Fuente: Adelante la Fe
TRANSCRIPCIÓN HECHA
POR EL SITIO "ADELANTE LA FE"
Nota: subrayado y
comentarios en rojo, agregados por NP
Su Excelencia Mons. Athanasius
Schneider, gracias por esta oportunidad de tener esta entrevista para ambos
sitios web, Rorate Coeli y Adelante la Fe. De parte de todos nuestros lectores
le agradecemos esta oportunidad. Monseñor, de cara a la presente confusión
y ambigüedades, y para clarificar algunas preocupaciones entre los fieles
católicos, me gustaría empezar con algunas preguntas.
Primero, recientemente mons. Fellay
parece haber aceptado el guante que Su Excelencia le lanzó en diciembre cuando
le decía que era irreal esperar que la situación fuera perfecta para firmar el
acuerdo con Roma. A tenor de sus declaraciones parece haber un convencimiento
por su parte de ir hacia adelante siempre que les dejen “ser ellos mismos”. En
este punto ¿qué le diría a monseñor Fellay y al papa Francisco como último
impulso para que estrechen las manos?
Yo diría en primer
lugar que no es una cuestión de un
acuerdo, porque cuando hablamos de un acuerdo existen diferencias. Pero en este
caso, no existen diferencias en cuanto a la fe, en la fe católica. Verdadero insulto para la FSSPX: según
Mons. Schneider, ella tiene la misma fe que Francisco el demoledor de la
Iglesia, que los modernistas y liberales que usurpan la Jerarquía católica, que
los apóstatas y "Anticristos de Roma" (Mons. Lefebvre dixit). Así quees más bien una cuestión de
la disciplina yo diría en primera instancia y, por lo tanto, esto se trata de
una cuestión pastoral también, el que una comunidad como la FSSPX la cual
es muy evidente que ofrece frutos visibles para edificar la fe católica y
transmite la integridad de la fe católica, la liturgia y la vida cristiana tal
y como se practicaban durante varios siglos.
Pero el problema es
que esta manera en la que ellos trabajan y existen, desafortunadamente, no
tiene el reconocimiento de la Santa Sede, este es un requerimiento para cada
comunidad católica, un requerimiento indispensable para ser católico, el tener también
una conexión canónica visible con la Cátedra de Pedro, al Vicario de Cristo. Nuevo insulto: la FSSPX no será
realmente católica mientras no se una a Roma Anticristo. Monseñor:
es Roma la que debe volver a la verdadera Cátedra de Pedro y es Francisco el que
debe convertirse y comportarse como Vicario de Cristo. La FSSPX ha olvidado las
claras advertencias de Mons. Lefebvre acerca de estas mentiras. Este es un requerimiento básico de cualquier trabajo católico en el mundo. Sin embargo, debido a las condiciones específicas que se
suscitarondespués del concilio y que aún
perduran, la profunda crisis de fe dentro de la Iglesia no ha sido posible que
la FSSPX obtenga el reconocimiento oficial de la Iglesia. ¿Sin
nombres de culpables, eh, Monseñor?
Monseñor Lefebvre
los fundó en 1970, pero desafortunadamente el reconocimiento que la Iglesia les
había otorgado les fue quitado en 1975. ¿Por
qué? ¿Por quién? Así
que Mons. Lefebvre apeló en contra de esta supresión, la cual en mi opinión fue
también injusta, pero su apelación fue rechazada. Y en cierto sentido cuando ahora la Santa Sede les
otorgue el reconocimiento de su status canónico, esto sería en cierto
sentido la aceptación de la apelación realizada por Mons. Lefebvre en 1975. "¡Por fin se hará justicia a la FSSPX!":
argumento reiterado por este Obispo y por Mons. Fellay y demás acuerdistas. ¿Y
qué hay el bien común de toda la Iglesia sometida a la tiranía de la secta
conciliar? No, ahora lo importante son las seguridades del grupo, los derechos
de la congregación. ¡Cobardes!: su vocación es combatir por Cristo y por la
Iglesia en contra de los sectarios modernistas que ocupan Roma, no el limitarse
a defender sus propios intereses corporativos, su tranquilidad, sus
"espacios". Así
que pienso que yo diría que el papa debería estar feliz (pensamos
que lo está, pero por otras razones...) cuando un número grande de sacerdotes, más de 600,
varios cientos de hermanas, centenares de seminaristas y muchos otros fieles
alrededor del mundo tendrán su reconocimiento oficial para continuar con su
buena labor de evangelización, de edificación de la Iglesia, en un tiempo en el cual, en
todo el mundo y de manera especial en el mundo occidental, estamos siendo
testigos de una crisis de fe muy profunda dentro de la Iglesia y de un descenso
de la vida cristiana. De
nuevo: ¿por culpa de nadie, Monseñor? Así pues, en los tiempos de crisis
debemos unir todas las buenas fuerzas eclesiales (bajo el mando del demoledor Francisco.
