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sábado, 3 de mayo de 2014

COMENTARIO ELEISON Número CCCLV (355) - 3 de mayo de 2014

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ADIOS, FSSPX

Malas noticias desde Francia: la lucha de 40 años de la Fraternidad San Pío X por la Fe contra los modernistas en Roma está virtualmente acabada. Oh, los prioratos, escuelas y seminarios de la Fraternidad y los conventos y monasterios asociados continuarán funcionando para proveer, al menos por un tiempo, sacramentos válidos y doctrina decente, manteniendo todas las apariencias de la Tradición, pero la lucha esencial por la Fe completa será censurada, o auto-censurada, hasta desaparecer. Parece que solamente un número limitado de más sacerdotes tendrán la comprensión del trabajo de Monseñor Lefebvre y el coraje necesario para romper filas y huir a las montañas.

La noticia es que los modernistas en Roma están ofreciendo a la Fraternidad un “reconocimiento de tolerancia”, sin la necesidad de ningún acuerdo formal o documento firmado tales como los que levantaran tanta oposición dentro de la FSPX a un negocio con Roma en la primavera y verano del 2012. He aquí la esencia de cómo el Segundo Asistente de la Fraternidad, el Padre Alain Nély, lo expresó, con entusiasmo, a dos religiosos hace tres meses: “La solución para la FSPX será su reconocimiento unilateral por parte de Roma... no se nos pedirá firmar nada... para ver como las cosas evolucionan... veremos”.

Para prevenir que tal revelación se difunda, el Superior General de la Fraternidad escribió a los dos religiosos para afirmar que habían malinterpretado los comentarios del Padre Nély, porque no había ningún tipo de “acuerdo” en vista. Por supuesto que no. En eso reside la astucia del propuesto “reconocimiento” sin firma. Permitirá a números de sacerdotes de la FSPX pretender que nada habrá cambiado, para así poder continuar con sus ministerios como antes. Así mismo se reporta que Monseñor Fellay mismo dijo recientemente a los seminaristas de la FSPX en Zaitzkofen: “No hay ninguna duda, no firmamos en absoluto ningún acuerdo, etc., etc.” Sin embargo, diez minutos más tarde, “Pero si Roma propone un reconocimiento de tolerancia para nosotros, esa es otra cosa, eso sería muy bueno”.

Y así hay toda probabilidad, y más temprano que tarde, que un gran número de sacerdotes de la FSPX seguirán dócilmente a sus líderes oficiales en el amplio abrazo de los amorosos modernistas en Roma, un abrazo que devendrá con el tiempo tan apretado como sea necesario como para sofocar cualquier esfuerzo remanente para luchar contra el mortal modernismo que está acabando de matar a la Iglesia oficial y poniendo a millones de almas en el camino al Infierno.

En retrospectiva, se puede adivinar que Monseñor Fellay ha trabajado hábilmente con los Romanos hacia este abrazo por al menos los últimos 15 años. Monseñor de Galarreta ha visto lo que está en juego, pero se pasó al lado de Monseñor Fellay. Monseñor Tissier también ve claramente el peligro mortal para el trabajo de Monseñor Lefebvre, pero no ve la necesidad de seguir el ejemplo que Monseñor le dio de poner la Fe antes que todas las reglas normales de obediencia y unidad.

Así que, queridos amigos, si deseamos mantener la plenitud de la Fe y ayudar a otros a hacerlo, debemos por lo menos interiormente huir a las montañas. No tengan miedo. Mantengan la cabeza fría. No hay necesidad de desánimo ni desesperación. Dios no cambia, y la lucha por Su causa deviene más gloriosa que nunca. Sacerdotes, estén alertas, y sobre todo no se engañen a sí mismos con que nada está cambiando en la Fraternidad. Ya ha esencialmente cambiado. Fieles, estén alertas también, y oren, y Dios les dará los líderes y Sacerdotes de sus oraciones. En Dios confiamos, y en su Santísima Madre.

Kyrie eleison.

Católicos, cuando vean que Roma da el grito de reconocimiento, ¡huid a las montañas!