L'HOMME NOUVEAU (negrita añadida por NP)
Poco antes de la
abolición de la Comisión Ecclesia Dei el 19 de enero, sugerimos que esta
desaparición podría ser una respuesta a los deseos de la Fraternidad de San Pío
X. En efecto, esta comisión, creada hace 30 años por el motu proprio Ecclesia
Dei afflicta, para contrarrestar el efecto de las consagraciones de 4 obispos
realizadas por Mons. Lefebvre, era para ella una especie de espantapájaros.
Ahora la Sala de Prensa
del Vaticano se toma la molestia de anunciar que Mons. Patrick Descourtieux ha
sido nombrado jefe de la oficina de la Congregación para la Doctrina de la Fe
(boletín del 30 de marzo de 2019). De hecho, hay que entender que se convirtió
en el jefe de la división de la Congregación que heredó los poderes de la
difunta Comisión Ecclesia Dei. Este prelado francés, un distinguido patrólogo,
que fue rector de la Trinité-des-Monts, un hombre de delicada cortesía y gran
discreción, se considera que tiene acceso directo al Papa Francisco.
Por parte de la FSSPX,
después de la elección de un nuevo Superior General, hablamos de nuevo de
"discusiones doctrinales", lo que significa que la FSSPX tiene la
intención de tratar directamente con la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Por el lado romano, en cambio, es bien sabido que el Papa no tiene una preocupación
doctrinal en este caso, sino una preocupación por la realpolitik. Dos
posiciones que, paradójicamente, se aproximan.
Como segundo personaje
de la desaparecida Comisión, Mons. Descourtieux siempre se ha preocupado por
ayudar a todos los grupos tradicionales, pero sobre todo estableció vínculos
con los distintos representantes de la FSSPX, vínculos tanto más sencillos y
confiados cuanto que se le conocía, en la gestión del expediente, por su
"apertura" (la perspectiva de un reconocimiento canónico sin exigencias onerosos). Su nombramiento tiene toda la apariencia de una señal positiva.