La
nueva Navidad: fealdad y ofensa (ahora en Fátima)
A la fealdad y ofensa del nacimiento del
Vaticano, se suma el horroroso “nacimiento” instalado en la Iglesia del Santuario de Fátima. El “nacimiento” del Vaticano
es el precursor de la ofensa y deprecio a la fe, como le corresponde como
cabeza; Fátima sigue las huellas de su predecesor romano, como le
corresponde a su Obispo, sucesor jerárquico.
Lo feo, lo desfigurado y sin gusto, lo
ofensivo, lo irreverente se ha instalado en este Pontificado, pretende
hacernos ver la incomparable belleza del misterio de la Natividad del Señor,
bajo el prisma de la fealdad e irreverencia. Estamos ante una Iglesia que se ha
mimetizado con el mundo, con el demonio y con la carne; es decir, tiende a
confundirse una con lo otro; hasta que llegue el día en que uno no sabrá
distinguir entre lo santo de la Iglesia y lo pecaminoso del mundo, porque el
pecado lo inundara todo, como río desbordado que anega todo lo que encuentra a
su paso, sin distinguir allí por donde pasa.
¿Es arte lo que vemos en Fátima? ¿Alegra el
corazón? ¿Eleva el alma? Al arte religioso le incumbe en primer lugar este
oficio de alegrar el corazón y elevar el alma, así lo ha hecho siempre, y
pensábamos que no moría nunca. ¿Podemos decir que el arte religioso ha muerto?
Siempre se ha considerado vanidoso un arte frío y soez, desabrido y frívolo.
Contemplamos lo que en realidad es un arte que se abaja a la vileza, y a
la desolación moral, y que se complace en hurgar en lo safio y esperpéntico. Un
“arte” que huele a fetidez moral. El obrero que trabaja en las letrinas,
saca la suciedad al exterior; esos artistas introducen a las almas en la
hediondez de su estupidez.
¿Estamos ante un arte realista?, ¿qué clase de arte
es? Es un arte insano, perverso, que considera la fealdad, lo vulgar y
maloliente, como credencial de nefastos de “artistas” No puede ofrecer ninguna
alegría un arte que trata como accesorio y despreciable la belleza del
misterio santo y divino, para hacer sobresalir lo irreverente y feo como
novedad.
Los
responsables del nacimiento del Vaticano, como los de Fátima, ¿qué entienden
por “servir a Dios con alegría”, “Regocijaos en el Señor”? No puede ser que sus
miradas sean claras y limpias, ni que sus corazones muestren sana alegría
por el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios. Estamos ante una
Iglesia complaciente con el mundo al que quiere alagar y con el que se quiere
congraciar.
Carlos María Rey
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¿Y LA NEO-FSSPX? PUES CON SU CAPILLA ESPERPÉNTICA DE MADRID, SIGUE LAS TENDENCIAS "ARTÍSTICAS" DE LOS LIBERALES Y MODERNISTAS:
A la izquierda, la imagen de Nuestra Señora de La Salette que se halla en ese santuario de Francia. A la derecha, la imagen de "Nuestra Señora de la Neo FSSPX", de la capilla de la Fraternidad en Madrid (el adefesio no registra cambios, según lo que se ve en las imágenes de Street View de mayo de este año)