PÁGINAS

viernes, 22 de enero de 2016

EL VATICANO Y "EL ESCÁNDALO NUESTRO DE CADA DÍA": DAN LA COMUNIÓN A LUTERANOS

Vacaciones en Roma de los luteranos finlandeses. Con comunión católica
Por Sandro Magister
«Me pregunto: pero ¿acaso no tenemos el mismo bautismo? Si tenemos un mismo bautismo, debemos caminar juntos».
Esto dijo entre otras cosas el papa Francisco el 16 de noviembre pasado en respuesta a una luterana que le había preguntado si podía comulgar en misa junto a su marido católico:
En la audiencia general del miércoles 20 de enero, el Papa volvió a expresar la misma opinión:
«En el centro de la catedral luterana de Riga hay una pila bautismal que se remonta al siglo XII, al tiempo en que Letonia fue evangelizada por san Meinardo. Esa pila es señal elocuente de un origen de fe reconocido por todos los cristianos de Letonia, católicos, luteranos y ortodoxos. Tal  origen es nuestro común bautismo. […] Compartir esta gracia crea un vínculo indisoluble entre los cristianos, de tal forma que, en virtud del bautismo, podamos considerarnos todos realmente hermanos. […] Todos, católicos, ortodoxos y protestantes, formamos un sacerdocio real y una nación santa».
Esta vez Francisco no llegó más lejos. Entre tanto, sin embargo, el pastor luterano de Roma Jens-Martin Kruse, que ya había recibido la visita del Papa a su iglesia el pasado 16 de noviembre y había escuchado sus palabras, ha sacado las siguientes conclusiones:
«El Papa ha invitado a todos los fieles a asumir la responsabilidad que tienen ante Dios, para que decidan en conciencia si es posible la participación común de la Eucaristía entre católicos y protestantes. No hay razones teológicas por las que ello no sea posible».
El pastor Kruse lo dijo en una entrevista concedida a Zenit el 19 de enero. Y en ese mismo día, en Roma, hubo quien pasó del dicho al hecho, haciendo caso omiso de la llamada de atención del cardenal Gerhard Müller con relación a los malentendidos surgidos de la respuesta del Papa a la pregunta de la señora luterana.
En la mañana del 19 de enero Francisco ha recibido en audiencia en el Vaticano (ver foto) a una delegación de la iglesia luterana de Finlandia, presidida por una señora, Irja Askola, obispa de Helsinki, que iba acompañada de representantes de las minorías ortodoxa y católica, los obispos Ambrosius y Teemu Sippo respectivamente.

"Obispa" Irja Askola (misma que aparece con Francisco en la foto del inicio): la segunda de izquierda a derecha. Aunque parezca que sí, esta foto no fue tomada ni en un carnaval, ni en una obra teatral, ni en una fiesta de disfraces...
Pero después de la audiencia con el Santo Padre, en el curso de las celebraciones litúrgicas que ha oficiado la mencionada delegación en Roma con la presencia de grupos de fieles llegados también de Finlandia, en una misa católica la comunión también se les ha administrado a los luteranos.

Al menos eso es lo que han revelado al semanario luterano finés Kotimaa, destacando la sorpresa de un miembro de la delegación, Samuel Salmi, obispo de Oulu, según el cual los sacerdotes sabían perfectamente a quienes daban la comunión.
La prelada luterana de Helsinki, Irja Askola, que presidía la delegación, es conocida por su postura ultraliberal no sólo con relación a la sull’intercomunione sino también en el tema del matrimonio homosexual.

Lo curioso es que a la postura de los luteranos finlandeses en ambos sentidos se oponen ardientemente sus correligionarios de los países bálticos vecinos, y de manera especial los de Letonia, donde se encuentra precisamente (en la catedral de Riga) la pila bautismal mencionada por Francisco como símbolo de fraternidad ecuménica.
Sandro Magister
[Traducido por J.E.F. Artículo original]