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miércoles, 2 de mayo de 2018

DEMONIO Y MASONERÍA




Los gnósticos antiguos habían identificado a Satanás con la serpiente del paraíso terrenal (Ireneo, Adv. haer., I, 24; Tertuliano, Praescr., 47), que es exaltado por haber reivindicado los “derechos del hombre”, revelando a Adán el conocimiento o gnosis del bien y del mal, enseñándole la rebelión a los mandamientos de Dios.

Para los gnósticos Cainitas (cfr. Ireneo, ibíd, I, 31), los verdaderos liberadores son los grandes rebeldes que se erigieron contra Dios: Caín, Esaú, los habitantes de Sodoma y sobre todo Judas, que habría liberado a la humanidad de Jesús.

Por tanto, no nos debemos maravillar por la rehabilitación reciente de la figura del Iscariote hecha por el cine e incluso por algunos “neo-exegetas”Monseñor Antonino Romeo nos explica cómo “el culto de Satanás se concentra en las misas negras (...), que recuerdan fórmulas y ritos masónicos. (...) Escondite secreto de satanismo es ciertamente la masonería, que hereda fe y costumbres del gnosticismo cainita" [*].

La masonería, inspirada por el judaísmo talmúdico, es la contra-iglesia universal que, desde más de doscientos años, planifica los acontecimientos políticos, económicos y militares, de los cuales depende la suerte de los pueblos.
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[*]:Voz “Satanismo”, en Enciclopedia Cattolica, Città del Vaticano, vol. X, 1953, col. 1958.


La presente entrada es una cita de este artículo de Sí Sí No No.