¡Maravillosa perspectiva! Esto es... esquizofrénico) y por lo tanto pienso que este
plan esperemos que sea alcanzado pronto… que el trabajo de Mons. Lefebvre y su
comunidad, ahora que ha crecido mucho, puedan ser capaces de realizar su
contribución de edificación de la Iglesia, de preservar la fe y de la
educación de los sacerdotes de manera especial. ¿Qué
tendrá dentro de su cabeza este Obispo?
Gracias
monseñor. La fórmula propuesta de la prelatura personal parece ser vista por
muchos como una panacea, sin embargo, el canon 297 del Código de Derecho
Canónico establece claramente que para la implantación de una prelatura
personal en una diócesis se requiere el permiso del obispo local. ¿Piensa Su
Excelencia que bajo esta forma canónica podría implantarse la FSSPX en diócesis
en las que el obispo sea hostil, que dicho sea de paso, serían la gran mayoría?
¿Cómo prevé podría desarrollarse esto para que este acuerdo no fuera luego
sepultado en la práctica por dichos obispos, como le pasa a otros institutos
como la FSSP que es sólo recibida por una ínfima minoría episcopal?
Noten la respuesta minimizadora y
pseudosobrenatural del Obispo: no es esencial.. es un detalle... siempre fue
así... y hay
que confiar en Dios ("no moriréis")... Bueno, pienso que esteno es
un punto muy fundamental. En la práctica, por supuesto, cuando el código de
derecho canónico establece esto, es una ley general de la Iglesia. El
nuevo Código es ilegítimo por ser la expresión jurídica del modernismo y del
espíritu del Vaticano II. Una prelatura personal o incluso una orden de derecho pontificio
debe pedir el permiso del obispo local antes de abrir su casa o de iniciar su
apostolado. Así que es una práctica común en la Iglesia y lo fue también en la
antigüedad antes del concilio como una ley canónica similar, aunque el término de prelatura aún no existía, pero si existía
de derecho pontificio. Pero pienso, desde mi punto de vista que este no es un asunto problemático porque también debemos confiar
en la Providencia de Dios. No podemos comportarnos en la Iglesia como una compañía de seguros
con la seguridad de una póliza de que esto sucederá en un futuro. Somos la
Iglesia no una entidad secular o política, sino sobrenatural también. Para seguir con la analogía, informamos
a S.E. que el "siniestro" a que se refiere la póliza está en pleno
desarrollo desde el fatídico Vaticano II, y que el deber de los bomberos es
combatir el incendio, no hacer acuerdos traidores de paz con los incendiarios,
ni menos ponerse a las órdenes de éstos.
Así que en el
momento presente la FSSPX tiene muchos laicos y muchos lugares donde están
trabajando y donde ellos mismos no tienen suficientes sacerdotes, tengo
conocimiento de esto, para atender a todos los lugares donde ya están
presentes. Hasta donde sé, la Santa Sede ha establecido que en el momento en que la prelatura
sea erigida, los lugares que ya existen y sus casas e iglesias serán
automáticamente reconocidas, sin haber pedido la anterior aprobación del obispo. Esta disposición (obligación
de pedir permiso al Ordinario para actuar en una diócesis) sería solo para las futuras
nuevas fundaciones. Noten
cómo la FSSPX hipoteca su futuro con tal de obtener su "rincón
legal" en el circo o zoológico romano de las variopintas "sensibilidades"
religiosas. Pienso que entonces la
prelatura puede ir a otros obispos que la acepten y hay obispos que aceptarán y
aquellos obispos que no la acepten no son eternos, pueden tener otro sucesor
que aceptará. Así que debemos tener una visión más sobrenatural y confianza. Así que la Prelatura San Pío X deberá
armarse de paciencia y ahí donde le impidan ir a salvar almas, esperar tranquila -y obediente a los hombres antes que a Dios- que jubile el Obispo hereje de turno que le impide la entrada y asuma uno "tolerante".
Tener mayor confianza, que estas comunidades existentes de la FSSPX se
acerquen a los obispos locales.
Sí
Una de las mayores dudas en general
sobre este posible acuerdo son las verdaderas intenciones del papa Francisco
¿Cómo puede entenderse que por un lado se destruya a los Franciscanos de la
Inmaculada y por otro se tienda a un acuerdo con la FSSPX? ¿Por qué unos sí y
otros no?
