con ese motivo.

Y en el artículo que comenta la Declaración de los Obispos, Avec l’Immaculée comenta:

No nos sorprendería que el Vaticano, fiel a la comedia que representa en concierto con Monseñor Fellay, finja ofuscarse de esta declaración para contribuir a dorar el blasón del superior de la Fraternidad convenciéndonos, con sus críticas, que Monseñor Fellay es un buen tradicionalista… Esto sucedió en junio de 2012, luego del fracaso querido de los acuerdos, para evitar una escisión en la Fraternidad. 
Muy recientemente, Monseñor Müller pidió a la Fraternidad no hacer las ordenaciones, maniobra destinada a hacer parecer a Monseñor Fellay como muy enérgico. Por supuesto, no seremos excomulgados. Es solamente una maniobra para darle una buena imagen de Monseñor Fellay a los fieles y sacerdotes que se plantean algunas preguntas”.

Y ¿obtener el deseado acuerdo práctico con Roma? –preguntamos nosotros…




COMENTARIO DE AVEC L'IMMACULÉE RESPECTO A LA DECLARACIÓN DE LOS TRES OBISPOS


DECLARACIÓN DE LOS TRES OBISPOS : UN DISCURSO HIPÓCRITA




He aquí las palabras de introducción pronunciadas por Monseñor Fellay antes de dar lectura a la declaración. ¡Felizmente para él que la hipocresía y la falsedad no matan, de lo contrario hubiera muerto en el acto!¿Cómo se atreve a dar lecciones a Monseñor Williamson y dar a entender claramente que él no ha sido fiel a las promesas de su Bautismo, mientras que él, Monseñor Fellay, fue quien redactó la Declaración del 15 de abril de 2012 que acepta la nueva misa y los nuevos sacramentos como legítimamente promulgados, el nuevo código de derecho canónico y el Vaticano II a la luz de la Tradición? ¿Los buenos sacerdotes en el interior de la Fraternidad continuarán sin hacer nada? La mayoría si, ciertamente. Pero si esto pudiera decidir a un solo sacerdote a dar el paso hacia la Resistencia, sería bastante bueno. Un solo sacerdote no tiene precio y lo estamos esperando. Sin embargo, si lo hicieran varios  ¡qué mejor!

Extracto del sermón de Monseñor Fellay que se puede escuchar en DICI :

Minuto 1.42 : « Hay una sombra. Nosotros éramos cuatro ese día, hace 25 años. No estamos mas que tres aquí y es verdad que una cierta sombra de tristeza cubre este hecho. Se puede decir que el evangelio de hoy, esta misa escogida por la Iglesia precisamente para los aniversarios de consagración episcopal, este evangelio dice mucho. El evangelio sacado  de san Marcos en su capítulo XIII…
Es un evangelio corto… es una sola palabra que viene y viene en todas partes: es vigilate. Notamos que esta palabra está dirigida al obispo: ¡vigilad! Podemos decir: vigilad sobre sí mismo, vigilad sobre las almas porque Nuestro Señor llega, no se sabe cuándo, cuando Él quiera. Y bien, este triste incidente es para nosotros una invitación a pedir incesantemente todos los días, porque es una gracia a la que hay que corresponder, es la gracia de la fidelidad. Es una gracia. Gracia para los obispos, gracia para los sacerdotes, gracia para los fieles. Es una gracia que todos debemos pedir. Todos los días. La palabra fiel lo dice : viene de la palabra fe, pero fides es también la palabra dada. Es lo que encontramos en el Bautismo, encontramos las dos.
La Iglesia nos da la fe, pero hay una palabra empeñada, hay una promesa, una promesa de fidelidad a las promesas del Bautismo. Y hoy ciertamente nosotros imploramos esta fidelidad para el futuro. Nosotros pensamos que este día también es la ocasión de puntualizar. Puntualizar sobre la situación. Puntualizar sobre, se puede decir, la Fraternidad en su relación con la Iglesia, sobre lo que pasa en la Iglesia y en esta ocasión nosotros redactamos una Declaración que quisiera comunicarles ahora”. Min. 4.50

MONS. MARCEL LEFEBVRE: CARTA A LOS FUTUROS OBISPOS

SYLLABUS


29 de agosto de 1987

Carta a los futuros Obispos



Adveniat Regnum tuum

Queridos amigos:

Puesto que la Sede de Pedro y los puestos de autoridad de Roma están ocu­pados por anticristos, la destrucción del Reinado de Nuestro Señor prosigue rápidamente dentro mismo de su Cuerpo Místico en esta tierra, especialmente por la corrupción de la Santa Misa, manifestación espléndida del triunfo de Nuestro Señor en la cruz: “Regnavit a ligno Deus”, y fuente de expansión de su Reino en las almas y en las sociedades.
Aparece así con evidencia la absoluta necesidad de la permanencia y conti­nuación del sacrificio adorable de Nuestro Señor para que “venga a nosotros su Reino”.
La corrupción de la Santa Misa ha provocado la corrupción del sacerdocio y la decadencia universal de la fe en la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo.
Dios ha suscitado la Fraternidad Sacerdotal San Pío para mantener y per­petuar su sacrificio glorioso y expiatorio en la Iglesia. Se ha escogido verdade­ros sacerdotes, instruidos y convencidos de estos misterios divinos. Dios me ha otorgado la gracia de preparar a estos levitas y conferirles la gracia sacerdotal, necesaria para la perseverancia del verdadero sacrificio, según la definición del Concilio de Trento.
Esto nos ha valido la persecución de la Roma anticristo. Puesto que esta Roma, modernista y liberal, prosigue su obra destructora del Reinado de Nuestro Señor, como lo prueban Asís y la confirmación de las tesis liberales del Vaticano II sobre la libertad religiosa, me veo obligado por la Divina Providencia a trans­mitir la gracia del episcopado católico que yo he recibido, con el fin de que la Iglesia y el sacerdocio católico sigan subsistiendo, para la gloria de Dios y la sal­vación de las almas.
Por eso, convencido de estar cumpliendo la santa voluntad de Nuestro Señor, les pido, por medio de esta carta, que acepten recibir la gracia del episcopado católico, como ya lo he conferido antes a otros sacerdotes en otras circunstan­cias.
Les conferiré esta gracia confiando en que la Sede de Pedro no tardará en ser ocupada por un sucesor de Pedro perfectamente católico, en cuyas manos podrán depositar la gracia de su episcopado para que la confirme.
El fin principal de esta transmisión es conferir la gracia del orden sacerdotal para continuar el verdadero sacrificio de la Santa Misa y para conferir la gracia del sacramento de la confirmación a los niños y fieles que se la pidan.
Les suplico que se mantengan aferrados a la Sede de Pedro, a la Iglesia Romana, Madre y Maestra de todas las Iglesias, en la fe católica íntegra, expre­sada en los símbolos de la fe, en el catecismo del Concilio de Trento, conforme a lo que se les enseñó en su seminario. Manténganse fieles en la transmisión de esta fe, para que venga el Reino de Nuestro Señor.
Finalmente, les suplico que se mantengan aferrados a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, que se mantengan profundamente unidos entre ustedes,sometidos al Superior General, en la fe católica de siempre, recordando estas palabras de San Pablo a los Gálatas (Gálatas, 1, 8-9): “Sed licet nos, aut ange­lus de coelo evangelizet vobis praeterquam quod evangelizavimus vobis, anathema sit. Sicut praediximus, et nunc iterum dico: Si quis evangelizaverit praeter id quod accepistis, anathema sit”.
Queridísimos amigos, sean mi consuelo en Cristo Jesús, manténganse firmes en la fe, en el verdadero sacrificio de la Misa y en el verdadero sacerdocio de Nuestro Señor, por el triunfo y la gloria de Jesús en el cielo y en la tierra, por la salvación de las almas y por la salvación de mi alma.

En los Corazones de Jesús y María los abrazo y los bendigo.

+ Marcel Lefebvre

en la fiesta de San Agustín, 29 de agosto[1] de 1987 Su Padre en Cristo Jesús

Versión tomada de “Monseñor Marcel Lefebvre, la biografía”, Mons. Bernard Tissier de Mallerais, Ediciones Río Reconquista, págs. 692-693.



[1] Carta elaborada mentalmente el 28 y escrita el 29.

Resaltados y subrayados de Syllabus.

jueves, 27 de junio de 2013

SIGUE LA "OPERACIÓN SUICIDIO": DECLARACIÓN DE LOS OBISPOS CON OCASIÓN DEL 25° ANIVERSARIO DE LAS CONSAGRACIONES EPISCOPALES.


