PÁGINAS

viernes, 24 de junio de 2022

¡UN NUEVO SACERDOTE PARA LA SAJM!


En esta fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, la SAJM tiene la alegría de anunciar que cuenta con un nuevo sacerdote, el P. Paul Rousseau, y con dos nuevos diáconos. 

La ceremonia de ordenación de estos tres seminaristas del seminario San Luis María Grignón de Monfort, ha tenido lugar esta mañana en el convento dominico de Avrillé (Francia).  

Monseñor Williamson ha sido el celebrante en presencia de Monseñor Faure, así como de los dominicos de Avrillé y de varios otros sacerdotes de la Resistencia. 

La SAJM también tiene la felicidad de informarles que dos sacerdotes se han hecho miembros de la congregación: el P. Stéphane Grenon, de Suiza, y el P. Jean Baptiste Brocard, de Francia.

DEO GRATIAS !

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LOS MIEMBROS DE LA SAJM ACTUALMENTE

S.E.R. Mons, Christian Jean-Michel Faure (Francia)

S.E.R. Mons. Gerardo Zendejas (México - EE.UU.)

R.P. Jean Baptiste Brocard (Francia)
R.P. Alois Brühwiler (Suiza)
R.P. Daniele Chirico (Italia)
R.P. Stéphane Grenon (Suiza)
R.P. Deivid Nass (Brasil)
R.P. Paul Rousseau (Francia)
R.P. René Trincado (Chile - Croacia)

8 seminaristas

Oblatas:
Sor María-Elisabeth (Francia)
Sor María Salomé (Tailandia)
Sor Dorotea (Alemania)

Miembros difuntos:
R.P. Maurice Duployez (Francia)

martes, 21 de junio de 2022

FRANCISCO ARREMETE CONTRA EL "RESTAURACIONISMO" (TRADICIONALISMO)


La conversación del papa Francisco con los directores de revistas jesuitas europeas ha dado para mucho.
Durante esa conversación, uno de los presentes le preguntó a Francisco «¿qué signos de renovación espiritual ves en la Iglesia? ¿Ves alguno? ¿Hay signos de vida nueva y fresca?»
Compartimos la respuesta del papa Francisco a esa pregunta donde alerta del «restauracionismo» de aquellos que nunca habían aceptado el Concilio:
Es muy difícil ver la renovación espiritual con criterios anticuados. Necesitamos renovar nuestra forma de ver la realidad, de evaluarla. En la Iglesia europea veo más renovación en las cosas espontáneas que van surgiendo: movimientos, grupos, nuevos obispos que recuerdan que hay un Concilio detrás de ellos. Porque el Concilio que mejor recuerdan algunos pastores es el de Trento. Lo que estoy diciendo no es una tontería.
El restauracionismo ha venido a amordazar al Concilio. El número de grupos de “restauradores” –por ejemplo, en Estados Unidos hay muchos– es significativo. Un obispo argentino me dijo que le habían pedido que administrara una diócesis que había caído en manos de estos “restauradores”. Nunca habían aceptado el Concilio. Hay ideas, comportamientos que surgen de un restauracionismo que básicamente no aceptaba el Concilio. El problema es precisamente este: en algunos contextos el Concilio aún no ha sido aceptado. También es cierto que se necesita un siglo para que un Concilio eche raíces. ¡Todavía nos quedan cuarenta años para echar raíces, entonces!
Todavía no habíais nacido, pero fui testigo en 1974 del calvario del Padre General Pedro Arrupe durante la 32ª Congregación General. ¡En ese momento hubo una reacción conservadora para bloquear la voz profética de Arrupe! Hoy para nosotros ese General es un santo, pero tuvo que soportar muchos ataques. Fue valiente porque se atrevió a dar el paso. Arrupe fue un hombre de gran obediencia al Papa, gran obediencia. Pablo VI lo entendió. El mejor discurso jamás escrito por un Papa a la Compañía de Jesús es el que hizo Pablo VI el 3 de diciembre de 1974. Lo escribió a mano. Todavía tenemos los originales. El profético Pablo VI tuvo la libertad de escribirlo. Por otro lado, personas vinculadas a la curia de alguna manera incitaron a un grupo de jesuitas españoles que se consideraban los verdaderos “ortodoxos”, y se opusieron a Arrupe. Pablo VI nunca se metió en ese juego. Arrupe tenía la capacidad de ver la voluntad de Dios, combinada con una sencillez infantil en la adhesión al Papa. 
Un jesuita de la provincia de Loyola fue particularmente agresivo con el p. Arrupe. Lo enviaban a varios lugares y hasta a la Argentina, y siempre armaba líos. Una vez me dijo: “Eres alguien que no entiende nada. Pero los verdaderos culpables son el p. Arrupe y el P. Calvez. El día más feliz de mi vida será cuando los vea colgados de la horca en la Plaza de San Pedro”. ¿Por qué te cuento esta historia? Para hacerte entender cómo fue el período posconciliar. Esto está sucediendo nuevamente, especialmente con los tradicionalistas. Por eso es importante salvar a estas figuras que defendieron el Concilio y la fidelidad al Papa. Hay que volver a Arrupe: es una luz desde ese momento que nos ilumina a todos. 