No podemos saber
las intenciones, no podemos juzgar a priori las intenciones del papa Francisco
hacia la FSSPX. Así que, en general, debemos asumir que cuando el papa les ofrece una prelatura es
porque tiene buenas intenciones, es una ley moral básica. Por supuesto que las circunstancias, tal y como mencionaste,
pueden inducirnos a suponer que las intenciones no serán buenas, pero no tenemos
garantía, no podemos decirlo. Por lo tanto, como lo dije, debemos de confiar en la Providencia de Dios. Otro problema es la posibilidad hipotética que algunos de los
miembros y de los sacerdotes de la FSSPX están temiendo es que cuando vean que
son reconocidos como prelatura la Santa Sede pueda ejercer presión sobre ellos
o requerirles abolir o cambiar algo de su identidad, pero en realidad estaría
entonces en ellos el resistir y preservar su identidad. Así que incluso cuando
ellos digan que pueda existir un caso hipotético, no podemos ver ni prevenir el
futuro, pero sólo en éste hipotético caso
quiero decir, en esta situación tan extrema donde en un futuro o después de
algunos años de existir la prelatura la Santa Sede les pueda pedir cambiar algo
en contra de su identidad, ellos deben resistir esto, decir que es injusto y
que se opone a lo que fueron sus intenciones al aceptar la prelatura
y que eso destruirá su carisma. "Su
carisma". Así que los "lefebvristas" tenemos un
"carisma" o estilo entre muchos en la Iglesia. Entonces ellos deben resistir y entonces en mi opinión deben
decir con todo el respeto a la Santa Sede “pueden quitarnos la prelatura de
nuevo, no la necesitamos, lo más importante es preservar nuestra identidad por
el beneficio de la Iglesia, no por nuestro propio beneficio sino por el de la
Iglesia”. En este caso hipotético ellos tendrían que
renunciar a la prelatura y continuar como están, así que no perderían nada (salvo
la calidad de "católico", si hay que creer lo que un poco más arriba
dijo este Obispo) Está en ellos el
preservar su identidad. Dicho
de otro modo: primero uno debe entrar en el estómago de
la bestia (de lo contrario no se es católico), y si ocurre que ésta pretende
digerirlo a uno, pues entonces uno está en su derecho de quejarse e irse, y no
pasa nada.
Entonces, ¿ahora podemos decir que la
firma de este acuerdo está en manos de la FSSPX? La última palabra, ¿Quién
tiene la última palabra?
La última palabra
la tiene por supuesto el santo padre, el papa. Hasta donde tengo conocimiento los requerimientos para que la
FSSPX sea erigida como prelatura no son realmente demasiados, solo los
elementos básicos de la fe católica, para ser católicos en unidad con el papa. Hasta donde sé no es demasiado
lo que se les está requiriendo. No tengo un completo
conocimiento de la fase actual de los asuntos en Roma entre la Santa Sede y la
FSSPX pero de acuerdo a lo que he sabido antes no es demasiado lo que ahora se les está requiriendo. Si lo afirma este Obispo liberal, sí es
demasiado. Así que quizás depende del papa
creo, el dar un paso en concreto y ofrecerles una fecha en concreto.
Monseñor… Varios eminentes autores,
como Romanio Amerio y Gherardini, han señalado que el problema con el Vaticano
II -núcleo de la discusión con la FSSPX- no son solo algunas interpretaciones
desviadas, sino que algunos de sus textos, en sí mismos, favorecen el error y
la confusión. ¿No piensa que incluso en medios conservadores sigue habiendo una
especie de conciliolatría, de tabú a hablar de esto, tratando de defenderlo a
toda cosa y con ellos deteniendo el verdadero debate sobre el origen de la
crisis, y pues su solución?
Noten la detestable "corrección
política" de esta respuesta del Obispo Schneider, que siempre se muestra
crítico de "algo" en el Vaticano II, pero que nunca se atreve a
condenarlo de modo franco y varonil. Bueno
pienso que en primer lugar deben entender lo que fue el Concilio Vaticano II.
El concilio fue primariamente, incluso declarado por el papa Juan XXIII y por
Pablo VI en repetidas ocasiones, un concilio pastoral no doctrinal ni
dogmático. Fue la intención de la Iglesia el no otorgarles a estos documentos
una enseñanza definitiva. Cuando no hay una enseñanza definitiva significa que
puede haber alguna evolución en estas cuestiones e incluso correcciones y esto
es normal, lo fue en el pasado también. Por ejemplo, hubo un concilio ecuménico
que también fue dogmático en Florencia en el siglo XV y se declaró en un
documento doctrinal, no pastoral, sino doctrinal, cuál es la materia del sacramento
de la ordenación. La pregunta era si imponer las manos en el candidato o si
darle el instrumento del cáliz, ¿cuál es el momento de la materia? Santo Tomás
de Aquino dice que la materia se da cuando el obispo entrega el cáliz y dice:
accipe potestatem celebrandi sacrifice missae… “recibe el poder de celebrar la
misa”, pero otros teólogos en la Edad Media en la Iglesia oriental decían que
era la imposición de las manos del obispo lo único necesario. Entonces el
Concilio de Florencia optó por la posición de Tomás de Aquino, sin nombrar est
materia la imposición de manos y fue un concilio ecuménico, aunque de hecho
después del concilio la Iglesia permitió discusiones incluso en contra de esta
posición. Había teólogos y el papa decía “por favor pueden discutir” incluso en
contra de la posición del Concilio de Florencia en este asunto en específico,
fue toda una discusión. Y fue hasta cuatrocientos años después que Pío XII en
1947 estableció de manera definitiva que la materia de la ordenación es sólo,
únicamente, a través de la imposición de las manos.
