"Respondiendo
a preguntas de periodistas a propósito de un Comunicado de la Fraternidad, el
Director della Sala de Prensa della Santa Sede, P. Federico Lombardi ha
risposto:
"Confirmo
que el modo con el cual el Comunicado de la Fraternidad San Pío X describe los
hechos en relación con el momento del "encuentro" entre mons. Fellay
y Papa Francisco, corresponde a la verdad. El hecho se verificó en ocasión de
una visita a Roma de mons. Fellay para un encuentro informal con mons. Pozzo,
en el cuadro de las relaciones entre la Comisión Ecclesia Dei y la Fraternidad
San Pío X, y que son parte de las tareas de la misma Comisión.
P. F.
Lombardi."
Noten, ante
todo, que el Vaticano corre presto a ayudar a Mons. Fellay en el duro aprieto
que ha sido puesto éste por causa de la revelación de sus contactos secretos con Roma.
ACLARANDO LO MÁS GRAVE.
Es un hecho
por todos reconocido que el 13 de diciembre pasado
Mons. Fellay y sus dos asistentes se reunieron con Mons. Pozzo. Ese mismo día
hubo también un almuerzo de todos éstos más Mons. di Noia en la Casa Santa
Marta, donde vive el Papa. En esa oportunidad Mons. Fellay saludó a Francisco.
Posteriormente, el 3 de abril, DICI publica una entrevista hecha a Mons.
Fellay en la que, respondiendo a una pregunta, éste afirma: “Hubo un
acercamiento «no oficial» de Roma para ponerse nuevamente en contacto con
nosotros, pero nada más..."
En esta
respuesta Mons. Fellay falta a la verdad:
1° Cuando
dice que sólo hubo un acercamiento
por parte de Roma, pues se
trató de una reunión bilateral. Más exactamente, de dos, contando el almuerzo
que tuvo lugar también el 13 de diciembre y al que se sumó Mons. di Noia,
Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
2° Cuando
dice que ese acercamiento fue para ponerse nuevamente en contacto con
nosotros, porque no se
trató de un mero intento de retomar los contactos, sino que se retomaron de
hecho. Esa reunión fue un contacto efectivo entre las autoridades de la FSSPX y
el Vaticano.
3° Cuando
dice pero nada más, reforzando la mentira.
Sea, pues,
vuestro modo de hablar: sí, sí; no, no; porque lo que pasa de esto procede del
maligno. Mateo 5, 37.