Fuente (extracto): Infovaticana
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"Un vasco (San Ignacio de Loyola) fundó la Compañía de Jesús y otro vasco (Arrupe) la destruyó".

domingo, 5 de junio de 2022

PENTECOSTÉS



Del Catecismo de San Pío X:

92. ¿Qué misterio honra la Iglesia en la solemnidad de Pentecostés? - En la solemnidad de Pentecostés honra la Iglesia el misterio de la venida del Espíritu Santa.

93. ¿Por qué la fiesta de la venida del Espíritu Santo se llama PENTECOSTÉS? - La fiesta de la venida del Espíritu Santo se llama Pentecostés, que quiere decir quincuagésimo día, porque la venida del Espíritu Santo acaeció a los cincuenta días de la Resurrección del Señor.

94. ¿No era también Pentecostés una fiesta de la anticua ley? - Pentecostés era también una fiesta solemnísima entre los hebreos y era figura de la que celebran los cristianos.

95. ¿A qué fin se instituyó el Pentecostés de los hebreos? - El pentecostés de los hebreos se instituyó en memoria de la ley dada por Dios en el monte Sinaí entre truenos y relámpagos, escrita en dos tablas de piedra, cincuenta días después de la primera Pascua, a saber: después de ser librados del cautiverio del Faraón.

96. ¿De qué manera se ha cumplido en el Pentecostés de los cristianos lo que se figuraba en el de los hebreos? - Lo que se figuraba en el Pentecostés de los hebreos se ha cumplido en el de los cristianos, por cuanto el Espíritu Santo descendió sobre los Apóstoles y los otros discípulos de Jesucristo que estaban reunidos en un mismo lunar con la Santísima Virgen, e imprimió en sus corazones la nueva ley por medio de su divino amor.

97. ¿Qué sucedió en la venida del Espíritu Santa? - En la venida del Espíritu Santo oyóse de repente un sonido del cielo, como de viento impetuoso, y aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, que se asentaron sobre cada uno de los allí congregados.

98. ¿Qué efecto produjo en los Apóstoles la venida del Espíritu Santo? - El Espíritu Santo descendió sobre los Apóstoles, los llenó de sabiduría, fortaleza, caridad y dé la abundancia de todos sus dones.

99. ¿Qué hay que admirar en los Apóstoles, después que fueron llenos del Espíritu Santo? - Los Apóstoles, después que fueron llenos del Espíritu Santo, de ignorantes se trocaron en conocedores de los más profundos misterios y de las Sagradas Escrituras, de tímidos se hicieron esforzados para predicar la fe de Jesucristo, hablaron diversas lenguas y obraron grandes milagros.

100. ¿Cuál fue el primer fruto de la predicación de los Apóstoles después de la venida del Espíritu Santo? - El primer fruto de la predicación de los Apóstoles, después de la venida del Espíritu Santo, fue la conversión de tres mil personas en el sermón que hizo San Pedro el día mismo de Pentecostés, la cual fue seguida de muchísimas otras.

101. ¿Fue enviado el Espíritu Santo a solos los Apóstoles? - El Espíritu Santo no fue enviado a solos los Apóstoles, sino también a la Iglesia y a todos los fieles.

102. ¿Qué obra el Espíritu Santo en la Iglesia? - El Espíritu Santo vivifica la Iglesia y con perpetua asistencia la gobierna, y de aquí le nace la fuerza incontrastable que tiene en las persecuciones, el vencimiento de sus enemigos, la pureza de la doctrina y el espíritu de santidad que mora en Ella, en medio de la corrupción del siglo.

103. ¿Cuándo reciben los fieles el Espíritu Santo? - Los fieles reciben el Espíritu Santo en todos los sacramentos, especialmente en la Confirmación y Orden Sagrado.

104. ¿Qué hemos de hacer en la fiesta de Pentecostés? - En la fiesta de Pentecostés hemos de hacer cuatro cosas: 1ª, adorar al Espíritu Santo; 2ª, pedirle que venga a nosotros y nos comunique sus dones; 3ª, acercarnos dignamente a los santos Sacramentos; 4°, dar gracias a nuestro divino Redentor por habernos enviado al Espíritu Santo según sus promesas, rematando así todos los misterios y la gran obra del establecimiento de la Iglesia.