Por lo tanto,
incluso en el Vaticano II hay textos y fórmulas que, en una manera similar al
Concilio de Florencia, pueden ser cambiados porque no son definitivos. Esto
debe crear una atmósfera de discusiones que incluso en los asuntos del concilio
Vaticano II no están en contra de la autoridad del Magisterio. Ahora, cincuenta
o sesenta años más tarde tenemos una actitud muy extrema y poco saludable de
aceptar, de interpretar y mirar el Vaticano II y sus documentos casi como
infalible, ex cathedra y esto no es verdad y por esto pienso que las críticas justas
de Mons. Lefebvre y de la FSSPX a algunas expresiones del concilio - no a su
totalidad, sino a algunas - (las
del 5% cuestionable de Mons. Fellay), es
realmente una ayuda, será una ayuda para la Iglesia. Cuando la FSSPX sea completamente integrada como una institución
canónica de la Iglesia ellos podrán realmente ofrecer de manera oficial a la
Iglesia una buena contribución a las necesarias discusiones teológicas y
profundizar algunos aspectos del concilio que tuvieron un carácter
temporal hace cincuenta años, hace más de cincuenta años. Así que, en mi opinión será de ayuda. Aún las buenas críticas, las críticas
teológicas de la FSSPX deben de hacerse, por supuesto siempre con respeto al
Magisterio.¿Respeto
al Magisterio? Pues
sepa, Monseñor, que el fatídico Vaticano
II -el mayor desastre de la historia de la Iglesia Católica, según decía Mons.
Lefebvre- no califica como
"Magisterio de la Iglesia". Se
trató de un concilio ecuménico y debemos tomar esto en consideración. Pero como
repito, el Concilio Vaticano II fue principalmente un concilio pastoral.
En otros asuntos monseñor tenemos una
preocupación. Hay muchos sacerdotes que están contra la comunión en la mano
pero por miedo a sus obispos y un supuesto espíritu de “obediencia” no se
atreven a dejar esta práctica. ¿Es posible para estos sacerdotes hacer objeción
de conciencia sobre esta práctica? ¿Qué les diría a los que dudan?
Existe un documento
que fue publicado con la autoridad de Juan Pablo II que se titula Redemptionis
Sacramentum en 2004, en relación a la disciplina de los sacramentos. Ahí se
encuentra una norma que establece que cuando el sacerdote tiene la conciencia de
que existe un peligro de profanación del Santísimo Sacramento, él tiene el
derecho de no dar la comunión en la mano, así que por lo menos ahí se encuentra
una norma. En este caso el sacerdote puede referirse a esta norma en
Redemptionis Sacramentum y decir que dar la comunión en la mano contribuye
usualmente, incluso demostrado por los hechos, a la pérdida de fragmentos que
con frecuencia caen al piso o que se pegan en los dedos o en la palma de la
mano y que existe incluso el peligro de robar la santa hostia, lo cual es un
peligro real en varios lugares. Y cuando el sacerdote es consciente de esto,
puede negarse a dar la comunión en la mano y pedirle a la gente que no haga
esto.
Sería bueno que el
sacerdote realice una catequesis para preparar a la gente, que haga una buena
homilía de los peligros, de los peligros prácticos de dar la comunión en la
mano y por el otro lado de la grandeza, realmente de la indescriptible
grandeza, del Santísimo Sacramento. Así que, conforme él vaya educando a la
gente pienso que, con el tiempo a corto plazo, la mayoría no recibirá la
comunión en la mano. De modo que es una cuestión de educación, de paciencia,
pero como he dicho cuando el sacerdote tiene realmente duda en su conciencia y
está consciente de que existe un peligro pienso que puede negar la comunión en la mano y pedirlo de manera
amable, al negarse debe hacerlo con caridad, quizás hablar antes con esta
persona y explicarle con amor “por favor respeta también mi conciencia como
sacerdote, yo también tengo una conciencia como sacerdote, y en este caso te
pido no recibirla en la mano”. "Por favor, no cometas sacrilegio. Sé buen chico y respeta mi
conciencia". ¿Respeto a la conciencia? ¿Y el
respeto a Cristo sacramentado? Es muy doloroso encontrar esta práctica en una gran mayoría de las
iglesias. Pues
sea hombre y en lugar de lamentarse y lloriquear, combata contra eso.