Hoy, 27 de junio de 2013, se llevó a cabo la triste celebración por el 25 aniversario de las Consagraciones Episcopales realizadas por Monseñor Lefebvre el 30 de junio de 1988 sin la presencia, evidentemente, de Monseñor Richard Williamson.

miércoles, 26 de junio de 2013

PERCEPCIÓN.- NUEVO ARTÍCULO DEL PADRE PATRICK GIROUARD.




Cuando hablo con la gente, muchos me preguntan lo mismo: “Pero Padre, ¿por qué Monseñor Fellay está haciendo esto? ¿Por qué él, y los otros Superiores siguen esta nueva estrategia con Roma?”

Por supuesto, para poder contestar con una completa y absoluta certitud, necesitaría ser Dios. Pero como Él me eligió para ser su ministro aquí en la tierra, debo tratar de hacer lo mejor para dar un poco de luz sobre esta cuestión.

De lo que puedo reunir de diversas fuentes, los superiores de la Fraternidad, y aquellos que los siguen, creen que obtener la “normalización canónica”, un “reconocimiento oficial” por las autoridades romanas, tendría como objeto alcanzar más almas y poder ayudarlas para alcanzar su salvación eterna. (Ellos parecen olvidar que ya hay nueve comunidades que han firmado un acuerdo a quienes estas almas pueden dirigirse). Para Monseñor Fellay y sus seguidores, tal “regularización” repararía también una injusticia perpetrada en contra de la FSSPX. Estos dos motives parecen ser buenos y dignos de elogio. Las buenas personas se sienten atraídas por buenos motivos.

Antes de tratar con el primer motivo, que es el objeto del presente editorial, permítanme despachar rápidamente la cuestión de la reparación de la “injusticia” perpetrada en contra nuestra: ¿Desde cuándo el hecho de ser rechazados por malas personas se ha vuelto una injusticia para las buenas personas? Ser rechazados por herejes y pervertidos no suena muy mal para mí. Incluso diría que me hicieron un favor. Los modernistas y pervertidos de Roma no me quitaron el ser Católico, solamente me dieron la alegría de recibir una de las bienaventuranzas reveladas por Nuestro Señor, sufrir persecución por causa de la justicia. ¿Por qué querría ser despojado de esa bienaventuranza?

Procedamos con nuestra argumentación. Si fuéramos a analizar ambos motivos seriamente, entenderíamos que ellos tienen un fundamento endeble y no pueden soportar el escrutinio. Verdaderamente, esos motivos se originan del deseo de que la FSSPX pudiera un día ser percibida por la gente como perteneciente a la “iglesia” oficial. En otras palabras, toda la crisis que hemos vivido durante los últimos 15 años, desde la fundación del Grupo de Reflexión entre Católicos (GREC) se basa en una cuestión de PERCEPCIÓN, esto es: Cómo nos ven las otras personas.

Este  Grupo de Reflexión Entre Católicos, fundado en 1997 por, entre otros, el padre Alain Lorans (encargado de DICI) y el padre del novus ordo Michel Lelong, tiene el objetivo oficial de lograr la reconciliación entre la FSSPX y la Roma conciliar. El padre Lorans hizo la fundación con la bendición de Monseñor Fellay, manteniéndolo informado acerca de su trabajo. Tengo el libro escrito por el padre Lelong donde detalla la historia del grupo. Entre otras cosas, dice que el GREC le sugirió a la Fraternidad pedir a las autoridades romanas que les concediera dos signos de buena voluntad que ayudaran a lograr la futura reconciliación: 1.- La “liberalización” de la misa antigua, 2.- el levantamiento de las “excomuniones”. El GREC sugirió también que la FSSPX dejara de 1.- criticar tan severamente a las autoridades romanas, 2.- rechazar el Vaticano II en su conjunto. Nosotros sabemos lo que sucedió después. La Fraternidad pidió dos señales de “buena voluntad” de Roma, y también cambió su estilo de argumentación. (Acerca de este cambio, por favor ver mi sermón sobre la imagen de marca de la Fraternidad). Es interesante notar que, mientras toda la cuestión de la “reconciliación” está basada en percepción, los medios propuestos para lograrla también están fundados en percepción.

