PÁGINAS

lunes, 25 de noviembre de 2013

ALEJAMIENTO DEL PADRE OLMEDO: UN PASO MÁS EN EL HUNDIMIENTO GRADUAL DE LA FSSPX.-


EL PADRE RICARDO OLMEDO (AL CENTRO)

El querido Padre Olmedo ha sido notificado del fin de sus funciones como profesor de Teología Moral y Derecho Canónico en el seminario de Buenos Aires. Se le envía a Salta (Norte de Argentina) como Prior.

Muchos años de fructífera labor en la formación de los Sacerdotes no importan: lo que interesa a la cúpula liberal de la Neo FSSPX es alejar a los "duros" y poner a los manejables en los puestos clave. Es de este modo (por medio de una astuta política de nombramientos) que Mons. Fellay ha llegado a controlar, sin contra pesos, el capítulo general. Recordemos que el P. Faure, otro "duro", otro verdadero anti liberal, había sido nombrado como colaborador del Prior de Guatemala antes de pasarse a la Resistencia. Esta es la idea: los jóvenes "dóciles" al poder, los viejos intransigentes a desaparecer. ¿Se acordará Mons. Fellay de Roboam (II Paralip. 10)?

Nos dice un Sacerdote de la Resistencia, ex alumno del Padre: "esto es un verdadero infortunio para el seminario. Se abre una nueva y oscura etapa en la vida de ese plantel. Los cursos que dictaba el Padre eran de excelente nivel. En particular, el profundo y completo curso de teología moral -a cuya consulta recurrimos constantemente los Sacerdotes- debe haber costado al Padre grandes desvelos por muchos años. Pero además de lo relativo a los estudios, el P. Ricardo Olmedo ponía una imprescindible nota de firmeza en el seminario, por su carácter enérgico, resuelto y varonil. Esto resulta de capital importancia en tiempos tan poco varoniles como los nuestros. El constante buen ejemplo del Padre era de gran utilidad a los seminaristas, tanto o más que las clases que daba. La vida y la doctrina de este querido Padre son intachables: es un anti liberal cabal. Ese glorioso calificativo ya no corresponde más  a  las actuales autoridades de la FSSPX, a esas "cañas agitadas por el viento" que traicionan ahora a este viejo y noble roble. El P. Olmedo es un hombre totalmente confiable, un excelente consejero (dotado de un gran sentido práctico, tiene un don especial para eso), y un forjador de caracteres firmes. Sus muchos años en el seminario fueron una bendición; su partida ordenada por los superiores liberales, ciertamente es una nueva desgracia para la enferma FSSPX".

El blog Non Possumus rinde un sincero homenaje a este auténtico hijo de Mons. Lefebvre.