Un polémico documento del Consejo
Pontificio para la Unidad de los Cristianos equipara a san Ignacio de Loyola o
san Francisco de Borja con Lutero… Martín Lutero, Calvino y otros, llamándolo
“testigo del Evangelio”. Nosotros como católicos, conscientes del grave daño
que el hereje Lutero causó a la Iglesia, ¿cuál debería ser nuestra postura o
qué camino seguir si nuestras autoridades eclesiásticas nos invitan a
considerar a Lutero como un testigo del Evangelio?
Bueno, este
documento fue emitido por el Consejo Pontificio para la Unidad de los
Cristianos y este Consejo no tiene autoridad doctrinal, por lo tanto, no
debemos tomar muy en serio este documento que objetivamente se encuentra
equivocado. Esto está en contra de las evidencias. No podemos poner al mismo
nivel a Lutero y a san Ignacio, esto es una contradicción. Y
una blasfemia y una herejía. De
nuevo Mons. Schneider minimizando hechos y adormeciendo conciencias, y
dirigiendo la "reacción" por vías pacifistas, propias de cobardes. Lutero no puede ser un testigo del
Evangelio y la Iglesia no nos pedirá aceptar esto porque esto es sólo una
declaración del Consejo Pontificio así que no debemos tomarlo en serio. Y la
autoridad, ¿dónde está? ¿Es inocente al permitir eso? Cuando examinamos con
sinceridad y honestidad a Lutero y su trabajo, él realizó en realidad un
inmenso daño a la cristiandad entera, dividió al cristianismo y este no es un
testigo del Evangelio. Él negó casi toda la ‘tradición’ previa de 1.500 años,
este no puede ser un testigo del Evangelio, quien se pone a sí mismo como la
autoridad para interpretar la palabra de Dios. Esto está en contra de la fe que
Cristo nos dio y que los apóstoles nos transmitieron en una forma básica. El
rechazar la santa ‘tradición’ como fuente real de revelación y el entero
pensamiento de la Iglesia que el Espíritu Santo dirigió en los asuntos
dogmáticos y doctrinales. Y este es el caso, Lutero no rechazó la tradición
disciplinaria o la tradición pastoral, sino que rechazó la tradición doctrinal
fundamental de la Iglesia y la tradición doctrinal de la Iglesia es el
Evangelio, esto es el Evangelio. Y cuando rechazó la sustancia entera de la
tradición apostólica, inmutable y constante, que en el caso de Lutero fueron
1500 años, entonces estoy rechazando el Evangelio. ¿Y
el Vaticano II que usted a veces y en parte critica pero que jamás condena, ¿no
hizo otro tanto?
Por ejemplo, en
Kazajistán donde actualmente vivo, había un santo sacerdote mártir que fue
beatificado como mártir, el padre Alexi Zarinsky a quien mis padres conocieron
de manera personal y que me bendijo cuando era niño, este sacerdote era del
rito bizantino, pero católico, y los comunistas le pidieron, no negar a Cristo
ni los sacramentos, sino negar un solo punto del Evangelio, la primacía de
Pedro, el papado, que se encuentra en el Evangelio. Y en el tribunal el padre
Alexi les respondió que si negaba ese punto sobre la primacía de Pedro negaría
el Evangelio entero, sería el anti-testigo del Evangelio entero. Esto ocurrió
en nuestros tiempos, murió en 1963.
Así pues, en el
caso de Lutero él rechazó el corazón de la Iglesia que es la Eucaristía,
rechazó la esencia y sustancia sacrificial de la celebración eucarística y esto
es el corazón de la Iglesia, la Eucaristía. Esto es sólo un ejemplo, ¿cómo
puede ser uno testigo del evangelio cuando rechaza el corazón de la Iglesia?,
la naturaleza sacrificial de la misa por sí misma y le llamó a la misa una
invención del demonio – lo cual es una blasfemia -, le llamó al papado una
invención de Satanás. ¿Cómo puede ser una persona así llamada testigo? Cuando
hacemos esto o no creemos en el carácter sacrificial de la misa, o no creemos
en el primado de Pedro, o no creemos de una manera católica en una inmutable
tradición de la Iglesia, o estamos diciendo mentiras y jugando sólo un juego
políticamente correcto lo cual es muy deshonesto, o tenemos una posición
relativista donde lo que es verdad y lo que no es verdad es lo mismo. Los
modernistas del Vaticano II y de la actualidad han sido más eficaces en cuanto
a dañar a la Iglesia que
Lutero, por actuar con mayor astucia que éste. Los
modernistas, por ejemplo, no niegan directamente las formulaciones dogmáticas,
sino que, mediante palabras ambiguas bien calculadas, desvirtúan su
verdadero significado. Lutero sacó a la mitad de los católicos de la Iglesia.