 Realmente todos sabemos que la Misa Antigua nunca necesitó ser “liberada”, ya que la bula Quo Primum dio el permiso perpetuo de celebrarla a pesar de lo que los obispos del novus ordo digan; que las “excomuniones” nunca fueron válidas y que el nuevo estilo de argumentación de la Fraternidad es el resultado del deseo de no ser percibidos como “amargados”, “severos”, “desobedientes”, etc. Pero, incluso si ellos sabían todo esto, Monseñor Fellay y sus seguidores, en algún momento empezaron a tener temor de la percepción negativa  que los “católicos” de la iglesia oficial tuvieran de estos tres elementos. Empezaron a pensar que tal percepción negativa era un obstáculo para la salvación de esas pobres almas. Por lo tanto, para quitar este obstáculo, para obtener un buen fin, decidieron seguir las sugerencias del GREC lo que significa que ellos han escogido medios malos para obtener un buen fin. Todo mundo que tenga el mínimo conocimiento del Catecismo, sabe que esto jamás será moralmente permisible.

Además, al pedir a Roma que conceda estas dos “señales de buena voluntad”, los líderes de la Fraternidad de manera intencional actuaron externamente de una manera que contradecía lo que creían internamente ser la verdad. Ellos entonces acrecentaron la confusión de las pobres almas que querían “salvar”, porque actuaron públicamente COMO SI la Misa Antigua hubiera estado prohibida y COMO SI la las excomuniones hubieran sido válidas, y COMO SI la Roma conciliar y el Pontífice, además del mismo concilio, no fueran ya tan malos. En otras palabras, ellos han sido, para todos los propósitos prácticos, mentirosos e hipócritas.

 Más tarde, Monseñor Fellay y sus dos asistentes, que forman lo que se llama el Consejo General, presentaron a Roma una Declaración Doctrinal, el 15 de Abril de 2012, que es un monumento a la misma clase de hipocresía. Es un documento que intenta, a través de la sutileza en la elección de palabras y expresiones,  ser aceptable tanto para los modernistas como para los tradicionalistas. Es por eso que el mismo Monseñor Fellay dijo repetidamente que nuestra aceptación de este texto dependería de nuestro estado mental al leerlo (anteojos negros o rosas). Hasta donde sabemos, el Consejo General no ha enviado a Roma otro documento oficial para decir que revoca la Declaración Doctrinal y por lo tanto ésta todavía representa la posición oficial de la Fraternidad sobre estas cuestiones, a pesar de las declaraciones contrarias hechas en sermones o conferencias. Tales declaraciones realmente no tienen ningún valor oficial o jurídico, y sólo son una prueba más de que los dirigentes de la Fraternidad están siendo hipócritas, no sólo con los "católicos" de la iglesia oficial, sino también con sus propios fieles que son quienes lo pagan.

Otro ejemplo notable de hipocresía es la Declaración del Capítulo General del 2012 de la Fraternidad y las seis “condiciones” para un acuerdo práctico. Los superiores fingen haber recuperado la unidad en la Fraternidad mientras que, en la práctica, la llamada “unidad” se ha logrado por la expulsión de cualquier voz disidente, incluyendo la de uno de los cuatro Obispos consagrados por Monseñor Lefebvre. Es una unidad basada en el miedo y en mentiras. Los que saben que la Fraternidad va por mal camino temen el castigo, y los que piensan que está haciendo bien las cosas están siendo engañados por los sofismas explicados arriba. Además, afirmar que las seis “condiciones”, débiles como son, pueden protegernos, es negarse a ver la realidad en Roma y olvidar lo que pasó con las nueve Comunidades Tradicionales que trataron esto antes. Esto no es otra cosa que ceguera intelectual voluntaria.

Lo que esperamos que todos se den cuenta, es que Monseñor Fellay y sus seguidores están cometiendo el mismo error que los clérigos cometieron en el Vaticano II: Basan su estrategia en una cuestión de PERCEPCIÓN. Realmente el Vaticano II fue un intento de mejorar la percepción de los no-católicos respecto a la Iglesia. El fallido experimento de la iglesia conciliar debió haber evitado que los líderes de la Fraternidad cayeran en la misma trampa, pero, ¿desde cuándo los niños aprenden de la experiencia de las generaciones precedentes?

¿Qué podemos hacer para detener este desvarío? Yo creo que debemos salir de este sistema de hipocresía y de ese ciclo de temor. Debemos levantarnos por la verdad, sin importar la percepción que otros tengan sobre nosotros y sin importar los castigos. Lo que convirtió a los paganos en los primeros siglos de la Iglesia no fueron Cristianos que trataron de ser bien “percibidos”. Fue la constancia de aquellos que estuvieron dispuestos a dar sus vidas por fidelidad a sus convicciones. Por lo tanto, queridos amigos, ¡RESISTAMOS ABIERTA Y FUERTEMENTE!


Padre Patrick Girouard