Pese a esa pérdida, la Iglesia siguió sana, sin cambio alguno en la doctrina.
Los modernistas actuales, en cambio, desde dentro de la Iglesia se
esfuerzan en cambiar la religión católica por una falsa religión humanista,
antropocéntrica. Por eso la presente crisis es incomparablemente peor que la
causada por Lutero. El Obispo Schneider, no obstante, no ve eso, y se somete
tranquilamente a los Papas modernistas, intentando, además y como si eso fuera
poco, arrastrar a la FSSPX a esa obediencia gravemente ilícita, traidora y
suicida.
Así que, en este
caso, cuando este documento del Consejo Pontificio señala que Lutero está al
mismo nivel como testigo del Evangelio que san Ignacio, están poniendo la
verdad y el error al mismo nivel. Pues
esto es exactamente lo que hizo el
decreto sobre la libertad religiosa del Vaticano II. Esto es una posición filosófica y teológica
de relativismo, y esto es muy peligroso. De este modo creo que no debemos tomar
en serio este documento ya que no tiene ninguna autoridad doctrinal y es por sí
mismo contradictorio y completamente equivocado. Este documento no durará
muchos años porque la Iglesia es más poderosa, las verdades inmutables son más
poderosas que estos documentos tan débiles y equivocados, se perderán con el
tiempo. Y muchas almas también "se perderán
con el tiempo", mientras ciertos prelados que se pretenden muy
tradicionales, seguirán siendo cómplices cobardes de los Papas modernistas.
Monseñor, sabemos que como católicos
debemos someternos a la autoridad del papa, sin embargo ante la confusión cada
vez mayor entre los fieles generada por las libres y catastróficas
interpretaciones de la exhortación apostólica Amoris Laetitia, con la comunión
a adúlteros, Lutero como testigo del evangelio, restitución del gran canciller
de La Orden de Malta, acusado de permitir la distribución de condones; hay un
número de fieles cada vez mayor que ya no quieren someterse a la autoridad del
papa ni de sus autoridades, con un alto riesgo de adoptar una postura
sedevacante. Como católicos interesados en mantenernos dentro de la Iglesia
Católica, ¿cómo podemos sostener y reconocer la autoridad del papa, sin
obedecer cosas contrarias a lo que siempre ha sido la fe católica? ¿La sumisión
a la autoridad del papa es lo mismo que obediencia ciega?
No. Como católicos
y esta es una característica de ser católicos, debemos estar sometidos
canónicamente al papa, al Vicario de Cristo, aceptar su autoridad, tener
respeto por él, rezar por él y tenerle un amor sobrenatural básicamente. Esto
no significa una obediencia ciega, por supuesto que no, porque no estamos en
una dictadura. En una dictadura sí, debes obedecer ciegamente, o cuando estás
en el ejército, no hay cuestionamientos. Falso:
a los militares no les es moralmente lícito obedecer órdenes injustas. Los
ejércitos de los países cristianos tienen normas y procedimientos para esos
casos. Pero estamos en una familia, la Iglesia
es una familia donde también es posible discutir, donde también es posible en
alguna forma la corrección con respeto y con amor. Y cuando esto no es posible
entonces no hay una verdadera atmósfera de espiritualidad de Iglesia, habría
una atmósfera de intimidación, de represión, de temor, y esto no es la
atmósfera del Espíritu Santo de ninguna manera.
Por lo tanto,
tomamos ejemplos de santos en la Iglesia, santa Catalina de Siena – Doctora de
la Iglesia-, ella mantuvo siempre un profundo amor y respeto al papa, pero le
escribió varias cartas con muchas críticas severas, por amor a él. Ella
amonestó al papa y esto fue algo correcto y la Iglesia la reconoce como santa y
es Doctora de la Iglesia. Incluso ella le escribió una carta a uno de los papas
de entonces, el cual hizo mucho daño a la Iglesia y fue finalmente responsable
por el gran cisma: “Santo Padre si no se convierte por favor apártese y
renuncie al papado, escribo esto por amor a su persona, por su salvación eterna
y por la Iglesia”. Monseñor:
¿se atrevería usted a escribir lo mismo a Francisco? Si hasta ahora no se ha
atrevido, creemos que nunca se atreverá. Esta
actitud no es sectaria, no es cismática, no está en contra del papa… de ninguna
manera. Y en este sentido creo que, mientras mencionas estos problemas, que
debemos de mantener siempre la visión sobrenatural del papado y del papa, pero
no debemos idolatrar al papa ni practicar la papolatría haciendo del papa un
Dios divinizándolo. Esto es contrario al Evangelio, esto está en contra de la
tradición de los Padres de la Iglesia.
Pienso que hubo una
evolución en la Iglesia en los últimos cien años hacia esta poco saludable
papolatría que en cierta forma diviniza al papa. Esto está en contra de la
tradición más antigua y constante de la Iglesia. Quizás esta crisis que estamos
actualmente experimentando, ayudará a la Iglesia a tener un mayor balance en
relación a la actitud con el papa, para evitar tener esta extrema papolatría y
divinización del papa y permitirle a la Iglesia la posibilidad de hacer de una
manera también respetuosa y amorosa una apelación al santo padre cuando exista
un peligro, un peligro objetivo para el bien común de la Iglesia.¿Y
ahora no existe tal peligro? Como san Agustín escribió, y santo Tomás de Aquino, citándolo,
cuando san Pablo realizó una corrección al primer papa, Pedro, y lo hizo
públicamente, no de manera privada, en la carta que escribe a los gálatas en un
asunto que no era tanto doctrinal ni dogmático sino más bien práctico y
pastoral sobre un error de Pedro, y entonces Pablo hace esto… san Agustín dice
que Pedro fue tan humilde y tan sabio que aceptó esta corrección, él no dijo
“ustedes están en contra mía, son herejes, son cismáticos”, ¡no!. Él aceptó
esto con gratitud y así debería hacer el papa en estos días: “gracias mis
queridos hermanos, hijos e hijas, cuando me informan que hay algún peligro para
la fe, para el bien común de la Iglesia, yo reflexionaré, no me enojaré con
ustedes” y así el papa debería decir también a los obispos y a los cardenales:
“no estoy enojado con ustedes cuando señalan algo incluso públicamente”,
incluso hay un ‘no’ como posibilidad.
La corrección de
san Pablo fue pública e incluso lo escribió en sus cartas que están inspiradas
por el Espíritu Santo, para todas las generaciones que hasta el fin del mundo
leerán la corrección al primer papa, como Palabra de Dios. Pablo hizo esto
público. Si Pablo viviera hoy usaría internet porque este sería el medio
público como en su tiempo fue su epístola que envió a todas las Iglesias. Por
lo tanto, para mí no hay ninguna dificultad ni es problema el que los cuatro
cardenales hayan publicado esta apelación pública al papa. Debería de ser por
supuesto una situación excepcional, pero estamos siendo testigos de una
situación excepcional de confusión que es de cierta forma sin precedentes en la
historia de la Iglesia porque esta confusión está creciendo en el mundo entero
y está alcanzando a casi todas las doctrinas básicas de la Iglesia y no sólo
una en específica. El asunto del divorcio, de la Eucaristía, de la ley moral de
Dios, es básico, el relativismo donde la verdad y el error están al mismo
nivel. Y
nada que decir contra Francisco, Su Excelencia? Esta es una crisis causada por
fantasmas, por abstracciones; en la que hay males gravísimos pero no hay
nombres de culpables. Curioso.
Así que estamos
siendo testigos de una crisis de fe que es realmente casi universal y, por lo
tanto, en tales casos excepcionales pueden aceptarse recursos excepcionales que
contribuyan para ayudar a detener esta crisis. Pero, debo añadir que, y esto
quisiera decírselo a los fieles, los recursos más poderosos no lo son una
apelación al papa o una especie de conexión fraterna o filial. Estos no son los
recursos principales. Creo que esto no producirá el mejor efecto. Nosotros
tenemos el recurso más poderoso para ayudar al papa, para que él pueda ayudar a
la Iglesia a superar esta confusión doctrinal, y es a través del recurso de la
oración, a través de un intensivo recurso de oración profunda e incluso de
sufrimiento, de hacer trabajos de reparación, de expiación a favor del papa,
por su alma, que él pueda recibir la orientación de Dios, la luz para confirmar
a la Iglesia entera sin ambigüedades, en las verdades, como lo hizo san Pedro y
casi todos sus sucesores. Así que estos son nuestros medios, la oración, el
sacrificio, y esto es lo más poderoso, y Dios lo aceptará estoy convencido, y
guiará a la Iglesia fuera de esta crisis tal y como Él lo ha hecho tantas veces
en los últimos 2.000 años. "A
Dios orando y con el mazo dando". El
ejemplo que hay que seguir es el de Mons. Lefebvre, y entonces combatir frontal
y resueltamente al enemigo modernista que ocupa la Iglesia, empezando por el
Papa Francisco, hasta la total extirpación del tumor maligno liberal y
modernista de la Iglesia de Cristo. Lo demás es pura "política del
avestruz", miopía, diplomacia, corrección política, traición y cobardía.
Gracias Monseñor por aclarar estos
puntos.
Monseñor, algunos obispos y
cardenales han declarado en días recientes que, la sola conciencia basta para
recibir la comunión. ¿Es posible decir que quien se sienta en paz con su
conciencia puede acercarse a recibir la santa comunión?
No. Esta
declaración está en contra de la constante enseñanza y de la tradición de la
Iglesia. Es el principio del subjetivismo, en última instancia de Lutero, del
protestantismo. En las comunidades protestantes existe este método de que la
conciencia es el juez supremo. ¡Y no! la conciencia no es el juez, ésta debe
escuchar la voz de Dios. Esta
es la verdadera conciencia, cuando escucha. Y existe el mandamiento de
Dios de manera clara, y la enseñanza de la Iglesia. El no cometer adulterio y
estar en estado de gracia incluso de manera objetiva no sólo subjetiva, y de
esta manera recibir la santa comunión porque los sacramentos no son acciones
privadas de cada individuo, los sacramentos son públicos, son las acciones más
públicas de la Iglesia. Por lo tanto, debe haber un criterio objetivo. Tal y
como san Pablo nos lo dijo ya en la primera carta a los corintios, y esto es
palabra de Dios inspirada por el Espíritu Santo, por lo tanto la conciencia
individual no puede ser en este caso el juez sino la Palabra de Dios y la
tradición constante de la Iglesia. Vaya...
En este caso de sacrilegio, la conciencia no cuenta, pero en el sacrilegio de
la comunión en la mano, la conciencia sí cuenta, y no sólo eso, sino que es el
criterio fundamental. Curioso.
Ante las recientes amenazas de
suspensión ad divinis para los sacerdotes malteses por parte de sus obispos que
se nieguen a dar la comunión a los divorciados vueltos a casar y el reciente
caso de un sacerdote suspendido ad divinis en Colombia. ¿Qué opinión tiene al
respecto de la postura de obispos como los de Malta? Y ¿qué nos espera a
nosotros como fieles católicos si en nuestras parroquias llegamos a tener
sacerdotes dispuestos a permitir la comunión sacrílega con tal de no ser
suspendidos? ¿Y qué debemos hacer nosotros al respecto?
Bueno, no conozco
los textos de estas normas de los obispos malteses y por lo tanto no puedo
hablar directamente de esto, pero cuando un obispo hace esto está cometiendo un
grave abuso de su poder. Está ordenando pecar, y cuando un obispo o incluso un
papa ordena pecar, debo rechazar esto porque debo obedecer a Dios. Por lo
tanto, en este caso el sacerdote debe decirle al obispo: “su excelencia, usted
me está ordenando cometer pecado y no puedo hacer esto, debo obedecer en este
caso a Dios y no puedo obedecerlo a usted en este caso”. Pero, hasta donde
tengo conocimiento estos casos son raras excepciones y espero que no se
propaguen por la Iglesia este tipo de normas tan drásticas y abusivas de
obispos obligando a los sacerdotes a dar la comunión a los divorciados; ellos
deben resistir incluso al grado de perder su oficio. Mejor perderlo todo, pero
no cometer pecado en contra del mandamiento de Dios, en este caso. Pero
sí es buena idea ponerse bajo el poder del responsable de la desastrosa Amoris laetitia: el Papa Franciso. Muy
coherente su pensamiento, S.E.
Mons. esta fue la última pregunta,
queremos agradecerle por su tiempo y paciencia, y por clarificar estas
inquietudes de la mayoría de los fieles católicos alrededor del mundo. Gracias
Mons. Athanasius Schneider por esta entrevista para Rorate Coeli y Adelante la
Fe y por favor ténganos en sus oraciones.
Gracias y quisiera
terminar alentando a los fieles a no desalentarse en estos tiempos tan oscuros
de confusión sino de considerar esto también como un reto para crecer en
confianza en Dios, en su poder omnipotente, que Él puede superar con su poder
omnipotente esta crisis. Así que tenemos que profundizar en nuestra confianza
sobrenatural, en la indestructibilidad de la Iglesia y profundizar en nuestro
conocimiento católico, en nuestra fe católica, en la alegría de nuestra fe y,
realmente lo más importante en la Iglesia, no es ser papa, ser cardenal, obispo
o sacerdote, sino ser un buen católico, ser un buen fiel, vivir de acuerdo a la
Palabra de Dios, a la voluntad de Dios y mantener el tesoro de la Iglesia
Católica que Cristo nos dió, que Él nos reveló y que los Apóstoles nos
transmitieron; que la Iglesia nos ha transmitido durante 2.000 años. Mantener
este tesoro de la integridad y de la belleza de la fe católica en nuestras
almas. Y nadie puede quitarnos esta gracia porque Cristo nos la dió. Que Dios
los bendiga y los fortalezca a todos ustedes católicos y por favor, recen y
hagan sacrificios por la superación de esta crisis, recen por el santo padre,
que Dios dé a su Iglesia en estos días muchos buenos y valientes sucesores de
los Apóstoles, así como sacerdotes, y laicos, y buenas familias católicas. Urgente
petición: que alguien regale el libro "El Liberalismo es Pecado" al
pobre Mons. Schneider. A ver si con eso abre los ojos.
Gracias Monseñor.